LA GUERRA CIVIL 1936-39
1. INTRODUCCIÓN
La Guerra civil se extiende del 17 de julio de 1936 al 1 de abril de 1939.
No fue una guerra inevitable, sino el resultado de una sublevación militar fracasada y de una sociedad profundamente dividida.
En la Guerra Civil se concentran muchos de los problemas que venía arrastrando la sociedad. No es solo un enfrentamiento entre fascismo –azules- y comunismo –rojos-. El Alzamiento significó que las reformas que se intentaban llevar a cabo por la República para modernizar España chocaron con la oposición de las clases dirigentes, que temiendo a la revolución y a la pérdida des sus privilegios optaron por la vía del golpe de Estado. La guerra también es resultado de la dinámica social y política de los años treinta. En la guerra se luchará por imponer una dictadura militar o defender una república democrática; pero en la guerra también estará presente el enfrentamiento de clases, la contienda religiosa, el choque entre nacionalismos y el enfrentamiento entre el fascismo y el comunismo.
Entre las causas de la guerra podríamos señalar: los conflictos por modernizar España (problema agrario, territorial, religioso, ...), los problemas económicos, el ascenso del fascismo o del frente populismo, la revolución de octubre del 34, el miedo a la revolución comunista, etc.
Las causas de la Guerra Civil son muy complejas. Podemos hablar de causas estructurales: el gobierno republicano-socialista (1931-33), que representa a las clases obreras y medias, realizará reformas para resolver problemas y modernizar el país: agraria, militar, religiosa, autonómica, educativa, que provocarán la oposición de la derecha oligárquica, terratenientes, militares africanistas, iglesia y católicos. Las dificultades económicas dificultaran las reformas por lo que las clases populares también se verán defraudadas. En las elecciones de noviembre del 33 gana el centro derecha, la CEDA; en coalición con el partido Radical hará una política de contrarreformas. En octubre del 34, socialistas, comunistas y anarquistas, ante el miedo al fascismo, hicieron una revolución social, que fue duramente reprimida por el ejército. En febrero del 36 triunfó el Frente Popular, alianza de izquierdas, que retoma las reformas. Las izquierdas y derechas se radicalizan, la violencia se extiende, la derecha ve como única salvación la intervención del ejército.
La causa coyuntural fue la sublevación militar. Desde los inicios de la República se puso en marcha una conspiración militar, liderada por Sanjurjo, que fracasó en 1932. Después los militares de la UME, junto a carlistas y falangistas, prepararan un nuevo golpe. El asesinato de Calvo Sotelo fue la excusa para la sublevación militar que se inicia el 17 de julio en Melilla y el 18 en la Península.
2. EL ALZAMIENTO
El alzamiento se inicia el día 17 en Melilla y el día 18 de julio en la Península[1], se iniciaba el Glorioso Alzamiento Nacional. El día 19 Franco aterrizó en Tetuán (llegaba de Canarias en el avión Dragon Rapide, financiado por Juan March) y se puso al frente de las tropas africanas. Pero el golpe fracasó y dividió a España en dos bandos que iniciaron una guerra que durará tres años.
LA ESPAÑA NACIONAL
El día 21 los sublevados dominaban el norte de Marruecos, Canarias, Baleares, Galicia (día 20, tras breves enfrentamientos), Oviedo, Álava, Navarra, Aragón, Castilla la Vieja-León, Sevilla, Cádiz, Córdoba y Granada.
El Glorioso Alzamiento Nacional contaba con el apoyo de: la mayor parte de la oficialidad y tropa del ejército de Tierra, Guardia Civil, de los propietarios agrarios, de los afiliados a los partidos de derechas, de los grupos católicos, de los carlistas, de la Iglesia (calificará el movimiento militar como una cruzada contra el comunismo y en defensa de la fe católica), etc.
En un primero momento existió una pluralidad de centros de poder (cada general en su zona) aunque se mantenía la estructura jerárquica y disciplinada, con la idea clara de tomar el poder. El 24 de julio se forma en Burgos una Junta de Defensa Nacional, presidida por el general Cabanellas, ya que el general Sanjurjo había muerto en un accidente de aviación en Lisboa el 20, con la tarea de unificar y coordinar y también con funciones administrativas para dirigir y ganar la guerra.
No tenían una idea muy clara de lo que hacer. El general Mola, el “Director”, pretendía una dictadura militar para después volver a la República o a la Monarquía. Los monárquicos y la CEDA la vuelta a la monarquía, y los carlistas una monarquía “tradicional”; pero todos coincidían en su rechazo a las reformas republicanas.
A ZONA REPUBLICANA
Contaba con las principales regiones industriales y con los recursos financieros (oro del Banco de España).
Tenía el apoyo de parte del ejército de Tierra, de la Aviación, Marina, de la Guardia de Asalto, de las masas obreras urbanas de las ciudades industriales, de la pequeña burguesía urbana y de los jornaleros del sur de España.
Con las primeras noticias del alzamiento, el gobierno de Santiago Casares Quiroga tomó decisiones poco efectivas: decretó el cese de los sublevados y la disolución de los cuerpos militares que los apoyasen. Estas medidas no tienen efecto y lo único que se consigue es que la República se quede con un ejército muy reducido. Los obreros al ver que el gobierno no era capaz de frenar el golpe pidieron armarse, pero el gobierno, teniendo miedo a la revolución, no lo hace, lo que favorece el avance de los golpistas. Casares Quiroga, sobrepasado por los acontecimientos, sin apoyo e incapaz e parar el alzamiento, dimitió el día 18. Intentó formar gobierno Martínez Barrio y no lo consigue.
El 19 de julio formó gobierno José Giral (hasta septiembre del 36), solo con partidos republicanos. Era un gobierno débil. Las organizaciones obreras consiguen armarse, aún con el riesgo de que impusieran la revolución; y se hacen dueñas de las calles y empiezan a actuar con gran autonomía a través de Juntas y Consejos acabados de constituir, sin obedecer las órdenes del gobierno.
Este gobierno no consigue una organización militar. Su poder fue sustituido por el de las Milicias Populares que crearon los partidos de izquierdas y sindicatos. Deja de existir una unidad de poder y un único mando.
3. CARÁCTERÍSTICAS GENERALES DE LA CONTIENDA
- Una guerra ideológica. Una guerra entre fascismo y democracia, entre cristianismo y comunismo. Se emplean todos los medios de propaganda para exaltar la moral propia y desmoralizar a los enemigos.
- Una guerra que implicó a toda la población. En el bando nacional: formación de “milicias”: las banderas falangistas (70.000 hombres), los tercios de requetés[2] (22.000 hombres, sobre todo en el norte) y las juventudes de Acción Popular y Renovación Española (10.000 hombres). En el bando republicano, formación también de milicias, según su adscripción partidista o sindical, y de “columnas” como la “Maciá-Companys”, “los aguiluchos”, etc., (200.000 hombres).
- Una guerra que es una lucha de clases: obreros contra patrones, propietarios contra jornaleros.
- Una guerra que mezcla formas de combate arcaicas y modernas.
4. LA INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO
Los dos bandos buscaron el apoyo internacional, y la “guerra de España” suscitó el temor a su expansión por Europa. Las potencias más afectadas, Francia y Gran Bretaña, impulsaron una política de neutralidad y no ingerencia, e impulsaron la creación de un Comité de No Intervención (en el que entrarán Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Portugal, Bélgica, URSS, etc.). En las reuniones del Comité se ponía de manifiesto que no se debían prestar las ayudas y también el incumplimiento de los acuerdos. A pesar de las reuniones las ayudas se prestan:
- El bando republicano logró el apoyo de México (más simbólico que efectivo, acogerá a exiliados de la República), Francia (por el miedo al triunfo de la revolución, era una ayuda vacilante para no perder las inversiones en España) y URSS (armas, víveres, especialistas -pagado con el oro del Banco de España- y acogida de niños) y 60.000 voluntarios en las Brigadas Internacionales (Defensa de Madrid y fortalecimiento de la moral, André Malraux, Hemingway, Orwell, etc. Abandonan España en octubre de 1938).
- El bando rebelde tiene el apoyo de Alemania (Legión Cóndor, aviones de transporte, tanques, 16.000 hombres), Italia (Camisas Negras, 40.000 hombres), Portugal (Oliveira Salazar, armas, víveres y 10.000 hombres), el contingente de 100.000 soldados marroquíes y la ayuda de las compañías americanas (Texaco, Standard Oil, material, gasolina, al tiempo que se la niegan al bando republicano).
La política de no intervención fue injusta para la República ya que se le negó a un estado soberano y legítimo la capacidad para defenderse. El problema era que la guerra se veía como un freno al avance del comunismo.
La llegada de ayudas hizo que la guerra se prolongase durante tres años (con el material de guerra que había en España la guerra solo podría durar 6 meses, aproximadamente) y fue mucho más cruenta y más destructiva.
5. OPERACIONES MILITARES
El desarrollo de la guerra se puede dividir en cinco fases:
- 1. Avance rebelde hacia Madrid, julio-noviembre del 36.
- 2. Batallas alrededor de Madrid y ocupación del norte, diciembre 36-noviembre 37.
- 3. Ofensiva hacia el Mediterráneo, noviembre 37-octubre 38.
- 4. La Batalla del Ebro, julio 38-noviembre 38.
- 5. El final de la guerra, caída de Madrid. Enero 39-1 de abril de 1939.
5.1. EL AVANCE REBELDE HACIA MADRID, (JULIO-NOVIEMBRE DEL 36) GUERRA DE COLUMNAS Y AVANCE HACIA MADRID
El objetivo prioritario del bando rebelde era la toma de Madrid. Así, Franco desde el sur y Mola desde el norte intentaron conquistarlo, pero fracasaron. Madrid resiste organizada por la Junta de Defensa de Madrid, presidida por el general Miaja (el gobierno se traslada a Valencia) y por la ayuda de las columnas de voluntarios (Columna Libertad de Buenaventura Durruti) y de las Brigadas Internacionales (“no pasaran”).
Franco se retrasa en el avance hacia Madrid para liberar el Alcázar de Toledo. Los sublevados controlan San Sebastián, Toledo y Badajoz.
5.2. BATALLAS ALREDEDOR DE MADRID Y CONTROL DEL NORTE, (DICIEMBRE 36-NOVIEMBRE 37)
En esta fase los ejércitos se regularizan: los republicanos con la creación del Ejército Popular de la República y la militarización de las milicias, y el sublevado con la militarización de los voluntarios (requetés, falangistas, alféreces provisionales).
Franco intenta aislar Madrid, pero fracasa en los dos intentos: Batalla de Jarama y Guadalajara. Así el interés se centra en el Norte. Desde abril las fuerzas de Mola, con la ayuda de la Legión Cóndor, atacan Bilbao (bombardeo de Guernica) que cae el 19 de junio, en agosto Santander y en octubre Asturias.
Los republicanos intentaron una contraofensiva, pero con escaso éxito, en Brunete (cerca de Madrid) y en Belchite (Aragón, septiembre). Los republicanos perdieron una parte importante de territorio, pero aún así el gobierno del socialista Juan Negrín (sustituye a Largo Caballero el 17 de mayo do 37) intentó superar esa situación.
5.3. OFENSIVA HACIA EL MEDITERRÁNEO (NOVIEMBRE DEL 37- OCTUBRE 38)
EL ejército republicano estaba ahora dirigido por el general Rojo[3] con la intención de profesionalizarlo (Modesto, Líster, Campesino). Se decantan por la ofensiva y logran tomar Teruel, pero la contraofensiva de Franco en la Campaña de Aragón logró retomar Teruel y dividir la zona republicana en dos partes: Cataluña y la parte sur oriental desde Madrid.
En ese momento, Franco se decantó por avanzar hacia el sur para conquistar Castellón y Valencia (sede del gobierno de la República). Pero el 25 de julio las tropas republicanas inician una contraofensiva en el Ebro. Comienza la última fase de la guerra
5.4. LA BATALLA DEL EBRO (25 JULIO-16 NOVIEMBRE 38)
Comienza el 25 de julio con una ofensiva republicana que hizo retroceder a las tropas de Franco, pero desde agosto comenzó a recuperarse. El día 16 de noviembre se dio por concluida, sin avances. Pero el ejército republicano había quedado gravemente disminuido.
Franco pudo seguir avanzando y el 26 de enero de 1939 entra en Barcelona. Después cae Girona y comienza la huida de refugiados hacia Francia, entre ellos el gobierno que se encontraba en Barcelona desde octubre de 1937.
5.5. EL FINAL DE LA GUERRA (FEBRERO-ABRIL DEL 39)
En febrero de 1939 a la República solo le quedaba la zona centro y una franja en el Mediterráneo. Negrín y los comunistas querían resistir, pero ya no tenían opciones. Francia y Gran Bretaña habían reconocido el gobierno de Franco y Manuel Azaña había dimitido como presidente de la República.
En Madrid, el Coronel Segismundo Casado, ante las discrepancias sobre si buscar una paz negociada o resistir (aguardar a una posible guerra en Europa), se subleva contra el gobierno de Negrín y controla Madrid. Formó un Consejo Nacional de Defensa (presidido por el general Miaja) para conseguir una capitulación pactada que Franco rechazó. El día 28 de marzo de 1939 las tropas de Franco entraron en Madrid sin resistencia.
Después ocupan la franja mediterránea y, el 1 de abril de 1939, Franco firmó el último parte de guerra: “En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado. El Generalísimo Franco. Burgos 1º abril 1939”. [4]
6. EVOLUCIÓN DE ESPAÑA DURANTE LA GUERRA
6.1. LA ESPAÑA REPUBLICANA
Lo más destacado es la fragmentación tanto militar como política, y la constante discusión entre revolución y guerra.
6.1.1. DERRUBAMIENTO DEL ESTADO REPUBLICANO
El gobierno de Casares Quiroga dimite ante la incapacidad para hacerle frente al alzamiento. Se propone a Martínez Barrio que no logra formar gobierno, intentó ponerse en contacto con los sublevados, pero no consigue que depongan su actitud; entonces Manuel Azaña nombra a José Giral.
José Giral (19-7 a 4-9-36) forma un gobierno de republicanos (miembro de Izquierda Republicana). Ante la necesidad de defender Madrid decide armar a las milicias y se forman multitud de comités y juntas que empiezan a hacer la revolución y no atienden las órdenes del gobierno. Las cosas no marchan bien, hacía falta un mando único que fuese respetado, y así es nombrado Largo Caballero.
Largo Caballero[5] (5-9-36—17-5-37), proviene del ala izquierda del socialismo, secretario de la UGT. Forma un gobierno de concentración (republicanos, socialistas, incluso anarquistas –Federica Montseny-) para recuperar la autoridad. Este “gobierno de la victoria” intentó dar orden, disolvió juntas, comités; militarizó a las milicias (Organización del Quinto Regimiento controlado por el PC); intentó reorganizar la economía para abastecerse; pero las medidas no dieron resultado. En la zona republicana se mantenía la discusión entre:
- Primero ganar la guerra y luego hacer la revolución. Postura defendida por el PCE y parte del PSOE y UGT, defendía controlar la producción y reconvertirla en una economía de guerra.
- Hacer la guerra y la revolución al mismo tiempo. Postura de la CNT, FAI y POUM[6] y parte del PSOE y de la UGT: defendían la inmediata colectivización de las tierras y fábricas y la constitución de las comunas como células de producción.
Esta discusión le restaba autoridad y capacidad de acción al gobierno. Llegó un momento en el que las discusiones fueron tan fuertes que se llegó al enfrentamiento entre ellos (PSUC contra CNT y POUM, en Cataluña), acabando con la disolución del POUM y la eliminación de la CNT de la vida política.
Estos acontecimientos debilitan al gobierno de Largo Caballero y como la guerra va mal, tiene que dimitir. Los comunistas exigen la dimisión de Largo Caballero, y como los comunistas son los que mantienen las ayudas de Rusia, es sustituido por Juan Negrín (17-5-37—5-3-39).
El gobierno de Negrín (PSOE) representa el triunfo de la centralización y de la política frentepopulista sobre los sindicatos y comités. Apoyado por los comunistas, que se convertirán, gracias a su disciplina y control del ejército, en la principal fuerza de izquierdas. Negrín reforzará la autoridad gubernamental y la coordinación militar lo que le permitirá realizar las ofensivas de Teruel y del Ebro. Propuso el programa de resistencia de la República y de la democracia, el Programa de Trece Puntos[7], del 30 abril de 1938, que el bando de Franco no aceptó. Negrín esperaba que al desencadenarse el conflicto en Europa la República pudiese mantenerse. Pero los continuos reveses de la guerra y el cansancio de la gente hacen que se quede solo. A finales de 1938 presenta un programa de Tres Puntos: salida de las tropas extranjeras, ausencia de represalias de los vencedores y establecimiento de un régimen democrático. Pero Franco solo aceptaba una “rendición sin condiciones”.
A finales de febrero del 39, Azaña dimite y se exiliaba a Francia. Negrín hace lo mismo en marzo.
Después de la caída de Cataluña, y reconocido el régimen de Franco por Francia y Gran Bretaña. En Madrid se produce el golpe del coronel Casado, provocado por las discrepancias sobre la dirección de la guerra, ya que una parte del gobierno quería resistir hasta el final. Los comunistas y Negrín plateaban la posibilidad de luchar hasta el final; por el contrario los socialistas moderados y anarquistas descontentos quieren una rendición.
El Coronel Segismundo Casado da un golpe para hacerse con el mando de Madrid, y se produce un enfrentamiento con las tropas del gobierno de la República, en marzo, que acaba con la formación de un Consejo de Defensa Nacional, sin comunistas. Después, el coronel Casado[8] inició conversaciones para la rendición, que Franco no aceptó.
El Día 28 de marzo, Franco entró en Madrid y el 1 de abril firmó el último parte de guerra.
El problema en el bando republicano fue el problema de cómo abordar la guerra:
- “Ganar la guerra antes de hacer la revolución”. Idea defendida por los comunistas, que querían un gobierno central fuerte, un ejército regular, deteniendo la revolución para conseguir el apoyo de la burguesía y de los gobiernos de Francia e Gran Bretaña.
- “Convertir la guerra en una revolución”. Idea defendida por anarquistas y trostkistas. Solo se podía ganar la guerra con métodos revolucionarios, implantando nuevas formas que alentasen a las masas.
6.1.2. LA REVOLUCIÓN SOCIAL
En la zona republicana el Estado se fragmentó en múltiples poderes revolucionarios. Estos van a poner en marcha una dura represión y la revolución social.
La represión (terror) se ejerce contra todos los que eran enemigos: aristócratas, burgueses, militares, Iglesia. Son encarcelados (en las checas, cárceles del pobo), y después ajusticiados (Fusilamientos de Paracuellos de Jarama y Torrejón de Ardoz, 2000 muertos, nov. 36).
La revolución parte de los distintos Comités formados por miembros de la CNT, FAI y UGT que pretendían acabar con el capitalismo y desarrollar un proceso de colectivización, la abolición de la propiedad privada de los medios de producción y la implantación de la propiedad colectiva, unido a una defensa a ultranza de la igualdad.
Las colectivizaciones las hacían los comités elegidos en asambleas generales, y las principales acciones fueron:
- La expropiación de los bienes de los “facciosos” y de los grandes propietarios, y reparto entre los campesinos pobres o explotación colectiva de las tierras[9]. Estas acciones fueron aprovechadas por el gobierno de Largo Caballero y Giral para poder transformar la propiedad de la tierra y expropiar sin indemnizaciones. No fue homogénea.
- Expropiación de los bienes del clero.
- Confiscación de las cuentas bancarias.
- Organización de la enseñanza y asistencia social.
- Socialización de las empresas industriales, sobre todo en Cataluña.
- Planificar la economía.
- Mejorar condiciones de trabajo y salarios.
El resultado de todas estas acciones fue distinto, en general produjo un descenso de las producciones y dificultaron el aprovisionamiento de los ejércitos de la República.
6.2. LA ZONA SUBLEVADA: LA CREACIÓN DE UN ESTADO
En esta zona se forma un férreo poder dictatorial dirigido para ganar la guerra e impulsar la contrarrevolución.
6.2.1. EL NUEVO ESTADO
Se crea partiendo de la concentración de poderes en Franco y en la creación de un partido único.
Los sublevados crearon una Junta de Defensa Nacional (24-7-1936), con sede en Burgos (en el Palacio de la Isla) y presidida por el general Cabanellas, con la función de gobernar el territorio pero sin jurisdicción militar. La dirección militar quedó sin líder con la muerte de Sanjurjo, y esta recaerá en Francisco Franco[10], que es nombrado, por decreto de 1 de octubre de 1936, Jefe del Gobierno del Estado y Generalísimo de los Ejércitos, desapareciendo la Junta de Defensa Nacional y formándose una Junta Técnica del Estado, con sede en Valladolid y Burgos. En el Generalísimo se concentran los poderes ejecutivos (Presidente del Consejo de Ministros) y legislativos.
Al mismo tempo se produce un proceso de concentración de las fuerzas políticas que apoyan el golpe. Por decreto de 20 de abril de 1937 se unifican falangistas y carlistas en un único partido o Movimiento: Falange Española Tradicionalista y de las JONS[11] (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), en el que se integrarían todos, siendo Franco Jefe Nacional y Supremo Caudillo. Quedan integrados Falange Española, fundada por José Antonio Primo de Rivera en 1933, que estaba unida desde 1934 con las JONS, de Onésimo Redondo e Ramiro Ledesma Ramos, con los grupos Requetés, que eran las milicias armadas de los carlistas que combatían junto a Franco, están dirigidos por Fal Conde, son de carácter tradicionalista, católico y defensor de los fueros vascos. Mantendrán sus emblemas y signos exteriores. Se adoptarán los símbolos falangistas (de origen fascista): el saludo brazo en alto, los eslóganes ¡Arriba España!, ¡España, una, grande, libre!, los emblemas como el yugo y las flechas, himnos (Cara al sol), o uniforme (la camisa azul) pero con la boina roja carlista[12]. Franco empleará su ideología en la construcción del nuevo estado. Algunos líderes que se opusieron fueron expulsados o encarcelados por conspirar contra Franco (Fal Conde o Manuel Hedilla[13]).
La Iglesia también le prestó el apoyo. La Iglesia definió la guerra como “cruzada” (Pastorales de los Obispos Múgica y Olaechea 6-8-36, Pastoral Colectiva del Episcopado en el verano del 37) interpretada como un enfrentamiento entre ideologías irreconciliables.
El proceso de institucionalización del Estado franquista culminó en enero de 1938 con la formación del Primero Gobierno de Franco. El Generalísimo concentraba la Jefatura del Estado, la Presidencia del Gobierno, el mando de los ejércitos, del único partido y el apoyo de la Iglesia.
Desde ese momento comienza una legislación inspirada en el fascismo italiano. Una de las primeras leyes será el Fuero del Trabajo (elevada a Ley Fundamental en 1947). Inspirada en los principios de la Falange, de la Iglesia y fascismo italiano. Define el Nuevo Estado como “nacional” y “sindicalista” y se presenta contraria al capitalismo liberal y al materialismo marxista. Sentaba las bases de una organización corporativa: la “organización nacional-sindicalista”. La legislación aumenta con leyes sobre la imprenta, prensa, educación e Iglesia (beneficios, enseñanza, pago del Estado, derogación divorcio, etc.) para el control ideológico y cultural.
También se llevó a cabo una fuerte y sistemática represión desde el inicio de la guerra. Los “paseos”, el terror, servían para cimentar la dictadura y frenar toda oposición. El punto culminante es la Ley de Responsabilidades Políticas, de febrero de 1939, para represaliar a todas las personas vinculadas con los partidos de izquierdas.
De igual modo, la zona nacional impulsó una contrarrevolución basada en la defensa de la propiedad, de la Iglesia y de orden. Tres valores que hay que defender para conseguir el apoyo de la Burguesía, oligarcas, financieros, propietarios, clases medias, etc. Para controlar ideológicamente y extender las ideas del Régimen y evitar cualquier tipo de cuestionamiento (depuración de funcionarios de la administración, enseñanza, etc., confesionalidad del Estado, censura, ...).
7. VÍCTIMAS DE LA GUERRA. CONSECUENCIAS
La Guerra Civil fue una guerra total, muy superior a cualquiera de los episodios bélicos sufridos anteriormente.
A NIVEL DEMOGRÁFICO
Difícil de cuantificar. Sobre 650 000 entre os dos bandos (muertos en combate, por penalidades, represaliados, ...). A este dato hay que sumar los refugiados y exiliados (500 000).
Por otra parte, el descenso de las tasas de natalidad y el aumento de las de mortalidad.
En resumen, una sangría demográfica que marcó la demografía y la sociedad de posguerra y dificultó la reconciliación entre vencedores y vencidos.
A NIVEL ECONÓMICO
Pérdida de población activa, destrucción de viviendas, vías de comunicación (carreteras, ferrocarril, barcos,...), industria, agricultura y ganadería. En conjunto, las pérdidas supusieron unos 35.000 millones de pesetas de 1935.
A NIVEL POLÍTICO
Supone la instalación de la dictadura de Franco que permanecerá en el poder casi cuarenta años, uno de los gobiernos más extensos y autoritarios de la historia contemporánea de Europa Occidental. De este modo, España seguirá un camino apartado de la orientación democrática del resto de los países europeos.
[1] Sevilla: Queipo de Llano; Zaragoza: Cabanellas; Mallorca: Godet; Navarra: Mola.
[2] Cuerpo armado de voluntarios del carlismo. Durante la Guerra Civil combatieron al lado de Franco.
[3] Vicente Rojo Lluch fue jefe del Estado Mayor del Ejército republicano durante la Guerra Civil Española. Es conocido por su participación al frente de las fuerzas del bando republicano durante la Guerra Civil Española en la defensa de Madrid, en Teruel, así como en la planificación operativa de la Batalla del Ebro.
[4] 1939 será denominado por el régimen como Año de la Victoria, aunque también se le llamaba III año triunfal; a 1937 I año triunfal y a 1938 II año triunfal.
[5] Conocido como “el Lenin español”, partidario de la sovietización.
[6] POUM: partido comunista de inspiración trotskista, por lo tanto antisoviético y enfrentado al PC.
[7] En este programa Negrín recogía las condiciones mínimas para un acuerdo entre los beligerantes. En esencia se proponía una vuelta al estado democrático y la renuncia de cada bando a su revolución. El programa tampoco gustaba a la CNT y FAI que lo consideraba muy insuficiente.
[8] Ante la llegada de Franco, Casado marcha a Valencia y se exilia a Francia, y otros países. En 1961 vuelve a España, siendo juzgado y absuelto. Muere en 1968.
[9] En las zonas agrarias que quedaron bajo la autoridad de la República se produjo una intensa colectivización de tierras (Andalucía y Aragón). Fue realizada por campesinos y fuerzas revolucionarias (CNT y UGT).
[10] Ya se había producido el fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera (20-11-36) y la muerte del general Mola (3-6-37) en otro accidente aéreo.
[11] Camisa azul, boina roja, saludo fascista, jerarquía. Los que se opusieron fueron encarcelados.
[12] Dentro de la Falange habrá una división informal entre camisas viejas, referida a los afiliados a la Falange con anterioridad a 1936, y los camisas nuevas, considerados oportunistas o arribistas
[13] Fal Conde se opuso a al unificación y tuvo que exiliarse en Portugal. Manuel Hedilla fue acusado de conspirar contra Franco y fue condenado dos veces a la pena de muerte, luego conmutada.
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