LA CONSTRUCCIÓN
DEL ESTADO LIBERAL Y SUS DIFICULTADES
Las
revoluciones liberales del siglo XIX dieron paso a la construcción de un modelo
político que llegó hasta nuestros días: EL ESTADO-NACIÓN LIBERAL.
Políticamente
se basó en el principio de soberanía nacional, en la separación de poderes y en
el respeto de los derechos individuales. Se eliminaron los viejos privilegios
estamentales y se estableció el
principio de igualdad jurídica.
En
la construcción del estado liberal en España se produjeron mayores dificultades
que en otros países de Europa Occidental con mayor grado de desarrollo. Hasta
el reinado de Isabel II (1833-1868) no fueron definitivamente derrotados los
partidarios del A.R. y desmanteladas sus instituciones.
Durante
el reinado de Isabel II se instala definitivamente el liberalismo, pero
moderado. Conocido con el nombre de “liberalismo doctrinario” fue hegemónico
durante la mayor parte del siglo XIX.
El
reinado de Isabel II será muy inestable por la falta de entendimiento entre los
liberales moderados y progresistas, y serán frecuentes los pronunciamientos y
la intervención del ejército para poder cambiar el gobierno.
I. LA ESPAÑA ISABELINA
(1833-1868)
LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL
El liberalismo
es una nueva ideología que defiende un nuevo concepto de poder y de la sociedad
basado en la libertad, igualdad jurídica, limitación de la autoridad y
participación política de los ciudadanos, frente al absolutismo y a los
privilegios del A. R.
La
época isabelina e un periodo de inestabilidad política y constitucional con
frecuentes cambios.
El régimen político dominante fue la monarquía
constitucional doctrinaria, favorable a las clases burguesas y aristocráticas.
Los rasgos más característicos son:
Una monarquía constitucional
doctrinaria: rey con poder.
Un estado unitario y
centralizado (por el principio de igualdad): diferencia en los alcaldes:
control central o elección popular.
Un estado controlado por las
clases propietarias. Hicieron del estado un instrumento para defender intereses
propios.
Clases propietarias que se
organizan en partidos políticos (explicar hojas aparte): dos fundamentales:
moderados y progresistas.
Una peculiar alternancia en
el gobierno: el gobierno no es fruto de un proceso electoral libre, en la mayoría
de los casos, sino que:
Es el rey el que nombra el gobierno (ante crisis,
etc.) y este “controla” el proceso electoral, gana las elecciones y consigue,
también, el respaldo de las Cortes. Sistema
de turno o canovista.
Como el rey nombra siempre a
gobiernos moderados, los progresistas para alcanzar el poder tienen que recurrir al
PRONUNCIAMENTO y formación de Juntas.
Una constante intervención
del ejército, debido a la debilidad de los partidos y burguesía.
Una alternancia de
constituciones: moderada, progresista, conservadora.
Papel de la prensa: Papel
importante como difusor de las ideas del liberalismo. Prensa que se decanta por
una opción y ataca a la otra. Trata pocas noticias, pero en profundidad. Cuando
la noticia aparece en la prensa adquiere gran importancia. Destaca mucho la
sátira, el dibujo y la caricatura. Población analfabeta, pero le leen las
noticias y ve el dibujo. El Universal, El censor, La abeja, El eco de la clase
obrera.
RASGOS PRINCIPALES
1.1.
MONARQUÍA
CONSTITUCIONAL DOCTRINARIA
El modelo de
monarquía adoptado será el de constitucional doctrinaria. En este modelo la
reina compartía la soberanía y el poder legislativo con las Cortes. Encabezaba
el poder ejecutivo y nombraba los principales cargos públicos (alcaldes y una
parte de los senadores). Solo una parte del liberalismo radical fue partidario
de la instauración de una monarquía constitucional democrática (en el periodo
68-73) o de una república federal (1873-74).
1.2.
CENTRALISMO
Los liberales pretenden llevar a cabo la
centralización y la unificación de la administración del Estado. La ideología
liberal rechazaba cualquier particularismo o diferencia dentro de los
territorios de la monarquía española por considerarlos incompatibles con el
principio de igualdad de toda las personas ante la ley. En este contexto, se
estableció una nueva división provincial realizada por Javier de Burgos, aún
hoy vigente.
Dentro
de los liberales, los moderados eran partidarios de una centralización más
fuerte (control del nombramiento de los alcaldes), los progresistas eran
partidarios de una mayor descentralización.
A
partir de 1830 aparecen, frente a este centralismo, otras doctrinas que
defendían el reconocimiento de particularidades. Por un lado estaría el
provincialismo, de carácter progresista, que conectará con el regionalismo y
nacionalismo; por otro lado estará el tradicionalismo que reivindica los
privilegios forales vascos.
1.3.
PARTIDOS
POLÍTICOS
No se trata de partidos políticos como los actuales.
Son agrupaciones de personalidades alrededor
de algún notable civil o militar. Son corrientes de opinión.
Los dos grandes partidos
son: los Moderados y los Progresistas. En los progresistas se
producirá una escisión en 1849, el Partido Demócrata que tendrá una gran
influencia en los decenios siguientes, y que significó el nacimiento de la
primera expresión política del pensamiento democrático en España: sufragio
universal, ampliación de las libertades públicas, asistencia social, etc. En
los moderados se producirá otra escisión en 1854, la Unión Liberal que logrará
atraer a los más conservadores del progresismo
DIFERENCIAS ENTRE LIBERALES MODERADOS Y LIBERALES
PROGRESISTAS
Si bien todos
los liberales van a coincidir en defender ciertas ideas comunes:
-
El modelo de Estado centralista liberal-parlamentario.
-
La existencia de una ley máxima o texto constitucional
que recoja: los derechos y deberes de los ciudadanos, la división de los tres
poderes y las características del jefe de Estado, gobierno y administraciones.
-
El sometimiento de todos los ciudadanos a los mismos
códigos de leyes y a la misma jurisdicción de justicia.
-
El concepto de propiedad privada individual.
-
El sufragio o derecho a elegir y ser elegido, siempre
solo para los propietarios.
También es cierto que
entre los liberales van a existir grandes diferencias ideológicas, lo que nos
obliga a diferenciar entre liberales moderados y progresistas en relación con ciertos
principios:
LIBERALES MODERADOS
|
LIBERALES
PROGRESISTAS
|
|
CONCEPTO DE
SOBERANÍA
|
La soberanía la comparten
el Rey y las Cortes. Un rey con mucho poder.
|
La soberanía la tiene la
Nación
|
DERECHOS Y
DEBERES
|
La Constitución solo debe
recoger ciertos derechos individuales.
|
La Constitución tiene que
recoger y proteger derechos individuales o de la persona, pero también
derechos y libertades políticas.
|
SUFRAGIO
RESTRINGIDO
|
Los moderados consideran
que solo tienen derecho al sufragio los grandes propietarios, según un censo
de impuestos (sufragio muy restringido).
|
Los progresistas consideran
que deben tener derecho al sufragio el máximo de propietarios, por lo tanto
que el censo debe ser amplio (sufragio restringido, pero ampliado a no
propietarios).
|
CENTRALISMO
|
Para los moderados el gobierno
central debe tener un estricto control sobre las elecciones de alcaldes y
gobernadores (alcaldes nombrados por el gobierno).
|
Las autoridades de la administración
local (alcaldes) y de la administración provincial (gobernador civil, Diputación)
deben terner autonomía frente al Gobierno central. Los alcaldes deben ser
elegidos por el pueblo.
|
ORDEN PÚBLICO
|
Defienden que el orden
público debe ser encargado a un cuerpo especial militar (crean la Guardia
Civil).
|
Del orden público deben
encargarse los propios ciudadanos de cada ayuntamiento, organizando patrullas
compuestas por civiles.
|
MODELO DE
ECONOMIA
|
Como liberales apuestan por
la libertad para producir, comerciar... pero quieren aranceles contra los
productos del exterior (proteccionismo).
|
Apuestan por una libertad
sin límites en las actividades económicas... por lo tanto rechazan la
imposición de aranceles sobre las importaciones (librecambismo).
|
MODELO DE
SISTEMA IMPOSITIVO
|
Prefieren los impuestos
indirectos sobre la compraventa o consumos
|
Rechazan los impuestos
indirectos sobre los consumos básicos y defienden un sistema de impuestos
directos sobre la riqueza.
|
MODELO DE EJÉRCITO
|
Quieren un ejército compuesto
por militares profesionales, complementado con el sistema de “quintas”.
|
Rechazan el modelo de
ejército profesional y las “quintas”. Prefieren un ejército compuesto por ciudadanos
voluntarios, la Milicia Nacional.
|
RELACIÓN DE
LA IGLESIA CON EL ESTADO
|
El Estado debe ser confesional
católico y conceder privilegios a la Iglesia Católica para que tenga el
control sobre la educación.
|
El Estado no puede tener
confesión religiosa de ningún tipo (debe ser laico). Rechazan la influencia
del clero regular y secular: son anticlericales.
|
La razón de tantas
discrepancias está en que las dos tendencias políticas representan los
intereses de dos bases sociales distintas:
La base
social de los liberales moderados está integrada por una parte de los
terratenientes, de los grandes burgueses (industriales, comerciantes, banqueros),
de los altos mandos del ejército, de los compradores de las tierras
desamortizadas...
La base
social de los liberales progresistas está integrada por los pequeños
comerciantes, los empleados, los mandos inferiores del ejército, intelectuales
y profesionales liberales.
Mientras los liberales moderados son más conservadores
y solo pretenden imponer un Estado liberal con las mínimas reformas posibles, los
liberales progresistas consideran que la clave es el texto constitucional, por
lo tanto cada vez que alcancen el poder reformarán la Constitución de los
anteriores o harán una nueva.
La Unión Liberal es un grupo que aparece en 1854 liderado por Leopoldo
O´Donnell formado por moderados reformistas y por progresistas moderados. Tiene
una base social bastante heterogénea. Defienden posiciones semejantes a
moderados y progresistas intentando alejar a la monarquía de posiciones
absolutistas, pero manteniendo la idea de soberanía compartida entre rey y
cortes.
Fuerzas políticas que
quedan fuera del sistema:
-
Los carlistas, que defienden posiciones
absolutistas y legitimistas que cuestionan el reinado de Isabel II. Defiende
los privilegios estamentales y forales, la vuelta de la Inquisición, etc.
Cuentan con el apoyo de la nobleza y
clero reaccionario y de los campesinos temerosos del liberalismo.
-
Los demócratas. Aparecen en 1849 como una
escisión del partido progresista. Son más radicales y preocupados de las
cuestiones sociales. Defienden la soberanía nacional, el sufragio universal
masculino, las libertades de conciencia, asociación y expresión que debían
garantizarse por la tolerancia religiosa, el juicio por jurados y la libertad
de imprenta. Eran partidarios de restaurar la Milicia Nacional, la abolición de
los fueros y el establecimiento de un sistema fiscal proporcional a la riqueza
que anulase los impuestos indirectos, en particular los consumos que afectaban
a las clases populares.
-
Los republicanos. Arrancan en la década de los
treinta. En 1840 ya hay núcleos organizados en Madrid y Barcelona. En sus comienzos
el republicanismo fue federal, consideraban que España, en el pasado, nunca había
constituido una unidad política compacta, sino que estaba compuesta por
unidades menores con lenguas, costumbres e intereses distintos.
1.4. UN
ESTADO CONTROLADO POR LAS CLASES PROPIETARIAS
Los grupos
dominantes, para mantener el control político, solo dieron la participación a
las clases propietarias. De ese modo, el modelo de sufragio impuesto fue el
censitario, muy censitario por los moderados y algo más amplio para los
progresistas. Además, creaban las leyes que favorecían sus intereses.
1.5. UNA
PECULIAR ALTERNANCIA EN EL GOBIERNO
La reina era quien encabezaba el ejecutivo y quien nombraba y
cesaba al jefe de gobierno, pero éste
tenía que contar con la confianza de las Cortes. Como el nombramiento real era
anterior a la celebración de las elecciones, el nuevo jefe de gobierno tenía que
ganar las elecciones, por lo que siempre se daba el fraude para conseguir un
resultado favorable.
1.6. EL
PESO DEL EJÉRCITO
Una de las características del ejército español
durante el siglo XIX fue su constante presencia en la vida política. Desde
1808 la oficialidad se nutre de los sectores populares proclives al
liberalismo, así durante el reinado de Fernando VII el regreso al
constitucionalismo solo era posible apelando al poder de las armas (el
pronunciamiento). Durante la regencia de María Cristina, la guerra carlista hizo
necesario contar con el apoyo de los militares y a su vez obtienen prestigio
(como Espartero) al derrotar al carlismo y durante el reinado de Isabel II los
militares son líderes de los partidos y también serán jefes de gobierno. Por su
parte, la oposición para acceder al gobierno tenía que contar con el apoyo de los
militares para realizar pronunciamientos y enfrentarse al gobierno. Así la
intervención militar se convirtió en un fenómeno crónico que evidencia la debilidad
de los grupos civiles y de la burguesía para implantar sólidamente el
liberalismo. El ejército se emplea para acceder al poder, mantenerse, combatir
la oposición y dominar los grupos populares que exigen reformas más profundas.
El ejército a
lo largo del siglo XIX también se profesionaliza, en ese sentido se
implanta el servicio militar obligatorio como consecuencia del
presupuesto liberal que considera a la Nación como conjunto de ciudadanos, por lo
que a todos concierne su defensa. Se establece el sistema de “quintas”[1] para la recluta,
pero existiendo la posibilidad de redimir el servicio mediante el pago de
una cantidad de dinero, lo que convierte a la quinta en una obligación únicamente
para las clases desfavorecidas.
Poco
a poco los militares irán adoptando posiciones ideológicas más conservadoras.
1.7. JUNTAS
Y MILICIA
La
inmensa mayoría de la población quedaba fuera del sistema por el tipo de
sufragio, el papel del ejército y las atribuciones de la Corona. Así, la
burguesía urbana y liberal y amplios sectores populares tuvieron que recurrir a
otros mecanismos para poder incidir en la vida política. Estos mecanismos son las
Juntas y la Milicia, que aparecen con la Guerra de Independencia y significan la
asunción de la soberanía popular y la defensa armada.
En el proceso
de implantación del liberalismo aparecen las Juntas en momentos de crisis, cuando
el poder constituido, Corona-gobierno, no responde a las expectativas y a los
deseos del movimiento burgués y popular. Se eligen de modo espontáneo mediante
procesos electorales variados y tienen especial incidencia en 1835, 36, 40,
42-43, 54 y 68-69.
La Milicia
surge también en 1808 y las Cortes de Cádiz la transformaron en una fuerza
nacional, alternativa al ejército regular. Estaba formada por la burguesía y
todos sus miembros eran iguales, con cargos electivos, recayendo la autoridad
máxima en el alcalde del ayuntamiento. Será la fuerza que empleará el
liberalismo para forzar a la Corona a llamarlos al poder.
Ambas eran
difícilmente controlables y poco homogéneas ideológicamente. Sus demandas
varían a lo largo del tempo, en ocasiones solo apoyan las demandas liberales, en
otros casos extienden las peticiones a cuestiones sociales y económicas (precios,
consumos, quintas).
1.8 ALTERNANCIA DE CONSTITUCIONES
Debido
a la falta de entendimiento entre la clase política se va a producir la
promulgación de una constitución cuando un grupo político alcance el poder.
CARACTERÍSTICAS DE LAS CONSTITUCIONES ESPAÑOLAS
MODERADAS O CONSERVADORAS
1845-1876
|
PROGRESISTAS
1837-1856
|
DEMOCRÁTICAS 1869
|
|
SOBERANÍA
|
COMPARTIDA REY CORTES
|
SOBERANÍA NACIONAL EN LAS
CORTES
|
SOBERANÍA POPULAR
|
PODER EJECUTIVO
|
EN LA CORONA
|
EN LA CORONA
|
EN LA CORONA
|
PODER
LEGISLATIVO
|
EN LAS CORTES CON EL REY
|
EN LAS CORTES CON EL REY
|
EN LAS CORTES
|
PODERES
DEL REY
|
AMPLIOS, PREEMINENTE SOBRE LAS
CORTES
|
LIMITACIÓN DE LAS
FACULTADES DEL REY
|
LIMITADOS
|
CORTES
|
BICAMERALES, SENADO DE
DESIGNACION REAL
|
BICAMERALES, SENADO CON
INTERVENCIÓN REAL
|
BICAMERAIS ELEGIDAS
LIBREMENTE
|
PODER
JUDICIAL
|
EN LOS TRIBUNALES
|
EN LOS TRIBUNALES Y JURADO
POPULAR
|
EN LOS TRIBUNALES Y JURADO
POPULAR
|
RELIGIÓN
|
CATOLICISMO OFICIAL
|
TOLERANCIA DE CULTOS
|
LIBERTAD RELIGIOSA
|
LIBERTADES
|
RESTRINGIDAS
|
ALGO MÁS AMPLIAS
|
AMPLIO CATÁLOGO DE LIBERTADES
|
SUFRAGIO
|
CENSITARIO RESTRINGIDO
|
CENSITARIO AMPLIO
|
UNIVERSAL MASCULINO
|
1.9. EL PAPEL DE LA PRENSA
La prensa jugó un papel muy importante como difusor de las ideas del liberalismo. Al mismo tiempo servía como elemento de confrontación entre los distintos grupos políticos, con diversas visiones sobre la construcción del Estado.
La prensa jugó un papel muy importante como difusor de las ideas del liberalismo. Al mismo tiempo servía como elemento de confrontación entre los distintos grupos políticos, con diversas visiones sobre la construcción del Estado.
Aunque la mayor
parte de la población era analfabeta (80%), y que la prensa se dirigía hacia la
burguesía, tenía una gran influencia sobre toda la población (no hay otro medio
de comunicación).
La tirada era
pequeña y su vida, en muchas ocasiones, corta (por la represión del gobierno,
censura o acabar el problema que la hizo aparecer). Algunas duran mucho tiempo
manteniendo una corriente de opinión fija: “El Universal” y “El
Censor” de ideas moderadas; “El Espectador”, monárquico y
clerical; “El eco del comercio” o
“la Abeja ”,
de ideas progresistas; y “El Eco de la clase obrera” de talante
socialista.
En la prensa se
trataban pocos acontecimientos, pero en profundidad. Se analizaban discursos y
programas políticos. Tenía mucha importancia el dibujo cómico-satírico.
También hay
que destacar la aparición de una prensa con un alto contenido satírico y
humorístico. En esta destacaba mucho el dibujo
(caricatura que destaca rasgos criticables) y la historieta, que
explicaba los acontecimientos de un modo sencillo y fácil de entender para un
público poco instruido.
2. EVOLUCIÓN CONSTITUCIONAL Y POLÍTICA (1833-1868)
Reinado en el que se
instala definitivamente el liberalismo. Liberalismo de tipo moderado.
Reinado de gran inestabilidad
por la falta de entendimiento entre las distintas ramas liberales. Fruto de tanta inestabilidad es la redacción de 4
constituciones.
Recurso frecuente al
pronunciamiento para cambiar el gobierno, y frecuente intervención del ejército en la vida política.
2.2. REGENCIA
DE MARÍA CRISTINA (1833-40)
María Cristina comienza a gobernar introduciendo pocas reformas liberales (Cea Bermúdez), por lo que no tiene el apoyo suficiente. El inicio de la guerra carlista la lleva a hacer el primer cambio llamando a Francisco Martínez de
2.1.1. EL
CARLISMO Y LAS OPCIONES LIBERALES
El 1 de
octubre de 1833, dos días después de la muerte de Fernando VII, D. Carlos
reivindicó desde Portugal sus derechos dinásticos (Manifiesto de Abrantes). Fue
proclamado rey en diversas ciudades de España mientras aparecían partidas
carlistas por todo el país.
La guerra a la
que dio lugar no fue una simple guerra dinástica (legitimidad de Isabel y de
las mujeres para reinar) sino un conflicto civil de fuerte contenido ideológico
y de clase.
En el bando
del carlismo[2]
se encuentra una parte de la nobleza
rural, del clero y del campesinado del País Vasco, Navarra,
parte de Cataluña, Aragón y Valencia. Agrupaba a los
defensores de la monarquía absoluta, de la Iglesia Católica y de
la conservación del sistema foral
(Dios, Patria y Foros), son tradicionalistas
y antiliberales.
En el bando cristino en torno a
la Regente, María Cristina y su hija Isabel, se situaron los absolutistas
leales a Fernando VII. La necesidad de contar con más apoyo la llevó a
pactar con los liberales moderados, e incluso con los progresistas.
El enfrentamiento
entre ellos provocó el inicio de la primera guerra carlista[3]
(1833-39) que contó con tres periodos: el primero, es favorable a los carlistas
mandados por Cabrera y Zumalacárregui; a la muerte de este, en el
asedio de Bilbao en 1835, cambió el signo de la contienda. En el segundo periodo,
los carlistas intentan llegar a Madrid (expedición del general Gómez en 1836 y
Expedición Real en 1837), pero el general Espartero los hace fracasar. En el
tercero, los carlistas se dividen entre “moderados” y “extremistas”; así los
moderados firman el Acuerdo de Vergara de 1839 (Rafael Maroto), se aceptaba el mantenimiento de los fueros en
las provincias vascas y Navarra, así como la integración de los oficiales
carlistas en el ejército. Los disconformes en Cataluña al mando de Cabrera fueron
derrotados en 1840.
En Galicia el
carlismo tuvo una presencia secundaria; al no contar con el apoyo popular del
campesinado se formaron diversas partidas de guerrilleros encabezadas por el
clero o la hidalguía.
2.1.2. EL
ESTATUTO REAL DE 1834
Debido
a la minoría de edad de Isabel II, su madre María Cristina asume el poder en
calidad de Regente. El primer gobierno le fue confiado a Cea Bermúdez,
que pretendía un despotismo ilustrado, hacer unas reformas desde arriba
sin acabar con la monarquía absoluta. Entre esas reformas está la nueva
división provincial realizada por Javier de Burgos[4].
La necesidad de contar con los progresistas para tener más apoyo, le lleva a
dar el gobierno a Francisco Martínez de la Rosa , que promulga un Estatuto Real en
1834.
El Estatuto
Real (no es una constitución es una Carta Otorgada, ya que es la Corona la que
concede la convocatoria y funcionamiento de unas cortes) tiene como objetivo
fundamental la convocatoria y funcionamiento de unas Cortes, pero se
olvida del principio de soberanía nacional (se entiende que la soberanía es
real), los derechos y libertades son mínimas y no hay división de poderes. Establece
unas Cortes bicamerales:
-
El Estamento de Próceres: para el clero y la alta nobleza.
-
El Estamento de Procuradores: en el que entra la
burguesía, elegidos por sufragio muy censitario.
Entre las funciones
de las Cortes estaba la aprobación de los impuestos y contestar a
las consultas del rey, pero no tenía
iniciativa legislativa[5],
solo tenían el derecho de petición[6]. Se trataba de un liberalismo
muy censitario, un compromiso entre los sectores más reformistas del
absolutismo y los más moderados del liberalismo. El objetivo era
conseguir el apoyo de gran parte de la nobleza, comerciantes, industriales,
cargos de la administración y ejército para defender a Isabel II.
Además de la promulgación
del Estatuto, Martínez de la Rosa intentó llevar a cabo una serie de reformas
que pretendían la reorganización de la Milicia Nacional, de los
ayuntamientos y diputaciones, la supresión de ciertos impuestos de tipo
señorial, la revalidación de los empleos y ventas nacionales procedentes del
Trienio y la concesión de una carta de derechos políticos. El debate de estas
reformas dividirá, de manera informal, a los liberales en moderados
y avanzados (progresistas).
El proceso de reforma
moderada no tuvo éxito por:
-
la guerra carlista,
-
la debilidad e intransigencia política de la Corona,
-
la frustración de las esperanzas liberales de alcanzar
cambios significativos.
2.1.3. LA LLEGADA
AL PODER DEL PROGRESISMO
Durante 1835 se producen numerosas revueltas
urbanas (alza de precios, quema de conventos, incendios de fábricas como las
de la fábrica Bonaplata en Barcelona etc.) y se formaron juntas locales y provinciales que se negaron a obedecer al
gobierno hasta que no tomase un rumbo más liberal: reunión de Cortes,
nueva ley electoral, libertad de prensa, extinción del clero regular, etc.
Ante el temor a una mayor
radicalización del movimiento y como la guerra no marcha bien, la Regente, María
Cristina, mandó formar gobierno a Juan Álvarez de Mendizábal
(1790-1853), hombre de negocios y destacado liberal. Comienzan las reformas
sobre todo las referentes a la reforma del Estatuto y a la recuperación
de las leyes desamortizadoras del clero regular (recursos para ganar la
guerra) y reforma del servicio militar
que pasa a ser obligatorio, ante el avance del carlismo, pero con la
posibilidad de redimirse del servicio mediante el pago de una cantidad, lo que
beneficiaba a la burguesía. Pero la mala marcha de la guerra y las protestas de
la alta nobleza y clero hacen que no progresen las reformas e incluso Mendizábal
es sustituido por el moderado Francisco Javier Istúriz.
De nuevo se suceden revueltas, hay rumores de un pacto con los
carlistas; así el 13 de agosto[7] de 1836 un grupo de
sargentos obligó a la Regente, en la residencia de la Granja, a
firmar la Constitución de 1812, una nueva intervención militar lograba cambiar
el gobierno. Una intervención militar
obliga a imponer el liberalismo. De nuevo entran en el gobierno los
progresistas con el nombramiento de Calatrava, que consolida las
reformas liberales: libertad de prensa, legislación municipal de 1823,
supresión del diezmo y reúne unas Cortes para hacer una nueva Constitución.
2.1.4. LAS
REFORMAS PROGRESISTAS (1835-37): DESAMORTIZACIÓN DE MENDIZÁBAL
Se producen en dos etapas: 1º. De septiembre de 1835 a mayo de 1836. 2ª de
agosto de 1836 a
junio de 1837.
La acción fundamental fue
en el derecho de propiedad, sobre todo de la agraria, e incluía tres
aspectos esenciales:
-
Disolución del régimen señorial, ley de 26 de
agosto 1837. Los señores perdían las atribuciones jurisdiccionales, pero
conservaban la propiedad de la tierra que el campesino no diese acreditado. El
campesino pasa a ser arrendatario o jornalero.
-
Desvinculación de 1837: afecta, sobre todo, a
los mayorazgos y supone la liberalización definitiva de las tierras ya que sus
propietarios pueden venderlas sin obstáculos.
-
Desamortización, de 1836, llevada a cabo por
Mendizábal. Decreta la disolución de las órdenes religiosas (menos las
dedicadas a la enseñanza y hospitales) y la incautación por parte del Estado de
los bienes afectados. Con las tierras se hicieron lotes que fueron subastados. Se
quería sanear la Hacienda para luchar contra el carlismo, pagar la Deuda y, al
mismo tiempo, crear una base de compradores que apoyasen el triunfo del
liberalismo.
La liberalización de la economía se completa con otras
medidas sobre la explotación de la propiedad agraria, libre comercio, industria,
eliminación de aduanas interiores... un conjunto de medidas que implantan el liberalismo
económico en España. También reformó el servicio militar permitiendo el
pago de una cantidad para librarse de la prestación, de ese modo consigue el
dinero para pagar el ejército contra los carlistas (medida que beneficia a la
burguesía).
2.1.5. LA
CONSTITUCIÓN DE 1837
Desde el motín de
los sargentos de la Granja de agosto de 1836 se había repuesto la Constitución
de 1812 y los progresistas habían efectuado elecciones a Cortes, que habían
ganado. El Gobierno restableció parte de la legislación de Cádiz y del Trienio
y las Cortes plantearon una modificación de la Constitución de Cádiz. El 8 de
junio de 1837 las Cortes aprobaron una nueva Constitución que consolida el
régimen constitucional en España. A partir de ahora los partidos políticos
establecerán regímenes distintos pero dentro del marco constitucional.
El texto es un compromiso
entre la Constitución del 12 y el Estatuto Real. Es una constitución que tiene
elementos progresistas y moderados. Pretende ofrecer un marco que garantizase la
representación de la riqueza y del saber, la seguridad individual y la
propiedad frente al ataque del liberalismo radical y del carlismo. Quiere que
sea aceptada por los progresistas y los moderados.
Mantiene la declaración de
la soberanía nacional, pero reside en las Cortes (no popular como en la
del 12, además queda reducida al preámbulo, idea de soberanía compartida con el
rey, que acepta la constitución y tiene más poder). Tiene una declaración de
derechos de los ciudadanos más amplia que la del 12. Y, en lo referente a la
división de poderes, se refuerza el poder de la Corona[8]
(Rey que reina y gobierna, dirige la política).
El poder ejecutivo
está en manos del rey y ministros. El rey (monarca limitado, no tanto como
en Cádiz, pero con poder) tiene iniciativa legislativa (junto con las
Cortes), derecho de veto absoluto, nombra los ministros que refrendan
sus órdenes, nombra senadores y convoca, suspende y disuelve el Parlamento.
El poder legislativo:
El Parlamento, se divide en dos cámaras: El Congreso de los Diputados
y el Senado. La principal función es la elaboración de las leyes
y la aprobación del presupuesto. La mayor innovación de las Cortes residía en
la introducción del Senado, con las mismas atribuciones que el Congreso, para
frenar los impulsos reformadores de la cámara baja. El Congreso estaba
integrado por representantes elegidos por sufragio
censitario directo. Los miembros del Senado debían tener mayor edad
y fortuna y eran nombrados por el rey a propuesta de una terna de los electores
de cada provincia.
En cuanto al poder judicial,
se dan garantías para su independencia y se establece el juicio por jurados.
En lo referente a la religión
se señalaba en el art. 11 que el estado se obligaba a mantener el culto
y los ministros de la religión católica que profesan los españoles. No hay
obligación.
En el texto
constitucional no se hace referencia al sistema electoral y se remite a
una ley posterior, que establecerá un sufragio censitario directo.
La idea era crear un
sistema parlamentario en el que el Rey nombrase gobierno al grupo mayoritario en
las Cortes, pero en la práctica se entregó el poder a los políticos favoritos
para que formasen falsas mayorías parlamentarias.
2.2. LA
CRISIS DEL PROGRESISMO: LA REGENCIA DE ESPARTERO (1841-43)
En septiembre de 1837, después de aprobada la
constitución se celebran elecciones y los moderados, mejor organizados, toman
el poder y comienzan a realizar unas reformas cada vez más restrictivas
para moderar el régimen: restablecimiento del diezmo, nueva ley electoral,
de imprenta, y nueva ley de ayuntamientos.
Esta ley era fundamental para controlar los ayuntamientos (nombramientos por
parte de la Corona y reducción de competencias), frenar la abolición de
señoríos y devolver las tierras a la Iglesia. Los progresistas se oponían
a esa ley, y María Cristina buscó el apoyo del ejército para imponerla. En 1840
se trasladó a Barcelona para entrevistarse con el general Espartero para
que este le diera su aprobación a la ley. Pero Espartero la rechazó, así
que María Cristina se decidió a sancionar la ley lo que provocó la sublevación
de Barcelona y de otros puntos del país. Ante la falta de apoyo tuvo que
nombrar jefe de Gobierno a Espartero, para que frenara las protestas. Pero las
exigencias de Espartero (nuevas Cortes, revisión de las leyes e incluso
compartir la regencia) y la falta de apoyo para continuar en el poder la
llevaron a presentar su renuncia a la Regencia[9] el
12 de octubre de 1840, embarcando días después para Francia.
El general Baldomero Espartero
asume la Regencia provisionalmente (había la propuesta para tres regentes),
y en mayo de 1841 fue confirmado por las Cortes. Era considerado el líder del
grupo progresista.
Espartero
gobierna de un modo muy autoritario, casi despótico, que lo enfada con los
liberales moderados y con los propios progresistas. No tiene el control de las
Cortes. Aunque hay mayoría progresista no todos los progresistas están con
Espartero y para poder gobernar se apoyó
en los progresistas, en los moderados y en los militares que le eran adictos
(los ayacuchos[10]).
Durante la regencia de
Espartero se llevaron a cabo algunas medidas que intensificaron la ruptura
entre los liberales, separándose más la corriente progresista de la moderada:
-
La revisión de la ley de ayuntamientos (lo aparta de
los moderados)
-
la abolición del diezmo (lo aparta de los moderados)
-
la desamortización de los bienes del clero secular (Ley
Espartero) (lo aparta de moderados)
-
la continuación de la desvinculación civil
-
el establecimiento del arancel proteccionista de 1841
(discusión proteccionismo-librecambismo). (lo aparta de los progresistas)
-
La ley Paccionada con Navarra, que mantenía las leyes
forales e instituciones en Navarra cambio del pago de un “cupo” económico; pero
no consigue eliminar las leyes forales. (lo aparta de los progresistas)
Su gestión autoritaria le va haciendo perder
progresivamente apoyos. Entre los conflictos más graves políticos que aíslan a
Espartero debemos destacar:
- la
conspiración moderada de 1841 (Diego de León): asalto del Palacio Real para llevarse
a Isabel II y volver a la regencia de María Cristina y que acabó con el fusilamiento
de los cabecillas.
- la
insurrección de Barcelona de noviembre de 1842: ante los rumores de la
negociación de un tratado librecambista[11]
con Inglaterra que afectaría negativamente a la industria textil catalana. La respuesta
de Espartero fue el bombardeo de Barcelona.
- Finalmente,
la sublevación de 1843, bajo los
lemas: reconocimiento de Isabel II, legalidad constitucional y unión de todos
los liberales. Los moderados organizan un pronunciamiento, en el que participan
civiles y militares, moderados y progresistas, dirigido por el general Ramón
Narváez, que logra derrotar a las tropas esparteristas en Torrejón de Ardoz
(22-23 julio de 1843), lo que obliga a
Espartero a exiliarse a Inglaterra.
2.3. EL
REINADO PERSONAL DE ISABEL II (1843-1868)
8-11-43 ES PROCLAMADA REINA
28-11-43
dimisión del jefe de gobierno Salustiano Olozaga
Principios
del 44 Luis González Bravo, moderado, nuevo jefe de gobierno.
2
de mayo de 1844 Ramón Narváez, jefe de gobierno.
Después
de la salida de Espartero del gobierno, ante el temor a una nueva regencia
(posible vuelta de María Cristina) y a la incapacidad para ponerse de acuerdo los
grupos liberales, decidieron adelantar la mayoría de edad de Isabel, que juro
el cargo en noviembre de 1843.
En
las últimas elecciones los progresistas tenían la mayoría, pero estaban
divididos en varias facciones. Los moderados, que quieren alcanzar el gobierno,
inician una política de obstruccionismo (quieren imponer el nombramiento de sus
partidarios para los puestos importantes –Narváez en Guerra-) para forzar la
caída de los progresistas y conseguir el nombramiento de un jefe de gobierno
moderado. Este proceso culmina en el llamado “incidente Olozaga”[12].
El Jefe de gobierno Salustiano Olozaga (liberal progresista) como no tenía el
control de Parlamento quiso disolverlo, en lugar de presentar la dimisión.
Obtuvo de la Reina la firma del decreto de disolución de las Cortes, pero fue acusado
de forzar a la Reina para obtener la firma, lo que lo obligó a dimitir. De este
modo los liberales moderados consiguieron alcanzar el poder ya que Isabel II
nombrará ahora como Jefe de gobierno al moderado Luis González Bravo. Desde ese
momento la Corona se unirá definitivamente a los moderados.
2.3.1. LA DÉCADA MODERADA (1843-54)
Una
vez consumada la ruptura con el Antiguo Régimen, el objetivo del liberalismo
era frenar la revolución y consolidar un sistema políticamente autoritario
y excluyente, socialmente oligárquico y administrativamente centralista.
Los liberales
moderados construirán un Estado centralizado y jerarquizado, de forma
piramidal. Desde el poder local, que es el ámbito primario de desarrollo de la
vida económica hasta las Cortes. Su aplicación se hace con una fuerte represión[13] sobre las otras
opciones políticas y las reivindicaciones sociales, con el uso sistemático
del ejército y la Guardia Civil, del aparato judicial y del dominio
ideológico de la iglesia[14] sobre una
población mayoritariamente analfabeta. Para lograr este objetivo los moderados contaron
con la Constitución y con una importante legislación sobre la que se
desarrolla su sistema de poder.
El general Ramón
Narváez, nombrado jefe de gobierno, sentó las bases del nuevo estado moderado y
organizó sus principales instituciones. El régimen se asentó sobre el
predominio social y económico de la burguesía terrateniente que
pretendía asentar un liberalismo conservador que reformase el estado en
interés de las nuevas clases dominantes y que restringiese la participación
política a los propietarios o rentistas.
Los elementos básicos de esta etapa son:
-
La CONSTITUCIÓN
DE 1845: Recoge las ideas básicas del moderantismo:
El
nuevo régimen se define como una monarquía
constitucional liberal doctrinaria. El término soberanía nacional
desaparece de la Constitución. El concepto de soberanía nacional fue sustituido por el de soberanía compartida
entre el Rey y las Cortes (Preámbulo y art. 12).
Se mantiene la separación de poderes
pero se refuerza el poder de la Corona.
El rey amplía los poderes: encabeza el
ejecutivo, tiene potestad legislativa con las Cortes (art.12), disolución de
Cortes, veto y nombramiento de senadores y ministros. En la práctica nombrará jefe
de gobierno al político que prefiere entregándole el decreto de disolución de
Cortes, para que controle las elecciones y obtenga la mayoría en las cámaras.
Las Cortes, se dividen en dos cámaras: Senado, de nombramiento real entre los ricos y poderosos (en número
ilimitado), y Congreso, elegido por
sufragio muy censitario. Se refuerza su carácter moderado.
En lo referente al poder judicial,
pierde la categoría de “poder” y será considerado como simple administración de
justicia. Eliminación del juicio por jurados.
Se mantiene una declaración de derechos semejante a la de 1837, pero se restringen las
libertades individuales. Se recogen los derechos en la Constitución pero quedan
a expensas de su desarrollo en leyes posteriores, que los limitarán.
En lo referente a la religión se establece la exclusividad de la religión católica.
Art. 11, “la religión de la nación española es la católica, apostólica y
romana. El Estado se obliga a mantener el culto y sus ministros”.
La Constitución no recoge el sistema electoral. La ley electoral de
1846 establece un sufragio muy censitario (reduce a 100.000 los votantes) y
fijan condiciones muy elevadas de fortuna para ser candidato a Cortes.
Supresión de la Milicia Nacional. En su lugar crearán la
Guardia Civil.
Ayuntamientos y diputaciones quedan sometidos a la administración
central. Los alcaldes y teniente de alcalde serán nombrados por el rey en los
ayuntamientos de más de 2.000 habitantes, en los demás casos serán nombrados por
el gobernador civil (que también lo
nombra el rey).
Otras leyes fundamentales en la construcción del régimen moderado:
Otras leyes fundamentales en la construcción del régimen moderado:
-
Reforma fiscal de la Hacienda, 1845. Obra de
Alejandro Mon y Ramón Santillán que redujeron los múltiples impuestos a dos
grandes tipos: directos e indirectos. Los directos eran: contribución sobre bienes inmuebles, cultivos y
ganadería; el subsidio industrial y del comercio y el derecho de inquilinato.
Los indirectos eran: el impuesto de consumo de especies determinadas, rentas de
estancos y monopolios (tabaco, sal y) y
el gravamen del consumo de bebidas alcohólicas, el aceite de oliva, el jabón y
la carne.
La reforma era injusta desde el punto de vista social pues si bien se
gravaban las fortunas de los ricos, los más perjudicados fueron las clases
populares, ya que las cantidades recaudadas por impuestos directos e indirectos
eran semejantes.
-
Ley de administración local y ayuntamientos de 1845.
Se limitaron las competencias municipales y de las diputaciones, centralizaron
y jerarquizaron la administración. Progresistas y moderados harán uso de esta
ley para el control del proceso político.
-
Ley de imprenta, 1845: Obra de Pidal. Recortaba las
libertades: se impone la autorización previa del jefe político de la provincia
para cualquier publicación y establece multas elevadas para penalizar los
delitos.
-
Creación de la Guardia Civil, 1844[15].
Cuerpo armado con finalidades civiles pero con estructura militar, fundada por
el duque de Ahumada, que se encargaría de mantener el orden público y la vigilancia
de la propiedad privada sobre todo en la zona rural. Sustituye a la Milicia Nacional.
-
Sistema de instrucción pública de 1845, obra de Gil
de Zárate. Se crearon diferentes niveles de enseñanza y se elaboraron planes
de estudio, pero todo bajo el control del estado. Se continuará con la Ley Moyano
de 1857 que declaraba obligatoria la enseñanza primaria y fortalecía la
autoridad central sobre las universidades y centros docentes.
-
Concordato con la Santa Sede en 1851, que
establecía la suspensión de la venta de
los bienes del clero, la devolución de los no vendidos y el financiamiento
público de los gastos de culto e clero; a cambio se legalizaban las ventas de las
tierras desamortizadas, y el reconocimiento del régimen liberal de Isabel II.
En resumen,
el régimen moderado se consolida porque le concede a la oligarquía agraria
y financiera las riendas del poder, permite que la burguesía acumule
capital (gracias al orden, a la represión sobre el movimiento obrero y a la
introducción del capitalismo), y cuenta con el apoyo de la Iglesia.
2.3.1.1.
LA PRÁCTICA POLÍTICA MODERADA
El
proyecto político moderado se sostenía en el apoyo de la Corona y
de la mayoría del ejército. Los moderados emplearon las prerrogativas
regias en su favor, lo que imposibilitaba que la Corona actuara como árbitro
imparcial, incluso entre las facciones moderadas. La intervención directa de
la Corona en la política causó el desprestigio de la institución. Así en los
períodos 52-54 y 63-68, los moderados se mantienen en el poder gracias a su
apoyo, y tendrán que colaborar sectores
moderados con los progresistas para
forzar la voluntad de Isabel II y cambiar los gobiernos.
Por otra
parte, el Ejército estaba continuamente ligado a la política,
nunca como una opción militar unitaria ni un gobierno solo de militares, pero
era imprescindible como fuente de poder y
autoridad. Un ejemplo de todo lo dicho es la figura de Ramón Narváez.
General formado en la guerra carlista opositor a Espartero. Su primera función
fue consolidar el moderantismo y proteger la Corona.
El
general Ramón Narváez es Jefe de
Gobierno de mayo del 44 al 46, años en los que se establece el régimen
moderado.
Durante
los años 46 y 47 están en el poder los moderados puritanos y hay unos intentos
de intentar integrar a los progresistas en la alternancia en el gobierno: se
produce el regreso de Espartero y de Olozaga, pero el inicio de
pronunciamientos progresistas desde 1846 rompe ese proceso. Vuelve el general Narváez de 1847 al 51,
en el llamado “gobierno largo del general Narváez”, durante el que
aplicará las ideas moderadas con gran rigor. Las diversas facciones moderadas se
unieron ante el temor a la revolución. Los fuertes poderes con los que contaba
el ejecutivo hicieron que las Cortes fuesen casi irrelevantes. La vida
política se desenvolvía alrededor de la
Corte, con la organización de poderosos grupos de presión (camarillas)
que procuraban el favor real o gubernamental.
Durante estos
años se produce la 2ª Guerra carlista, la guerra de los “matiners” que es
duramente reprimida. Y del 46 al 48 hay un ciclo de pronunciamientos
progresistas que son duramente reprimidos por Narváez, lo que le permite
controlar fácilmente el poder y hacer que los progresistas desaparezcan de la
vida política. Un ejemplo fue el
pronunciamiento de Migue Solís en Lugo en 1846, que logra formar en Santiago una
Junta presidida por Antolín Faraldo. Después de la batalla de Cacheiras (cerca
de Santiago), Solís se entrega. Será fusilado con once oficiales en Carral, se
conocen como los Mártires de Carral.
En esa
situación, los progresistas tuvieron una presencia meramente testimonial. Su
política osciló entre el retraimiento inicial (ante la gran represión) y el
intento insurreccional a partir de 1852, lo que agudizó a su división interna.
2.3.1.2. TENDENCIAS MODERADAS
Podemos
diferenciar tres grupos dentro del bloque moderado:
El
grupo de Narváez, que podemos considerar de centro.
LOS
VILUMISTAS: Partidarios del ministro marqués de Viluma. Pretendieron integrar
el carlismo mediante el matrimonio de Isabel II con el sucesor de D. Carlos,
regresar a una carta otorgada y dar marcha atrás a las desamortizaciones.
Enlazan con el movimiento neocatólico.
LOS PURITANOS: Liderados por Joaquín F. Pacheco (será jefe de gobierno de marzo a agosto de 1847). Defendieron la Constitución de 1837 e integrar a los progresistas. Defendían la legalidad y tolerancia, por eso fueron llamados puritanos. Forman el grupo inspirador de la Unión Liberal.
2.3.1.3. LA CRISIS DEL MODERANTISMO
De
1847 a 1851 gobierna Narváez, que logra controlar todos los problemas que se le
presentan como los ecos de la revolución parisina de 1848 o el fin de la 2ª
guerra carlista. En 1852 dimite y es sustituido por Juan Bravo Murillo. Sus
ideas eran sanear la Hacienda y mejorar la administración. También firmó un
Concordato con la Santa Sede en 1851, para solucionar el enfrentamiento con la
Iglesia. Se establecía la religión católica como la única de la nación
española, se le asignaba la inspección sobre el sistema educativo para
adecuarlo a los principios de la moral católica, se le permitía adquirir bienes
y se le aseguraba los gastos de culto y clero. A cambio la Iglesia aceptaba las
desamortizaciones y aceptaba el régimen de Isabel II.
Su
gestión era muy moderada y el intento de revisión constitucional en un sentido muy
autoritario hizo que tuviese que presentar su dimisión ante la gran
oposición que generó.
Esto agudizó la
inestabilidad gubernamental del régimen, la injerencia de la Corona y el
recurso a la represión, para mantenerse los moderados en el poder. Los casos de
corrupción aumentan la descomposición y hará que los propios moderados
recurran al pronunciamiento para intentar resolver la situación. Se abre el
camino para la crisis de 1854 que cortará los gobiernos moderados.
2.4. EL
BIENIO PROGRESISTA 1854-56
En
la revolución de 1854 confluyen tres aspectos:
-
Un pronunciamiento militar moderado.
-
La actividad insurreccional progresista.
-
La movilización popular.
Desde 1851
un grupo de moderados se mostraba descontento ante los excesos de
corrupción y, como el acceso al poder estaba cerrado, se decantaron por la vía
del pronunciamiento militar que protagoniza el general Leopoldo O´Donnell
en Vicálvaro[16]
el 30 de junio de 1854; pero fracasaron. Esto hizo que buscasen apoyos en los
progresistas a través del Manifiesto de Manzanares, publicado el día
7 de julio, redactado por Antonio Cánovas del Castillo. En Manifiesto se
garantizaba el respeto al trono, a la Constitución, la rebaja de impuestos, la
reforma de la ley electoral y de imprenta, la descentralización del poder la
restauración da Milicia Nacional, etc.; al final se hacía un llamamiento para
formar juntas locales y provinciales. De este modo se produce una gran movilización
popular en Barcelona, Zaragoza, Madrid, etc., que desbordó a los partidos y
los obligó a formar una coalición, la Unión Liberal, para encauzar la
revolución y la voluntad de la Corona.
Isabel II tuvo
que llamar a formar gobierno a Espartero[17]
y nombró a O´Donnell como ministro de la guerra. Daba comienzo el Bienio
Progresista caracterizado por:
-
Elaboración de una nueva constitución, la “non nata” de 1856, que no se llegará a
promulgar (faltaba la sanción real). En ella se establecía la soberanía
nacional, amplios derechos individuales, la tolerancia religiosa, se mantenía
el sufragio censitario aunque algo más amplio que en la etapa moderada. La
labor más importante fue la económica, en defensa de los intereses de la
burguesía urbana y clases medias.
-
La desamortización general de Pascual Madoz, de
1855. Afecta sobre todo a los bienes de los ayuntamientos (de propios y comunes),
del Estado, Iglesia, cofradías, órdenes militares e instituciones benéficas.
Supuso un duro golpe para la economía de los ayuntamientos que perdieron gran
parte de los medios con los que contaban para hacer frente a sus gastos de
personal y beneficencia. Asimismo los campesinos pobres y jornaleros, incapaces
de comprar las parcelas que salieron a la venta, se vieron desposeídos de las tierras
comunales. Las medidas de Madoz provocaron un empeoramiento de las condiciones
de vida de los campesinos y un incremento de las tensiones y protestas. Se
necesitaban recursos para la Hacienda y construir el ferrocarril.
-
La ley general de Ferrocarriles, bancos,
sociedades anónimas y minas de 1855. Regulaba su construcción y ofrecía amplios
incentivos a las empresas que interviniesen. Supuso la entrada de capital
extranjero en el mercado español.
La falta de
legislación en materia laboral generó una gran conflictividad social. El hecho
más destacable fue la huelga general de Barcelona de 1855, en la que los
obreros pedían la reducción de la jornada laboral, la mejora de los salarios, la
reducción de impuestos, etc. Que fue contestada con gran represión. En 1856, el
gobierno contestó con la Ley de Trabajo, que introducía algunas mejoras[18]
pero sin llegar a satisfacer del todo. En 1856, en el campo castellano
y en las ciudades se vuelven a producir revueltas (de inspiración
demorrepublicana) lo que provocó una crisis de gobierno, Espartero dimitió
y O´Donnell es el encargado de formar gobierno con la misión de
reprimir las protestas y restaurar el régimen moderado.
La crisis
del Bienio progresista se motivó por diversas causas:
-
La conflictividad social y política.
-
La hostilidad de la Corona y de los moderados.
-
La falta de homogeneidad del gobierno.
-
La quiebra interna del progresismo y su incapacidad
para ofrecer una alternativa al poder.
El balance
del Bienio ofrece un fracaso en el plano político pero se deben
destacar dos aspectos: por un lado, la legislación económica completó la
liberalización de tierras y capitales y puso los marcos para un crecimiento;
por otra parte, aparecen nuevas formas de entender y hacer política y a
partir de ahí se tendrá que tener en cuenta “la cuestión social”.
2.5. EL
FINAL DEL MODERANTISMO. LA UNIÓN LIBERAL (1856-68)
Después
de la dimisión de Espartero, O´Donnell, como jefe de gobierno, modera un poco
el sistema: cerró las Cortes, disolvió la Milicia Nacional, etc. pero mantuvo
algunas medidas progresistas. Por este motivo Isabel II lo cesa y nombra a
Narváez (octubre de 1856-octubre de 1857), que vuelve a un moderantismo
conservador y autoritario, restablece la Constitución de 1845 y modera toda la
legislación. Hecho esto, la Reina, nombró como primer ministro al general O´Donnell,
que tendrá un período de estabilidad hasta 1863. O´Donnel y la Unión Liberal
eran la respuesta a la imposibilidad de dar marcha atrás si se quería mantener la
estabilidad política y el crecimiento económico. La oferta política de la
Unión Liberal se reducía a la vuelta a la Constitución de 1845, el respecto al
Parlamento, a limitar el peso político de la Corona y a suavizar la represión.
Su intención era:
-
Aislar los sectores más reaccionarios.
-
Ofrecer vías de participación al progresismo para evitar
la vía revolucionaria.
-
Estabilizar el régimen liberal.
Pero en la
práctica su deseo era actuar coma un partido único que se mantenía en
el poder por:
-
Manipulación de los resultados electorales (Posada
Herrera –El Gran Elector- como ministro de gobernación.
-
Apoyo de la Corona.
-
Prosperidad económica: recuperación de la ley de desamortización
de Madoz, ferrocarriles, minas y crecimiento de la industria del País Vasco,
Cataluña y Asturias.
-
Impulso en el desarrollo y modernización del sistema administrativo:
cuerpos de ingenieros, carrera fiscal, cuerpos docentes, notarias..
-
Política exterior agresiva: Indochina (1858), Marruecos
(1859) y México (1861).
Sin embargo,
dejan de atender la “cuestión social” y no pueden frenar el crecimiento de
posiciones más moderadas: los neocatólicos. A partir de 1863 el moderantismo
gobernará de forma autoritaria, con la vuelta de Narváez (represión de
la algarada estudiantil el 10 de abril de 1865, noche de San Daniel[19];
sublevación de los sargentos del cuartel de S. Gil[20]).
El moderantismo se acentúa ante la crisis agraria y financiera de 1866.
Por otra
parte, durante estos años se extienden las ideas demócratas, republicanas y las
socialistas. Lo que va haciendo crecer la oposición al gobierno.
En 1866 las
discrepancias entre la reina y el jefe de gobierno O´Donnell (estaba desde
1865) acabaron en una profunda crisis política. Narváez, de nuevo, asume la
presidencia e intenta contener la avalancha de fuerzas contrarias a Isabel II.
En ese mismo año los progresistas, dirigidos por Prim, y los demócratas
acuerdan en Ostende (Bélgica) unir sus fuerzas y derrocar a Isabel II (Pacto
de Ostende). Este acuerdo sería ratificado en 1867 en Bruselas (Pacto de
Bruselas).
A principios
de 1868 muere Narváez e Isabel II queda sin ningún gran líder que la pueda
defender. Vuelve al poder González Bravo.
Por otro lado,
desde 1866 se inicia una grave crisis económica: financiera, industrial y de
subsistencia.
Todos
se unen contra el gobierno: progresistas, unionistas, demócratas, y militares.
El 18 de septiembre de 1868 el general Prim y el almirante Topete
inician en Cádiz un pronunciamiento que dirige el general Serrano, al grito de
“Viva España con honra!”. Del 26 al 28 de septiembre se produce la Batalla
del Puente de Alcolea[21] (Córdoba) y la Reina
tiene que huir a Francia. Una “gloriosa” revolución acabó con el reinado
de Isabel II.
[1] Creado por Mendizábal: se llamaba
a filas a un joven de cada cinco entre los 20 y 30 años. El servicio podía durar hasta 8 años pero lo normal eran 2
o 3.
[2] Corriente política que surge en
España en la última etapa del reinado de Fernando VII. Su denominación proviene
del nombre del pretendiente al trono Carlos María Isidro, hermano de Fernando
VII, que se pone a la cabeza del movimiento armado que comienza a la muerte de
Fernando VII en 1833.
[3] La segunda guerra carlista tendrá
lugar entre 1846-9 (guerra dels matiners, madrugadores) y la tercera entre
1869-76 (restauración Alfonsina).
[4] División provincial hecha por
Javier de Burgos (Decreto do 30-11-33) que dividía a España en 49 provincias
(Canarias era solo una). Al mando de cada provincia un Jefe provincial,
antecesor del Gobernador Civil.
[5] Capacidad que tienen las
distintas instituciones del estado de proponer leyes para su aprobación y
promulgación.
[6] Derecho que tenían las Cortes del
Estatuto de elevar a la Corona demandas tendentes a solucionar problemas
públicos.
[7] El 12 los Sargentos la
presionan para que restablezca el
liberalismo, en la madrugada el 13 firma el decreto ordenando la publicación de
la Constitución del 12. El 14 nombra a José María Calatrava, liberal
progresista, Jefe de gobierno.
[8] Monarquía Constitucional
doctrinaria: el Rey comparte la
soberanía con la Nación y el poder legislativo con las Cortes; la Constitución
es voluntad del Rey con las Cortes; las Cortes subordinadas al poder del Rey
que posee el poder de convocarlas y disolverlas, tiene el derecho de veto y ante un conflicto
entre las Cortes y un ministro puede disolver las Cortes o cesar al ministro.
[9] María Cristina siempre estuvo
presionada por los liberales por su matrimonio secreto con Agustín Fernando
Muñoz.
[10] Grupo de militares fieles a Espartero que habían luchado
en las guerras en América y carlista. Llamados así por la batalla de Ayacucho
en Perú en 1824; última gran batalla en el proceso de independencia.
[11] Pretendía liberalizar las
importaciones de tejidos de algodón lo que beneficiaba a los empresarios
británicos y perjudicaba a los industriales textiles catalanes.
[12] El jefe de gobierno Olozaga
(progresista) quería disolver las Cortes (los moderados impusieron a Pidal como
presidente do Congreso frente a su candidato, Joaquín María López, lo que
significaba una derrota) para fabricar una mayoría favorable y no tener que
contar con los moderados. Obtuvo de la Reina el decreto de disolución (¿Ayudó a
la Reina a firmar?) y después se hizo pública una declaración de la Reina,
suscrita por González Bravo –que será el nuevo presidente- denunciando la
“violencia” sufrida. Olozaga tuvo que dimitir.
[13] En 1846 levantamiento progresista
en Lugo, encabezado por Miguel Solís, se van sumando otras localidades y ponen
en Santiago una Junta Superior encabezada por Antolín Faraldo. Serán fusilados
en Carral (los Mártires de Carral). En este levantamiento hay peticiones
progresistas y un esbozo de reivindicaciones gallegas. En Cataluña la guerra de
los Matiners (fuerte represión) y también la 2ª Guerra carlista.
[14] Le llamaban la “Corte de los
milagros”; influencia de Sor Patrocinio de las Llagas.
[15] La Constitución de 1812 había determinado la creación de un cuerpo de
Milicias Nacionales para mantener el orden público. No se llegó a configurar
hasta el Trienio. El absolutismo lo suspendió y después fue un elemento de
enfrentamiento entre moderados y progresistas.
[16] Los generales Dulce, Serrano y
O´Donnell se enfrentan a las tropas del general Anselmo Blaser. El resultado
fue incierto.
[17] Estaba retirado y aceptó a cambio
de la convocatoria de Cortes Constituyentes para el 8 de noviembre, mediante la
ley electoral de 1837 y de que solo se formase el Congreso (para evitar la
presión conservadora del Senado).
[18] Media jornada para niños, máximo
10 horas para mayores. Asociaciones de no más de 500 miembros. Jurados formados
por patronos para solucionar conflicto,
etc.
[19]
La policía disparó contra los estudiantes que se manifestaban en apoyo del
rector destituido (Emilio Castelar, por la publicación de un artículo –El
trazo- en el que criticaba a Isabel II por no ceder parte de su patrimonio para
pagar las deudas de Hacienda) por el gobierno, matando a nueve de ellos.
[20]
Dirigida por los suboficiales y propiciada por los progresistas fue sofocada por
las tropas leales al gobierno, saldándose con 60 muertos, varios cientos de
heridos y 66 oficiales y suboficiales ejecutados.
[21]
Se enfrentan las tropas de la reina dirigidas por Manuel Pavía y Lacy (marqués
de Novaliches) contra las fuerzas revolucionarias dirigidas por el general
Serrano (también participan Prim y Topete).
No hay comentarios:
Publicar un comentario