LA ECONOMÍA DE LA ÉPOCA DE FRANCO
- ESPAÑA AUTÁRQUICA: 1939-59
La guerra remató con la etapa de crecimiento económico de los treinta primeros años de siglo. Después de la Guerra Civil se va a dar una etapa de estancamiento económico en el que se afianza un capitalismo corporativo. La economía estará muy protegida, y el Estado asumirá un gran protagonismo en la producción.
LA POLÍTICA AUTÁRQUICA
El establecimiento de la política autárquica (de autoabastecimiento) parte de los siguientes elementos: situación de destrucción después de la Guerra Civil y la falta de capital, inicio de la Segunda Guerra Mundial y posterior aislamiento, culminación de las tendencias proteccionistas, defensa de lo español e interés político por controlarlo todo.
Las autoridades franquistas practicaron después de la Guerra Civil una política autárquica, culminación de las tendencias proteccionistas, que pretendían convertir a España en una nación autosuficiente. Para eso se va a orientar toda la producción interior al aprovechamiento de los recursos propios y substituyendo, en todo lo posible, los productos extranjeros por los nacionales. Esto va a llevar a una fuerte intervención de la Administración en la economía, que no es solo fruto de la política económica, sino también de la imposición de la política internacional (Guerra Mundial y aislamiento).
Para conseguir la autosuficiencia había que:
- férreo control del comercio exterior para reducir las importaciones. (hay que impedir las importaciones que no sean imprescindibles y las que sean necesarias hay que reducirlas). El modo de conseguir el control es mediante la concesión de licencias administrativas por parte del ministerio de Industria y Comercio. Solo se permite importar cereales, maquinaria, petróleo y materias primas. Se acompañaba ese control con el Instituto Español de Moneda Extranjera (creado en 1939), para los pagos internacionales y el establecimiento del cambio de la peseta por encima del precio de mercado. Las exportaciones eran muy pocas, solo cítricos y materias primas para la industria bélica (wolframio para Alemania), que no compensan la balanza de pagos.
Para el control interior se crean: la comisaria de abastecimientos y transportes (1939) y la fiscalía de tasas y Junta de precios; se establece el racionamiento…
- el desarrollo de la industria de forma rápida para garantizar la autosuficiencia. Para eso se promulgan leyes para proteger y fomentar la industria (Ley de Protección y Fomento de la Industria Nacional, Ley de Ordenación y Defensa de la Industria Nacional, la dos de 1939). El Estado concede la autorización para la creación de industrias de bienes de equipo, al tiempo que impone restricciones a las inversiones extranjeras. Como falta capital privado y no se construyen industrias, en la década de los 40, el Estado se convierte en un gran empresario: se nacionalíza RENFE y la Compañía Telefónica, y en septiembre de 1941 se crea el INI: un conglomerado de empresas públicas para industrializar rápidamente ante la falta de iniciativa privada. Inversiones, sobre todo, en la producción de energía (ENDESA), material de transporte (SEAT, CASA), siderurgia, construcción naval (ASTANO) (industrias de carácter estratégico para el conjunto de la economía del país.
- En cuanto a la agricultura: se intenta impulsarla (Instituto Nacional de Colonización, extensión del regadío…) pero la falta de maquinaria, abonos, malas condiciones meteorológicas (“la pertinaz sequía”) provocaron unos resultados negativos: no se recuperan las producciones de antes de la guerra y sigue el racionamiento (hambre, importaciones, mercado negro). Política que favoreció a los grandes propietarios.
Los resultados de esta política autárquica fueron negativos:
- Las restricciones, reglamentos e intervencionismo llevaron a una situación de atraso y estancamiento, con una economía poco competitiva donde la escasez, tráfico de influencias y corrupción eran frecuentes.
- Los niveles de producción son muy bajos. La falta de abastecimientos impone el racionamiento (Cartillas de racionamiento –también para los productos industriales-) viéndose la población obligada a acudir al mercado negro y a los estraperlistas. Todo regulado por la Comisaria de abastecimientos y transportes.
ABANDONO DE LA AUTARQUÍA
Estos malos resultados de la economía ponían al régimen de Franco en una situación muy difícil, incluso aparecen algunas protestas. Había que abandonar a política autárquica. España necesitaba ayuda extranjera e integración en el mercado internacional para desarrollar el capitalismo.
La solución a esa situación viene de la mano de los EE.UU. La política anticomunista de España era favorable a los intereses americanos en el contexto de la “guerra fría”. Por eso USA ayudó a desbloquear a España y a facilitar la entrada en los organismos internacionales. Apertura de la frontera francesa, entrada en organismos internacionales, etc. (aunque España no recibe las ayudas del plan Marshall). El punto final de esta alianza fue el acuerdo Hispano-americano de 1953 para el uso de 4 bases militares (Zaragoza, Rota, Morón e Torrejón, en caso de ataque de la URSS) a cambio del pago de 1500 millones de dólares, maquinaria y alimentos. España y USA eran aliados, culminará esa amistad con la visita del presidente Eisenhower en 1959.
Estas ayudas, junto a las buenas cosechas agrícolas, permitieron poner fin al racionamiento y salvar la bancarrota en la que se encontraba la economía.
Pero era necesario salir de la autarquía, España necesitaba ayuda extranjera e integración en el mercado internacional para desarrollar el capitalismo. Por eso se inicia un proceso liberalizador dando entrada, a partir de 1957, a unos ministros favorables al aperturismo económico.
2. ETAPA DEL DESARROLLISMO, PLANIFICACIÓN INDICATIVA, TECNÓCRATICA: 1959-75
2.1 PLAN DE ESTABILIZACIÓN
La economía en los años 50 empieza a crecer, pero tiene muchos problemas: una fuerte inflación, déficit comercial, salarios bajos, etc.; España, junto con Portugal eran los países más pobres de Europa occidental. Era necesario un cambio en la política económica para que el régimen sobreviviese (se llegó al borde de la suspensión de pagos internacionales en 1958).
Franco en 1957 formó un nuevo gobierno que se decantó por la liberalización económica. Entran los tecnócratas vinculados al Opus Dei encabezados por Laureano López Rodó, Navarro Rubio, López Bravo, etc.
Comenzaron a cambiar poniendo unas medidas preestabilizadoras: cambio único y devaluación de la peseta frente al dólar (42 pesetas por dólar), congelación salarial, flexibilización de las relación laborales, más presión fiscal, más integración en los mercados internacionales. El punto definitivo de esta política es el decreto-ley de Nueva Ordenación Económica (21 de julio de 1959) conocido como Plan de Estabilización[1], que contó con la aprobación de los organismos internacionales FMI (Fondo Monetario Internacional) y OCDE (Organización Europea para la Cooperación y el Desarrollo) en los que entró España en 1959 y que concedieron importantes créditos.
Los objetivos del Plan eran los siguientes:
- Cortar la inflación y sanear las cuentas exteriores: limitar el gasto del sector público, elevar los tipos de interés (para frenar el crédito) frenar importaciones especulativas, liberalizar el comercio exterior, frenar demanda, estabilizar precios, nuevo cambio de la peseta (60 pesetas por dólar), liberalizar las importaciones de capitales, etc.
- Deshacer el capitalismo corporativo y establecer un modelo de economía de mercado semejante a la de Europa occidental.
El Plan de Estabilización sentó las bases para el crecimiento. Los efectos fueron positivos:
- reducción de la demanda y de la inflación, saneamiento del comercio exterior..., pero a costa de la congelación salarial y un aumento del paro que tendrá la válvula de escape en la emigración a Europa (vive una fase de prosperidad económica).
Para alcanzar los objetivos planteados en el plan de Estabilización el Estado va a desarrollar la PLANIFICACIÓN INDICATIVA.
En 1962 se creó la Comisaría del Plan de Desarrollo (dirigida por López Rodo) que intentó copiar el modelo francés de planificación indicativa. Se van a elaborar tres planes: I Plan de Desarrollo (1964-67), II Plan de Desarrollo (1968-71) e III Plan (1972-75). Los planes pretendían programar el crecimiento de la economía, sobre todo de la industria, y de determinadas zonas que estaban atrasadas pero que tenían posibilidades de crecimiento. Se pusieron en marcha los Polos de Desarrollo y los Polígonos industriales, para extender la industria y corregir los desequilibrios regionales (Burgos, Vigo, A Coruña, Valladolid, Zaragoza, Huelva y Sevilla). Los planes constaban de dos partes: una, de carácter indicativo (eran las proyecciones de crecimiento), y otra, de carácter vinculante para a administración (indicativa para los particulares) concretada en el programa de inversiones públicas, créditos, ventajas fiscales, etc.
La planificación tuvo un éxito importante, unas tasas de crecimiento medio próximo al 7% anual (superior al resto de Europa). Fue presentado por el régimen como “el milagro económico español”. Por el contrario no evitó los desequilibrios regionales, ni sociales, ni la dependencia exterior (de capital y tecnología) y permitió la entrada de capital extranjero en las grandes empresas españolas. Los grandes problemas de la planificación fueron: no ser verdaderamente indicativos (proyecciones mal hechas y no revisadas), no fueron verdaderamente vinculantes (inversiones que no se cumplieron), no fueron equilibradores (agudización de desequilibrios interprovinciales y sociales), eran demasiado técnicos y manejaban estadísticas poco fiables. Por estas razones se habla de “desarrollismo” y no de verdadero desarrollo.
LOS PILARES sobre los que se asentó el éxito de la planificación fueron:
- LA EMIGRACIÓN: válvula de escape al paro y a la tensión sobre los salarios. Tanto interior, de las zonas rurales hacia las industrializadas (bajos salarios, sin tierra... se acompaña de la agudización del problema de la vivienda en las ciudades y del despoblamiento de las provincias del interior de España), como exterior, sobre todo a Europa Occidental (esa emigración es joven, masculina, poco cualificada y temporal). Los efectos son: descenso del paro en España, entrada de divisas (compensa la Balanza de Pagos), aumento del consumo en España.
- EL TURISMO: Pieza clave del “milagro español”. Pasó de un millón de turistas en 1952 a 34,5 millones en 1973. Proporcionan la entrada de divisas y compensan la Balanza de Pagos.
- EL CAPITAL EXTRANJERO: en 1959 se liberalizaron las inversiones de capital extranjero que vieron en España un buen lugar para invertir por: estabilidad política, ilegalidad de las huelgas y mano de obra barata. La inversión será sobre todo americana y dirigida a: construcción de materiales de transporte, química, alimentación y eléctrica. Fue muy beneficiosa pero provocó: desnacionalización de sectores básicos, entrada de multinacionales y más dependencia tecnológica y comercial.
3. MARCHA DE LA ECONOMÍA
AGRICULTURA
Lenta y difícil recuperación en la posguerra. En los años 50 tiene un momento de recuperación (renta y niveles de producción) pero a finales de los 50 entra en crisis teniendo un ritmo de crecimiento muy por debajo de la industria (también jugó en contra las difíciles condiciones atmosféricas: “la pertinaz sequía”). Durante estos años se producen unas transformaciones fundamentales que ayudan a transformar la agricultura tradicional en agricultura de mercado:
- desciende la población activa en el campo como consecuencia del éxodo rural (atracción industrial y mecanización del campo) (de 41% de la población activa en 1941 al 22% en 1975). Permite aumento de la renta agraria.
- Cambios en la distribución de la tierra: descendió el número de explotaciones, aumentó la superficie de las explotaciones (por arrendamiento y compra –abandono por el éxodo-), política de concentración parcelaria.
- Introducción mecanización, fertilizantes, etc.
- Incremento de la capitalización
- Liberalización del comercio exterior (competencia).
Pese a todo se mantienen problemas: latifundios y minifundios, escasas producciones, productividad baja, pero las mejoras y el éxodo rural hicieron que el problema de la reforma agraria dejara de tener la importancia política de etapas anteriores para ser un problema fundamentalmente técnico.
LA INDUSTRIA
En el sector industrial es donde se producen los mayores cambios. En 1978 ocupa el 37 % de la población activa y participa con un 35% en el PIB.
Los sectores que recibieron una transformación más fuerte fueron: la construcción, química, automóviles (SEAT 600), hierro y acero, maquinaria y construcción naval. El desarrollo vino dado por los Planes de Desarrollo (polos de desarrollo y polígonos industriales) que marcaba el Estado y con la ayuda del INI, en aquellos sectores importantes o donde la iniciativa privada no podía entrar (pérdidas o ganancias a muy largo plazo).
EL SECTOR SERVICIOS. TERCIARIO
Fuerte crecimiento y expansión, en 1978 genera el 55% del PIB e ocupa el 40% de la población activa. Destacan los sectores del transporte y comunicaciones, el comercio interior y la hostelería-turismo.
4. LOS LÍMITES DEL “DESARROLLISMO” Y LA CRISIS DE 1973-75
El crecimiento económico no fue constante ni homogéneo. Hay también desequilibrios muy fuertes en la distribución de los beneficios entre la población y sectores. Se produjo un deterioro progresivo de la renta agraria y se acentuaron las desigualdades sociales. Las causas: apoyo a las clases altas y grandes empresas, sistema fiscal que daña a la clase trabajadora, fraude fiscal.
Por otra parte existían unos grandes desequilibrios regionales: cinco provincias concentraban en 1973 el 43% de la producción total.
En esta situación se inicia la crisis de 1973 por el efecto de la crisis mundial del petróleo, y se agrava durante 1974 (confluyendo con el proceso político) y se desencadena en 1975: el PIB crece menos del 1%.
En 1975 se produce estancamiento económico acompañado de inflación (estanflación). Aumenta el paro y baja la renda. Era necesario un cambio en la economía.
LAS RELACIONS DE ESPAÑA CON LA CEE
Los tecnócratas quisieron, ya en 1962, establecer contactos con la CEE para adherirse, pero esta petición fue rechazada porque solo pueden ser miembros los estados con prácticas democráticas y que respeten los derechos humanos. Solo se consigue, en 1970, la firma de un acuerdo Preferencial, por lo que se facilitan los intercambios entre España y la CEE de productos industriales. En los años siguientes se continúan las conversaciones, pero España aún no era un régimen políticamente aceptable para las democracias occidentales.
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