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viernes, 29 de septiembre de 2017

PROPUESTA DE SOLUCIÓN TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA MODELO SEPT 2010

COMENTARIO TRANSICIÓN. MODELO 2003- SEPTIEMBRE-2010 Y 2016

Tras la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975 se inicia en España la etapa de la transición democrática que culminó en la elaboración y aprobación de la Constitución de 1978. El consenso de las fuerzas políticas logrado por el presidente Adolfo Suárez fue decisivo para lograr que la transición de la dictadura a la democracia se realizase en paz y orden, valores únicamente alterados por la actividad de grupos extremistas que usaron el terrorismo para alterar el proceso. Un papel muy importante lo jugó también, el rey D. Juan Carlos I, facilitando y potenciando la democratización de España, destacando su actitud en unos momentos más críticos de la nueva democracia, el intento de golpe de Estado involucionista del 23 de febrero de 1981, que pretendía retornar al pasado dictatorial. Desde el restablecimiento de la democracia se sucedieron los gobiernos sustentados por los partidos de la UCD, PSOE y PP, que fueron introduciendo cambios políticos, económicos, sociales y culturales que permitieron que España se consolidase como un país democrático e integrado en las instituciones de la Europa comunitaria.
El proceso de la transición a la democracia se caracterizó por:
-          Ser graduado en el tiempo, es decir, los responsables políticos organizaron las tareas básicas por prioridades
-          Estuvo basado en un equilibrio de reforma-ruptura, que permitió la desaparición, desde la legalidad, de las instituciones franquistas sin recurrir a l ruptura revolucionaria
-          Estar basado en el consenso entre las fuerzas políticas para así favorecer la reconciliación social
-          Los cambios acordados por las fuerzas políticas fueron legitimados mediante la consulta popular (referendo de la Ley de reforma política, elecciones del 77, referendo de la Constitución del 78)
Gracias a este proceso España se configura como un Estado social y democrático de Derecho, que adopta la forma política de la Monarquía Parlamentaria basada en la soberanía nacional, la libertad, el pluralismo ideológico y la convivencia democrática.

Tras la muerte de Franco, D. Juan Carlos I fue proclamado Rey de España ante las Cortes, el día 22 de noviembre de 1975 y pronunció su primer discurso. El día 27 se realizó la ceremonia de coronación en la iglesia de los Jerónimos de Madrid. Durante la ceremonia, el cardenal Vicente Enrique Tarancón pronunció una homilía en la que expuso la postura de la Iglesia ante las nuevas circunstancias. El rey mantuvo como presidente de Gobierno, a Carlos Arias Navarro, pero ante su inmovilismo y su ineficacia para afrontar las necesarias reformas democráticas, el monarca presionó para que Arias presentase su dimisión el 1 de julio de 1976.  El día 3 el rey elige a Adolfo Suárez ante la sorpresa de todos y la decepción de la oposición, pues parecía representar la línea continuista del franquismo, época en la que había desempeñado importantes cargos (gobernador civil de Segovia, director general de Radiodifusión y Televisión, ministro secretario nacional del Movimiento). Las críticas recibidas por su nombramiento obligaron a Suárez a explicar al país sus objetivos, insistiendo en sus proyectos de democratización y anunciando la próxima celebración de elecciones generales. A esto se refiere el DOCUMENTO 1, que recoge su mensaje al país el 6 de julio de 1976. Tal como se indica en el documento, queda establecido que los gobiernos serán resultado de un proceso electoral libre, y que el monarca tiene el deseo de convertir a España en una democracia moderna, y para lograrlo es preciso la colaboración de todos.
Adolfo Suárez adoptó las primeras reformas:
-          La renuncia de la Corona a presentar los obispos
-          Aprobación de una amnistía para todos los presos políticos (salvo los acusados de terrorismo)
-          Amplia libertad de expresión
-          Negociaciones para legalizar los sindicatos y partidos políticos
-          Conversaciones múltiples con los líderes de la oposición.

Ante los cambios anunciados por Suárez, las fuerzas políticas se reorganizan:
- en la derecha, Manuel Fraga aglutina las fuerzas del franquismo formando Alianza Popular, AP.
-en el centro, democristianos y liberales se reagrupan en el Partido Popular, PP, que servirá de aglutinante de lo que después será el Centro Democrático
-las fuerzas de oposición democrática crearon la Plataforma de Organismos Democráticos
- en la izquierda, el Partido Comunista, cuyos líderes, en julio del 76 en Roma, declaran su compromiso de buscar la concordia y respetar la libertad esperando abrir vías de diálogo con el gobierno.

Para hacer posible las medidas reformistas encaminadas a reconocer la libertad política y sindical, Suárez tuvo que contar con la opinión y la neutralidad de los militares. En septiembre del 76 reunió a la cúpula militar y logró que aceptara su proyecto de reforma, que incluiría la legalización de todas las fuerzas políticas y sindicales. Os militares aceptaron siempre y cuando no se legalizase el Partido Comunista.

 A culminación de esta primera fase de la transición fue a Ley de Reforma Política, LRP, a la que hace alusión el DOCUMENTO 2. El punto esencial era la convocatoria de unas elecciones generales democráticas para formar nuevas Cortes. Tal como se indica en el documento, la democracia basa en la supremacía de la ley, que es expresión de la voluntad del pueblo, y en las Cortes es donde reside el poder legislativo. Además, las leyes deben ser sancionadas y promulgadas por el rey (art. 1º). Las nuevas Cortes estarán formadas por dos cámaras, Congreso de los Diputados y Senado; los deputados serán elegidos por sufragio universal, directo y secreto de los españoles mayores de edad; los senadores serán elegidos en representación de las entidades territoriales y el rey podrá designar para cada legislatura senadores en número no superior a 1/5 de los elegidos (art. 2º). Pero, para llevar esto adelante, tenía que ser aprobado por el Consejo Nacional del Movimiento y por las Cortes, ambas controladas por franquistas. Suárez usó todos los recursos a su alcance para lograrlo, y a pesar de las críticas, el Consejo Nacional informó positivamente sobre el proyecto de ley (80 votos a favor, 13 en contra y 6 abstenciones). Superado el primer obstáculo, el proyecto de LRP fue enviado a las Cortes. Adolfo Suárez pensó que esta ley contaría con bastante oposición en los sectores franquistas, por lo que fue tramitada por el procedimiento de urgencia, es debatida en las Cortes del 16 al 18 de noviembre de 1976. Para sorpresa de todos, fue aprobada mayoritariamente (425 a favor, 59 en contra, 13 abstenciones y 34 ausencias). Así las últimas Cortes franquistas votaban su autodisolución (Cortes haraquiri). Tras la aprobación por las Cortes la LRP debía ser sometida a referendo, que se celebró el 15 de diciembre de 1976. La oposición democrática mantenía las tesis rupturistas y pidió la abstención; los franquistas solicitaron el no, mientras el Gobierno usó todos sus medios, sobre todo, la prensa y la televisión para conseguir el voto afirmativo. La participación en el proceso de referendo fue del 77,4%, y los votos afirmativos fueron del 94,2%. Esto significaba la derrota de la oposición rupturista y el triunfo de las propuestas de Suárez.

Mientras tanto, la oposición fue haciendo presión para que se legalizasen todos los partidos políticos. El PSOE celebró en Madrid el XXVII Congreso (5-8 de dic. del 76), el 1º en España desde la Guerra Civil, en el que participaron líderes del socialismo mundial (Willy Brandt, Francois Mitterand, Olof Palme). El congreso confirmó a Felipe González como líder del partido. En canto al PCE, el 10 de diciembre celebró en Madrid una conferencia de prensa clandestina con la presencia de su secretario general, Santiago Carrillo, que estaba ilegalmente en España, para forzar la legalización del partido al tiempo de insistir en la reconciliación de todos los españoles.

Adolfo Suárez debía preparar las elecciones generales, pero numerosas dificultades pusieron en grave peligro el proceso iniciado. La ultraderecha y la ultra izquierda protestan contra los cambios, alcanzando su punto más álgido a finales de enero de 1977 con varios asesinatos como el de los abogados laboralistas vinculados al PCE (la matanza de Atocha). Al mismo tiempo, el GRAPO secuestra al general Villaescusa que era el presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar, y a Antonio de Oriol, presidente del Consejo de Estado, además de varios atentados y asesinatos de policías y guardias civiles.
La legalización del PCE seguía siendo un problema sin resolver y había que hacerlo antes de las elecciones para que fueran verdaderamente democráticas. Ante la sorpresa general, Suárez anunció la legalización del Partido Comunista el 9 de abril de 1977, después de mantener entrevistas secretas con su secretario general, Santiago Carrillo. En ese mismo día, el Gobierno fijó las elecciones generales para el 15 de junio. A cambio de la legalización el PCE aceptaba las peticiones de Adolfo Suárez: la monarquía como forma de gobierno, la bandera bicolor, la unidad de España y la democracia. Después fueron legalizados todos los partidos que aún no había podido inscribirse en el registro oficial de partidos, faltaban todos los partidos marxistas e incluso el partido Carlista de Carlos Hugo de Borbón. Todos cedieron porque todos deseaban que la reconciliación y la paz fuesen una realidad en España. La legalización del PCE provocó un gran malestar entre miembros del ejército, así como la dimisión del ministro de Marina, pero en cambio contó con beneplácito del rey.

La convocatoria electoral aceleró la creación de formaciones políticas que querían presentarse, dando lugar a una interminable lista de siglas, hasta 111 partidos de los que 78 fueron legalizados, 26 rechazados y 7 disueltos. Al tiempo, regresaban a España exiliados como Alberti y la Pasionaria. Para conseguir mejores resultados muchos grupos se unieron: los de centro formaron Unión de Centro Democrático, UCD liderada por Suárez; los socialistas se presentaron divididos, destacando el PSOE de Felipe González, y el Partido Socialista Popular de Tierno Galván; el PCE lo hizo en solitario. La normativa electoral estableció que las candidaturas para el Congreso debían ser completas, bloqueadas y cerradas, y la elección se haría por la ley D`Hont.
Durante la campaña electoral el candidato de UCD, Adolfo Suárez pronuncia un discurso el 13 de junio de 1977, que recoge el DOCUMENTO 3, como cierre de la campaña electoral. En él se presenta como un buen gestor que ha cumplido con los pasos que se había marcado cuando tomó la presidencia del gobierno: devolver al pueblo la soberanía; normalizar y democratizar la vida política desde la legalidad; que todas las familias políticas puedan tener representación en las Cortes…y también pronunció varias veces una frase que está ya en los anales de la historia democrática española: es “ Puedo prometer y prometo”  elaborar una Constitución mediante el consenso, lograr un entendimiento social que permitirá fijar las líneas básicas de la economía en el futuro inmediato , y también, crear un marco legal para reconocer las particularidades propias de las regiones que conforman España.
Los resultados de las elecciones del 15 de junio significaron el reforzamiento de los grandes partidos, así como la vitoria del centro político. La coalición gubernamental, UCD, obtuvo la mayoría relativa, el PSOE fue la segunda fuerza y el PCE, la tercera, pero a gran distancia de las dos primeras. AP, fue la 4ª y solo obtuvieron representación las fuerzas nacionalistas catalanas y vascas. Ni la extrema derecha ni la extrema izquierda lograron escaño.

Las Cortes democráticas tenían como principal misión elaborar la Constitución que diseñase el nuevo modelo de Estado de la España monárquica y democrática. Así el 22 de agosto se constituyó en el Congreso una comisión formada por 7 deputados:
-          UCD: Pérez Llorca, Herrero de Miñón y Gabriel Cisneros
-          PSOE: Gregorio Peces-Barba
-          AP: Fraga Iribarne
-          PCE-PSUC (P. socialista de Cataluña), Jordi Solé Tura
-          PDC: (P. Demócrata Catalán) Miquel Roca Junyet
Ellos tuvieron la misión de redactar el borrador del proyecto constitucional. Tras presentarlo, se abrió un plazo para presentar enmiendas (1.133) y tras debatirlas en comisión y plenos, el 31 de octubre de 1978 el Congreso y el Senado aprobaban la Constitución por mayoría absoluta y lo mismo hacía el pueblo español en referendo el 6 de diciembre. Después de ser sancionada por el Rey, se publicó en el BOE el día 29. A ella hace referencia el DOCUMENTO 4. La Constitución del 78 presenta una serie de rasgos como: el del consenso, la extensión, la ambigüedad y flexibilidad, la rigidez (3/5 de ambas cámaras para reformarla), progresista y democrática, poco original y de estructura tradicional.
Sus principios más destacados y que figuran en el Título preliminar son:
-          España queda definida como un Estado social y democrático de Derecho (art. 1.1) lo que significa que todos los individuos y organismos están subordinados a la Constitución y a las demás leyes.
-          La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes (art.1.2)
-          A forma política del Estado es la Monarquía Parlamentaria (art 1.3.)
-          España es un Estado unitario, ya que la unidad de la nación española es indisoluble, pero reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y de las regiones que lo integran, originando un nuevo modelo, el Estado de las Autonomías (art. 2)
-          El castellano y las demás lenguas españolas son idiomas oficiales en cada Comunidad Autónoma (art 3.1 e 3.2)
-          La pluralidad política y sindical.
La Constitución dedica el más extenso de sus títulos, hasta 46 artículos, a los derechos fundamentales de los españoles, que serán desarrollados por leyes posteriores.  Los derechos son:
-civiles: la vida, integridad física, igualdad ante la ley, libertad de religión, libre acceso a la justicia, a la propiedad privada, objeción de conciencia, al honor e a la intimidad, a fijar la residencia y se prohíbe la tortura y la pena de muerte
-políticos: libre expresión, sin censura, de las ideas, a reunirse pacíficamente y sin armas, a manifestarse, a asociarse, a crear fundaciones, a participar con voto, a acceder a cargos públicos, a ejercer iniciativa legislativa, a hacer peticiones, a la huelga…
-sociales: al trabajo, a elegir profesión, a la promoción social, a un salario digno, a la igualdad de trato en el trabajo, a la negociación colectiva, a la educación, a la vivienda…
Los ciudadanos pueden recurrir a las más altas esferas de apelación que son el Defensor del Pueblo y el Tribunal Constitucional.
Entre los deberes destacan, a la defensa de la patria y a la contribución al gasto público según la capacidad económica de cada uno.

Las vitorias de UCD en las elecciones a Cortes constituyentes en junio del 77 y en las generales de marzo del 79 permitieron gobernar al partido de Adolfo Suárez, presidente del Gobierno hasta su dimisión en 1981. Entre las principales medidas de los gobiernos que presidió destacan: la reforma del ejército, en la que contó con el general Gutiérrez Mellado, vicepresidente del Gobierno y Ministro de Defensa; los Pactos de la Moncloa, acuerdo firmado en octubre del 77 por los agentes sociales en los que se comprometían a establecer una estrategia común para lograr la estabilidad del país mediante la consolidación de la democracia, la reducción de la conflictividad social y la adopción de medidas para abordar la crisis económica que España venía arrastrando desde los años finales del franquismo; inicios de la reforma fiscal con el IRPF; la proyección exterior reiniciando las gestiones para la entrada en la CEE ; el proceso autonómico, que establece un Estado organizado en 17 Comunidades Autónomas, regidas por sus respectivos Estatutos de Autonomía.

Las dificultades básicas de la UCD estaban ya en su origen, una coalición de partidos que no fue capaz de superar las diferencias entre las corrientes ideológicas ni los personalismos, así como la falta de una mayoría absoluta para gobernar cómodamente. Además, el principal partido de la oposición, el PSOE, con una dirección muy cohesionada y disciplinado, presenta en mayo de 1980 una moción de censura a Suárez que, aunque no prosperó por falta de apoyos, significó el fin de la etapa de la política de consenso, erosionó la figura del presidente del Gobierno y potenció la del jefe de la oposición, Felipe González. A estas dificultades políticas hay que añadir las económicas. Ante el reconocimiento de las propias limitaciones y al temor de que la disputa por el liderado tuviese consecuencias negativas para la democracia, Suárez dimite el 29 de enero de 1981.
Leopoldo Calvo Sotelo, ministro con Suárez lo sustituyó en la presidencia del Gobierno. Como la UCD no tenía mayoría absoluta, no fue elegido en la 1ª votación, y cuando 23 de febrero de 1981, estaba celebrándose la segunda votación, tuvo lugar el episodio más grave de la nueva democracia española: el intento de golpe de Estado del 23 F. A este acontecimiento hace alusión la fotografía que ilustra o DOCUMENTO 5 (para el modelo de 2003, en el caso del modelo 2016 se debe cambiar esta parte). Aparece el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero, que ya había participado en otra intentona involucionista, la operación Galaxia en noviembre de 1978, en el asalto al Congreso de los Diputados. Él y unos 400 guardia civiles, pistola en mano, entran en el Congreso, manteniendo como rehenes al Gobierno y a los parlamentarios mientras anunciaba la llegada de una autoridad superior e invocaba el nombre del Rey como máximo responsable. Los españoles vieron la escena gracias a una cámara de TV que siguió funcionando ya que se estaba emitiendo en directo la sesión de las Cortes. Los jefes militares se mantuvieron a la expectativa, pero únicamente el general Miláns del Bosch en Valencia sacó los tanques exigiendo la rendición de la población. La actuación del Rey fue clave. Desde a su residencia en Palacio de la Zarzuela tomó el mando de la situación, puso en contacto telefónico con los jefes militares exigiéndoles lealtad, y convocó la Junta de Jefes de Estado Mayor, y vestido con uniforme de capitán general, graba un mensaje que se emite por TV na madrugada do día 24. Se recoge en el DOCUMENTO 5. El Rey comunicaba a todos os españoles que diera orden a todas las autoridades civiles y militares mantener el orden constitucional, y manifestaba que la Corona no podía tolerar que nadie interrumpiese por la fuerza el proceso democrático. Tras el mensaje, el país respiraba aliviado. Los tanques de Valencia regresaron a los cuarteles y Tejero, se rindió. En los días siguientes, tuvieron lugar en toda España manifestaciones de apoyo a la democracia.
Después fue proclamado presidente, Leopoldo Calvo Sotelo, que inicia una etapa de gobierno de poco más de un año, corta pero con importantes acciones para el futuro del país: Ley del divorcio, la Ley del Defensor del Pueblo, varios Estatutos de autonomía, la LOAPA (proceso autonómico) y la entrada en la OTAN, en junio de 1982.

Ante el incremento de la oposición, las dificultades internas de la UCD y la falta de solución para los problemas económicos, Calvo Sotelo decide disolver las Cortes y convocar elecciones para octubre de 1982. Fueron las elecciones del cambio en las que el PSOE tuvo un triunfo aplastante, con un 48% de los votos, y 202 escaños, mientras la UCD pasaba del 35% a conseguir tan solo el 7% del escrutinio, y también perdía votos el PCE, mientras se mantenían los nacionalistas vascos (PNV) y los catalanes de CIU. El DOCUMENTO 6, recoge en forma de tabla, los resultados electorales, que reflejan los 202 diputados del PSOE, los 106 de AP, los 12 de UCD, igual número para CIU (Convergencia i Unió), 8 para o PNV, y 5 para el PCE, y los 5 restantes, para otras formaciones. El triunfo socialista en estas elecciones cerraba la etapa de la transición democrática. La mayoría de la población apostaba por el cambio ofertado por los socialistas. Se inauguraba el periodo de la consolidación democrática.
El triunfo en cuatro elecciones generales consecutivas permitieron al PSOE gobernar entre 1982 e 1996, y a su secretario general, Felipe González, ocupar la Presidencia del Gobierno. Era la primera vez en la historia de España que el socialismo alcanzaba el poder. El PSOE gobernó en solitario hasta 1993, e con el apoyo parlamentario de nacionalistas catalanes y vascos hasta el 96, año en el que el Partido Popular, fundado en 1989 a partir de Alianza Popular y otros partidos de centroderecha, ganó las elecciones por mayoría simple.  Su líder, José Mª Aznar consiguió el apoyo parlamentario de CIU, PNV y Coalición Canaria.

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En las elecciones del 2000 alcanzó la mayoría absoluta, pero esta legislatura quedará marcada por la participación de España en la guerra de Iraq, junto con EEUU y Gran Bretaña, con la excusa de la posesión de armas de destrucción masiva, que nunca fueron encontradas. El punto final fue, en plena campaña electoral del 2004, el 11 M, cuando tuvieron lugar los gravísimos atentados yihadistas en las estaciones de trenes, que el gobierno del PP, consideró que habían sido perpetrados por la banda terrorista ETA. El triunfo electoral fue para el PSOE, con José Luis Rodríguez Zapatero como cabeza de cartel, que inicia una nueva legislatura hasta el 2008, elecciones que volverá a ganar. Esta nueva etapa de gobierno estuvo totalmente condiciona por la grave crisis económica iniciada en el 2007, y que explica el triunfo del PP, con Mariano Rajoy Brey en las elecciones del 2011. Este gobierno estuvo centrado en la política económica con duras medidas para afrontar la crisis tan grave del país. Debido a los ajustes tan drásticos en las elecciones del 20 de diciembre del 2015, ningún partido alcanzó la mayoría necesaria para formar gobierno, por lo que, tras varios meses de negociaciones de Pedro Sánchez, el candidato del PSOE, sin resultado, el rey Felipe VI, disuelve la legislatura más breve de nuestra historia y por primero vez hubo que repetir elecciones el 26 de junio del 2016.

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