SOLUCIÓN
MODELO PRIMO DE RIVERA
A partir de 1917, la situación de la Restauración es de
completa descomposición: problemas económicos, fuerte conflictividad social
(pistolerismo, huelgas, manifestaciones), aumento de la presión nacionalista,
gobiernos inestables que se mantienen en el poder por la manipulación electoral
o con las Cortes cerradas, etc. En ese contexto se produjo el desastre de
Annual, que llevó a la
Resturación a su punto final: o se democratizaba o aparecía
un “cirujano de hierro” (del que hablaba Joaquín Costa) para cortar los males
del país.
Durante 1923 se concluye el informe
Picasso para esclarecer las responsabilidades del desastre de Annual. En el se
ponían de manifiesto las negligencias del gobierno, la ineficacia de los
militares y, también, la intervención del rey alentando a los militares para
imponerse al poder civil. En ese contexto, ni
los militares ni la oligarquía podía aceptar las consecuencias del informe ni
tampoco podía aceptar el camino de la democratización del que hablaba el jefe
de gobierno, el liberal, García Prieto. La idea de un golpe militar está en el ambiente. Durante el verano
de 1923 se están preparando dos: uno en Madrid, para introducir más militares
en el gobierno y que pare los ataques a los militares y otro, en Barcelona, que
dirige Primo de Rivera y que quiere cambiar el sistema político y solucionar
los problemas que afectan a los militares. Así, el 13 de septiembre de 1923 se hace público el Manifiesto de Primo de Rivera (doc. 1). En ese documento hace alusión
a las causas que motivan a los
militares a tomar el poder. Primo de Rivera habla del desprestigio de los políticos (liberar de los profesionales de la
política, lín. 2-3) que han sumido a España en una crisis que arranca desde la
pérdida de Cuba en 1898; de los problemas
separatistas, de las huelgas constantes,
de los problemas económicos, de la indisciplina militar, del problema de África, del desorden
público (pistolerismo), etc. Por esas razones los militares toman el poder y se
forma un Directorio Militar con carácter
transitorio (doc. 1, lín. 6).
Casi nadie se opone al
golpe, la opinión publica y políticos se mostraron favorables y el rey
Alfonso XIII lo llamó el día 14 para formar gobierno.
Debemos decir que la
formación de un gobierno dictatorial no es un hecho aislado de España sino que
también se produce en otros países de Europa, por las dificultades económicas, los
problemas sociales y el auge del comunismo y del nacionalismo.
El día 14 de septiembre de 1923 Primo de Rivera formó un Directorio
Militar, formado por 8 generales y un almirante, que aunque nacía con carácter
provisional (doc. 1, lín. 6-7) intentara institucionalizarse. Primo
de R. presentó como un regeneracionista (cirujano de hierro), justificó su
acción con el objetivo de regenerar la vida política española y dar solución a
los males. Buscó el apoyo del pueblo mostrando interés por los problemas
cotidianos. Fue un régimen autoritario, populista, paternalista y optimista.
Tal como decía
en el Manifiesto inaugural iba a intentar
atacar los principales males que aquejaban al país, así las principales
acciones del Directorio Militar serán:
1ª Los intentos de regeneración de la vida política. Para intentar
regenerar combate el caciquismo. Con tal objeto suspendió la Constitución de 1876,
disolvió las Cortes y ayuntamientos y elaboró un Estatuto Municipal (1924) y otro
Provincial (1925). Se les dabas más autonomía (descentralización) y se mezclaba
la representación corporativa con la elección popular[1].
También fueron creados los delegados gobernativos, en cada cabeza de partido
judicial, para regenerar la vida pública y desarrollar la economía. El
resultado fue la substitución de unos caciques por otros, pero no se soluciona
el caciquismo.
Para solucionar los problemas de orden público, sobre todo en Cataluña, se
mantuvo la declaración de estado de guerra (hasta 1925) y se llevó a cabo una fuerte
represión sobre las organizaciones obreras. Para colaborar en el mantenimiento
del orden público se organizó en toda España el Somatén[2],
paisanos armados colaborando con los mandos militares. El número de huelgas y
atentados bajó espectacularmente. A CNT tuvo que pasar a la clandestinidad e se
radicalizó.
En cuanto al problema del separatismo y a la defensa de la unidad de España,
intentó potenciar un nacionalismo de Estado que defendiera la unidad de la
patria (en ese sentido la creación de un partido gubernamental, la Unión Patriótica ,
que pretendía proporcionarle apoyo social a la Dictadura ). Estas acciones
chocaron con los nacionalistas: en un primer momento la Lliga apoyó al régimen, pero
la disolución de las diputaciones y la supresión de la Mancomunidad de
Cataluña, en 1925, los llevó al enfrentamiento. Además, se llevó a cabo una
política restrictiva sobre el empleo de las lenguas y símbolos nacionales que
molestó mucho a los nacionalismos.
El problema de Marruecos era
otro de los temas que había que solucionar. En lo referente a las
responsabilidades del desastre de Annual: se celebró un juicio contra los
acusados que acabó en amnistía. La segunda parte era continuar o no en Marruecos;
se adoptó la posición de mantener el Protectorado (por la presión de los
militares). Primo de Rivera se nombró Alto Comisionado de Marruecos, en 1924, y
potenció las acciones militares. Se llevó a cabo el desembarco de Alhucemas
(1925), y Abd-el-Krim se entregó a los franceses rematando la guerra en 1927.
Con estas acciones el prestigio del dictador aumentaba.
La realización de estas medidas
permite alcanzar a Primo de Rivera un mayor prestigio y apuntalar el régimen.
Así, a finales de 1925, está en condiciones
de dar un cambio y pasar del Directorio Militar a uno Civil, dando entrada a
civiles en el nuevo gobierno (doc. 2). La intención de Primo de Rivera era la
de institucionalizar el régimen. El nuevo régimen se basaba en un gobierno y
leyes fuertes, en el orden social, en la representación corporativa
(representación no por individuos sino por “cuerpos intermedios”) y en el
espíritu cristiano. Este nuevo modelo se intentó plasmar a través de:
-
La creación de un partido
único, la Unión
Patriótica , creada en Valladolid en 1924, con la intención de
darle apoyo popular y para seleccionar a la gente para la administración y
altos puestos del Estado. Pero no logró consolidarse como partido de masas.
Formaron parte los políticos conservadores, católicos, funcionarios, ricos
propietarios y miembros de la burguesía. Le permite la renovación de la élite
política: frente a los intereses de los partidos una política gestionada por
militares o técnicos.
-
La constitución de una Asamblea
Nacional Consultiva (como un pseudoparlamento), cámara corporativa formada por
representantes de instituciones locales y de la administración central, de la Unión Patriótica ,
etc. La principal función era elaborar las leyes constituyentes por las que se debía
regir el nuevo sistema político y nombrar a los miembros de las instituciones.
Después era de carácter consultivo. Llegó a presentar en 1929 un proyecto de
Constitución que fue retirado por la falta de apoyo y la crecente oposición al
dictador.
-
La organización Corporativa
del Trabajo. Implantada a partir de 1926. Para regular las relaciones entre
trabajadores y patronos, restaurar el orden en el trabajo y aumentar la
producción. Se creaban comités paritarios por oficios e corporaciones
integrados por obreros y patronos, con un presidente nombrado por el gobierno.
Regulaba salarios y conflictos. Permite paz social y consolidación del régimen.
Una de las grandes acciones de la Dictadura fue la
preocupación por desarrollar la economía,
ya que era una parte de la regeneración
de España y de la consolidación de la dictadura. Además, la Dictadura de Primo de
Rivera se benefició de la buena coyuntura económica de los años 20 y de la “paz
social” que tiene; pero en un contexto de excesivo proteccionismo y sin
fomentar la competencia, modernización y aumento de productividad. Los más
beneficiados serán los burgueses industriales, financieros y terratenientes
Sus acciones fueron encaminadas en
dos direcciones, como nos señala José Calvo Sotelo en el doc. 3
-
Intervencionismo del
Estado (Creación de un Consejo de Economía
Nacional, 1924). Que abarcaba la agricultura,
industria y comercio (doc. 3, lín2-3), es decir todas las actividades
económicas, y el
-
Nacionalismo económico (arancel proteccionista de 1924). (doc. 3 lín. 4)
Para
llevar a cabo lo anterior se regulaba todo el mercado interior y se
intentaba evitar que sectores básicos de la economía cayesen en dependencia
extranjera. De este modo se fomentó la
creación de monopolios (Telefónica, CAMPSA) fundamentales para el desarrollo
de sectores básicos, se apoyó a las
empresas a través de subvenciones y se
fomentó el consumo de productos nacionales frente a los importados.
Además, se puso empeño en
el desarrollo de las obras públicas e infraestructuras (carreteras y
ferrocarril) como motor de la economía, y en la política hidráulica (creación de las confederaciones
hidrográficas en 1926) para obtener energía eléctrica.
Potenciaron industrias básicas como las de producción de cemento, eléctricas, automovilísticas y de uso e consumo, para
recoger las producciones nacionales y abastecer a una población en crecimiento.
De este modo el crecimiento económico fue muy grande, como vemos reflejado
en la tabla puesta en el doc.4. Vemos como el índice de producción minera e
industrial pasa a situarse en 144 en el año 1930, y como las producciones de
energía eléctrica, cemento y acero crecen de modo espectacular.
Este crecimiento, como ya dijimos es obra de las medidas de Primo
de Rivera y del buen contexto de la economía mundial, y también de la paz
social que tiene gracias a la puesta en práctica de una política social
(modelo fascista italiano) que tenía por fin evitar la conflictividad obrera
y conseguir la pacificación social para un mayor crecimiento económico.
Pese a estas buenas acciones en la economía, la política de Primo
de Rivera fue, progresivamente, acumulando la oposición de todos: de
los viejos partidos del turno, del nacionalismo catalán, del republicanismo, de
los intelectuales, de los universitarios, de los anarquistas (los más radicales
formarán en 1927 la FAI
(Federación Anarquista Ibérica), partidarios de la insurrección popular; del
PSOE, incluso de los propios militares (…”roto o exército…”, prepararan un
golpe, la Sanjuanda ).
Todos en contra ya que, como señala
Ángel Osorio en el doc. 5 no se habían atacados los males, las “fuerzas
nocivas” seguían intactas. Por ese motivo, al empeorar la situación
económica (…”rota a Fecenda, coa moeda derrubada”, doc. 5), y no contando con apoyo, Primo de Rivera
presentó su dimisión el 29 de enero de 1930.
En sustitución de Primo de Rivera es nombrado el general Dámaso
Berenguer, que protagoniza la llamada “dictablanda”, que pretendió volver al
régimen de la
Restauración como si no pasara nada. Fue el llamado “error
Berenguer” por Ortega y Gasset.
En
ese contexto la oposición aumenta. En agosto de 1930, republicanos,
catalanistas y PSOE firmaron el Pacto de San Sebastián constituyendo un
comité revolucionario que se convertiría en gobierno provisional de la futura
República. También acordaron: derrocar la monarquía y establecer la república,
convocar elecciones, reconocer autonomías, garantizar liberdatad política y
religiosa, etc. Después se suceden intentos de proclamar la República , pero sin
éxito (12 de diciembre de 1930 en Jaca, los capitanes Fermín Galán y García
Hernández, detenidos y fusilados; el 15-12-30 en el aeródromo de Cuatro
Vientos, Queipo de Llano, Ramón Franco e Ignacio Hidalgo).
En febrero de 1931 el
almirante Juan Bautista Aznar
sustituye a Berenguer. Convocó primero
elecciones municipales (esperando no tener un resultado muy desfavorable
para la monarquía) para o 12 de abril de
1931. Estas elecciones se convirtieron en un plebiscito a favor o en contra
de la Monarquía. Los
resultados se conocen el 14, obteniendo las candidaturas republicanas la victoria en las grandes ciudades (las
monárquicas en el medio rural) y proclamándose
la II República. Alfonso XIII abandonaba España.
[1] Reducción a 23 anos para votar,
concesión del derecho de voto restringido a las mujeres. Cargos de elección
popular y corporativa.
[2] Formación oriunda de Cataluña que
pretendía el mantenimiento del orden público y la defensa de la propiedad
privada.
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