LA TRANSICIÓN A LA
DEMOCRACIA
Bloque 12.
Normalización democrática de España e integración en Europa (desde 1975)
B12.1. Transición a la
democracia: crisis económica mundial; alternativas políticas al franquismo, continuismo,
reforma o ruptura; el papel del Rey; la ley para la reforma política; primeras elecciones
democráticas.
B12.2. Período constituyente:
Pactos de la Moncloa; preautonomías de Cataluña y el País Vasco; Constitución de
1978 y Estado de las autonomías. El caso de Galicia.
B12.3. Gobiernos
constitucionales: problema del terrorismo; golpe de Estado frustrado de 1981;
ingreso en la OTAN; plena integración en Europa.
B12.4. Papel de España en el
mundo actual.
Estándares:
HEB12.1.1. Explica las alternativas políticas que se proponían
después de la muerte de Franco, y quien defendía cada una.
HEB12.1.2. Describe el papel desempeñado por el Rey durante la
transición.
HEB12.1.3. Describe las actuaciones impulsadas por el presidente del
Gobierno Adolfo Suárez para la reforma política del régimen franquista: ley
para la reforma política de 1976, ley de amnistía de 1977, etc.
HEB12.1.4. Explica las causas y los objetivos de los Pactos de la
Moncloa.
HEB12.2.1. Explica el proceso de elaboración y aprobación de la
Constitución de 1978 y sus características esenciales.
HEB12.2.2. Describe como se establecieron las preautonomías de
Cataluña y el País Vasco.
HEB12.3.1. Elabora un esquema con las etapas políticas desde 1979 hasta
la actualidad, según el partido en el poder, y señala los principales acontecimientos
de cada una de ellas.
HEB12.3.2. Comenta los hechos más destacables del proceso de
integración en Europa y las consecuencias para España de esta integración.
HEB12.3.3. Analiza la evolución económica y social de España desde la
segunda crisis del petróleo en 1979 hasta el comienzo de la crisis financiera
mundial de 2008.
HEB12.3.4. Analiza el impacto de
la amenaza terrorista sobre la normalización democrática de España, describe la
génisis y evolución de las organizaciones terroristas que actuaron desde la
transición democrática hasta nuestros días (ETA, GRAPO, etc.) y reflexiona
sobre otros temas relacionados: la ciudadanía amenazada, los movimientos
asociativos de víctimas, la mediación en conflictos, etc.
HEB12.3.5. Representa una línea
del tiempo desde 1975 hasta nuestros días, y sitúa en ella los principales
acontecimientos históricos.
HEB12.4.1. Explica la posición
y el papel de España actual en la Unión Europea y en el mundo.
PREGUNTAS SEÑALADAS:
22. LA AGONÍA DEL FRANQUISMO Y
LOS INICIOS DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA. (la primera parte se contesta con
el final del tema del franquismo y la segunda parte está aquí. También se puede
mirar la propuesta de solución del modelo de examen).
23. LAS PRIMERAS ELECCIONES DEMOCRÁTICAS
Y LA CONSTITUCIÓN DE 1978.
Se contesta con los
apartados 1.3 y e. 1.4
24. LA CRISIS DE LA UCD Y EL
GOLPE DE ESTADO.
Usar los apartados
2.2. y 2.3
25. LA CONSOLIDACIÓN DE LA
DEMOCRACIA: LOS GOBIERNOS DEL PSOE.
Apartado 3.
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HEB12.1.1. Explica las alternativas
políticas que se proponían después de la muerte de Franco, y quien defendía
cada una.
En el tardofranquismo se
plantearon distintos proyectos de futuro tanto entre las distintas familias del
régimen como de la oposición política acerca de qué rumbo seguir tras la muerte
inminente del dictador.
En el seno del régimen franquista
había varias tendencias:
La inmovilista (el bunker) su proyecto era el franquismo sin
Franco, es decir, continuar con una dictadura como la emprendida en 1939. En
este sector estaban personajes como José Antonio Girón de Velasco, Juan García
Carrés, Blas Piñar, y muchísimos miembros de la milicia (Ángel Campano, Jaime
Miláns del Bosch, Antonio Tejero …) que en varias ocasiones intentarían dar
golpes de Estado para abortar cualquier salida democrática.
La reformista-continuista. El proyecto «aperturista» falangista de
Solís se complementaba con la creación de «asociaciones» dentro del Movimiento,
para dotar al régimen franquista de un cierto nivel de «participación» popular
en el llamado «contraste de pareceres». La ley de Prensa de Fraga y la Ley de
Libertad Religiosa de junio de 1967, se presentan en esa línea.
La aperturista estaba formada por los partidarios de conducir el
régimen desde la dictadura hasta una democracia homologable a las europeas
occidentales. A este grupo de los aperturistas pertenecían el propio príncipe,
luego rey Juan Carlos I, y sus hombres de confianza: Manuel Gutiérrez Mellado,
Torcuato Fernández y Adolfo Suárez. Eran partidarios de cambiar el régimen,
pero desde la legalidad, derogar el régimen franquista, pero sin rupturas: de la Ley a la Ley a través de la Ley.
Por su parte, también en la oposición política, formada
fundamentalmente por unos partidos de izquierdas muy atomizados (PSOE, PCE,
PTE, ORT, …) y los de los nacionalismos periféricos (CDC, PNV, ETA, …), había
distintos proyectos.
Por un lado, la Junta Democrática (promovida por el PCE) planteaba una ruptura
democrática consistente en la disolución inmediata de las instituciones
franquistas y la formación de un gobierno provisional que garantizase el
establecimiento de estructuras democráticas.
Por otro lado, la Plataforma de Convergencia Democrática
(auspiciada por el PSOE) planteaba una ruptura pactada o reforma de las
instituciones franquistas, para que desde la legalidad se desembocara
paulatinamente en el sistema democrático. Este proyecto coincidía con el de los
aperturistas del régimen franquistas.
HEB12.1.2. Describe el papel desempeñado por el Rey
durante la transición.
Juan Carlos I heredó de Franco
todos los poderes de Franco, "El Caudillo", y podía haber optado por
continuar con la dictadura personal. No obstante, el rey se desprendió de buena
parte de sus prerrogativas, aunque continuó con dos altas magistraturas: la
Jefatura de Estado y la de las Fuerzas Armadas. Posiblemente, el rey Juan
Carlos no deseaba, o sabía, que no se podía continuar con un régimen
dictatorial: España no podía seguir siendo un “país diferente” en lo político,
y por ello "aislado", sin integrarse en Europa Occidental
adecuadamente.
El rey Juan Carlos, en primer
lugar, no sin dificultades, optó por políticos aperturistas, como él, para que
condujeran a España hacia la democracia: Torcuato Fernández y Adolfo Suárez.
El rey busca apoyos para
controlar el interior y el exterior. Escoge a Adolfo Suárez, como jefe de
gobierno. Y estos lograron implantar progresivamente la democracia en España:
primero derogando el régimen anterior, luego con unas elecciones libres, y,
finalmente, con la elaboración y aprobación en referendum de la Constitución de
1978. Ya se había logrado la normalidad democrática.
Decisivo también resultará su
papel como jefe de las fuerzas armadas. Desde ese puesto se nos recuerda su
papel en la noche del 23 de febrero de 1981 ("¿El general Armada? Ni está
ni se le espera".). Su defensa del régimen constitucional.
---
+
Con
la muerte de Franco se inicia la etapa de la transición democrática.
Consiste en el paso de la dictadura a la democracia a partir de la legalidad
franquista, sin cambios revolucionarios. Es un cambio en el que se pusieron de
acuerdo sectores procedentes del franquismo y de la oposición (liberales e izquierda)
y que contó con la oposición de la extrema izquierda y del bunker (el
franquismo inmovilista).
Es
de destacar en este proceso el comportamiento de la sociedad española,
que se moderniza y se aleja de posiciones extremas. Finalmente, es de
mencionar la posición del Rey, Juan Carlos I, que asumió el papel de
monarca constitucional y que potenció la democratización de España.
1.
LA TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA. 1975-77
Los trazos
característicos de este período son:
-
Se trata de un proceso graduado en el tiempo, no
revolucionario: eliminación del sistema dictatorial, constitución formal de
la democracia, reforma económica, normalización del funcionamiento de las
instituciones, etc.
-
Mantuvo el equilibrio entre ruptura y reforma haciendo
la transición desde la legalidad.
-
Se hizo desde el consenso, basado en los acuerdos
entre las distintas fuerzas políticas y en la reconciliación social.
-
Los cambios fueron legitimados con la consulta
popular: Ley de reforma política, elecciones de 1977, referéndum de la Constitución de 1978.
1.1.
PROCLAMACIÓN DEL REY JUAN CARLOS I Y PRIMER
GOBIERNO
Al morir Franco, el 20 de noviembre de 1975, se lleva
a cabo el traspaso de poderes según lo
dispuesto por el propio Franco, para garantizar la continuidad del Régimen. El
día 21, Juan Carlos I es nombrado capitán general de los tres ejércitos
y jura las Leyes Fundamentales del Reino. El día 22 es proclamado rey
de España[1] ante las Cortes españolas
y pronuncia su primer discurso oficial como rey, aludiendo a Franco, a
la tradición y leves referencias a la modernidad. Parecía indicar que se mantenían
las posiciones del régimen, aunque dejaba entrever un espíritu nuevo: la
reconciliación, la tolerancia, el reconocimiento de las peculiaridades
regionales, etc. También establecía el tono del proceso: en el futuro los
grupos políticos que gobernasen España tendrían que lograr acuerdos. Entre las
opciones que se manejaban: continuismo, ruptura o reforma, esta última
parecía imponerse.
En
su primer gobierno[2], mantiene
como jefe de gobierno a Carlos Arias Navarro y como Presidente de las Cortes
del Consejo del Reino a Torcuato Fernández Miranda[3].
HEB12.1.1. Explica las alternativas políticas que se
proponían después de la muerte de Franco, y quien defendía cada una. (está más desarrollado antes)
En este gobierno
se defendían posiciones políticas distintas: (dentro del gobierno y en la
oposición)
-
La continuista: defendida por Arias. Seguir en el
modelo franquista con algunos derechos.
-
La reformista-continuista (Fraga).
-
La reformista (Areilza), avanzar hacia la democracia.
El gobierno
contó con una fuerte oposición, sobre todo tras la formación de la Coordinación Democrática ,
en marzo del 76, por la fusión de la Junta Democrática
y de la Plataforma
de Convergencia Democrática. En su Programa fundacional, entre otras cosas,
piden: liberación de presos políticos, ejercicio de derechos humanos y libertades
políticas, y la ruptura política con el inicio de un periodo constituyente.
También los carlistas se mostraron
descontentos con el gobierno, pero los
sucesos de Montejurra[4], mayo
de 1976, entre las posiciones de los dos hermanos, Carlos Hugo (socialista) y
Sixto Enrique (integrista), llevaron a la desaparición política del carlismo.
En la extrema derecha estaban los involucionistas, también llamados "el bunker", no barajaban ninguna otra posibilidad que no fuera
continuar con una dictadura como la emprendida en 1939. (se pueden
señalar: José Antonio Girón de Velasco,
Juan García Carrés, Blas Piñar, y muchísimos miembros de la milicia Ángel
Campano, Jaime Miláns del Bosch, Antonio Tejero … que en varias ocasiones
intentarían dar golpes de Estado para abortar cualquier salida democrática).
-------
Al
mismo tempo se produce un incremento de
la conflictividad social y laboral que provoca huelgas, protestas, etc. La respuesta del gobierno fue la represión,
en algunos casos con gran dureza (sucesos en una iglesia de Vitoria el 3-3-1976[5]).
El cambio está paralizado, así que el
Rey, que ya había estado lanzando mensajes de libertad y cambio (Discurso en
el Congreso de Estados Unidos), solicitó a Arias su dimisión el 1 de
julio de 1976.
1.2.
EL GOBIERNO
DE ADOLFO SUÁREZ: INICIO DE LAS REFORMAS
HEB12.1.3. Describe las actuaciones
impulsadas por el presidente del Gobierno Adolfo Suárez para la reforma
política del régimen franquista: ley para la reforma política de 1976, ley de
amnistía de 1977, etc. (hay que resumir el punto 1.2 y el 1.3)
Tras la dimisión de Arias, Torcuato Fernández
Miranda como Presidente del Consejo del Reino le propuso al Rey, como era
preceptivo, una terna de candidatos para
la elección de jefe de gobierno:
Adolfo Suárez, Gregorio López Bravo y Federico Silva. El día 3 de julio de
1976 Adolfo Suárez fue designado por el Rey para desempeñar el cargo de jefe de gobierno. Suárez provenía del
franquismo[6],
había sido ministro en el gabinete anterior, por lo que su nombramiento
causó un gran recelo en la oposición y satisfacción en los sectores del régimen.
Poco a poco el
gabinete[7]
presidido por Suárez fue cobrando protagonismo y credibilidad y a mediados de
julio hizo una declaración programática que marca el inicio de las reformas.
En esa declaración, partiendo del principio de que la soberanía reside en el
pueblo, anuncia la celebración de elecciones generales antes del 30
de julio de 1977. La idea era hacer la reforma dentro de la legalidad, hacer
una ruptura pactada contando con mayor consenso y apoyo de las fuerzas
políticas, para desmantelar lentamente la dictadura para llegar a la democracia.
Acompañando
estas ideas, Suárez pone en marcha algunas medidas reformistas:
-
Renuncia del Rey al privilegio de presentación de obispos.
-
Aprobación de una amnistía para presos políticos (salvo
terrorismo).
-
Ampliación de la tolerancia pública que amplía la
libertad de expresión.
-
Negociaciones para legalizar centrales sindicales y
partidos políticos.
El
pueblo español recogía estas medidas con satisfacción, pero en la calle el clima
era de protestas y enfrentamientos. Se sucedían las manifestaciones.
Los atentados terroristas
(ETA y GRAPO, Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre) eran
frecuentes y traían la sombra de un parón en las reformas. Por su parte la extrema
derecha (los ultras) también empleaban la violencia como medio para parar
los cambios.
Las fuerzas
políticas, ante las medidas anunciadas por Suárez, inician un proceso de
reorganización:
-
En la derecha: unión en torno a Manuel Fraga
de las fuerzas del franquismo formando Alianza Popular (AP).
-
En el centro: democristianos y liberales
forman el Partido Popular (PP) que será el aglutinante de la Unión de
Centro Democrático (UCD).
-
Las fuerzas de oposición ahora unidas en la Plataforma
de Organismos Democráticos (la Superplatajunta).
-
La izquierda: sobre todo el Partido Comunista:
en julio de 1976 hace una Declaración en Roma con el compromiso de una
concordia entre todos los españoles y abrir una vía de diálogo con el gobierno.
Al mismo tiempo,
para poder llevar adelante el cambio el gobierno tenía que:
-
dejar aislada a la extrema derecha.
-
controlar los poderes fácticos: sobre todo el control
del ejército, punto central del franquismo. Al principio algunos altos
mandos provocaron incidentes, debido a su manifiesta voluntad contraria al
cambio. Las fuerzas armadas tenían que garantizar la transición democrática. En
ese sentido es de destacar a labor del vicepresidente del gobierno, el teniente
general Gutiérrez Mellado. En cuanto a la Iglesia, ya se venía
desenganchando de la dictadura y apostaba por un futuro democrático. La
jerarquía eclesiástica, dirigida por el cardenal Tarancón, apoyó el sector
reformista de la dictadura, animó a la oposición liberal y contribuyó a
debilitar la agresividad de la derecha conservadora.
-
Buscar el apoyo de la oposición para la reforma, haciendo
que abandonase su posición rupturista.
Finalmente, se
llega a la aprobación de la Ley para la Reforma Política. La ley fue el instrumento para encauzar la
transición a la democracia, pasando de la ley a la ley. La ley es aprobada
por las Cortes el 18 de noviembre de 1976 y ratificada, en referéndum nacional,
el 15 de diciembre de 1976.
La ley
-
Reconocía la soberanía popular.
-
Afirmaba la inviolabilidad de los derechos fundamentales.
-
Creaba unas Cortes democráticas de carácter bicameral.
Las Cortes debían ser elegidas por sufragio universal, directo y secreto.
Serían elegidos 350 diputados y 207 senadores (el Rey nombra, además, a un
número de senadores no superior a una quinta parte).
Adolfo Suárez
pensó que esta ley contaría con bastante oposición en los sectores franquistas,
por lo que fue tramitada por el procedimiento de urgencia, es debatida en las
Cortes del 16 al 18 de noviembre de 1976. Para sorpresa de todos, fue aprobada
por 425 votos a favor, 59 en contra, 13 abstenciones y 34 ausencias. Las propias cortes franquistas votaban su
disolución, por lo que fueron conocidas como “las Cortes Haraquiri”. Después
de ser aprobada, como la propia Ley establecía, fue sometida a referéndum el 15 de diciembre de 1976.
La oposición se mostraba favorable a la abstención (aunque no pudo manifestar
libremente du opinión), y la extrema derecha era contraria. En la votación
participó el 77 % del censo, votando
afirmativamente el 94 %. El gobierno había obtenido un gran éxito, aunque
el referéndum no había reunido todos los requisitos democráticos. Comenzaba de este modo la voladura
controlada del régimen.
Complementarias
con esta ley fueron otras medidas como: la regulación del derecho de huelga,
concesión de un nuevo indulto para presos políticos, legalización de las
centrales sindicales y disolución del Movimiento Nacional.
2,30 minutos
de la serie de la Historia de España de la tele.
reportaje de
la tele 3 minutos… ministro de justicia Landelino Lavilla
8 minutos,
reportaje de la tele la 6 columna, de la reforma hasta la legalización del PC
1.3.
LAS
PRIMERAS ELECCIONES DEMOCRÁTICAS
La Ley para la Reforma Política establecía las bases
jurídico-políticas para desmantelar el franquismo. Ahora el objetivo era construir
un sistema democrático al tiempo que se liquidaba el viejo régimen.
El gobierno
había salido reforzado del referéndum, pero en un ambiente muy hostil. Así, buscó
un pacto con la oposición. El 23 de diciembre de 1976 se abrió oficialmente el
diálogo entre ambas partes. La oposición aceptaba la reforma y renunciaba a
la ruptura democrática. Esta confluencia desembocó en una política de
consenso para evitar tensiones. Sin embargo, la transición estaba
amenazada por las acciones terroristas de la ultraderecha y extrema
izquierda, junto a las acciones de ETA y
GRAPO[8].
Para llevar a
cabo las elecciones convocadas para el 15 de junio de 1977 había que avanzar en la normalidad democrática.
En este sentido las acciones más
importantes son:
-
La supresión del Tribunal de Orden Público
(TOP), que estaba destinado a la represión política.
-
Concesión de una nueva amnistía, que afectaba
sobre todo a presos de ETA.
-
Nueva normativa electoral. Las listas al Congreso
deben ser completas, bloqueadas y cerradas. La elección se hace por criterios
de proporcionalidad corregidos por la Ley D´Hont[9]. Sin
embargo, para el Senado las candidaturas son individuales (elaboradas por los
partidos) y son elegidos por criterios de representación mayoritaria.
-
La legalización de los partidos políticos. Con la
ley del 8 de febrero de 1977 quedan legalizados todos los partidos menos el
PCE. La oposición llevaba presionando para conseguir la legalización de los
partidos de izquierda. En diciembre de 1976, el PSOE llevó a cabo su
XXVII Congreso en Madrid, con la presencia de muchos líderes europeos (Willy
Brandt, Olof Palme, François Mitterrand), que confirmó a Felipe González
como líder del grupo. El PCE, por su parte, celebró el 10 de diciembre una
conferencia clandestina en Madrid, con la presencia de su secretario general Santiago
Carrillo. Con esta conferencia se pretendía presionar para la legalización
del PCE y se insistía en la necesidad de la reconciliación de todos los
españoles. La legalización del PCE se produce, después de intensas
conversaciones entre Suárez y Carrillo el 9 de abril de 1977 (Semana
Santa) (produjo enorme crispación en las Fuerzas Armadas). A cambio de su
legalización el PCE aceptaba: la monarquía como forma de gobierno, la bandera
bicolor, la unidad de España y la democracia. Todos cedían algo de sus
principios buscando la reconciliación, la paz y la democracia.
Con el anuncio
de las elecciones se aceleró el
proceso de creación de formaciones políticas (111) dando lugar a una gran sopa
de letras[10]. Paralelamente a
este proceso, se producía la vuelta de muchos exiliados como: Alberti,
Pasionaria, Federica Monstseny, Tarradellas, etc.
Con la
finalidad de obtener mejores resultados en las elecciones, muchos grupos se
unieron según afinidades ideológicas. Las fuerzas de centro formaron la
coalición Unión de Centro Democrático (UCD), liderada por Adolfo Suárez.
Los socialistas se presentaron divididos destacando el PSOE, dirigido
por Felipe González, y el Partido Socialista Popular (PSP), dirigido por
Tierno Galván. El PCE se presentó en solitario.
La
campaña electoral es muy intensa, y Adolfo Suárez, se presenta como un buen gestor,
aglutinando a los grupos y personalidades de centro y moderadas. Su discurso del 13-6-77[11], con
el “puedo prometer y prometo”, fue muy efectivo y consigue la victoria en las elecciones.
Se presentó con el discurso como cumplidor de las promesas hechas y expone las
ideas básicas de gobierno partiendo de la idea de moderación y búsqueda de
consenso.
En los resultados
de las elecciones del 15 de junio de 1977 salieron reforzados los grandes
partidos y ganó la moderación y el centro: UCD ganó con una mayoría
relativa (165), PSOE (118), a mayor distancia se situaron el PCE (20), y AP
(Alianza Popular) (16), y el PSP de Tierno Galván (6); dentro de las fuerzas
nacionalistas tuvieron importancia los 8 diputados del PNV de X. Arzallus y los
11 del PDC de J. Pujol. La UCD no había conseguido mayoría absoluta y quedaba a
expensas de futuros pactos para poder sacar adelante las leyes.
campaña electoral, intervención final de políticos y de Adolfo Suarez
6 minutos sobre la campaña y los resultados y apertura del Parlamento
1.4.
LA
LABOR DE LAS CORTES CONSTITUYENTES: LA CONSTITUCIÓN DE 1978
HEB12.2.1. Explica el
proceso de elaboración y aprobación de la Constitución de 1978 y sus
características esenciales.
El 22 de julio
de 1977 el Rey presidió la apertura de las Cortes que comienzan a elaborar
una Constitución. Una ponencia del Congreso[12] comenzó la redacción
de la Constitución. La elaboración de la constitución respondía, por
primera vez en la historia de España, a una negociación entre los más
importantes partidos políticos, y fruto de un gran pacto nacional entre
ellos.
Después de una
compleja y dilatada tramitación (1.133 enmiendas), el 31 de octubre de 1978 el
Congreso y el Senado aprobaron por mayoría absoluta el texto constitucional
(votaron en contra los diputados de extrema derecha y el PNV se abstuvo). El
pueblo español también la aprobó en referéndum el 6 de diciembre de 1978 (67%
de participación y 88% de votos afirmativos).
LA CONSTITUCIÓN DE 1978
Los principios
más destacados son:
-
España se define como un Estado social y democrático
de derecho, lo que significa que todo individuo y organismo está
subordinado, en su actuación, al ordenamiento jurídico. El calificativo
democrático implica la participación ciudadana y el reconocimiento de la
soberanía popular (Art. 1.2.). El aspecto social hace referencia a los
principios rectores que debe tener la ley.
-
La forma política de España es la monarquía
parlamentaria.
-
España es un Estado unitario que garantiza el derecho
a la autonomía de las nacionalidades, dando lugar al Estado de las
Autonomías.
-
El castellano y las demás lenguas españolas son
oficiales en las comunidades autónomas.
-
Queda reconocido el pluralismo político y sindical.
Derechos,
deberes y libertades: Enumeración muy detallada de los derechos
individuales: igualdad ante la ley, objeción de conciencia, libertad de reunión
y asociación, derecho al sufragio, a la vida (abolición de la pena de muerte,
salvo tribunales militares en tiempos de guerra) etc. En la Constitución se
establecen unos mecanismos para garantizar estos derechos, que solo pueden ser
suspendidos en caso de excepción o sitio, los más importantes son recurribles
ante el Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo.
Entre los deberes
destacan, la defensa de la patria y la contribución al gasto público.
Además
de estos derechos y deberes están recogidos en la Constitución una serie de principios
rectores de la política económica e social entre los que destacan:
-
la protección a la familia; a la tercera edad
(pensiones y servicios sociales adecuados); a la salud; al deporte, vivienda, medio
ambiente, etc.
- División de poderes:
-
Poder legislativo: Las Cortes: formadas por dos
cámaras (Congreso y Senado) que representan el pueblo español; órgano
supremo de la soberanía popular. Ejercen la potestad legislativa del Estado. Su
mandato es por cuatro anos. La circunscripción electoral es la provincia. El
Congreso se compone de un mínimo de 300 y un máximo de 400 diputados. Ceuta
e Melilla están representadas por un diputado cada una. El Senado es la
cámara de representación territorial. Cada provincia elige cuatro senadores. Las
Comunidades autónomas designan un senador por cada millón de habitantes de su
territorio que elige la Asamblea legislativa de la comunidad autónoma. Cada
Cámara elabora su reglamento y elige sus presidentes. La función legislativa es
una de las funciones más importantes, así como la de ejercer el control sobre
el poder ejecutivo y aprobar los presupuestos.
-
Poder ejecutivo, en manos del Gobierno que dirige
la política interior y exterior. Está formado por el Presidente,
Vicepresidentes y los Ministros. Después de las elecciones el Rey propone al
Congreso un candidato a Presidente. El candidato expone ante el Congreso su
programa (voto de investidura) que será aprobado por mayoría absoluta o simple,
siendo a continuación nombrado presidente por l Rey. Si ningún candidato obtuviese
la confianza en un plazo de dos meses, el Rey disolverá las Cámaras y convocará
nuevas elecciones. Los demás miembros del gobierno son nombrados por el Rey a propuesta
de su Presidente.
-
Poder judicial: está en manos de los jueces
y de los tribunales de justicia. La justicia emana del pueblo y se administra,
en nombre del Rey, por jueces y magistrados independientes, inamovibles,
responsables y solo sometidos al imperio de la ley. La justicia es gratuita
para los que carezcan de recursos. Su órgano máximo de gobierno es el Consejo
General del Poder Judicial. El Tribunal Supremo, con jurisdicción en toda
España, es el órgano jurisdiccional superior (menos en garantías constitucionales).
El pueblo participará en la administración de justicia a través del jurado. El
Tribunal Constitucional entiende de los temas de inconstitucionalidad y de la violación
de los derechos y libertades de los ciudadanos.
-
La corona: El Rey es el jefe del Estado,
tiene una serie de funciones reguladas por la Constitución: sanciona y promulga
las leyes; convoca y disuelve las Cortes; convoca elecciones; propone jefe de
gobierno, nombra ministros; ejerce el mando supremo del ejército; declara la
guerra y acuerda la paz, previa autorización de las Cortes. Como corresponde a una
monarquía parlamentaria, las funciones son representativas: es un rey que
reina, pero no gobierna.
-
Las Comunidades Autónomas: En la
constitución se establece el modelo del Estado de las Autonomías, una forma
mixta entre estado unitario y federal. Cada una de las 17 CC.AA. posee sus
propios órganos de gobierno con la capacidad legislativa que le conceden sus
Estatutos de Autonomía.
En lo referente
a la Religión: ninguna religión tendrá carácter estatal.
A modo de
conclusión podemos destacar las siguientes características de la
Constitución de 1978:
- Presenta
una estructura tradicional: está organizada en dos partes: una parte
dogmática (Titulo Preliminar y Título I), que recoge los grandes principios y
definiciones que deben inspirar al Estado y los derechos fundamentales y una
parte orgánica que recoge la organización del estado, la división de poderes,
la organización territorial y las competencias.
- Es
poco original. Es una mezcla de constituciones españolas y extranjeras.
- Es
extensa: la mayor de todas y la segunda en número de artículos.
- Es
rígida, ya que los mecanismos de reforma son complejos (3/5 de las Cámaras
y referéndum popular).
- Es
ambigua y ecléctica, redactada de una forma que permite distintas interpretaciones.
Para unos es un inconveniente, pero para otros es una virtud ya que permite
gobernar sin necesidad de reformarla.
- Es
progresista y democrática.
- Es
fruto del consenso. Fue el resultado del acuerdo entre los diversos
partidos políticos con proyectos distintos e incluso antagónicos.
HEB12.2.2. Describe como se
establecieron las preautonomías de Cataluña y el País Vasco.
Con la llegada de la transición
de nuevo cobran fuerza los nacionalismos y regionalismos periféricos,
estableciendo y consolidando la Constitución de 1978, un modelo autonómico, a
medio camino entre el modelo centralista y federal, pero teniendo las CCAA unos
techos competenciales como nunca han tenido y como tienen pocas regiones en el
mundo. La Constitución del 78 quiso dar satisfacción a las reivindicaciones de las
nacionalidades históricas, por un lado, y, por otro, sustituir el estado
liberal centralista impuesto en el siglo XIX, por otro más descentralizado.
El
Gobierno de Adolfo Suárez no quiso abordar la concesión de autonomía
para el País Vasco y Cataluña antes de la aprobación de la Constitución,
por lo que propuso unos regímenes preautonómicos para toda España, a fin de
asentar el futuro Estado autonómico, recibiendo ya la transferencia de algunas
competencias.
En
Cataluña, tras el éxito de la Diada en Cataluña el 11 de septiembre de 1977,
Suárez pactó con el líder nacionalista Josep Tarradellas su vuelta del exilio
(era presidente de la Generalitat en el exilio desde 1954) y el
restablecimiento provisional de la Generalitat. Por el Real Decreto-Ley 41/1977,
de 29 de septiembre, quedaba restablecida y Tarradellas se convertía así en el
primer presidente de la nueva Generalitat, el 17 de octubre del 77 (discurso
desde el balcón del palacio de la Generalitat: «Ciutadans de Catalunya, ja sóc aquí!»), a la vez que se elaboraba
un proyecto de Estatuto de Autonomía.
En
el País Vasco, los obstáculos fueron mucho mayores por la existencia de la
banda terrorista ETA y un sector independentistas más radical y violento. Sin
embargo, eso no impidió que se aprobara en enero de 1978 el Consejo General
Vasco, por Real Decreto-ley 1/1978, de 4 de enero, y se elaborara el proyecto
de Estatuto. El primer presidente del Consejo fue el socialista Ramón Ruibal. El
segundo Consejo General Vasco se constituyó en junio de 1979, siendo su
presidente Carlos Garaikoetxea, del Partido Nacionalista Vasco.
1 minuto del discurso de
Tarradellas en el balcón. Está en catalán.
EL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS
Desde el inicio de la Transición
se puso de manifiesto que la reivindicación nacionalista y la descentralización
del estado era uno de los problemas que había que atender. Los nacionalismos
históricos tenían un gran peso y los nacionalismos no históricos reivindicaban
una forma de acceso a la autonomía y un techo competencial similar a las
nacionalidades históricas. Era lo que se llamaba "café para todos".
Los vascos y los catalanes se negaban a ello, pues entendían que no se les
reconocía su hecho diferencial y que
era una forma de diluir sus reivindicaciones históricas. En este sentido,
especialmente graves fueron los problemas políticos surgidos con Valencia y
Andalucía que querían acceder a la autonomía por la vía del art. 151.
Otro
problema surgido fue el de algunas provincias que no encontraban acomodos en
Comunidades próximas. Se resolvió creando comunidades autónomas uniprovinciales
como es el caso de Madrid, la Rioja o Murcia.
La
Constitución del 78 establece una división territorial de España en municipios,
provincias y comunidades autónomas. Para
la consecución de la Comunidad Autónoma hay que cumplir una serie de
requisitos, que se complementan con la realización del Estatuto y la aprobación
por referéndum y la convocatoria de elecciones regionales para elegir
parlamento y de este emanará el ejecutivo autónomo.
A
nivel general, la Constitución establece la división de competencias entre la
administración central y autonómica, pero no profundiza en ella. Al igual, que
tampoco profundiza en el establecimiento de dos vías para el acceso a la
autonomía. La vía lenta, la del artículo 143, y la vía rápida, la del artículo
151, que en un principio estaba reservada para las nacionalidades históricas
(aquellas que basan su nacionalismo en reivindicaciones históricas y
culturales). En este punto la comunidad de Andalucía promovió una sería de
protestas contra el gobierno central y consiguió que se permitiese un
referéndum (28 de febrero de 1980) para que se pudiera optar por la vía rápida.
El referéndum fue ganado y Andalucía se sumó al 151. En el caso de Valencia, se intentó acceder
por el 151 pero el gobierno central, pese a las peticiones de los
parlamentarios valencianos, optó por la vía del 143. Finalmente se aprobó por
Ley Orgánica el 1 de julio de 1982, pero con una peculiaridad, se aceptaba el
artículo 143, pero se asumían competencias plenas otorgadas por el artículo
151, para ello el gobierno central aprobó inmediatamente después una ley la
LOTRAVA (Ley Orgánica de Transferencias a la Comunidad Valenciana) que
transfería competencias que solo se hubieran podido asumir por la vía de las
comunidades históricas.
Con
estas dos vías se pretendía establecer una España autonómica de distintas
velocidades, que compatibilizaran las reivindicaciones de los nacionalismos
históricos y la descentralización del modelo liberal centralista creado en el
siglo XIX.
Aprobado
los estatutos y elegidos los parlamentos y los ejecutivos autonómicos aparecían
las disputas entre estos y el gobierno central en torno a las negociaciones
sobre la cesión de competencias. El conflicto se agravaba en el caso de que los
colores políticos de los dos ejecutivos fueran distintos.
Cerrado el mapa autonómico, al
margen del problema de ETA, se extendió entre la mayoría de los nacionalismos y
regionalismo un sentimiento de agravio comparativo con respecto al País Vasco y
sobre todo Cataluña. Esta situación se agravó de 1993 a 2.000 cuando tanto el
PSOE como PP necesitaron los votos de CiU para gobernar en Madrid.
EL CASO GALLEGO. DESARROLLO AUTONÓMICO Y ESTATUTO DE AUTONOMÍA
En
Galicia, desde el inicio de la transición, las fuerzas políticas gallegas
iniciaron su reorganización y comenzaron a dar los pasos para la elaboración y
aprobación del Estatuto de Autonomía. Como comunidad histórica, junto con el
País Vasco y Cataluña, pudo acceder, como establece el art. 151 de la
Constitución a la consecución de la Autonomía por la “vía rápida”. El proceso
fue lento, indecisiones y obstáculos del Gobierno, y el pueblo tuvo que
manifestarse para exigir su aceleración.
En cuanto a las fuerzas
políticas, en 1976, las de derechas se reorganizaron en torno a UCD o a Alianza
Popular; las de izquierda de ámbito estatal y las gallegas se integraron en la
Platajunta y las nacionalistas (Consello de Forzas Nacionalistas Galegas:
formado por la Unión do Povo Galego –UPG-
y Partido Socialista Galego) también se integraron en la Platajunta. En
octubre de 1976 la UPG abandonó el Consello, y después al unirse con la ANPG
formó el BN-PG.
Durante el proceso preauntonómico
la transición estuvo en manos de políticos vinculados con el régimen
franquistas que adoptaron la postura reformista, entre ellos destacó Antonio
Rosón Pérez (procurador en las Cortes franquistas), que en la visita de los
Reyes a Galicia en julio de 1976 solicitó la autonomía para Galicia.
El paso siguiente fue la constitución
en Santiago de la Asamblea de Parlamentarios de Galicia, presidida por Rosón,
que elaboró el proyecto de preautonomía, presentado al Gobierno el 27 de
octubre de 77. El proceso era lento. Ese texto fue negociado con representantes
de gobierno y acabó plasmándose en el Real Decreto Ley 7/1978 de 16 de marzo
por el que se instituye la Xunta de Galicia, como órgano provisional de
Galicia, que actuará mientras perdure la fase preautonómica y no se apruebe la
constitución y el subsiguiente Estatuto de Autonomía. El acto de constitución
oficial de la Xunta preautonómica se celebró en el Pazo de Xelmirez en la Plaza
del Obradoiro de Santiago de Compostela el día 18 de abril de 1978.
El 16 de marzo de 1978 se creaba la
Xunta Preautonómica, que solicitó ayuda para la redacción de un Anteproyecto de
Estatuto; después la Asamblea de Parlamentarios nombró una comisión que redactó
el texto definitivo del Estatuto. La Constitución de 1978 incluía a Galicia
entre las comunidades históricas y por lo tanto podía acceder por la vía rápida
que establecía el art. 151 y acceder a un mayor techo competencial.
El gobierno central intentó
durante unos meses que el nivel de competencias para el estatuto no fuese muy
elevado, en la idea de que quedase limitado a una simple descentralización
administrativa, pero sin alcanzar las demandas de Cataluña o el País Vasco.
Pero los parlamentarios no aceptaron esa situación. El 29 de septiembre de 1980
representantes de UCD, PSOE, AP, PCG y PG firmaron en Santiago el llamado Pacto
del Hostal, por el que Galicia tendría una autonomía comparable a la de
Cataluña.
Fue
aprobado por la Asamblea el 25 de junio del 79. Sometido a votación (el BN-PG
pedía el No y el Partido Obreiro Galego la abstención) fue aprobado el Estatuto
de Autonomía el 21.12.80 y ratificado por las Cortes el 17-2-1981. Promulgado
mediante la Ley Orgánica de 6 de abril de 1981.
El
poder ejecutivo reside en la Xunta de Galicia.
Poder
legislativo en un Parlamento de 75 miembros, con capacidad legislativa en las
materias que son recogidas en el estatuto.
Sistema
judicial propio que culmina en el Tribunal de Xustiza de Galicia.
Cooficialidad
del idioma gallego y castellano.
Institucionalización
de símbolos y efemérides (himno, bandera, Día da Patria…)
Obligación
de promover la cultura propia.
Autonomía
financiera.
Competencias
en materias de educación, cultura, patrimonio, pesca, sanidad, agricultura...
Primeras
elecciones el 20 de octubre de 1981. En las diferentes elecciones triunfó
siempre la derecha (Alianza Popular, Coalición Popular y Partido Popular). Solo
en 1987, después de una moción de censura al Presidente Xerardo Fernández
Albor, dirigió la Comunidad el socialista González Laxe (gobierno tripartito de
PsdeG-PSOE, Coalición Galega e PSG-EG).
2.
LOS GOBIERNOS DE UCD: 1977-1982
De 1977 a 1982 va a estar en el gobierno la UCD
liderada por Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo (febrero de 1981 a octubre
de 1982).
2.1. LOS GOBIERNOS DE ADOLFO SUÁREZ. 1977-1981
Adolfo Suárez desenvolvió un programa de gobierno centrado en la
democratización de la vida española, iniciándose la puesta en marcha de los
principios constitucionales. Entre las principales
medidas destacan:
-
La reforma del Ejército y de la legislación
militar para adaptarlo al nuevo marco constitucional. En esta labor contó
con el teniente general Manuel Gutiérrez Mellado que desempeñó la
Vicepresidencia del Gobierno y el Ministerio de Defensa. Los mandos fueron
ocupados por personas más jóvenes y preparadas, aumentó el presupuesto, fue
modernizado; pero aun mantuvo un núcleo importante de nostálgicos del régimen
franquista que será protagonista de los rumores golpistas y del intento de
golpe de estado del 23 de febrero de 1981.
-
Los Pactos de la Moncloa. Acuerdo firmado
durante la etapa constituyente que manifiesta el espíritu de consenso. En él
los agentes sociales se comprometían a establecer una estrategia común para
lograr la estabilidad del país mediante la consolidación de la democracia,
reducir la conflictividad social y adoptar medidas para abordar la crisis
económica (crisis que venía desde 1974). De este modo se logró reducir la
inflación (del 40% al 16% anual), equilibrar la balanza de pagos y normalizar
la vida sindical. (ver conceptos)
-
Inicios de la Reforma Fiscal. Impulsada por
Francisco Fernández Ordóñez con la introducción de un nuevo sistema impositivo
sobre las personas físicas y su patrimonio (IRPF).
-
Proyección exterior e integración en Europa:
reinicio de las gestiones para entrar en la CEE.
-
Desarrollo del proceso autonómico. De 1978 a 1983 el Estado
español quedó organizado en 17 CC.AA. regidas por sus Estatutos de Autonomía.
HEB12.1.4. Explica las causas y los objetivos de los
Pactos de la Moncloa. (ver concepto)
España
desde 1977 está sumida en una profunda crisis económica derivada de la crisis
del petróleo de 1973. La inflación llegó a alcanzar el 47 %, el paro aumentaba
constantemente (sobre un millón de parados y solo 300.000 cobran desempleo),
empresas en crisis por falta de renovación tecnológica, falta de competitividad
en el exterior, aumento del déficit de la balanza de pagos…
En
esa situación el gobierno mantuvo conversaciones con las demás fuerzas
políticas y con los sindicatos (agentes sociales, patronal) para llegar a unos
acuerdos para afrontar esa profunda crisis.
Al mismo
tiempo, Suárez encargó al Ministro de Economía y Hacienda, Enrique Fuentes
Quintana, que tratase la posibilidad de un acuerdo marco con los nuevos
sindicatos legalizados. Así se llegó a la firma de los llamados Pactos de la
Moncloa el 25 de octubre de 1977, aprobados por el Parlamento el día 27. Los
pactos eran: Acuerdo sobre el programa de saneamiento y reforma de la economía
y Acuerdo sobre el programa de actuación jurídica y política.
Sus dos objetivos básicos fueron reducir
la inflación (situarla en el 14 % en tres años) y poner en práctica un conjunto
de reformas para repartir equitativamente los costes de la crisis. Sus
principales actuaciones fueron el control del gasto público, devaluación de la
peseta, fiscalidad progresista; nuevas relaciones laborales, se reconoce el
despido libre para un 5 % de la plantilla de las empresas y aumento de salarios
con respecto a la inflación (máximo el 22%). En el campo político, se suprimía
la censura previa, se aprobaban los derechos de asociación, reunión y expresión
mediante la propaganda, se crea el delito de tortura, se derogó la estructura del
Movimiento Nacional, se despenalizaban los delitos de adulterio y
amancebamiento, se devolvía el patrimonio incautado durante la dictadura a las
centrales sindicales, se establecían medidas de control y potenciación de la
Seguridad Social (ampliación de las coberturas de desempleo…), etc. También
contenía directrices sobre la actuación en política educativa (democratización,
gratuidad, incorporación de lenguas…), en urbanismo, suelo y vivienda (aumento
en la construcción); en política agrícola, pesquera y comercio; en política
energética para diversificar las fuentes de energía y los países a los que se
compra, etc.
Estaba
claro que era imprescindible controlar la crisis económica para poder avanzar
hacia la democracia y establecer un consenso en las grandes directrices de la
política económica y social.
Estos
Pactos han quedado como ejemplo de responsabilidad y colaboración de todas las
fuerzas políticas[13] en
momentos de crisis.
es un minuto de la seria de la tele de
Historia de España
del
telediario, un minuto y habla un poco Adolfo S. y con otros anuncios de cambio
social
2.2. LAS DIFICULTADES DE
LOS GOBIERNOS DE SUÁREZ
Después de aprobada la Constitución se celebraron elecciones
el 1 de marzo de 1979, que tuvieron unos resultados semejantes a los del
77. No supusieron un reforzamiento de la UCD, como pensaba Suárez, ni un
triunfo de la alternativa socialista. También
fueron convocadas elecciones municipales para el 3 de abril, consiguiendo el PSOE un triunfo en los
núcleos urbanos. Pero otro acontecimiento que se había producido fue la fuerte abstención del electorado; se estaba incubando el fenómeno del
desencanto político.
Suárez comenzaba a tener
problemas para gobernar y al no
tener mayoría absoluta tenía que ir
pactando para sacar adelante las distintas leyes orgánicas que
desarrollaban la Constitución. Eran momentos de tensión y de gran éxito,
como fue la aprobación consensuada de
los Estatutos de Cataluña y del País Vasco, y de gran desgaste, como
fue el desarrollar el proceso autonómico a través del artículo 143 (vía lenta).
Su posición se erosionaba no solo en el Parlamento.
Dentro de su partido se
hacían más fuertes las diferencias ideológicas y los personalismos
que finalmente llevarían a la UCD a su desintegración en 1983.
Por su parte ETA
seguía con los atentados terroristas (ahora más numerosos que durante el
régimen de Franco) a los que se añadían los realizados por la ultraderecha.
Por otra parte, el principal partido de la oposición, el PSOE,
llevó a cabo una serie de cambios para presentarse como una alternativa viable. Cambios en la
organización y dirección que lo convierten en un partido muy centralizado y cohesionado
con gran disciplina. En lo que respecta a la estrategia política, a partir de mayo de 1980, abandonan la
política de consenso, y presentan una moción de censura al gobierno, que
fracasa pero que potenció la figura de
Felipe González y erosionó definitivamente la de Adolfo Suárez.
Finalmente, a estas dificultades
políticas hay que añadir las económicas y la presión de
los militares (romper la unidad de España con las Autonomías y no parar el
terrorismo) que llevan a la dimisión de Suárez el 29 de enero de
1981.
2.3. EL GOBIERNO DE LEOPOLDO
CALVO SOTELO. 1981-1982
El
candidato propuesto para la presidencia del gobierno fue Calvo Sotelo. Al no tener
la UCD la mayoría absoluta fue necesaria una segunda votación. El 23 de
febrero de 1981 cuando se estaba celebrando la votación se produjo el intento
de golpe de estado (23-F). El teniente coronel de la Guardia Civil Antonio
Tejero, que ya había participado en otras intentonas golpistas, al mando de
unos cuatrocientos guardias asaltó el Congreso y mantuvo como rehenes al
gobierno y a los parlamentarios, mientras se anunciaba la llegada de una
autoridad (hablaban del Rey) que se pondría al mando. El resto de capitanías
generales y regiones militares mantuvo la legalidad, menos el general Miláns
del Bosch en Valencia, que sacó los tanques a la calle exigiendo la rendición de
la población. La actuación del Rey fue clave para la resolución del conflicto. Desde
el palacio de la Zarzuela convocó la Junta de Jefes de Estado Mayor, contactó
con las capitanías, exigiendo el respeto a la Constitución y su lealtad, y
emitió un mensaje por la televisión en la que confirmaba que había ordenado
mantener el orden constitucional vigente y que no toleraba la interrupción por
la fuerza del proceso democrático. Tras
el mensaje del Rey la situación queda controlada y en la mañana siguiente se
produce la rendición de los sublevados.
El
día 25 de febrero inicia Calvo Sotelo su
gobierno durante el que se lleva a cabo la aprobación de leyes muy importantes como: la ley del Divorcio, la
Ley del defensor del Pueblo, y la LOAPA (ley que obligaba a las comunidades
autónomas no históricas a desarrollar su estatuto de Autonomía por el artículo
143 (vía lenta)). También se produce en junio de 1982 la entrada de España
en la OTAN.
El
gobierno de Calvo Sotelo fue ganando
cada vez una oposición mayor, sobre todo con la LOAPA y la entrada en la
OTAN. A eso se une el proceso de descomposición de la UCD tras la salida de
Adolfo Suárez. En ese contexto se produce
la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones para el 28 de
octubre de 1982.
El resultado de esas elecciones fue el aplastante triunfo del PSOE (48%), y la casi desaparición de la UCD (7%). La coalición de derechas AP-PDP quedó
en segundo lugar, pero muy lejos (106 deputados), y los partidos nacionalistas se
mantuvieron. El PCE llevó un gran descalabro.
El triunfo socialista en estas elecciones
cerraba la etapa de la transición democrática. La mayoría de la población
apostaba por el cambio ofertado por los socialistas. Se inauguraba el periodo
de la consolidación democrática.
3.
LOS GOBIERNOS DEL PSOE: 1982-1996
3.1.
LA LLEGADA AL PODER
Desde el
congreso de 1979, en el que el PSOE había abandonado el marxismo, el partido se
fue abriendo a otras corrientes de pensamiento progresista al tiempo que
adquiría una gran disciplina, con el objetivo de alcanzar el poder.
Para las
elecciones de 1982 elaboró un programa electoral que proponía numerosas
reformas, pero sin cuestionar l modelo de sociedad occidental. Se benefició de
ser una fuerza bien cohesionada frente a la imagen de disgregación de UCD y
PCE.
La
victoria en las elecciones de 1982 fue espectacular, casi un 49 % de los votos y
más de 10 millones de votos. Este éxito fue reforzado en las elecciones
municipales y autonómicas de 1983. La gente se había decantado por la política
del cambio que protagonizaban los socialistas.
El 3 de
diciembre de 1982 Felipe González constituyó el primer gobierno enteramente
socialista de la historia de España. Fue un gobierno que se caracterizó por la
moderación política en la línea de la socialdemocracia europea.
3.2. LA ECONOMÍA
En el
aspecto económico lo primero fue hacer una política de “ajuste”. El ministro de
Economía, Miguel Boyer propuso sanear la economía: control de precios, del paro
(800.000 puestos de trabajo fue una oferta electoral), reducción del déficit
exterior y del déficit público. Al mismo tiempo se llevó cabo un proceso de reconversión
industrial (naval y siderúrgico) que ya iniciaran los gobiernos de UCD (se vieron
afectados unas 800 empresas y 83.000 trabajadores). Para reducir el paro en el
campo se potenció el PER (Plan de Empleo Rural); para intentar industrializar las
zonas deprimidas se diseñaron las ZUR (Zonas de Urgente Industrialización).
Otro aspecto destacado de esta primera gestión fue la expropiación del holding
de RUMASA, dirigido por José María Ruíz Mateos, debido a las irregularidades de
la empresa.
De 1985 a 1990 se produjo una
etapa de crecimiento económico superior a la media europea. Creció la
producción industrial, los beneficios de las empresas, las inversiones
extranjeras y el turismo. Pero también se produjeron efectos negativos: aumento
de precios, inflación, menor crecimiento de los salarios, liberalización del
mercado de trabajo, etc. Estos elementos llevaron al gobierno de Felipe
González al enfrentamiento con los sindicatos (en 1985 dimite como diputado Nicolás
Redondo, secretario general de la UGT); el 14 de diciembre de 1988 fue
convocada la primera huelga general contra el gobierno socialista.
De 1990 a 1993 se produce una
recesión en la economía: aumenta el desempleo, el déficit del Estado, se
devalúa la peseta. Esta situación se complica con la firma del Tratado de
Maastrich en 1992 que imponía unas condiciones económicas duras para llegar a
la moneda única. Lo característico de esta etapa fue la liberalización en la
economía: eliminación de monopolios (Telefónica, CAMPSA, Tabacalera), reducción
del INI (desparece en 1995), política de privatización de empresas con capital
público (SEAT, Endesa, Iberia), la concentración y fusión bancaria
(Bilbao-Vizcaya, Hispanoamericano-Central).
De 1993 a 1996 se lleva a cabo una
nueva reactivación de la economía: control y rigor en los presupuestos,
modernización económica, reforma del sistema impositivo (IVA) y generalización
del impuesto de la renta de las personas físicas (IRPF).
3.2.
LOS ASPECTOS SOCIALES Y CULTURALES. EL ESTADO DE BIENESTAR
Los socialistas emprendieron una serie de
reformas para expandir el estado de bienestar:
-
Impulsaron una legislación sobre derechos y libertades:
objeción de conciencia, asistencia legal, Hábeas Corpus, situación de la mujer,
inmigrantes, despenalización del aborto (violación, malformación y riesgo para la
madre), nuevo Código Penal (1995) para dar respuesta a los nuevos delitos (blanqueo
de dinero, acoso sexual, medio ambiente...).
-
Reforma de las Fuerzas Armadas: reducción del ejército,
modernización, incorporación a Europa y a la OTAN y participación en acciones
fuera de España (Guerra Golfo Pérsico, 1991; Bosnia, 1992; Euroejército, 1993).
-
Ley General de Sanidad que avanzaba hacia la cobertura
universal. Endurecimiento de los requisitos para cobrar pensiones.
-
Ley de Reforma Universitaria (LRU, de 1983).
-
Ley Orgánica do derecho a la educación (LODE, 1985).
-
Ley orgánica general del sistema educativo (LOXSE,
1990).
Durante estos años la sociedad española fue mudando:
más plural, igualitaria, preparada, secularizada, desmilitarizada...
3.4. LA POLÍTICA EXTERIOR
Los gobiernos socialistas consolidaron la presencia
española en los organismos internacionales y acabaron definitivamente con la
etapa de aislamiento.
El primer paso
fue el abandono por los socialistas de sus postulados antiimperialistas y
neutralistas y promovieron una política internacional que establecía como
objetivos prioritarios la CEE y la OTAN y los contactos con Iberoamérica y el
Mediterráneo.
Sobre la OTAN: la posición socialista cambió a un
“OTAN, de entrada no”: de la posición contraria y anuncio de retirada si ganaba
las elecciones de 1982, a
una política de permanencia. Así, en 1986 fue planteado un referéndum sobre la
permanencia en la OTAN, haciendo la campaña a favor del Sí: “En interés de
España, vota Si”. El referéndum se saldó con una participación del 60%, y con
un 52,5 % de los votos afirmativos.
Sobre la CEE: España llevaba negociando años y desde
1977 la situación estaba estancada. Para salir de esa situación el ministro
Fernando Morán comenzó una política de acercamiento a Francia, Alemania y
diálogo con el Reino Unido. De ese modo las negociaciones se agilizaron y el 12
de junio de 1985 España firmó el Tratado de Adhesión a la Comunidad Europea. El
1 de enero de 1986 España formaba parte de la “Europa de los doce”.
Sobre Iberoamérica, se potenciaron las relaciones
culturales y los intercambios económicos. También fueron defendidos frente a
los gobiernos europeos y a los EE.UU.
Sobre el Mediterráneo: se intentó llevar a cabo una
política de estabilidad en el norte de África (buenas relaciones con Marruecos
y Argelia). En el conflicto árabe-israelí: España recoció a Israel en 1986 y al
tiempo se elevó a la categoría de embajada la representación de la OLP
(Organización para la Liberación de Palestina, liderada por Yasser Arafat).
Intentos de mediación en el conflicto: Conferencia de Paz para Oriente Medio en
Madrid en 1991: firma de acuerdos de paz y retirada de Israel de los
territorios ocupados, restablecimiento de la Autoridad Palestina.
Fruto de
toda esta labor fue el reconocido prestigio internacional que fue alcanzando
España y que llevó a que varios organismos internacionales fuesen dirigidos por
españoles: UNESCO, Federico Mayor Zaragoza; Parlamento Europeo, Gil Robles
(hijo); OTAN, Javier Solana.
3.5. DECLIVE SOCIALISTA (1993-1996)
En las elecciones del 6 de junio de 1993
el PSOE, pese a creerse lo contrario, fue la fuerza más votada con 159
diputados, seguido del PP con 141. Felipe González fue de nuevo investido
presidente, ahora con el apoyo de CIU, PNV y Coalición Canaria. Fue un gobierno
débil, que contó con el apoyo de CIU a cambio de la cesión del 15 % del IRPF a
las Comunidades Autónomas (pero los catalanes no entraron en el gobierno).
Los esfuerzos del PSOE se centraron en la
lucha contra la crisis económica y en lograr la entrada en la zona euro (fuerte
ajuste y control presupuestario, liberalización del mercado del trabajo). Esta
política los llevó a un fuerte desgaste que se vio empeorado por los escándalos
y desprestigios que salpicaron al PSOE:
-
El caso Juan Guerra, hermano de Alfonso Guerra,
vicepresidente del gobierno (dimitió en 1991 por las presiones), acusado de
aprovecharse del puesto del hermano.
-
El caso Luis Roldán, director general de la Guardia
Civil, acusado de malversación. Fugado y después capturado
-
El caso Filesa, sobre la financiación irregular del
PSOE.
-
El caso Mariano Rubio, gobernador del Banco de España,
acusado de cobro de comisiones.
-
Estafas y fraudes de Mario Conde y Javier de la Rosa,
banqueros y financieros que gozaron del favor del gobierno en sus actividades.
-
El caso GAL (Grupos Armados de Liberación), que
actuaban contra ETA con apoyo desde el gobierno.
-
El caso de los papeles del CESID (Centro Superior de
Investigación para la Defensa).
Estos casos rematan en el encarcelamiento de varios dirigentes
socialistas (Barrionuevo, ministro do Interior) que agudiza la crítica
situación por la que pasa el PSOE.
En este contexto la vida política se crispó
enormemente con una durísima oposición hecha por el PP dirigido por José María
Aznar. El escándalo de las escuchas ilegales del CESID hizo que CIU le retirase
el apoyo al gobierno; así, los presupuestos para 1996 no fueron aprobados; la
situación era tan difícil que Felipe González decide adelantar las elecciones
para marzo de 1996.
En las elecciones del 3 de marzo de 1996, el PP tuvo
156 deputados mientras el PSOE caía a 141 deputados: fue una amarga victoria
para el PP (los sondeos daban una mayoría más amplia) y una dulce derrota para
el PSOE (se temía una fuerte caída).
HEB12.3.2. Comenta los hechos más destacables del proceso de
integración en Europa y las consecuencias para España de esta integración.
España había sido
excluida durante la dictadura franquista. España únicamente había conseguido un
acuerdo preferencial con la CEE desde 1970 (“Acuerdo Comercial Preferencial”).
En 1977, establecida ya
la democracia en España, el gobierno de Adolfo Suárez solicitó la adhesión de
España a la CEE. Un año después la Comisión Europea dio su aprobación a las
negociaciones que se iniciaron en 1979, al mismo tiempo que lo hacía Portugal.
Las negociaciones fueron largas y complicadas; algunos países europeos pusieron
condiciones: Gran Bretaña pedía la apertura de la frontera con Gibraltar y
Alemania la integración también en la OTAN.
En la OTAN se entra
durante el gobierno de Calvo Sotelo, el 30 de mayo de 1982. Con la llegada de los
socialistas al poder, Felipe González junto con el ministro Fernando Morán
comenzó una política de acercamiento a Francia, Alemania y diálogo con el Reino
Unido. En 1985 se permitió el libre tránsito de personas y mercancías con
Gibraltar. Los principales obstáculos estaban superados.
España firmó su ingreso
en la CEE en 1985. La integración en Europa fue el mayor logro de la política
exterior del PSOE. El principal obstáculo para la integración de España era el
peso de nuestro sector primario: Francia temía perder cuota de mercado frente a
España y el Reino Unido quería reducir las subvenciones a la agricultura.
España contó en su integración con el apoyo fundamental de Alemania.
Desde el 1 de enero de
1986 España es miembro de pleno derecho de la CEE. Las consecuencias económicas
más importantes de la entrada en la CEE han sido:
-
La liberalización económica, que puso fin al
tradicional proteccionismo español, obligó a una dura reconversión de nuestra
economía, pero supuso la apertura a los productos españoles de un mercado de
millones de personas con alta capacidad adquisitiva.
-
La aceleración del crecimiento económico gracias a la
política de ayudas europeas, pensadas para reducir los desequilibrios europeos.
España se convirtió en receptor de importantes sumas de dinero a través de los
fondos estructurales y de cohesión social (Fondo Europeo de Desarrollo Regional
–FEDER-; Fondo Social Europeo –FSE-; Fondeo Europeo de Orientación y Garantía
Agrícola –FEOGA). Estas ayudas han permitido fundamentalmente la modernización
de las infraestructuras.
-
El aspecto más negativo de nuestra incorporación fue la
pérdida inicial de numerosos puestos de trabajo y la disminución drástica de
algunos sectores como la pesca, la agricultura o la siderurgia.
HEB12.3.3. Analiza la evolución económica y social de España desde la
segunda crisis del petróleo en 1979 hasta el comienzo de la crisis financiera
mundial de 2008.
La
segunda crisis del petróleo repercutió en el aumento del paro, en la
conflictividad laboral y en el empeoramiento de las condiciones laborales y la
inflación. Ante esa situación, el primer gobierno socialista acometió un fuerte
programa de ajuste: control de precios, del paro (800.000 puestos de trabajo
fue una oferta electoral), reducción del déficit exterior y del déficit
público. Al mismo tiempo se llevó cabo un proceso de reconversión industrial
(naval y siderúrgico) que ya iniciaran los gobiernos de UCD (se vieron
afectados unas 800 empresas y 83.000 trabajadores). Para reducir el paro en el
campo se potenció el PER (Plan de Empleo Rural); para intentar industrializar
las zonas deprimidas se diseñaron las ZUR (Zonas de Urgente Industrialización),
etc. Estos ajustes y la reactivación de la economía mundial facilitaron el
crecimiento de la economía española entre 1985 y 1992. Este crecimiento y la
extensión de medidas sociales permitieron ampliar el Estado de Bienestar.
De
1992 a 1997 entramos en una fase de recesión de la economía. El paro asciende
al 24 %. Detrás están los problemas derivados del hundimiento de la URSS, de la
reunificación de Alemania y la recesión económica que afecta a la Unión
Europea.
El
periodo de 1998 a 2008 vuelve a ser de crecimiento económico. Coincide con la
llegada al poder del PP y con la recuperación de la economía mundial. Bajan los
tipos de interés lo que facilita la inversión y el consumo. Aumenta el empleo y
crece la economía en general. Al final, se produce un crecimiento de los
precios de las materias primas, del petróleo, lo que unido a la crisis financiera
internacional frena la fase de crecimiento y arranca una etapa depresiva.
Pese
a todos estos cambios la economía española siguió manteniendo importantes
problemas estructurales: la tasa de desempleo es siempre mayor que la de los
países industrializados, el déficit exterior se mantiene elevado por los
elevados costes del petróleo y materias primas, se mantiene la dependencia
tecnológica, etc. Por otra parte, el crecimiento español se vio apoyado por el
fuerte impulso de la construcción y del mercado inmobiliario, facilitado por el
bajo tipo de interés y el alto precio de las viviendas.
El
inicio de la crisis financiera internacional en 2008, provocada por la caída de
las bolsas como consecuencia de las llamadas “hipotecas basura” en EE.UU.,
implicó un retroceso en la concesión de préstamos, que repercutió en el mercado
inmobiliario, con el consiguiente parón en la construcción que vio seguido de
una crisis industrial.
A
nivel social podemos destacar los siguientes aspectos:
La
transformación de España en un país de inmigración: se pasa de unos 700.000
inmigrantes en 1998 a unos 4,5 millones en la actualidad.
La
transformación del mercado laboral: aumenta la población ocupada pasando de
12,5 millones a 20,3 millones de trabajadores en 2007, con la reducción de las
tasas de paro al 10 % durante esos años; aunque con salarios bajos y precarios.
Se continúa con la disminución de la población dedicada a la agricultura (4,5%)
y aumenta el sector terciario (65%). Aumenta la incorporación de la mujer al
trabajo, pero manteniéndose las discriminaciones con respecto a los hombres.
En
cuanto a la estructura familiar, se produce el fin de la tradicional y la
aparición de modelos alternativos (monoparentales, parejas de hecho,
homosexuales…). También disminuye la autoridad y control paternos a favor de un
modelo más tolerante y afectivo. Se mantiene el problema del retraso en la
emancipación de los jóvenes.
El
papel de la mujer experimenta una revolución, sobre todo a partir de su entrada
generalizada en el mercado laboral. Se producen avances en la equiparación de
los dos sexos. Pero se mantienen fuertes desigualdades (salarios…). También se
inicia la lucha contra la violencia contra las mujeres.
En
lo referente al sistema educativo, se continua con las transformaciones
derivadas de la extensión de la escolarización obligatoria hasta los 16 años.
Desaparece prácticamente el analfabetismo. Y aumenta también la población
universitaria.
Finalmente
podemos señalar el fuerte proceso de secularización de la sociedad que lleva a
la conversión en actos civiles muchos de las anteriores celebraciones por la
Iglesia: nacimiento, bodas…
[1] El
día 27 de noviembre de 1975 se realizó la ceremonia de coronación en la Iglesia de los Jerónimos
de Madrid, oficiada por el Cardenal Vicente Enrique Tarancón. Juan Carlos I
llegaba como resultado de la legalidad franquista, pero los derechos históricos
y dinásticos estaban en manos de su padre D. Juan de Borbón. La solución se
produce el 14 de mayo de 1977 cuando, de modo oficial, D. Juan cede sus
derechos dinásticos a su hijo Juan Carlos I.
[2]
Formado el 4 de diciembre de 1975. Tenía
una composición heterogénea: integrado por todas las familias do régimen por
personalidades de prestigio (Fraga, José Mª de Areilza, Alfonso Osorio).
[3] A él
se atribuye el siguiente consejo: “(...) Señor, las leyes obligan, pero no
encadenan y, además, en ellas está legal y legítimamente establecido el
principio de reforma: de la ley a la ley”.
[4] Romería carlista en Navarra. Asisten las dos
ramas carlistas y sectores franquistas. Los partidarios de Sixto prepararon una
operación contra los carlistas. Hubo dos muertos y varios heridos.
[5] La
acción policial provocó cinco muertos y cientos de heridos.
[6] Había
sido gobernador civil de Segovia, director general de Radiodifusión y
Televisión y ministro secretario nacional del Movimiento.
[7] Gobierno
formado por democristianos y reformistas del movimiento.
En ese gobierno está Martín Villa (Interior), Marcelino Oreja (Exteriores) y
Gutiérrez Mellado (Defensa).
[8] Sobre
todo, el mes de enero de 1977: Asesinato de Arturo Ruiz en una manifestación a
favor de la amnistía; el GRAPO tenía secuestrados a José María Oriol,
presidente del Consejo de Estado y al general Emilio Villaescusa (liberados el
11 de febrero); se produce el asesinato de cinco abogados laboralistas en
Atocha (Madrid) por ultraderechistas; y asesinatos de varios policías.
[9] Ley
D´Hont (matemático belga): para tener representación hay que ter un mínimo del
3% de votos en la circunscripción. Después los escaños se atribuyen a los
mayores cocientes de dividir el total de votos de cada lista por 1,2,3... hasta
el total de escaños a cubrir.
[10]
Ultraderecha: C18J, FN; Extrema derecha: FET-JONS; Reformistas: GODSA;
Asociaciones del Movimiento; Democracia cristiana: UDC-PNV; Regionalistas
conservadores; Centro liberal: PDL; Regionalistas progresistas; Socialistas:
PSOE, PSP; Comunistas: PCE, PCOE; Extrema izquierda: PTE, ORT-MCE; Ultra
izquierda: PCE (m-l)-FRAP, UPG, ETA.
[11] El último día de campaña los líderes de los
partidos pidieron en la televisión el voto; el último fue Adolfo Suárez.
[12]
Ponencia formada por: J.P. Pérez Llorca, M. Herrero y Rodríguez de Miñón, y G.
Cisneros de UCD; G. Peces Barba do PSOE; J. Solé Tura del PSUC (partido de los
comunistas catalanes); M. Fraga de AP; y M. Roca de Minoría Catalana (PDC)
[13] Adolfo Suárez González
(UCD), Felipe González Márquez (PSOE), Joan Reventós Carner (Convergencia
Socialista de Cataluña), Josep María Triginer Fernández (Federación Socialista Catalana),
Manuel Fraga Iribarne (AP), Enrique Tierno Galván (PSP), Juan Ajuriaguerra
Ochandiano (PNV), Miguel Roca i Junyent(CiU), Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo
(UCD), Santiago Carrillo Solares (PCE).
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