MODERNIZACIÓN Y
TRANSFORMACIÓN DE LA BASE INDUSTRIAL
B9.4. Crecimiento económico y cambios demográficos en el primer
tercio del siglo: efectos de la Guerra Mundial en la economía española;
intervencionismo estatal de la dictadura; transición a régimen demográfico
moderno; movimientos migratorios; trasvase de población de la agricultura a la
industria.
HEB9.4.1. Analiza los efectos de la I Guerra Mundial sobre la economía española.
HEB9.4.2. Describe la
política económica de la dictadura de Primo de Rivera.
HEB9.4.3. Explica los
factores de la evolución demográfica de España en el primer tercio del siglo
XX.
- INTRODUCCIÓN
Crecimiento, expansión y transformación de
la industria española (en todos los sectores), beneficiada por el impulso de la
neutralidad durante la
Primera Guerra Mundial.
Tendencia proteccionista y después
nacionalista (Dictadura de Primo de Rivera) que se mantendrá hasta 1959.
1. LA AGRICULTURA: ATRASO Y EXPANSIÓN
La
agricultura como consecuencia de la crisis finisecular realizó una serie de
transformaciones:
- Organizó la estructura de las
explotaciones agrarias mediante nuevos cultivos, mecanización, etc.
- Fue mayor la acción del Estado en la
transformación: aranceles y política agraria.
- Aumentó, de forma lenta, la
identificación entre cultivador y propietario.
En una
parte importante se mantiene el problema del ATRASO AGRARIO, pero también se
produce un CRECIMIENTO DE LA PRODUCCIÓN. Este crecimiento viene dado por:
- Intensificación en el uso del suelo:
aumento de la superficie cultivada, abandono del barbecho, aumento de los
rendimientos.
- Se produce una especialización de la
producción: carne, leche, harina, etc.
- Aumenta la mecanización, los abonos
químicos, selección de simientes y razas, etc.
La
expansión no fue uniforme, destaca:
- En la agricultura mediterránea, los
cítricos y productos de huerta.
- En Andalucía oriental y Alto Ebro,
combinación de agricultura de secano y regadío y ganadería.
-
En el resto es menor, en Galicia
solo la producción de carne (en el resto sigue el problema
del minifundismo y redención de foros) y en Asturias la leche.
- LA INDUSTRIA
Durante este primer
tercio de siglo podemos establecer las siguientes fases:
a) Del 98 a la 1º Guerra mundial: cierta
recuperación pasados los efectos del desastre colonial.
b) Del 14 al 22: efectos de la 1º Guerra
Mundial: expansión.
c) 21 al 23: estancamiento.
d) 24 al 30: rápido crecimiento.
e) 30 en adelante: efectos de la crisis
mundial de 1929 y de la Gran Depresión.
LA MINERÍA
La minería al principio sufrió
un proceso de crecimiento que vino ligado a: - Crecimiento
de la demanda internacional.
- Avances en las técnicas de
explotación.
- Legislación minera que permitió la
concesión de explotaciones a compañías extranjeras.
La mayor
parte de la producción se destinaba a la exportación (no hay industrias en
España que recojan la producción) y no actúa de arrastre de la economía.
A partir de
1910 la minería entrará en declive: se frena la demanda internacional (otros
yacimientos, otros metales) que lleva a un proceso de vinculación de la minería
con la economía interna (que tiene menos demanda), unido a un proceso de
nacionalización del sector (reserva del mercado y recuperación de propiedades
que estaban en manos extranjeras).
LOS PROGRESOS DE LA INDUSTRIA
El
primer tercio del siglo XX constituye un claro momento de recuperación
económica. Se produce la transición de una sociedad agraria a una
industrializada, sentando las bases de la expansión industrial. También es cuando se forma el
capitalismo español con una mezcla de nacionalismo económico (proteccionismo) y
aislamiento exterior, que se mantiene hasta finales del franquismo. También se
acelera la unión entre el sector industrial y bancario (gran capitalismo).
En
cuanto a las industrias, se mantiene el peso de las tradicionales (siderurgia,
textil) pero aparecen otras al compás del desarrollo tecnológico
(eléctricas...). Del mismo modo los núcleos industriales más pujantes son los
tradicionales (P. Vasco, Cataluña), aunque se inicia una diversificación
industrial.
CONSECUENCIAS DEL 98 Y DE LA 1ª GUERRA
MUNDIAL
En la
evolución de la industria hay que destacar el papel que jugaron la crisis del
98 y la 1ª G.M.
Como
consecuencia del 98 tenemos:
- Efecto
sobre la industria algodonera catalana, freno a la importación de algodón y
reducción de ventas.
- Repatriación
de capitales invertidos en Cuba, punto de arranque de industrias y sociedades
(navieras, conserveras).
- Impulso del
sector bancario.
HEB9.4.1. Analiza los efectos de la I Guerra Mundial sobre la economía
española.
La neutralidad fue un negocio para España. Se consolidó un gran salto
hacia la industrialización, contando con los capitales repatriados de las
colonias tras el desastre de 1898 y con los conseguidos con la venta de
alimentos y material a los beligerantes.
Como ya se ha dicho España continuaba siendo un país agrario con cerca
de un 70% de la población activa trabajando en el sector primario. Desde
principios de siglo había experimentado ciertas mejoras como nuevas
roturaciones, la producción de olivo para la exportación, la implantación de
nuevos cultivos como la naranja y la remolacha azucarera, y al uso de nuevas
técnicas (se generalizó el arado de vertedera, comenzó a emplearse maquinaria y
abonos, se desarrollaron los regadíos), lo que produjo un aumento de la
producción. Por otra parte, España continuó con una agricultura eminentemente
cerealista y tradicional (uso del barbecho) con los bajos rendimientos. Otro
problema de la agricultura fue las desigualdades en el reparto de la tierra
(latifundismo en el sur y minifundismo en la cornisa cantábrica), lo que
provocó conflictividad social.
En el plano industrial, España dejará de ser un mero
exportador de minerales para convertirse en un productor de acero y constructor
de barcos. La zona industrial por excelencia era Cataluña. Allí, la industria
más importante, como la textil, sufría una serie de debilidades (materias
primas –algodón- y patentes eran importadas del exterior), a lo que habría que
sumar la pérdida de las colonias como mercado y proveedor de materias primas.
Esa situación obligó al textil catalán a apoyarse en un alto arancel. Desde
ahora, el empuje extraordinario de la siderurgia vasca (en 1902 se funda Altos
Hornos de Vizcaya) utilizará el carbón de Asturias. Es también el momento en
que nacen las primeras industrias eléctricas (la "Canadiense" de
Barcelona) o que producen electricidad (en 1901 se funda Hidroeléctrica
Ibérica, luego llamada Iberduero; en 1907 se funda Hidroeléctrica Española, que
con la anterior constituye hoy Iberdrola), así como químicas (explosivos,
fosfatos) y cementeras. Los principales problemas de la industria española
consistieron en su desigual distribución espacial y que las empresas españolas
eran en su mayoría de tipo familiar.
La guerra cambió el saldo negativo de la balanza comercial española,
gracias a las exportaciones (hierro, carbón, naranjas...) y a los fletes
(contratos de transporte para barcos españoles). También aumentó la participación
del capital español en la economía nacional y fortaleció a la banca, sobre todo
a la vasca. Por poner alguna cifra, tomando como índice 100 lo que se producía
en 1900, en 1918 la producción siderúrgica había llegado a 1072 y la de
electricidad a 560.
Pero no todo fueron aspectos
positivos: aunque se producía más, los precios subieron más de un 15% porque se
conseguían beneficios más altos exportando los productos españoles. Los
salarios no subieron tanto, los trabajadores perdían poder adquisitivo, con lo
que los conflictos sociales se agravaron aumentando el número de huelgas.
Además, gran parte de los beneficios obtenidos por los empresarios no se
reinvirtió en la mejora de equipos industriales, con lo que, al acentuarse la
competencia con otros países una vez acabada la guerra, la crisis fue peor de
lo esperado.
La Gran guerra
influye sobre todo en el textil, comercio y banca:
- Incremento
de exportaciones.
- Saldo
positivo de la Balanza de Pagos.
- Aumento
de industrias y sociedades (producir para España ya que no se puede).
- Se
refuerza la orientación nacionalista de la economía española.
LAS INDUSTRIAS
A) LAS DE BIENES DE EQUIPO.
Desarrollo y afianzamiento de la siderurgia vasca, que se impulsa por:
- Exportación de hierro a Inglaterra e
importación de carbón galés.
- Creación de grandes sociedades: 1902,
Sociedad Anónima de Altos Hornos de Vizcaya. Gozan de grandes
protecciones por parte del Estado.
- Desarrollo de industrias mecánicas y
navales (complementan y absorben la producción de hierro).
- Incremento de producciones.
B) LAS DE BIENES DE CONSUMO. Se
desarrollan las algodoneras y las de alimentación (aceite, vino, harina,
azúcar, etc.) y las conserveras (Galicia más del 50% de España).
C) LAS NUEVAS INDUSTRIAS.
Destacan las industrias químicas, sobre todo de fertilizantes, en Cataluña, la
fabricación de papel, la construcción y la automovilística (Hispano Suiza).
Mención aparte para las industrias relacionadas con la producción de energía y
material eléctrico: a principios de siglo la energía empleada era la hidráulica
o carbonífera, en 1940 será la electricidad y el petróleo (con un 40% del
total). Desarrollo de las industrias de material eléctrico (urbanización,
aparatos eléctricos), y de las relacionadas con el petróleo (refinado,
transporte, venta). Como consecuencias de estos cambios en la producción de
energía tenemos:
- Cambio en la localización industrial por
la facilidad del transporte (de energía y mercancías).
- Se mecanizan más procesos de producción.
- Cambios en las ciudades, casas y modo de
vida (aparatos, iluminación, etc.).
En
resumen, la industria crece, se diversifíca pero sigue siendo débil por:
- Poca demanda: poca población,
industrias y nivel de vida bajo.
- Poca producción de energía.
- Política arancelaria excesivamente
proteccionista. Así las empresas pueden recurrir a acuerdos
para fijar precios, restringir la competencia, y mantener precios de venda más altos.
3. POLÍTICA
ECONÓMICA: NACIONALISMO ECONÓMICO. INTERVENCIONISMO DEL ESTADO
La
política económica del primer tercio de siglo está marcada por el nacionalismo
económico con el objetivo de preservar el mercado interno a la producción
nacional e impulsar la industria.
Los
ingredientes de este nacionalismo económico son:
- Proteccionismo arancelario.
- Aumento del intervencionismo estatal.
- Fomento de la producción nacional.
- Recuperación de empresas en manos
extranjeras.
EL AUMENTO
DEL PROTECCIONISMO
Las medidas proteccionistas más
importante son las leyes arancelarias de 1891, 1906 y 1922 (arancel Cambó). El
arancel de 1891, inspirado por Cánovas, se promulgó en el contexto de la crisis
finisecular, ante la amenaza de la competencia de ultramar. Esa ley se mantiene
por la crisis de finales de siglo y por el inicio de la Primera Guerra Mundial.
La
protección prevista en las leyes era bastante generalizada. En principio era
para defender la agricultura, pero los sectores que acabaron siendo más
beneficiados fueron los industriales y mineros. Además de proteger, los
aranceles trataban de regular las relaciones de España con el exterior
(acuerdos bilaterales, naciones preferentes, etc.). Los aranceles se
completaban con exenciones, privilegios fiscales, subsidios, etc., para
potenciar o beneficiar a la industria.
El presupuesto del Estado era otra
forma de intervención que fue teniendo cada vez más presencia, en la medida en
que aumentaban los ingresos del Estado. Así se potenciarán, por las
subvenciones que garantizaban unos ingresos mínimos, nuevas actividades
(eléctrica, telefónica, aeronáutica, etc.) o actividades muy poco competitivas
y las infraestructuras (carreteras, ferrocarriles, puertos, etc.). Durante la
Dictadura de Primo de Rivera se acentuarán estas acciones.
NACIONALISMO
ECONÓMICO
El
pensamiento económico español del primero tercio del XX se caracteriza por la
defensa del nacionalismo económico. Los puntos centrales son:
- Lucha contra la desnacionalización de
la economía. Explotar la riqueza del país y recuperar la que está en manos extranjeras.
- Considerar el mercado interior como
espacio protegido y autosuficiente. Lleva a la autarquía, esto es, promover en
España la producción de todo tipo de mercancías para importar lo menos posible.
- Defender que el Estado tenga un papel
activo en la organización de la economía nacional. Promulgación de leyes de
protección industrial (leyes de protección industrial, como la ley de 1907 de
Maura que solo admitía artículos españoles en las obras públicas contratados
con el Estado).
HEB9.4.2. Describe la política económica de la dictadura de Primo de
Rivera.
La economía fu una de las preocupaciones
básicas ya que era una parte de la regeneración de España y de la
consolidación de la dictadura. La
Dictadura de Primo de Rivera se benefició de la buena
coyuntura económica de los años 20 y de la “paz social” que tiene, por lo que
sus resultados son buenos; pero en un contexto de excesivo proteccionismo y sin
fomentar la competencia, modernización y aumento de productividad. Los más
beneficiados serán los burgueses industriales, financieros y terratenientes.
Sus acciones fueron encaminadas
en dos direcciones:
-
Intervencionismo
del Estado (Creación del
Consejo de Economía Nacional, 1924).
-
Nacionalismo
económico (arancel
proteccionista de 1924).
En ese sentido se regula todo el
mercado interior y se intenta evitar que sectores básicos de la economía
cayesen en dependencia extranjera. De este modo se fomentó la creación de
monopolios (Telefónica, CAMPSA) fundamentales para el desarrollo de
sectores básicos, se apoyó a las empresas a través de subvenciones y se fomentó
el consumo de productos nacionales frente a los importados.
Además, se puso mucho empeño en
el desarrollo de las obras públicas e infraestructuras (carreteras y
ferrocarril) como motor de la economía, y en la política hidráulica (creación
de las confederaciones hidrográficas en 1926) para obtener energía eléctrica y
extender el regadío.
Potenciaron industrias básicas
como las de producción de cemento, eléctricas, automovilísticas y de uso y
consumo, para recoger las producciones nacionales y abastecer a una población
en crecimiento.
HEB9.4.3. Explica
los factores de la evolución demográfica de España en el primer tercio del
siglo XX.
Uno de
los primeros síntomas de modernización es el crecimiento sostenido de la
población, pasa de 16,6 millones en 1877 a 23,5 en 1930.
Es en este período cuando se inicia la transición
demográfica hacia una demografía moderna. La tasa de mortalidad descendió
del 29 por mil en 1900 al 16 por mil en 1936. Lo mismo sucede con la mortalidad
infantil que pasa del 17,2 por mil al 11 por mil. Del mismo modo se incrementa la
esperanza de vida (de 32 a
50 anos). Las razones de estos descensos son:
-
de carácter higiénico y sanitario (evitar propagaciones,
etc.).
-
de orden económico, más decisivo al alcanzar una mejor
dieta.
La última mortandad
epidémica fue la gripe de 1918 (200.000 muertos).
La tasa de
natalidad, también descendió situándose en 1936 en torno al 25 por mil.
Otro elemento de la transformación es el cambio en
la distribución espacial. Se aceleró notablemente el proceso de urbanización
(éxodo rural) y, por otra parte, se cambia también la distribución sectorial:
del predominio del sector primario, a un auge de la industria y servicios.
Finalmente,
destacar la emigración, tanto la interna como la externa. La emigración
externa española fue:
-
Más tardía que la europea.
-
Más plural en los destinos.
-
Más concentrada regionalmente (Galicia, Asturias y
Canarias).
Las causas eran: los bajos salarios,
malas condiciones de vida y la escasez de tierra para cultivar
(Andalucía y Extremadura disponen de más tierra y por lo tanto menos
emigración).
La emigración
proporcionó: el envío de dinero para España que contribuyó a equilibrar la Balanza de Pagos.
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ALGUNAS CAUSAS DEL ATRASO DE LA INDUSTRIALIZACIÓN EN
ESPAÑA.
Se manejan un
conjunto de factores para intentar explicar el inicio e intensidad del proceso
de industrialización. Estos son: recursos productivos y energéticos, técnica,
transportes (formación de un mercado nacional integrado), capital, demanda e
espíritu de empresa.
Los
recursos productivos, minerales (hierro,
plomo, mercurio...) eran importantes (pero cayeron en manos extranjeras) pero
no así las fuentes de energía (carbón asturiano no excesivamente bueno y mal
comunicado) de las que se fue deficitario.
La
técnica: fue muy escaso el desarrollo científico y técnico. Poco interés en la
educación. Importar todos los avances técnicos.
Transportes,
la llegada del ferrocarril es tardía y con deficiencias (trazado, ancho...) y
también en manos extranjeras.
Capital
escaso. Agricultura y comercio con poco rendimiento. Estado deficitario (pérdida
de las remesas de oro y plata de América (independencia) y continuas guerras, Hacienda
en crisis (pocos ingresos). Banca privada no despega hasta principios del XX.
Demanda.
Poca población (demografía moderna en el XX) y con baja capacidad adquisitiva.
Espíritu
de empresa más para las acciones militares y religiosas que para las
industriales.
A
ellos debemos añadir la tardía revolución burguesa. Hasta la 2ª mitad del XIX se
mantiene una estructura política absolutista y semifeudal. Era necesario llevar
a cabo la desamortización (liberar la tierra), la libertad industrial y la de
comercio-transporte.
Se
intentó en la época de Carlos III, pero el reinado de Carlos IV frenó todo. De
nuevo se impulsa durante las Cortes de Cádiz, pero Fernando VII derogó todas las
disposiciones. Solo cuando el liberalismo político arranca, en la década de
1830, puede iniciarse en España el movimiento industrializador.
Tenemos
también que hacer referencia a dos conjuntos hechos importantes: por un lado, las
guerras, sobre todo a de Independencia, que destruyeron fábricas y tejido industrial.
Por otro, la pérdida de las colonias en América (pérdida de mercados) y no
participar activamente en el imperialismo de finales de siglo XIX (no se estaba
en condiciones, pero no se consiguen mercados, ni materias primas... que podrían
acelerar la industrialización).
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