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sábado, 23 de septiembre de 2017

LA ECONOMÍA EN EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX

LA ECONOMÍA EN EL PRIMER TERCIO DEL XX.
MODERNIZACIÓN Y TRANSFORMACIÓN DE LA BASE INDUSTRIAL


 B9.4. Crecimiento económico y cambios demográficos en el primer tercio del siglo: efectos de la Guerra Mundial en la economía española; intervencionismo estatal de la dictadura; transición a régimen demográfico moderno; movimientos migratorios; trasvase de población de la agricultura a la industria.

 HEB9.4.1. Analiza los efectos de la I Guerra Mundial sobre la economía española.

 HEB9.4.2. Describe la política económica de la dictadura de Primo de Rivera.

 HEB9.4.3. Explica los factores de la evolución demográfica de España en el primer tercio del siglo XX.


  1. INTRODUCCIÓN

Crecimiento, expansión y transformación de la industria española (en todos los sectores), beneficiada por el impulso de la neutralidad durante la Primera Guerra Mundial.
Tendencia proteccionista y después nacionalista (Dictadura de Primo de Rivera) que se mantendrá hasta 1959.

1.         LA AGRICULTURA: ATRASO Y EXPANSIÓN

            La agricultura como consecuencia de la crisis finisecular realizó una serie de transformaciones:
-           Organizó la estructura de las explotaciones agrarias mediante nuevos cultivos, mecanización, etc.
            -           Fue mayor la acción del Estado en la transformación: aranceles y política agraria.
            -           Aumentó, de forma lenta, la identificación entre cultivador y propietario.

            En una parte importante se mantiene el problema del ATRASO AGRARIO, pero también se produce un CRECIMIENTO DE LA PRODUCCIÓN. Este crecimiento viene dado por:
            -           Intensificación en el uso del suelo: aumento de la superficie cultivada, abandono                         del barbecho, aumento de los rendimientos.
            -           Se produce una especialización de la producción: carne, leche, harina, etc.
            -           Aumenta la mecanización, los abonos químicos, selección de simientes y razas, etc.

            La expansión no fue uniforme, destaca:
            -           En la agricultura mediterránea, los cítricos y productos de huerta.
            -           En Andalucía oriental y Alto Ebro, combinación de agricultura de secano y regadío                    y ganadería.
            -           En el resto es menor, en Galicia solo la producción de carne (en el resto sigue el                          problema del minifundismo y redención de foros) y en Asturias la leche.

  1. LA INDUSTRIA

            Durante este primer tercio de siglo podemos establecer las siguientes fases:
a)      Del 98 a la 1º Guerra mundial: cierta recuperación pasados los efectos del desastre colonial.
b)     Del 14 al 22: efectos de la 1º Guerra Mundial: expansión.
c)      21 al 23: estancamiento.
d)     24 al 30: rápido crecimiento.
e)      30 en adelante: efectos de la crisis mundial de 1929 y de la Gran Depresión.
           
            LA MINERÍA

La minería al principio sufrió un proceso de crecimiento que vino ligado a:                                              -           Crecimiento de la demanda internacional.
                        -           Avances en las técnicas de explotación.
                        -           Legislación minera que permitió la concesión de explotaciones a compañías                      extranjeras.

            La mayor parte de la producción se destinaba a la exportación (no hay industrias en España que recojan la producción) y no actúa de arrastre de la economía.
            A partir de 1910 la minería entrará en declive: se frena la demanda internacional (otros yacimientos, otros metales) que lleva a un proceso de vinculación de la minería con la economía interna (que tiene menos demanda), unido a un proceso de nacionalización del sector (reserva del mercado y recuperación de propiedades que estaban en manos extranjeras).

            LOS PROGRESOS DE LA INDUSTRIA

            El primer tercio del siglo XX constituye un claro momento de recuperación económica. Se produce la transición de una sociedad agraria a una industrializada, sentando las bases de la expansión industrial.             También es cuando se forma el capitalismo español con una mezcla de nacionalismo económico (proteccionismo) y aislamiento exterior, que se mantiene hasta finales del franquismo. También se acelera la unión entre el sector industrial y bancario (gran capitalismo).

            En cuanto a las industrias, se mantiene el peso de las tradicionales (siderurgia, textil) pero aparecen otras al compás del desarrollo tecnológico (eléctricas...). Del mismo modo los núcleos industriales más pujantes son los tradicionales (P. Vasco, Cataluña), aunque se inicia una diversificación industrial.
           

            CONSECUENCIAS DEL 98 Y DE LA 1ª GUERRA MUNDIAL

            En la evolución de la industria hay que destacar el papel que jugaron la crisis del 98 y la 1ª G.M.
            Como consecuencia del 98 tenemos:
-           Efecto sobre la industria algodonera catalana, freno a la importación de algodón y reducción de ventas.
-           Repatriación de capitales invertidos en Cuba, punto de arranque de industrias y sociedades (navieras, conserveras).
-           Impulso del sector bancario.



 HEB9.4.1. Analiza los efectos de la I Guerra Mundial sobre la economía española.


La neutralidad fue un negocio para España. Se consolidó un gran salto hacia la industrialización, contando con los capitales repatriados de las colonias tras el desastre de 1898 y con los conseguidos con la venta de alimentos y material a los beligerantes.

Como ya se ha dicho España continuaba siendo un país agrario con cerca de un 70% de la población activa trabajando en el sector primario. Desde principios de siglo había experimentado ciertas mejoras como nuevas roturaciones, la producción de olivo para la exportación, la implantación de nuevos cultivos como la naranja y la remolacha azucarera, y al uso de nuevas técnicas (se generalizó el arado de vertedera, comenzó a emplearse maquinaria y abonos, se desarrollaron los regadíos), lo que produjo un aumento de la producción. Por otra parte, España continuó con una agricultura eminentemente cerealista y tradicional (uso del barbecho) con los bajos rendimientos. Otro problema de la agricultura fue las desigualdades en el reparto de la tierra (latifundismo en el sur y minifundismo en la cornisa cantábrica), lo que provocó conflictividad social.

En el plano industrial, España dejará de ser un mero exportador de minerales para convertirse en un productor de acero y constructor de barcos. La zona industrial por excelencia era Cataluña. Allí, la industria más importante, como la textil, sufría una serie de debilidades (materias primas –algodón- y patentes eran importadas del exterior), a lo que habría que sumar la pérdida de las colonias como mercado y proveedor de materias primas. Esa situación obligó al textil catalán a apoyarse en un alto arancel. Desde ahora, el empuje extraordinario de la siderurgia vasca (en 1902 se funda Altos Hornos de Vizcaya) utilizará el carbón de Asturias. Es también el momento en que nacen las primeras industrias eléctricas (la "Canadiense" de Barcelona) o que producen electricidad (en 1901 se funda Hidroeléctrica Ibérica, luego llamada Iberduero; en 1907 se funda Hidroeléctrica Española, que con la anterior constituye hoy Iberdrola), así como químicas (explosivos, fosfatos) y cementeras. Los principales problemas de la industria española consistieron en su desigual distribución espacial y que las empresas españolas eran en su mayoría de tipo familiar.

La guerra cambió el saldo negativo de la balanza comercial española, gracias a las exportaciones (hierro, carbón, naranjas...) y a los fletes (contratos de transporte para barcos españoles). También aumentó la participación del capital español en la economía nacional y fortaleció a la banca, sobre todo a la vasca. Por poner alguna cifra, tomando como índice 100 lo que se producía en 1900, en 1918 la producción siderúrgica había llegado a 1072 y la de electricidad a 560.

            Pero no todo fueron aspectos positivos: aunque se producía más, los precios subieron más de un 15% porque se conseguían beneficios más altos exportando los productos españoles. Los salarios no subieron tanto, los trabajadores perdían poder adquisitivo, con lo que los conflictos sociales se agravaron aumentando el número de huelgas. Además, gran parte de los beneficios obtenidos por los empresarios no se reinvirtió en la mejora de equipos industriales, con lo que, al acentuarse la competencia con otros países una vez acabada la guerra, la crisis fue peor de lo esperado.


La Gran guerra influye sobre todo en el textil, comercio y banca:
            -           Incremento de exportaciones.
            -           Saldo positivo de la Balanza de Pagos.
            -           Aumento de industrias y sociedades (producir para España ya que no se                               puede).
            -           Se refuerza la orientación nacionalista de la economía española.


 LAS INDUSTRIAS

A) LAS DE BIENES DE EQUIPO. Desarrollo y afianzamiento de la siderurgia vasca, que se impulsa por:
            -           Exportación de hierro a Inglaterra e importación de carbón galés.
            -           Creación de grandes sociedades: 1902, Sociedad Anónima de Altos Hornos de                            Vizcaya. Gozan de grandes protecciones por parte del Estado.
            -           Desarrollo de industrias mecánicas y navales (complementan y absorben la                                  producción de hierro).
            -           Incremento de producciones.

B) LAS DE BIENES DE CONSUMO. Se desarrollan las algodoneras y las de alimentación (aceite, vino, harina, azúcar, etc.) y las conserveras (Galicia más del 50% de España).

C) LAS NUEVAS INDUSTRIAS. Destacan las industrias químicas, sobre todo de fertilizantes, en Cataluña, la fabricación de papel, la construcción y la automovilística (Hispano Suiza). Mención aparte para las industrias relacionadas con la producción de energía y material eléctrico: a principios de siglo la energía empleada era la hidráulica o carbonífera, en 1940 será la electricidad y el petróleo (con un 40% del total). Desarrollo de las industrias de material eléctrico (urbanización, aparatos eléctricos), y de las relacionadas con el petróleo (refinado, transporte, venta). Como consecuencias de estos cambios en la producción de energía tenemos:
              -        Cambio en la localización industrial por la facilidad del transporte (de energía y mercancías).
              -        Se mecanizan más procesos de producción.
              -        Cambios en las ciudades, casas y modo de vida (aparatos, iluminación, etc.).

            En resumen, la industria crece, se diversifíca pero sigue siendo débil por:
            -           Poca demanda: poca población, industrias y nivel de vida bajo.
            -           Poca producción de energía.
            -           Política arancelaria excesivamente proteccionista. Así las empresas pueden recurrir                    a acuerdos para fijar precios, restringir la competencia, y mantener precios de venda                   más altos.

3.         POLÍTICA ECONÓMICA: NACIONALISMO ECONÓMICO. INTERVENCIONISMO DEL ESTADO

            La política económica del primer tercio de siglo está marcada por el nacionalismo económico con el objetivo de preservar el mercado interno a la producción nacional e impulsar la industria.
            Los ingredientes de este nacionalismo económico son:
                        -           Proteccionismo arancelario.
                        -           Aumento del intervencionismo estatal.
                        -           Fomento de la producción nacional.
                        -           Recuperación de empresas en manos extranjeras.

            EL AUMENTO DEL PROTECCIONISMO

            Las medidas proteccionistas más importante son las leyes arancelarias de 1891, 1906 y 1922 (arancel Cambó). El arancel de 1891, inspirado por Cánovas, se promulgó en el contexto de la crisis finisecular, ante la amenaza de la competencia de ultramar. Esa ley se mantiene por la crisis de finales de siglo y por el inicio de la Primera Guerra Mundial.
            La protección prevista en las leyes era bastante generalizada. En principio era para defender la agricultura, pero los sectores que acabaron siendo más beneficiados fueron los industriales y mineros. Además de proteger, los aranceles trataban de regular las relaciones de España con el exterior (acuerdos bilaterales, naciones preferentes, etc.). Los aranceles se completaban con exenciones, privilegios fiscales, subsidios, etc., para potenciar o beneficiar a la industria.
           
            El presupuesto del Estado era otra forma de intervención que fue teniendo cada vez más presencia, en la medida en que aumentaban los ingresos del Estado. Así se potenciarán, por las subvenciones que garantizaban unos ingresos mínimos, nuevas actividades (eléctrica, telefónica, aeronáutica, etc.) o actividades muy poco competitivas y las infraestructuras (carreteras, ferrocarriles, puertos, etc.). Durante la Dictadura de Primo de Rivera se acentuarán estas acciones.

            NACIONALISMO ECONÓMICO

            El pensamiento económico español del primero tercio del XX se caracteriza por la defensa del nacionalismo económico. Los puntos centrales son:
            -           Lucha contra la desnacionalización de la economía. Explotar la riqueza del país y recuperar la que está en manos extranjeras.
            -           Considerar el mercado interior como espacio protegido y autosuficiente. Lleva a la autarquía, esto es, promover en España la producción de todo tipo de mercancías para importar lo menos posible.
            -           Defender que el Estado tenga un papel activo en la organización de la economía nacional. Promulgación de leyes de protección industrial (leyes de protección industrial, como la ley de 1907 de Maura que solo admitía artículos españoles en las obras públicas contratados con el Estado).


 HEB9.4.2. Describe la política económica de la dictadura de Primo de Rivera.

La economía fu una de las preocupaciones básicas ya que era una parte de la regeneración de España y de la consolidación de la dictadura. La Dictadura de Primo de Rivera se benefició de la buena coyuntura económica de los años 20 y de la “paz social” que tiene, por lo que sus resultados son buenos; pero en un contexto de excesivo proteccionismo y sin fomentar la competencia, modernización y aumento de productividad. Los más beneficiados serán los burgueses industriales, financieros y terratenientes.
           
Sus acciones fueron encaminadas en dos direcciones:
-          Intervencionismo del Estado (Creación del Consejo de Economía Nacional, 1924).
-          Nacionalismo económico (arancel proteccionista de 1924).

En ese sentido se regula todo el mercado interior y se intenta evitar que sectores básicos de la economía cayesen en dependencia extranjera. De este modo se fomentó la creación de monopolios (Telefónica, CAMPSA) fundamentales para el desarrollo de sectores básicos, se apoyó a las empresas a través de subvenciones y se fomentó el consumo de productos nacionales frente a los importados.

Además, se puso mucho empeño en el desarrollo de las obras públicas e infraestructuras (carreteras y ferrocarril) como motor de la economía, y en la política hidráulica (creación de las confederaciones hidrográficas en 1926) para obtener energía eléctrica y extender el regadío.
Potenciaron industrias básicas como las de producción de cemento, eléctricas, automovilísticas y de uso y consumo, para recoger las producciones nacionales y abastecer a una población en crecimiento.



 HEB9.4.3. Explica los factores de la evolución demográfica de España en el primer tercio del siglo XX.

LA EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA

Uno de los primeros síntomas de modernización es el crecimiento sostenido de la población, pasa de 16,6 millones en 1877 a 23,5 en 1930.
Es en este período cuando se inicia la transición demográfica hacia una demografía moderna. La tasa de mortalidad descendió del 29 por mil en 1900 al 16 por mil en 1936. Lo mismo sucede con la mortalidad infantil que pasa del 17,2 por mil al 11 por mil. Del mismo modo se incrementa la esperanza de vida (de 32 a 50 anos). Las razones de estos descensos son:
-          de carácter higiénico y sanitario (evitar propagaciones, etc.).
-          de orden económico, más decisivo al alcanzar una mejor dieta.
La última mortandad epidémica fue la gripe de 1918 (200.000 muertos).
La tasa de natalidad, también descendió situándose en 1936 en torno al 25 por mil.

Otro elemento de la transformación es el cambio en la distribución espacial. Se aceleró notablemente el proceso de urbanización (éxodo rural) y, por otra parte, se cambia también la distribución sectorial: del predominio del sector primario, a un auge de la industria y servicios.

Finalmente, destacar la emigración, tanto la interna como la externa. La emigración externa española fue:
-          Más tardía que la europea.
-          Más plural en los destinos.
-          Más concentrada regionalmente (Galicia, Asturias y Canarias).
Las causas eran: los bajos salarios, malas condiciones de vida y la escasez de tierra para cultivar (Andalucía y Extremadura disponen de más tierra y por lo tanto menos emigración).
      La emigración proporcionó: el envío de dinero para España que contribuyó a equilibrar la Balanza de Pagos.

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ALGUNAS CAUSAS DEL ATRASO DE LA INDUSTRIALIZACIÓN EN ESPAÑA.
Se manejan un conjunto de factores para intentar explicar el inicio e intensidad del proceso de industrialización. Estos son: recursos productivos y energéticos, técnica, transportes (formación de un mercado nacional integrado), capital, demanda e espíritu de empresa.
            Los recursos productivos, minerales  (hierro, plomo, mercurio...) eran importantes (pero cayeron en manos extranjeras) pero no así las fuentes de energía (carbón asturiano no excesivamente bueno y mal comunicado) de las que se fue deficitario.
            La técnica: fue muy escaso el desarrollo científico y técnico. Poco interés en la educación. Importar todos los avances técnicos.
            Transportes, la llegada del ferrocarril es tardía y con deficiencias (trazado, ancho...) y también en manos extranjeras.
            Capital escaso. Agricultura y comercio con poco rendimiento. Estado deficitario (pérdida de las remesas de oro y plata de América (independencia) y continuas guerras, Hacienda en crisis (pocos ingresos). Banca privada no despega hasta principios del XX.
            Demanda. Poca población (demografía moderna en el XX) y con baja capacidad adquisitiva.
            Espíritu de empresa más para las acciones militares y religiosas que para las industriales.

            A ellos debemos añadir la tardía revolución burguesa. Hasta la 2ª mitad del XIX se mantiene una estructura política absolutista y semifeudal. Era necesario llevar a cabo la desamortización (liberar la tierra), la libertad industrial y la de comercio-transporte.
            Se intentó en la época de Carlos III, pero el reinado de Carlos IV frenó todo. De nuevo se impulsa durante las Cortes de Cádiz, pero Fernando VII derogó todas las disposiciones. Solo cuando el liberalismo político arranca, en la década de 1830, puede iniciarse en España el movimiento industrializador.
            Tenemos también que hacer referencia a dos conjuntos hechos importantes: por un lado, las guerras, sobre todo a de Independencia, que destruyeron fábricas y tejido industrial. Por otro, la pérdida de las colonias en América (pérdida de mercados) y no participar activamente en el imperialismo de finales de siglo XIX (no se estaba en condiciones, pero no se consiguen mercados, ni materias primas... que podrían acelerar la industrialización). 



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