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miércoles, 21 de septiembre de 2011

PROPUESTA DE SOLUCIÓN DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA


SOLUCIÓN MODELO PRIMO DE RIVERA

            A partir de 1917, la situación de la Restauración es de completa descomposición: problemas económicos, fuerte conflictividad social (pistolerismo, huelgas, manifestaciones), aumento de la presión nacionalista, gobiernos inestables que se mantienen en el poder por la manipulación electoral o con las Cortes cerradas, etc. En ese contexto se produjo el desastre de Annual, que llevó a la Resturación a su punto final: o se democratizaba o aparecía un “cirujano de hierro” (del que hablaba Joaquín Costa) para cortar los males del país.
            Durante 1923 se concluye el informe Picasso para esclarecer las responsabilidades del desastre de Annual. En el se ponían de manifiesto las negligencias del gobierno, la ineficacia de los militares y, también, la intervención del rey alentando a los militares para imponerse al poder civil. En ese contexto, ni los militares ni la oligarquía podía aceptar las consecuencias del informe ni tampoco podía aceptar el camino de la democratización del que hablaba el jefe de gobierno, el liberal, García Prieto. La idea de un golpe militar está en el ambiente. Durante el verano de 1923 se están preparando dos: uno en Madrid, para introducir más militares en el gobierno y que pare los ataques a los militares y otro, en Barcelona, que dirige Primo de Rivera y que quiere cambiar el sistema político y solucionar los problemas que afectan a los militares. Así, el 13 de septiembre de 1923 se hace público el Manifiesto de Primo de Rivera (doc. 1). En ese documento hace alusión a las causas que motivan a los militares a tomar el poder. Primo de Rivera habla del desprestigio de los políticos (liberar de los profesionales de la política, lín. 2-3) que han sumido a España en una crisis que arranca desde la pérdida de Cuba en 1898; de los problemas separatistas, de las huelgas constantes, de los problemas económicos, de la indisciplina militar, del problema de África, del desorden público (pistolerismo), etc. Por esas razones los militares toman el poder y se forma un Directorio Militar con carácter transitorio (doc. 1, lín. 6).
Casi nadie se opone al golpe, la opinión publica y políticos se mostraron favorables y el rey Alfonso XIII lo llamó el día 14 para formar gobierno.
 Debemos decir que la formación de un gobierno dictatorial no es un hecho aislado de España sino que también se produce en otros países de Europa, por las dificultades económicas, los problemas sociales y el auge del comunismo y del nacionalismo.

El día 14 de septiembre de 1923 Primo de Rivera formó un Directorio Militar, formado por 8 generales y un almirante, que aunque nacía con carácter provisional (doc. 1, lín. 6-7) intentara institucionalizarse.  Primo de R. presentó como un regeneracionista (cirujano de hierro), justificó su acción con el objetivo de regenerar la vida política española y dar solución a los males. Buscó el apoyo del pueblo mostrando interés por los problemas cotidianos. Fue un régimen autoritario, populista, paternalista y optimista.

Tal como decía en el Manifiesto inaugural iba a intentar atacar los principales males que aquejaban al país, así las principales acciones del Directorio Militar serán:

1ª Los intentos de regeneración de la vida política. Para intentar regenerar  combate el caciquismo. Con tal objeto suspendió la Constitución de 1876, disolvió las Cortes y ayuntamientos y elaboró un Estatuto Municipal (1924) y otro Provincial (1925). Se les dabas más autonomía (descentralización) y se mezclaba la representación corporativa con la elección popular[1]. También fueron creados los delegados gobernativos, en cada cabeza de partido judicial, para regenerar la vida pública y desarrollar la economía. El resultado fue la sustitución de unos caciques por otros, pero no se soluciona el caciquismo.

            Para solucionar los problemas de orden público, sobre todo en Cataluña, se mantuvo la declaración de estado de guerra (hasta 1925) y se llevó a cabo una fuerte represión sobre las organizaciones obreras. Para colaborar en el mantenimiento del orden público se organizó en toda España el Somatén[2], paisanos armados colaborando con los mandos militares. El número de huelgas y atentados bajó espectacularmente. A CNT tuvo que pasar a la clandestinidad e se radicalizó.

            En cuanto al problema del separatismo y a la defensa de la unidad de España, intentó potenciar un nacionalismo de Estado que defendiera la unidad de la patria (en ese sentido la creación de un partido gubernamental, la Unión Patriótica, que pretendía proporcionarle apoyo social a la Dictadura). Estas acciones  que chocaron con los nacionalistas: en un primer momento la Lliga apoyó al régimen, pero la disolución de las diputaciones y la supresión de la Mancomunidad de Cataluña, en 1925, los llevó al enfrentamiento. Además, se llevó a cabo una política restrictiva sobre el empleo de las lenguas y símbolos nacionales que molestó mucho a los nacionalismos.

            El  problema de Marruecos era otro de los temas que había que solucionar. En lo referente a las responsabilidades del desastre de Annual: se celebró un juicio contra los acusados que acabó en amnistía. La segunda parte era continuar o no en Marruecos; se adoptó la posición de mantener el Protectorado (por la presión de los militares). Primo de Rivera se nombró Alto Comisionado de Marruecos, en 1924, y potenció las acciones militares. Se llevó a cabo el desembarco de Alhucemas (1925), y Abd-el-Krim se entregó a los franceses rematando la guerra en 1927. Con estas acciones el prestigio del dictador aumentaba.

            La realización de estas medidas  permiten alcanzar a Primo de Rivera un mayor prestigio y apuntalar el régimen. Así, a finales de 1925, está en condiciones de dar un cambio y pasar del Directorio Militar a uno Civil, dando entrada a civiles en el nuevo gobierno (doc. 2). La intención de Primo de Rivera era la de  institucionalizar el régimen. El nuevo régimen  se basaba en un gobierno y leyes fuertes, en el orden social, en la representación corporativa (representación no por individuos sino por “cuerpos intermedios”) y en el espíritu cristiano. Este nuevo modelo se intentó plasmar a través de:
-          La creación de un partido único, la Unión Patriótica, creada en Valladolid en 1924, con la intención de darle apoyo popular y para seleccionar a la gente para la administración y altos puestos del Estado. Pero no logró consolidarse como partido de masas. Formaron parte los políticos conservadores, católicos, funcionarios, ricos propietarios y miembros de la burguesía. Le permite la renovación de la élite política: frente a los intereses de los partidos una política gestionada por militares o técnicos.
-          La constitución de una Asamblea Nacional Consultiva (como un pseudoparlamento), cámara corporativa formada por representantes de instituciones locales y de la administración central, de la Unión Patriótica, etc. La principal función era elaborar las leyes constituyentes por las que se debía regir el nuevo sistema político y nombrar a los miembros de las instituciones. Después era de carácter consultivo. Llegó a presentar en  1929 un proyecto de Constitución que fue retirado por la falta de apoyo y la crecente oposición al dictador.
-          La organización Corporativa del Trabajo. Implantada a partir de 1926. Para regular las relaciones entre trabajadores y patronos, restaurar el orden en el trabajo y aumentar la producción. Se creaban comités paritarios por oficios e corporaciones integrados por obreros y patronos, con un presidente nombrado por el gobierno. Regulaba salarios y conflictos. Permite paz social y consolidación del régimen.

Una de las grandes acciones de la Dictadura fue la preocupación por desarrollar la economía, ya que era una parte de la regeneración de España y de la consolidación de la dictadura. Además la Dictadura de Primo de Rivera se benefició de la buena coyuntura económica de los años 20 y de la “paz social” que tiene; pero en un contexto de excesivo proteccionismo y sin fomentar la competencia, modernización y aumento de productividad. Los más beneficiados serán los burgueses industriales, financieros y terratenientes
     Sus acciones fueron encaminadas en dos direcciones, como nos señala José Calvo Sotelo en el doc. 3
-          Intervencionismo del Estado (Creación de un Consejo de Economía Nacional, 1924). Que abarcaba la agricultura, industria y comercio (doc. 3, lín2-3), es decir todas las actividades económicas, y el
-          Nacionalismo económico (arancel proteccionista de 1924). (doc. 3 lín. 4)

Para llevar a cabo lo anterior se regulaba todo el mercado interior y se intentaba evitar que sectores básicos de la economía cayesen en dependencia extranjera. De este modo se fomentó la creación de monopolios (Telefónica, CAMPSA) fundamentales para el desarrollo de sectores básicos, se apoyó a las empresas a través de subvenciones y se fomentó el consumo de productos nacionales frente a los importados.

Además, se puso empeño en el desarrollo de las obras públicas e infraestructuras (carreteras y ferrocarril) como motor de la economía, y en la política hidráulica (creación de las confederaciones hidrográficas en 1926) para obtener energía eléctrica.
Potenciaron industrias básicas como las de producción de cemento, eléctricas, automovilísticas  y de uso e consumo, para recoger las producciones nacionales y abastecer a una población en crecimiento.
            De este modo el crecimiento económico fue muy grande, como vemos reflejado en la tabla puesta en el doc.4. Vemos como el índice de producción minera e industrial pasa a situarse en 144 en el año 1930, y como las producciones de energía eléctrica, cemento y acero  crecen de modo espectacular.
Este crecimiento, como ya dijimos es obra de las medidas de Primo de Rivera y del buen contexto de la economía mundial, y también de la paz social que tiene gracias a la puesta en práctica de una política social (modelo fascista italiano) que tenía por fin evitar la conflictividad obrera y conseguir la pacificación social para un mayor crecimiento económico.
Pese a estas buenas acciones en la economía, la política de Primo de Rivera fue, progresivamente, acumulando la oposición de todos: de los viejos partidos del turno, del nacionalismo catalán, del republicanismo, de los intelectuales, de los universitarios, de los anarquistas (los más radicales formarán en 1927 la FAI (Federación Anarquista Ibérica), partidarios de la insurrección popular; del PSOE, incluso de los propios militares (…”roto o exército…”, prepararan un golpe, la Sanjuanda). Todos en contra ya que, como señala Ángel Osorio en el doc. 5 no se habían atacados los males, las “fuerzas nocivas” seguían intactas. Por ese motivo, al empeorar la situación económica (…”rota a Fecenda, coa moeda derrubada”, doc. 5),  y no contando con apoyo, Primo de Rivera presentó su dimisión el 29 de enero de 1930.
En sustitución de Primo de Rivera es nombrado el general Dámaso Berenguer, que protagoniza la llamada “dictablanda”, que pretendió volver al régimen de la Restauración como si no pasara nada. Fue el llamada “error Berenguer” por Ortega y Gasset.
            En ese contexto la oposición aumenta. En agosto de 1930, republicanos, catalanistas y PSOE firmaron el Pacto de San Sebastián constituyendo un comité revolucionario que se convertiría en gobierno provisional de la futura República. También acordaron: derrocar la monarquía y establecer la república, convocar elecciones, reconocer autonomías, garantizar liberdatad política y religiosa, etc. Después se suceden intentos de proclamar la República, pero sin éxito (12 de diciembre de 1930 en Jaca, los capitanes Fermín Galán y García Hernández, detenidos y fusilados; el 15-12-30 en el aeródromo de Cuatro Vientos, Queipo de Llano, Ramón Franco e Ignacio Hidalgo).
 En febrero de 1931 el almirante Juan Bautista Aznar sustituye a Berenguer. Convocó primero elecciones municipales (esperando no tener un resultado muy desfavorable para la monarquía) para el 12 de abril de 1931. Estas elecciones se convirtieron en un plebiscito a favor o en contra de la Monarquía. Los resultados se conocen el 14, obteniendo las candidaturas republicanas la victoria en las grandes ciudades (las monárquicas en el medio rural) y proclamándose la  II República. Alfonso XIII abandonaba España.  


                       


[1]              Reducción a 23 años para votar, concesión del derecho de voto restringido a las mujeres. Cargos de elección popular y corporativa.
[2]              Formación oriunda de Cataluña que pretendía el mantenimiento del orden público y la defensa de la propiedad privada.

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