COMPOSICIÓN 16. EL
ESTABLECEMIENTO DE LA II REPÚBLICA (FUERZAS POLÍTICAS Y CONSTITUCIÓN DE 1931).
Orientaciones del grupo
de trabajo: Sempre tendo en conta a
información subministrada polos documentos, o alumnado deberá explicar o
proceso político que levou á implantación da II República e referirse ao
contexto socioeconómico no que esta se establece; afondará nas distintas
forzas políticas que se configuran neste período tanto a favor como en contra
da fórmula republicana, analizando os seus principais trazos ideolóxicos
e apoios, e comentará as principais características da Constitución de
1931.
Durante 1929 el Directorio Civil
vio complicada su situación por el aumento
de la oposición (anaquistas, comunistas, nacionalistas, republicanos,
militares, intelectuales…) y el empeoramiento de la economía. En enero de
1930 Primo de Rivera consultó entre los militares el apoyo con el que contaba y
el resultado lo llevó a la dimisión el 29 de enero. Había perdido el apoyo de
la derecha (ni militares ni monárquicos lo respaldaban) y la depreciación de la
peseta le restaba el apoyo de la burguesía.
El general Dámaso Berenguer es nombrado en sustitución de Primo de Rivera. La intención era el regreso al sistema de
la Restauración. La “dictablanda” de Berenguer se preocupó más de mantener el
orden que en convocar elecciones, lo que hizo que se acelerase la preparación
del camino de la República. Pensaban que podían volver al régimen de la Restauración como si no pasara nada
(“error Berenguer” de Ortega y Gasset, es decir que el error no es solo que
Berenguer quiera actuar como si no pasara nada, sino que el error es que el rey
nombrara a Berenguer con esa intención).
En agosto de 1930, republicanos,
catalanistas de izquierda y PSOE firmaron el Pacto de San Sebastián por el
que se comprometían a darle una alternativa a la Monarquía, constituyendo un comité revolucionario que
se convertiría en gobierno provisional de la futura República. Acordaron:
derrocar la monarquía y establecer la república, convocar elecciones, reconocer
autonomías, garantizar libertad política y religiosa, etc. Desde ese momento se aceleran los movimientos en favor de la
república e incluso se suceden los intentos de proclamar la República, pero
sin éxito (12 de diciembre de 1930 en Jaca, los capitanes Fermín Galán y García
Hernández detenidos y fusilados; el 15-12-30 en el aeródromo de Cuatro Vientos,
Queipo de Llano, Ramón Franco e Ignacio Hidalgo). Dámaso Berenguer intenta
plantear unas elecciones, pero los viejos partidos se niegan a colaborar.
En febrero de 1931 el almirante Juan Bautista Aznar sustituye a Berenguer. Convoca unas elecciones municipales (esperando
no tener un resultado muy desfavorable para la monarquía) para el 12 de abril de 1931. Se convirtieron
en un plebiscito a favor o en contra de la Monarquía. Los resultados se conocen
el 14, obteniendo las candidaturas republicanas la victoria en
las grandes ciudades lo que tenía un mayor significado que el voto rural
dominado por el caciquismo (donde las candidaturas monárquicas ganan) y proclamándose la II República. Pero la
razón principal estaba en la crisis política de la Dictadura de Primo de
Rivera.
Entre las causas de la
proclamación podemos señalar: el desprestigio de la monarquía de Alfonso
XIII, que se alejó completamente de los problemas del país para apoyarse en
los militares durante la dictadura de Primo de Rivera, que no dieron
solución a ninguno de los problemas que había. (“error Berenguer” del que
habla Ortega y Gasset: el rey con la suspensión de la Constitución de 1876 al
establecerse la dictadura de Primo de Rivera se legitimaba con el golpe de
Estado que había aceptado; ahora, caída la dictadura no podía pensar el Rey en
sobrevivir a la dictadura como si no hubiera pasado nada).
Al mismo tiempo, los políticos de los
partidos dinásticos tampoco se adaptaron a los nuevos tiempos y pensaban en
mantener el caciquismo y el fraude electoral, para perpetuar el turno y
resolver sus crisis más que en conseguir el apoyo popular y atender las
demandas de una sociedad cada vez más libre.
A su vez, los partidos de oposición al
sistema, republicanos, nacionalistas, socialistas, fueron pasando del
reformismo dentro de la Constitución de 1876 al rupturismo republicano; firmarán
el Pacto de San Sebastián para derrocar la monarquía y proclamar la república.
También la situación económica
jugó en contra de la monarquía: la incidencia de la crisis del 29 se vio
también como otro de los elementos de desprestigio general del sistema e hizo
que las clases medias pasaran a dar su respaldo a los partidos de fuera del
turno en las ciudades que se unió al de los obreros y estudiantes.
Finalmente, la modernización general de la
sociedad y el desarrollo de corrientes intelectuales a favor de la república
dejaron a la monarquía sin apoyos y reforzaron las tesis republicanas.
Desde la madrugada del día 14, en
distintas localidades de España se empieza a proclamar la República (Eibar). En
Madrid, en la tarde del 14 de abril de 1931, el gobierno del almirante Aznar no
se opone a que los integrantes comité revolucionario de los firmantes del Pacto
de San Sebastián, formen un Gobierno Provisional con los líderes de los
principales partidos (PSOE, Derecha Liberal Republicana, Acción Republicana,
Partido Republicano Radical Socialista, Partido Republicano Radical, entre los
miembros se encuentran: Álvaro Albornoz, Niceto Alcalá-Zamora, Miguel Maura,
Francisco Largo Caballero, Fernando de los Ríos, Alejandro Lerroux, etc.), a
excepción de los monárquicos, nacionalistas vascos, comunistas y anarquistas.
Era un gobierno de concentración presidido por Niceto Alcalá Zamora que
reflejaba los acuerdos del Pacto de San Sebastián. En el resto de las
instituciones también tomaron el poder los republicanos.
A esa misma hora el rey se
despedía de los nobles y grandes de España que habían acudido al Palacio de
Oriente y abandonaba Madrid en coche en dirección a Cartagena, donde hacia las
cuatro de la madrugada embarcaba en el crucero Príncipe de Asturias rumbo a
Marsella. El día 17 de abril será publicado en el diario ABC de Madrid en texto
de despedida del Rey (Doc. del modelo de examen).
Para llevar a cabo la
construcción del régimen el Gobierno acometió dos acciones:
- Adopción
de medidas de carácter reformista que intentan plasmar el programa pactado. Se
empiezan desde los distintos ministerios las grandes reformas de la República:
militar, agraria, religiosa, etc.
- Convocatoria
de elecciones a Cortes Constituyentes, 28-6-31.
La República contará con varios
factores y elementos que harán que todos los problemas se radicalicen.
A) La gran depresión y el ascenso del fascismo y del comunismo.
B) Los graves problemas económicos de la República: la falta dinero para
llevar a cabo las reformas es uno de los problemas que tienen más incidencia en
el desarrollo de la 2ª República. Esta situación en un contexto depresivo como
consecuencia de la crisis del 29. La economía española, aunque estaba
fuertemente protegida era dependiente de los países desarrollados, la crisis
internacional tuvo al menos tres consecuencias: 1. La contracción del comercio
exterior, las exportaciones disminuyeron en volumen debido a las medidas
proteccionistas adoptadas ante la crisis por los clientes tradicionales, y en
valor, por el hundimiento de los precios de los mercados internacionales. 2. El
colapso de las inversiones extranjeras en España. Un factor importante, además
de la crisis internacional, fue también la incertidumbre provocada por el
desarrollo de los acontecimientos en el interior del país. 3. La modificación
de los flujos migratorios entre España y el exterior. La tradicional emigración
de España a Francia y, sobre todo, a América se interrumpió ante la crisis de
estos países de destino; pero además aumentaron los retornos, lo que supuso un
considerable incremento del desempleo en España.
Por
otra parte, la política económica de los distintos gobiernos pasó siempre
por grandes dificultades debido al interés en mantener el equilibrio
presupuestario. Esto llevó a una disminución del gasto público que tuvo una
repercusión negativa sobre el sector de bienes de equipo e industria de base,
que constantemente redujo su producción. Por otra parte, el aumento de salarios
hizo disminuir los beneficios de los empresarios, ya que no se produjo un
aumento de productividad; así las inversiones privadas también bajaron. El
único sector en el que se aprecia un mantenimiento es en el de bienes de
consumo, por el aumento del poder adquisitivo de los trabajadores.
C) Una sociedad dividida y enfrentada,
tanto en el mundo rural como en el urbano. Diferencias muy fuertes de riqueza.
Lucha de clases. Todos adoptan posiciones intransigentes.
D) los graves conflictos que
radicalizan las posiciones: Conflictos sociales (ocupación de tierras), huelgas
y anticlericalismo (los días 11 y 12 de mayo de 1931 son incendiados conventos
y edificios religiosos en varias ciudades de España; se mantendrá durante toda
la República). La animadversión de los empresarios. Reducen inversiones lo que
aumenta el paro. La oposición de la jerarquía católica: Oposición del arzobispo
de Toledo, cardenal Segura, expulsado de España (evasión de bienes), (aunque
las relaciones con el Vaticano que se mantienen).
E) la fuerte fragmentación
política: unas en apoyo y otras en contra de la República: (en el doc. Del
examen hay una lista con nombres de los diputados elegidos de las elecciones de
junio)
Fuerzas
de apoyo: Desde las clases trabajadoras hasta ciertos sectores
de la burguesía, todas las fuerzas que apoyaban la república tenían en común el
rechazo al corrupto sistema de la monarquía y sus deseos de transformar el
país. Dentro de estas destacamos los partidos y sindicatos obreros (PSOE y PCE;
CNT y UGT). Resaltamos también a los partidos de izquierda burguesa,
constituidos por las clases medias con deseos renovadores (Izquierda
Republicana, etc.). Los partidos nacionalistas también apoyaron a la República
por la orientación autonomista de la Constitución de 1931 (Esquerra Republicana
y la Lliga; PNV).
Son los partidos republicanos,
defensores de la república como forma del Estado, impulsan las distintas
reformas en distintos grados, defensores del laicismo y separación Iglesia y
Estado. Integrados por la pequeña burguesía, clases medias urbanas y muchos
intelectuales. Entre los partidos destacan:
Derecha liberal republicana de Alcalá Zamora, el P. Republicano radical
de A. Lerroux, Acción Republicana de Azaña, el Partido Republicano Radical
Socialista de Marcelino Domingo, la Organización Republicana Galega Autónoma
(ORGA) de Casares Quiroga y Esquerra Republicana de Catalunya de Francesc Maciá
y Lluis Companys. También se encuentran a su derecha: Lliga Catalana y Partido
Nacionalista Vasco. Y as u Izquierda están: Partido Socialista Obrero Español
(Julián Besteiro, Indalecio Prieto, Francisco Largo Caballero, la Unión General
de Trabajadores, el Partido Comunista de España (Dolores Ibárruri, Pasionaria).
Apoyados por obreros industriales y jornaleros agrícolas y que defienden: los
intereses de los trabajadores industriales y jornaleros agrícolas, la abolición
de la propiedad privada y de las diferencias de clase.
Una mención aparte merecen los Anarquistas: Federación Anarquista
Ibérica. Confederación Nacional del Trabajo. Tras un inicial apoyo a la
república, pronto van a declarar a la república como cualquier otra forma de
Estado, enemiga de la clase obrera. Y como consideraban que las reformas de la
república eran demasiado lentas, la FAI y la CNT van a impulsar la iniciativa
obrera y campesina al margen del Estado. Encabezados por personas como Ángel
Pestaña o Juan Peiró, que prestaban un cierto apoyo a la República. Este sector
defendía la revolución social, aunque consideraban necesario pasar por una fase
preparatoria previa. Por otro lado, estaban los más radicales, organizados a
través de la FAI y liderados por personas como Buenaventura Durruti, Juan
García Oliver y Francisco Ascaso. Durante el período republicano fomentaron las
huelgas, la insurrección campesina y la creación de comunas libertarias. Esto
provocará inestabilidad y dificultará enormemente a la república.
Fuerzas
de oposición: Constituida por republicanos conservadores, clases medias
recelosas de cambios sustanciales y gente de “orden” ligadas a las fuerzas
tradicionales dominantes. Pequeños y medianos propietarios agrarios. Burgueses
urbanos. Tienen una visión cristiana de la vida. Defensa de los derechos
de la Iglesia, la propiedad privada y el orden. Rechazo a la Reforma Agraria.
Entre los partidos de derechas destaca la CEDA, que a pesar de no ver la
República con buenos ojos participó activamente en su vida política, incluso
llegando a gobernar en el bienio conservador (1934 – 1936). Más contrarios a la
república fueron los monárquicos y la ultraderecha: Juntas de Ofensiva Nacional
Sindicalista, la Falange Española. José A. Primo de Rivera (unidas como FE y de
las JONS). Los monárquicos: Comunión Tradicionalista (Carlistas) y Renovación
Española. Calvo Sotelo. Tenían el apoyo de: Oligarquía terrateniente y alta
burguesía financiera e industrial. No aceptaron la legalidad republicana. Eran
antimarxistas. Defienden: unidad patria, orden y catolicismo.
La
iglesia y el ejército. El ejército se dividió entre partidarios y enemigos de
la República. Se produjo la sublevación del general Sanjurjo. A la iglesia le
preocupaba la política laicista de la república. Siempre muy crítica.
El Gobierno Provisional, al mismo
tiempo que intenta empezar a tomar las medidas reformistas, convocó elecciones
a Cortes Constituyentes para el 28 de junio, modificando la Ley electoral de
Maura de 1907 (en lo referente a las condiciones de candidato que se suavizan,
pueden presentarse mujeres y se rebaja de 25 a 23 años; la circunscripción
electoral que pasa a ser la provincia y, se establecen listas abiertas[1]).
Los
resultados dieron la victoria a la conjunción republicano-socialista (PSOE,
114; P. Radical, 89; P. Radical Socialista, 61; Esquerra Republicana, 36;
Acción Republicana, 30). Los partidos conservadores o antisistema estaban poco
representados. Los partidos de derechas y monárquicos no llegan a los 150 (del
total de 470 diputados de las Cortes); se presentaron en candidaturas separadas
y la campaña fue pobre y muy influidos por los resultados de abril. Pero en la realidad no todos defendían a la
República. (doc. Del examen número 2).
Las Cortes se abren el 14 de julio y
nombraron una Comisión Constitucional, presidida por Jiménez de Asúa, que
elabora el proyecto de Constitución que será aprobado el 9 de diciembre de
1931. Entre los aspectos principales de la nueva Constitución tenemos: (doc.
Número 3).
El
Estado se define de un modo novedoso como “una República de trabajadores”. Es una definición que tiene
influencias de las constituciones de izquierdas, sobre todo de la URSS, con la
intención de distanciarse de las repúblicas burguesas. Por otro lado, emplea la
expresión “Estado integral” para
aludir a un estado entero (único), con “límites irreductibles” (art.8) pero
integrado por autonomías o regiones con autogobierno, ya que se reconoce el
derecho a la autonomía. Finalmente, no
se emplea la alusión a la soberanía nacional, aunque se entiende que los
poderes emanan del pueblo y sería una soberanía popular, para no chocar con la
reivindicación nacional de las autonomías, sobre todo con Cataluña que tenía ya
reconocido un autogobierno[2].
Declaración de Derechos: muy amplia,
en cuanto a: individuales (reunión, asociación, expresión, desempleo…),
políticos, económicos, relativos a la familia, educación (se reconoce el
derecho a una educación primaria gratuita y laica) y cultura. También tiene una
fuerte influencia socialista: se defiende la propiedad privada, pero se
prioriza el interés del Estado sobre lo individual y aparece el derecho a las expropiaciones,
nacionalizaciones y socialización de ciertos sectores de la producción y
servicios mediante indemnización por causa de interés público. Se aprueba el sufragio
universal masculino y femenino (debates muy fuertes entre Clara Campoamor y
Victoria Kent), (más de 23 años) y se reconoce el matrimonio civil y divorcio
(separación Iglesia-Estado).
División de poderes: Rígida
separación. Idea de desconfianzas entre poderes.
Poder legislativo (privilegiado), reside en una única Cámara
(mandato de 4 años); tiene las
funciones: legislativa, de aprobar el presupuesto y controlar al presidente de
la República y al gobierno. Tiene reunión automática para no depender de
otro poder.
Poder ejecutivo. Dividido
entre:
Presidente de la
República (6 años de mandato). Elegido entre diputados y compromisarios, así
equilibrio entre las Cortes y el pueblo. Nombra al Presidente del Gobierno (que
tendrá que tener la confianza de las Cortes, sino cesa). Promulga las leyes y
puede vetarlas. Convoca Cortes extraordinarias y las disuelve (dos veces en la
legislatura; las Cortes pueden examinar su legalidad, en el caso de ser injusta
la disolución pueden votar su destitución, como sucederá en 1936).
Consejo de Ministros/Presidente del
Gobierno: Tiene las funciones ejecutivas propias del gobierno y tiene
iniciativa legislativa.
Poder judicial: en manos de
jueces. Se garantizaba la independencia (a través de la carrera judicial)
y se establece una vía de control de la constitucionalidad de las leyes a
través del Tribunal de Garantías Constitucionales (para evitar los abusos la
ley tiene que someterse a la ley). Se crea el Jurado como forma de
participación popular.
Organización
territorial. Se organiza como un “Estado integral” compatible con la
autonomía de municipios y Regiones. Abrió la posibilidad de elaborar
estatutos de autonomía.
Separación Iglesia-Estado. Idea de crear un estado
laico. España no tiene religión oficial (art. 3). En otros artículos (Arts.
26-27) se aprueba la libertad de cultos, matrimonio civil, divorcio. Se prohíbe
la enseñanza (también el comercio e industria) a las congregaciones religiosas.
Se suprime la Compañía de Jesús (disolución de órdenes religiosas de “obediencia
a autoridad distinta de la legítima del estado”. Carecerán de todo benéfico del
Estado. Discurso de Azaña: “...España ha dejado de ser católica...”. Para algún
sector no solo se separaba, sino que también se atacaba a la Iglesia.
Aprobada
la Constitución se produce una remodelación en el gobierno: Azaña que era jefe
de gobierno desde octubre del 31, por la dimisión de Alcalá Zamora por la
cuestión religiosa, forzó la salida del gobierno de los radicales de Lerroux, y
se quedó con el apoyo de una conjunción republicano-socialista; empezaba el
bienio radical azañista o reformista hasta noviembre de 1933.
[1] El
sistema era de listas abiertas, pero los candidatos podían presentarse
agrupados en listas, lo que hacía que el votante las marcara todas, de este
modo la lista ganadora obtenía el 75-80% de los escaños y la segunda el 25-20%.
Cada votante marcaba un número inferior al de escaños a elegir, por ejemplo, si
se escogían 9 diputados marcaba 7. Este sistema hizo que los partidos se
presentasen agrupados en coaliciones, para ganar y obtener más escaños.
[2] El
14 de abril el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya había proclamado
la República Catalana dentro de la Federación Ibérica, pero quedó anulada
rápidamente por el Gobierno Provisional.
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