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sábado, 23 de septiembre de 2017

BLOQUE 7. La Restauración Borbónica: implantación y afianzamiento de un nuevo sistema político (1874-1902)

Bloque 7. La Restauración Borbónica: implantación y afianzamiento de un nuevo sistema político (1874-1902)

B7.1. Teoría y realidad del sistema canovista: inspiración en el modelo inglés; la Constitución de 1876 y el bipartidismo; turno de partidos, caciquismo y fraude electoral.
 HEB7.1.1. Explica los elementos fundamentales del sistema político ideado por Cánovas.
 HEB7.1.2. Especifica las características esenciales de la Constitución de 1876.
 HEB7.1.3. Describe el funcionamiento real del sistema político de la Restauración.
 HEB7.1.4. Representa una línea del tiempo desde 1874 hasta 1902 y sitúa en ella los principales acontecimientos históricos.

 B7.2. Oposición al sistema: catalanismo, nacionalismo vasco, regionalismo gallego y movimiento obrero
 HEB7.2.1. Resume el origen y la evolución del catalanismo, el nacionalismo vasco y el regionalismo gallego.
 HEB7.2.2. Analiza las corrientes ideológicas del movimiento obrero y campesino español, así como su evolución durante el último cuarto de siglo XIX.

B7.3. Éxitos políticos: estabilidad y consolidación del poder civil; liquidación del problema carlista; solución temporal del problema de Cuba.

 HEB7.3.1. Compara el papel político de los militares en el reinado de Alfonso XII con el de las etapas precedentes del siglo XIX.
 HEB7.3.2. Describe el origen, el desarrollo y las repercusiones de la tercera guerra carlista.
B7.4. Pérdida de las últimas colonias y crisis de 1898: guerra de Cuba con Estados Unidos; Tratado de París; regeneracionismo.

 HEB7.4.1. Explica la política española respecto al problema de Cuba.
 HEB7.4.2. Señala los principales hechos del desastre colonial de 1898 y las consecuencias territoriales del Tratado de París.
 HEB7.4.3. Especifica las consecuencias para España de la crisis del 98 en los ámbitos económico, político e ideológico.
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B7.1. Teoría y realidad del sistema canovista: inspiración en el modelo inglés; la Constitución de 1876 y el bipartidismo; turno de partidos, caciquismo y fraude electoral.
INTRODUCCION. LAS BASES DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN

Tras el pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto, en diciembre de 1874, se instaura un nuevo sistema político conocido como Restauración. El régimen se fundamenta en el sistema liberal parlamentario[1]; un sistema muy conservador que no es democrático.

La idea de la restauración de la monarquía Borbón en el hijo de Isabel II se va gestando durante el Sexenio. Un grupo de moderados, entre los que está Antonio Cánovas, van elaborando un programa conservador que se resume en las palabras “Paz y orden”, que es del gusto de las clases altas y medias temerosas de los excesos revolucionarios, y en la fidelidad al hijo de Isabel II. A este inicial “grupo alfonsino”, se suman también los militares y el llamado “lobby” esclavista cubano, grandes propietarios cubanos que no querían ni independencia de Cuba, ni democracia, ni emancipación de los esclavos.

En la Restauración podemos diferenciar dos etapas:

1ª. 1875-1902. Perfecto funcionamiento del sistema. Reinado de Alfonso XII[2] (1875- noviembre de 1885) y regencia de María Cristina (26 de diciembre 1885-1902).
            2ª. 1902-1923. Perdida de estabilidad, crisis y descomposición. Cambio por: muerte de los líderes que la hicieron y fraccionamiento de los partidos dinásticos, crisis de Cuba, aparición de un nuevo rey, desarrollo del movimiento obrero y de los partidos nacionalistas.

La idea de la Restauración era resolver los conflictos políticos y sociales de la etapa isabelina y del Sexenio. Los objetivos eran:

-          Crear un sistema político compartido por todos los sectores burgueses, para evitar el recurso al pronunciamiento militar y mantener el orden social y económico.
-          Asegurar la exclusión de las clases bajas de la vida política (su actuación en el Sexenio alterara el orden social burgués).

EL PENSAMENTO POLÍTICO DE CÁNOVAS y el modelo inglés

El artífice y diseñador fue Antonio Cánovas del Castillo (1828-1897)[3]. Ligado a los sectores menos conservadores participa en 1854 (Manifiesto de Manzanares) y en el Sexenio. Crítico con la declaración de derechos del hombre, con el sufragio universal, con los republicanos y con el movimiento obrero (respaldó la prohibición de la AIT en España). Era un liberal moderado, un conservador partidario de los principios del liberalismo doctrinario. Un político pragmático. Buscó garantizar la estabilidad integrando la mayor parte de las fuerzas liberales en el sistema por él diseñado, y evitando recurrir a la violencia para acceder al gobierno. El pensamiento de Cánovas parte de dos instituciones, Corona y Cortes, y de dos principios, la soberanía compartida y la constitución histórica de España. El rey, la Corona, representa el orden y la autoridad, las Cortes la voluntad del pueblo y la libertad. En función de lo anterior, la Corona debe ser la pieza clave del sistema, por lo tanto, tendrá el poder de hacer la ley con las Cortes (soberanía compartida) y se considera que la monarquía está por encima de la Constitución escrita ya que es, la monarquía, fundamento mismo del Estado.
Cánovas toma como ejemplo para su sistema el modelo inglés: la alternancia de dos partidos, el liberal y el conservador, con el respeto a la ley, y la consolidación de dos instituciones fundamentales, la corona y el parlamento.

            En resumen, el sistema que propone Cánovas es un sistema abierto a las clases poderosas y cerrado a las bajas. Este sistema de la Restauración o sistema canovista contará con los siguientes puntos fundamentales para su funcionamiento:
 
-La monarquía hereditaria, constitucional y doctrinaria. Un rey que acrecienta sus poderes y acepta la situación turnista, no vinculándose con ninguno de los dos.
 -La existencia de dos grandes partidos (Liberal y Conservador) muy semejantes que aceptan el sistema de no hacer ninguna ley que el otro partido tenga que reformar y el transaccionismo (ceder en sus posiciones, transigir).
-La alternancia pacífica entre los dos partidos. Sin tener contar con el recurso militar.
-La necesidad de contar con una doble confianza: la del Rey, que es preeminente, él nombra al que será jefe de gobierno, y la parlamentaria: el jefe de gobierno tiene que tener el apoyo (mayoría) de las Cortes.
- La Constitución de 1876.
-El fraude electoral y el caciquismo que permiten asegurar la victoria en las elecciones.
-El ejército, que acepta mantenerse al margen de la política, solo entra a defender el orden a cambio de no ser controlado (gastos y funcionamiento).
-El control por parte de la oligarquía.
-El mantener fuera del proceso político a los movimientos nacionalistas y al movimiento obrero.
-El transaccionismo (cesión por ambas partes, progresistas y conservadores) en materia de derechos y libertades.




 HEB7.1.1. Explica los elementos fundamentales del sistema político ideado por Cánovas.
   Un elemento sobre el que se asienta el sistema de la Restauración es la Monarquía constitucional parlamentaria. Esta idea quedó recogida en el Manifiesto de Sandhurst (conocido como programa político da Restauración). El Rey y las Cortes elementos fundamentales de la Constitución interna de España. El rey debe ejercer la soberanía conjuntamente con las Cortes.
El Manifiesto es una declaración que hace desde Inglaterra el futuro Alfonso XII (1-12-74), que fue redactada por Cánovas. En él se presenta como rey de todos los españoles (no como su madre, Isabel II, vinculada a los moderados), y apela a los principios del liberalismo y del catolicismo. El Manifiesto respondía a las aspiraciones de todos los sectores deseosos de orden y estabilidad. Aporta la legitimidad dinástica a un vacío político y jurídico, aumentado con la desaparición de la república (“huérfana la nación...”), intenta conciliar y dar cabida al máximo de posiciones para estabilizar el régimen (carácter abierto e integrador de la monarquía, “posee…necesaria flexibilidad”), alude a una soberanía compartida entre rey y cortes (“...fácil será que se entiendan y concierten sobre todas las cuestiones por resolver un príncipe leal y un pueblo libre”) y anuncia tolerancia en materia religiosa y liberalismo en materia política.
El manifiesto acababa proclamando las esencias fundamentales que han de regir su reinado: «…ni dejaré de ser buen español ni, como todos mis antepasados, buen católico, ni, como hombre del siglo, verdaderamente liberal».
  Otro elemento es la existencia de dos grandes partidos: Liberal y Conservador. Muy semejantes.  Aceptan no monopolizar el poder y la idea de no hacer ninguna ley que el otro partido tenga que reformar.

LOS PARTIDOS

Los dos partidos son muy semejantes:
-          Defensa de la monarquía.
-          Defensa de la constitución.
-          Defensa de la propiedad privada.
-          Defensa del Estado liberal unitario y centralista.
Diferían en que los conservadores eran proclives al inmovilismo y a la defensa de la iglesia y del orden social, por el contrario, los liberales eran defensores de un reformismo progresista de carácter laico.
Se trataba de partidos de notables, con poca cohesión ideológica y estructura organizativa, sin estatutos ni afiliados. Tenían un carácter muy personal y los cambios de partido eran frecuentes. Su base social era muy semejante: las élites económicas y las clases medias acomodadas.

El Partido Liberal Conservador[4]. Organizado en torno a Antonio Cánovas hasta su muerte en 1897, integraba a moderados, unionistas, algún progresista y algún sector católico.

El Partido Liberal Fusionista[5]. Unido hasta 1903 a Práxedes Mateo Sagasta. Aglutinaba a los progresistas y algunos unionistas, moderados y republicanos.
           
Entre ambos partidos existía un acuerdo tácito de no promulgar ninguna ley que forzase al otro a abolirla cuando llegase al gobierno. (transaccionismo)

Los partidos también aceptan otro elemento: el turno pacífico entre ellos.
        
EL TURNO
El funcionamiento teórico de la restauración era la construcción de un sistema constitucional parlamentario. Elecciones libres a Cortes para escoger los diputados, después la propuesta del Rey para formar gobierno al líder del partido que hubiera resultado vencedor en las elecciones. La práctica no era eso.
Cánovas y Sagasta aceptaban dos principios básicos: que el ejercicio del poder no debía quedar en exclusividad en una fuerza política, y que el cambio de gobierno no podía depender de unas elecciones. Para llevar estos principios a la práctica, idearon el sistema del turno pacífico entre sus partidos. El sistema se producía del siguiente modo:

1-      Cuando el partido en el gobierno sufría una crisis o desgaste, el Rey llamaba a gobernar al otro partido. Así este contaba ya con apoyo de la Corona.
2-      El Rey entregaba al nuevo jefe de gobierno el decreto de disolución de las Cortes. Ya que el jefe de gobierno tiene que tener mayoría en las Cortes. Se preparaban las elecciones; obtenían la mayoría parlamentaria y estaban representados todos los partidos, y así parecía que el sistema funcionaba.

 El turno contaba con dos condiciones:

-          La implicación de la Corona en el sistema político como árbitro entre partidos.
-          El falseamiento electoral.

            Otro elemento es que el ejército, que acepta mantenerse al margen, solo entra a defender el orden a cambio de no ser controlado (gastos y funcionamiento).
EL PAPEL DEL EJÉRCITO

El ejército constituye otro de los pilares básicos del sistema de la Restauración. Pero lo que se pretende es acabar con la intervención del ejército en la vida política. Queda establecida la supremacía del poder civil sobre el militar otorgando, a cambio, la autonomía de la milicia y del generalato.
Los militares obtuvieron prestigio con las victorias (carlista, cubana) lo que hizo que se integraran en los partidos Conservador y Liberal. Los mandos del ejército serán diputados y senadores de los partidos dinásticos.
Ahora bien, los militares seguirán siendo un elemento de presión sobre la vida civil. Mantendrán un cierto distanciamiento y crítica sobre el sistema político y sobre la sociedad en general, sobre todo con la prensa. Irán adoptando posiciones cada vez más conservadoras.
También hay que destacar el papel de los reyes como rey-soldado. Monarcas con formación militar, que dirigen el ejército y tienen una posición activa en las guerras (carlista), lo que le permite tener el apoyo de los militares.

Otro elemento es el fraude electoral y el caciquismo. La alternancia fue posible gracias a un sistema electoral corrompido. El control del proceso electoral se ejercía a través de dos instituciones: el ministro de gobernación y el cacique.

El ministro de gobernación, antes de las elecciones, hacía las listas de los candidatos a elegir, el encasillado. En el encasillado entraban los diputados del partido del gobierno, para tener una mayoría cómoda; los diputados del partido que pasaba a la oposición, para repartir escaños entre los principales líderes; y algunos diputados de otros partidos, para dar idea de pluralidad política. Después ordenaba a los gobernadores, alcaldes y caciques su elección. Coloquialmente a los diputados que estaban en el encasillado le llamaban “ministeriales”, ya que contaban con el favor del gobierno, y, naturalmente, se facilitaba su elección; a los diputados de la oposición se les llamaba “legales”. La realización del encasillado era muy compleja, ya que había que contar con muchos líderes, y también tener en cuenta los distritos “enfeudados”[6], es decir los distritos que estaban controlados por una persona o familia y que no se podían cambiar.
El cacique. El caciquismo era la relación político-personal que se establecía entre una persona y sus clientes.
 
-          El cacique era un jefe local que controlaba una determinada área.
-          Tenía no tanto poder económico como político para emplear la administración del Estado en beneficio de amigos y contra los enemigos.
-          Hacía la tarea de intermediario entre el Estado y la comunidad. Al Estado le ofrecía el control de la comunidad y a esta su influencia en el Estado.

Para su funcionamiento se valía del fraude electoral, de la poca participación en las elecciones (con el sufragio censitario hay pocos votantes y se puede controlar bien su voto; cuando se establece el sufragio universal se sigue controlando ya que los distritos electorales son pequeños y no vota todo el mundo) y del clientelismo. El clientelismo se daba más en el mundo rural como pervivencia de otras formas de dominación (arrendamiento de tierras, etc.), por la miseria e inseguridad del campesino y por el analfabetismo. Para el fraude electoral se valían de cualquier método: suplantación de las personas, soborno, alteración de las listas, impedir el voto, y si podía quedar duda el cambio de la urna por otra preparada (pucherazo) para que en el recuento de los votos no hubiese sorpresa.

            De ese modo se escogían los diputados. Los que quedaban fuera podían protestar, y presentar denuncias ante las Cortes, pero ahí la mayoría del gobierno en las Cortes resolvía siempre en su favor[7]
        
            Otro elemento para que funcione el sistema es tener controlados a los partidos de la oposición. Fuera del turno están el resto de los partidos que tienen una incidencia menor. Están siempre vigilados y los partidos dinásticos emplean la represión sobre ellos. Su participación política es casi testimonial, menguados siempre por el fraude electoral. Entre esos partidos están los carlistas, los republicanos, los socialistas, los anarquistas y los nacionalistas. (se pueden completar).
LOS CARLISTAS: terminada la tercera guerra carlista. Carlos VII deja en España como representante a Cándido Nocedal. Este pone al carlismo en un catolicismo intransigente. Después de 1885 el carlismo se fragmenta:
            El partido Integrista (1888) formado por los seguidores de Nocedal. Poco éxito. Desaparece lentamente.
            Las Juntas Tradicionalistas, que defendían principios del tradicionalismo fuerista. Poca importancia.

Los republicanos fueron marginados por el sistema, pero eran una fuerza importante. Tenían tres problemas:
-          El fraccionamiento: Divididos en varias tendencias, Emilio Castelar líder del Partido Posibilista, Ruiz Zorrilla del Partido Republicano Progresista, Nicolás Salmerón con el republicanismo unitario y Pi i Margall con los federalistas. Con el sufragio universal tienen una revitalización y se unen, menos los posibilistas, en la Unión Republicana en 1893.
-          La compleja composición social. Eran muy interclasistas, aunque su base estaba en las ciudades.
-          La fuerte represión a la que estaban sometidos.

Finalmente, otro elemento es la existencia de una nueva constitución, la Constitución de 1876.

 HEB7.1.2. Especifica las características esenciales de la Constitución de 1876.
            Una vez en España, Alfonso XII nombra a Cánovas jefe de gobierno. Cánovas organizó una Comisión de notables para redactar una nueva Constitución y, en diciembre de 1875, convocó elecciones a Cortes constituyentes por sufragio universal, tal como establecía la constitución de 1869. El proceso electoral fue manipulado, y Cánovas obtuvo los resultados esperados.
La Constitución de 1876 fue la más duradera de la Historia de España. Es de carácter moderado y se inspira en la de 1845. Cánovas quería una constitución que durase, que permitiese gobernar a partidos distintos y que acabase con el recurso al pronunciamiento militar. Intenta mantener ciertos principios tradicionales (doctrinarios y conservadores) y la incorporación de principios democráticos de la Constitución de 1869. Los principios fundamentales son:

-          Soberanía compartida entre la Corona y las Cortes (ya en la de 1845). Así el Rey tiene potestad legislativa junto a las Cortes.

-          Establece división de poderes. El poder ejecutivo entre Rey y Jefe de gobierno, pero el Rey es la pieza clave del sistema ya que: convoca, cierra y disuelve las Cortes; tiene el poder ejecutivo (nombra ministros) y el mando supremo del ejército (rey soldado). Además, se considera que la monarquía está por encima de la Constitución, ya que es fundamento del Estado (se separa de la idea de que el origen del poder está en la Nación). El jefe de gobierno nombra ministros y tiene el poder ejecutivo.
El poder legislativo en manos de las Cortes bicamerales: Congreso y Senado. Mandato por 5 años, elegidos por sufragio censitario. Unas cortes que pueden ser “controladas” por el ejecutivo, ya que las disuelve cuando quiere y en el Senado hay senadores por derecho propio[8], por nombramiento real y elegidos por altas dignidades, lo que le da un carácter muy conservador.
El poder judicial en manos de jueces, pero desaparece el juicio por jurados.

-          Declaración de derechos semejante a la de 1869, pero recortados o remitidos a leyes posteriores que los restringen.

-          Proclamación de la confesionalidad del Estado, pero con tolerancia de otras religiones en el ámbito privado (no gusta a la Iglesia). Mantenimiento de los gastos de culto y clero y privilegios en la enseñanza y en la moral social.

-          En cuanto al Sufragio, queda establecido el de tipo censitario, y no está presente en la Constitución. En 1890 se aprueba el sufragio universal masculino.

          
 HEB7.1.3. Describe el funcionamiento real del sistema político de la Restauración.
         El funcionamiento real era el del turnismo entre los dos partidos (que aceptan no monopolizar el poder y no complicar la tarea de gobierno cuando están en la oposición), con la intervención de la Corona como árbitro y el alejamiento de los militares en los cambios de gobierno, con la manipulación, fraude electoral y caquismo para confirmar el turnismo y el control de las fuerzas de oposición.
El sistema ya está descrito antes, MIRAR EL APARTADO DEL TURNO Y DEL FRAUDE Y CACIQUISMO.

 HEB7.1.4. Representa una línea del tiempo desde 1874 hasta 1902 y sitúa en ella los principales acontecimientos históricos.
                          Hay que repasar fechas…..

B7.2. Oposición al sistema: catalanismo, nacionalismo vasco, regionalismo gallego y movimiento obrero
 HEB7.2.1. Resume el origen y la evolución del catalanismo, el nacionalismo vasco y el regionalismo gallego.
 HEB7.2.2. Analiza las corrientes ideológicas del movimiento obrero y campesino español, así como su evolución durante el último cuarto de siglo XIX.

EL NACIONALISMO

Aparece como reacción frente a las pretensiones uniformizadoras y centralizadoras de la Restauración. Podemos diferenciar entre regionalismo y nacionalismo. El regionalismo consiste en la reivindicación de cierto grado de autogobierno, dentro del Estado. El nacionalismo tiene como objetivo la creación de un Estado-nacional.

 EL CATALANISMO

En la década de los 30 aparecen en Cataluña, en el contexto cultural del Romanticismo, un amplio movimiento cultural conocido como Reinaxença. La finalidad era la recuperación de la lengua y cultura catalana, y no tenía aspiraciones políticas.
Las primeras formulaciones con contenido político vienen con Valentí Almirall, un republicano federal que convocó el Primer Congreso Catalanista (1880), con la intención de unificar las corrientes catalanistas en un proyecto liberal y laico. Este movimiento culminó en la creación del “Centre Catalá” (1882), organización que pretendía conseguir la autonomía. En 1885 presentó a Alfonso XII el Memorial de Greuges (Memorial de Agravios, Memoria en defensa de los intereses morales y materiales de Cataluña). El Memorial defendía el proteccionismo industrial y el derecho particular catalán frente a la uniformización del derecho español. El problema de Almirall era que chocaba con otras formas de entender el catalanismo de base más conservadora y católica.
En 1891 un grupo de intelectuales fundaron la Unió Catalanista, de tendencia conservadora con la intención de defender la tradición jurídica catalana. Su programa se fija en las Bases de Manresa, que se basaba en los principios de orden, tradición, religión y propiedad. Defendía una organización confederal, la soberanía de Cataluña en política interior, y el restablecimiento de las instituciones tradicionales de Cataluña.
A finales de siglo la burguesía catalana dejó de apoyar a los partidos dinásticos y pasó a defender un catalanismo moderado. Este cambio se produce en el contexto de:
-          Crisis de Cuba, perdida del mercado colonial.
-          Crisis del sistema político, regeneración.
-          Descentralización del Estado.
La convergencia de la burguesía con el catalanismo moderado se plasmó en la formación de la Lliga Regionalista en 1901. Su triunfo en las elecciones hizo perder peso a los partidos dinásticos en Cataluña y provocó la crisis de la política caciquil.

EL NACIONALISMO VASCO

Arranca políticamente con la fundación en 1895 del Partido Nacionalista Vasco por Sabino Arana, en el contexto de los cambios políticos y económicos de finales de siglo:
-          Abolición de los fueros en 1876.
-          Rápida e intensa industrialización acompañada de inmigración (españolización) y formación de una burguesía vinculada al sistema de la Restauración.
Los principios del nacionalismo se apoyaban en la defensa de la lengua, cultura y en la etnia, su lema era “Dios y las Antiguas leyes”. El Nacionalismo vasco atacaba tanto a las clases dirigentes (por destruir la sociedad tradicional) como a los obreros (por perturbar el orden). Sus postulados se planteaban desde el integrismo católico y los valores culturales de la sociedad tradicional.
Al principio el nacionalismo tuvo poca presencia, hasta la incorporación del grupo fuerista de Ramón de la Sota. En 1898-9 tuvieron los primeros éxitos en el ámbito local y provincial. Desde entonces se mantuvieron dos tendencias, una independentista y otra autonomista.

 EL GALLEGUISMO

El regionalismo gallego se desenvuelve a partir del renacimiento cultural de los años ochenta. Fue más débil y tardío, por el escaso desarrollo de la burguesía. Están presentes dos corrientes:
-          Una tendencia tradicionalista representada por Alfredo Brañas. Antiliberal. Mitificador de la sociedad tradicional.
-          Una tendencia liberal-democrática, encabezada por Manuel Martínez Murguía. Criticaba la política centralizadora y el atraso de Galicia.
En los años 90 se llevan a cabo los primeros intentos organizativos  pero con poco éxito, debido a las divisiones y a la poca base social.

 HEB7.2.2. Analiza las corrientes ideológicas del movimiento obrero y campesino español, así como su evolución durante el último cuarto de siglo XIX.
repasar los estándares del bloque 6.5.1
El movimiento obrero tuvo su origen en los núcleos industriales, especialmente catalanes, hacia 1830. Trataron de conseguir mejoras laborales y salarios más altos. La consolidación de este movimiento llegó en 1868 con los aires de libertad por influencia del movimiento obrero internacional. Anarquistas y socialistas fueron los que surgieron durante la Restauración. El anarquismo fue introducido por Giussepe Fanelli, discípulo de Bakunin, que creó en Madrid y Barcelona la sección española de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) llamada “Federación Regional Española”, en 1870. El socialismo marxista lo introdujo Paul Lafargue, yerno de Carlos Marx, quien en 1871 difundió entre los obreros españoles las ideas del “Manifiesto Comunista”. Los anarquistas se extendieron principalmente por Andalucía y Cataluña y los socialistas por Madrid, Cataluña, Bilbao, Santander y Asturias.
Las dos principales corrientes ideológicas son el anarquismo y el socialismo.
LAS CORRIENTES ANARQUISTAS
            Aprovechando una circular del ministerio de gobernación de 1881, que permitía salir de la clandestinidad a las asociaciones obreras, la F.R.E. pasó a llamarse Federación de Trabajadores de la Región Española, debido a estar prohibidas las asociaciones de carácter internacional.  A partir de ahí empieza su crecimiento, expansión y acciones. Tendrán un debate intenso entre mantenerse públicas o clandestinas (una parte quería mantenerse en la clandestinidad para evitar las represalias de empresarios) y en las acciones a desarrollar: la lucha legal o la “propaganda por el hecho”. Su base social se encontraba en Cataluña y Andalucía, pero era fuertemente reprimida por lo que una parte se decanta por la “acción directa”, comenzando a atentar contra: Estado, burguesía e Iglesia. Destacadas las acciones atribuidas a la Mano Negra en Andalucía (se produjeron en el bienio 1882-1883, en el contexto de un clima de aguda lucha de clases en el campo andaluz). De 1893 a 97 será el momento de acción más fuerte con varios atentados y un fuerte proceso represivo como los procesos de Monjuïc de 1897 en los que son condenados 5 anarquistas –atentado a Martínez Campos-). Estas acciones dividirán a los anarquistas entre:
-        Radicales, mantienen los atentados. El anarcocomunismo: partidarios de Kropotkin.
-        Partidarios de crear un gran movimiento de masas con la creación de sindicatos, abandono del insurreccionalismo y defensa de la lucha sindical para conseguir reformas. Fundación del sindicato “Solidaridad Obrera” en 1907 y la Confederación Nacional del Trabajo (C.N.T.) en 1910. Anarco-colectivismo: defienden la propiedad colectiva controlada por los sindicatos.
         Principios anarquistas:
         - Destrucción del Estado.
         - Economía colectivizada, cada comunidad tiene autonomía.
         - Propiedad colectiva administrada por todos.
                            - Rechazo de la participación política: revolución violenta para acabar con el Estado.
         - Sociedad sin clases: cada individuo tiene plena libertad.
         A principios del XX, la corriente sindicalista anarquista crece y fruto de su aumento y mejora en las formas organizativas es la creación de la Solidaridad Obrera y de la CNT en 1910. La CNT se expande desde 1914 al crecer emigración a ciudades y zonas industriales. En el congreso de 1918 integró a 75.000 obreros en Cataluña, el 30% de la población obrera catalana, y mantuvo su hegemonía hasta la guerra, porque logró integrar a los sindicatos de oficios. En años de 1918 y 1919 crece por toda España y llega a los 700.000 afiliados (más de la mitad, unos 400.000 de Cataluña, cuando aquí había unos 500.000 obreros; unos 128.000 del País Valenciano; 90.000 de Andalucía y Extremadura; 26.000 de Castilla y 15.000 de Aragón).
CORRIENTES SOCIALISTAS
         Los socialistas madrileños se reorganizaron en torno a un núcleo de tipógrafos y algunos intelectuales. En 1879 la Nueva Federación Madrileña pasó a denominarse Agrupación Socialista Madrileña, fundando Pablo Iglesias el PSOE, de carácter marxista. Su primer programa se basaba en:  la abolición de las clases y la emancipación de trabajadores, la transformación de la propiedad privada en colectiva y la conquista del poder político por la clase trabajadora; además de otras reivindicaciones políticas y laborales. Con la Ley de asociación de 1887, el grupo socialista crea un sindicato en 1888, la UGT. El partido se afilia a la 2ª Internacional, participando en la celebración del 1º de mayo de 1890. Cuenta con un periódico, El Socialista, fundado en 1886.
Los núcleos socialistas se caracterizaban por los siguientes rasgos:
-        Influencia del marxismo francés: preocupación por el proletariado industrial.
-        Lucha contra las fuerzas políticas burguesas: lleva al enfrentamiento con los republicanos.
-        Creencia en el hundimiento inevitable del capitalismo.
El crecimiento del movimiento será lento. Los lugares de mayor implantación serán Madrid, Vizcaya, Asturias, y más tarde en Barcelona y en el campo andaluz. Desde 1890 se presenta a las elecciones municipales y generales; los primeros concejales socialistas se consiguen en Bilbao en 1891, la primera acta de diputado no se consigue hasta 1910 (Pablo Iglesias) en alianza con los republicanos.
Siguiendo consignas de la Internacional, participan en 1890 en la celebración del 1º de mayo, dando lugar a numerosas manifestaciones.
Principios marxistas:
-        Propiedad en manos del Estado.
-        Estado dictatorial (dictadura del proletariado) previo a la instauración definitiva del comunismo.
-        Economía centralizada y colectiva.
-        Creación de partidos y sindicatos que promueven la conquista del estado por medio de la revolución. Las condiciones materiales y sociales determinan las condiciones sociopolíticas; el medio más eficaz para conseguir esa modificación es la lucha de clases; los cambios debe realizarlos el proletariado organizado en sindicatos y partidos políticos. Los trabajadores deben conquistar el poder, establecer una dictadura del proletariado para eliminar todas las diferencias de clase (acabar con la propiedad privada; conseguido esto todos los individuos deberían tener las mismas condiciones de vida en la nueva sociedad socialista.
-        Sociedad sin clases sociales, pero el individuo queda anulado por la colectividad.
         La guerra de Cuba permite aumentar su popularidad entre los trabajadores. Los socialistas se opusieron al servicio militar y denunciaron la guerra como imperialista y antisocial.
         A partir de 1900 la UGT aumentará sus afiliados. Su carácter moderado, republicano y antimilitarista tendrá una gran acogida entre los trabajadores. La UGT intentará mantenerse apartada del PSOE, pero no siempre lo conseguirá. Poco a poco se irá politizando cada vez más y dependiendo más de la dirección del PSOE.
         A partir de 1917, en el PSOE se producirá un fuerte debate a raíz del triunfo de la Revolución bolchevique y por la fundación de la III Internacional Comunista por Lenin en 1919, sobre la conveniencia o no de seguir el modelo soviético. Fruto de este debate, en 1921, se producirá una escisión fundándose el Partido Comunista de España, en el que confluyen dos grupos el Partido Comunista Español, fundado en 1920, y el Partido Comunista Obrero Español (1921) (este es la escisión del PSOE ante la negativa a sumarse a las III Internacional).
En lo referente al campesinado tiene una menor participación en la creación de los sindicatos y asociacionismo. El socialismo está más preocupado por el proletariado industrial. Es el anarquismo la ideología que más preocupación tiene y sobre todo en Andalucía. Promoverán algunas asociaciones.
Los conflictos y revueltas en el campo fueron constantes en la España del siglo XIX. El aumento de la población agraria asalariada, sin un crecimiento paralelo del trabajo y los recursos provocó un grave problema social, especialmente en Andalucía. En la década de 1840 se sucedieron las manifestaciones y ocupaciones de tierras donde los jornaleros eran mayoritarios y los años de malas cosechas provocaban situaciones de hambre crónica y sumían en la miseria a miles de campesinos. La situación provocó quemas de cosechas y matanzas de ganado en un movimiento que podría asemejarse al ludista.
         La situación se agravó en 1855 con la desamortización de los bienes comunales de los municipios, pues estas tierras de aprovechamiento común pasaron a manos privadas. Como consecuencia se produjeron alzamientos campesinos, que fueron duramente reprimidos por el ejército y la Guardia Civil. Los movimientos más intensos tuvieron lugar en Andalucía, en algunos lugares de Castilla y en las zonas montañosas de Aragón. Poco después se produjeron las fuertes revueltas de Utrera y El Arahal (Sevilla).  Todo su programa podía condensarse en esta forma: “pastos comunales y guerra a los ricos”. En 1861, un levantamiento en Loja (Granada) alcanzó gran virulencia y se extendió por las provincias de Jaén y Málaga. La represión del movimiento provocó numerosas víctimas entre los campesinos sublevados.  A raíz de estas luchas sociales, en las décadas de 1860 y 1870, el bandolerismo se extendió por Andalucía como respuesta individual y violenta a las grandes desigualdades sociales. Fue la época de los bandidos que tenían su refugio en Sierra Morena, y que reunidos en cuadrillas asaltaban caminos, cortijos y pequeños pueblos. En los años siguientes se producirán distintas acciones promovidas por asociaciones clandestinas de pocos miembros, generalmente influidos por la ideología anarquista, como la Mano Negra en la década de los 80, pero siempre duramente reprimidos por el gobierno.
         Hacía finales del XIX y principios del XX, en el mundo agrario aparece un fuerte movimiento asociativo, en parte inspirado por la Iglesia Católica. La expansión del sindicalismo agrario se produce a partir de la Ley de 1906 de sindicatos agrícolas. La mayor parte de los sindicatos acabaron encuadrados en la Confederación Nacional Católica Agraria, fundada en 1917.El Agrarismo tendrá una labor importante en el desarrollo del crédito agrícola, abonos, maquinaria y modernización.
         En Galicia las protestas campesinas no tienen motivaciones exclusivamente agrarias, sino que son conflictos sociales derivados de la abusiva presión tributaria. Hacia finales de siglo se empiezan a desarrollar en unos movimientos asociativos con el objetivo de conseguir la redención de foros. Fue un movimiento conocido como Agrarismo. El agrarismo es el término con el que se denomina la organización de los labradores en sociedades agrarias o en sindicatos agrícolas en Galicia a fines del siglo XIX y sobre todo a partir de 1907 cuando apareció Solidaridad Gallega que ayudó a dinamizar el movimiento. Los objetivos del agrarismo consistían fundamentalmente en la lucha contra el sistema foral y contra el caciquismo además de promover la renovación técnica del sector agrario gallego. En las filas del agrarismo militaron personalidades de las más opuestas ideologías, interesados en lograr mejoras para los agricultores. Uno de los más destacados fue Basilio Álvarez, sacerdote y periodista, fundador de Acción Gallega, grupo político que se presenta a las elecciones de 1910 con un programa agrarista.
LOS GRUPOS CATÓLICOS
El sindicalismo confesional tuvo poca importancia, explicable por el posicionamiento de la Iglesia que nunca llegó a asumir que los intereses de los patronos y de los trabajadores eran contradictorios. Predicaban la colaboración (sumisión) de las clases y no el enfrentamiento. La encíclica del Papa León XIII Rerum Novarum denunciaba el socialismo y animaba a encauzar los intentos de mejora de la clase obrera a través del Evangelio.
En el sector agrario fue donde tuvo más influencia, sobre todo en el norte de Castilla, creándose la Confederación Nacional Católica Agraria, CONCA, compuesta por pequeños propietarios.
LAS ASOCIACIONES PATRONALES
Los patronos, comerciantes y artesanos, también hicieron sus organizaciones para defender sus intereses, defenderse frente a los obreros y presionar al Estado. Generalmente fueron organizaciones de ámbito regional o provincial, solo alguna logró alcanzar una implantación nacional, como la Liga Nacional de Fomento del Trabajo Nacional o la Confederación Nacional Española.   
                       
B7.3. Éxitos políticos: estabilidad y consolidación del poder civil; liquidación del problema carlista; solución temporal del problema de Cuba.
El éxito de la implantación de este modelo fue la pacificación. Alfonso XII, llamado el Pacificador, llega a España y se pone fin a la guerra carlista y a la de Cuba. Se produce la paz y estabilidad que quería el pueblo y la burguesía. Pero, al mismo tiempo, se pone fin a la constante intervención del ejército en la vida política y se consolida el poder civil sobre el militar. Esta supremacía del poder civil se consolida con la alternancia pacífica que establecen Cánovas y Sagasta, que se ratifica, con el llamado Pacto de El Pardo, cuando se produce la muerte de Alfonso XII. El 24 de noviembre de 1875, vísperas de la muerte de Alfonso XII, se reúnen Cánovas y Sagasta. Cánovas se compromete a cederle el gobierno a Sagasta, a cambio de su lealtad a la Constitución de 1876 y a la monarquía. No proclamar heredero y apoyar la regencia de María Cristina. Era un momento crítico. No había nacido Alfonso XIII. Los conservadores estaban algo divididos y los liberales de Sagasta estaban pensando en aliarse con los republicanos.

En el ejercicio del poder podemos distinguir los siguientes períodos:

1875-81: Gobiernos iniciales de los conservadores. Interpretación restrictiva de los derechos y libertades; sufragio censitario; restricción de la ley de prensa, reunión y asociación. Persecución del movimiento obrero.  
1881-84: Gobiernos liberales. Primera alternancia pacífica. Primeras aperturas del régimen.

1884-85: Gobierno de Cánovas. Muerte de Alfonso XII. Ante esa circunstancia (no hay hijo varón): Pacto del Pardo de 1885 (24 de noviembre): Cánovas y Sagasta se reúnen y acuerdan: apoyar a la Regencia, mantener el turno, hay que esperar a proclamar al heredero (María Cristina estaba embarazada), no hay que hacer ninguna ley que el otro partido tenga que modificar. Para garantizar ese acuerdo Cánovas dimite y deja gobernar a Sagasta que garantiza el funcionamiento del turno.

1885-90: Gobiernos de Sagasta que introducen reformas: legalización de organizaciones obreras (1887), ley de juicios por jurados (1888), Código civil (1889), Sufragio universal para varones de más de 25 años (1890).

1890-92: Cánovas: 1891 se vuelve a establecer un arancel proteccionista. (crisis finisecular)
1892-95: Sagasta: intentos de Sagasta por evitar la guerra de Cuba.
1895-97: Cánovas.
1897-99: Sagasta.
1899-01: Silvela, Azcárraga.
1901-02: Sagasta.

En los turnos de la década de los noventa el funcionamiento del sistema de la Restauración empieza a ser peor por: el fraccionamiento en los partidos dinásticos (dentro del partido Conservador y del Liberal aumentan las tensiones entre sus líderes que provocan dimisiones y cambios de gobierno), el aumento de la conflictividad social (huelgas en las ciudades –celebraciones de los 1º de Mayo- y en el campo), aumento de los atentados anarquistas, del crecimiento del nacionalismo y la crisis de Cuba.

La guerra de Cuba supondrá el inicio de la crisis. Comienza a extenderse la idea de Regenerar el sistema, y los gobiernos van intentar hacer algo, pero serán incapaces por las presiones de los sectores más intransigentes.


 HEB7.3.1. Compara el papel político de los militares en el reinado de Alfonso XII con el de las etapas precedentes del siglo XIX.
            Pese a los éxitos militares, su papel va a estar subordinado al poder civil. Hasta este momento los militares constituían elemento fundamental. Eran líderes de los partidos partidos políticos y se usaban para ocupar el poder, defenderlo, y poder acceder a él desde la oposición. Ahora, en el régimen canovista, lo que se pretende evitar es tener que recurrir a ellos constantemente. Ahora quedarán subordinados al poder civil. Quedará establecida la supremacía del poder civil sobre el militar otorgando, a cambio, la autonomía de la milicia y del generalato.
            Aunque esto no sucede del todo. Como señala el historiador Raymond Carr (en el doc. 3.) es un proceso de “desmilitarización” aparente. En principio los militares aceptan esa subordinación a cambio de poder integrarse en los partidos políticos como dirigentes (el ministro de la guerra siempre es un general –doc. 3-), ocupar puestos de importancia (los generales son senadores) y disponer de un gran presupuesto que no sería controlado (“reserva sacrosanta”, doc 3).   De ese modo los militares no intervienen durante la Restauración, a excepción del levantamiento del general Villacampa en 1886 a favor de la República, que acabó fracasando siendo confinado en África. Pero durante la Restauración serán un elemento de presión constante y las acciones de los gobiernos tendrán que contar con su aprobación e incluso con su colaboración, como la del general Polavieja después del desastre de Cuba para intentar regenerar el sistema e evitar la crisis; ya que necesitan su ayuda para controlar a la oposición y el orden público. Además, irán adoptando posiciones, cada vez, más conservadoras y serán causa de las distintas crisis de la Restauración: desastre del 98, las derrotas en África y la defensa de la ley de jurisdicciones de 1906 son un ejemplo.

 HEB7.3.2. Describe el origen, el desarrollo y las repercusiones de la tercera guerra carlista.
            La tercera guerra carlista se desarrolla entre 1872 y 1876, entre los partidarios del pretendiente Carlos VII, duque de Madrid, y los gobiernos legítimos en esos momentos. La guerra se desarrolla en las Provincias Vascongadas, Navarra y Cataluña. Las ideas generales son la defensa del catolicismo, el orden y los fueros abolidos por los decretos de Nueva Planta de Felipe V. El detonante es la pérdida de diputados en las elecciones de abril del 72.  La insurrección ya estaba preparada con antelación. La falta de apoyo popular y de dinero para la financiación de la guerra acabará con su derrota.
            Como consecuencias de la derrota:
            Se eliminan definitivamente los fueros con la ley de 21 de julio de 1876. Después Cánovas pactará el Primer acuerdo económico vasco, dando a las autoridades vascas cierta autonomía para la recaudación de los impuestos.
            Se produce a continuación un fuerte crecimiento económico.
            Los militares carlistas podían integrase en el ejército, pero pocos lo hicieron.
            Aumenta el sentimiento fuerista vasco, años más tarde se creará el Partido Nacionalista Vasco por Sabino Arana (1895).
            Los carlistas ya no volverán a levantarse en armas, unos reconocerán a Alfonso XII, otros continuarán la línea política. (hay algo más antes)

B7.4. Pérdida de las últimas colonias y crisis de 1898: guerra de Cuba con Estados Unidos; Tratado de París; regeneracionismo.

 HEB7.4.1. Explica la política española respecto al problema de Cuba.
            En 1868 se inicia la llamada Guerra de los Diez Años, que finaliza con la firma de la Paz de Zanjón de febrero de 1878. El general Martínez Campos se puso al frente de las fuerzas españolas en Cuba, venció a los rebeldes insurrectos y negoció con los sectores más moderados un indulto general, la abolición de la esclavitud y medidas de reforma político-administrativa que facilitaran el autogobierno. En agosto de 1879, transcurrido poco más de un año desde los acuerdos de Zanjón, se produjo otro levantamiento conocido como la “Guerra Chiquita”. El brote independentista, falto de apoyo entre la población cubana, fue fácilmente reprimido. La isla quedó momentáneamente pacificada, pero políticamente dividida entre el Partido Constitucional, compuesto por las familias españolas hacendadas, dueñas del comercio del tabaco y del azúcar, contrarias a cualquier tipo de reformas, y el Partido Liberal Cubano, fundado en estas fechas, que deseaba reformas en profundidad y una verdadera autonomía.
            Solo se eliminaba la esclavitud con la ley de 1880 que establecía unos patronatos sobre los esclavos y la completa eliminación con la ley de 1886.
            El comercio con Cuba proporcionaba a España grandes ingresos y los aranceles impuestos a la Isla obligaban a comprar los cereales castellanos y los textiles catalanes. Se establecen más impuestos con el arancel proteccionista de Cánovas de 1891.
            Por otro lado, a los Estados Unidos les interesaba el comercio con Cuba y controlar en exclusiva el área caribeña. Intentaron negociar la compra, pero España no quiso. Así que se dedicaron a financiar a los independentistas cubanos.

            Al comenzar los años 90, José Martí funda el Partido Revolucionario Cubano (1892), partidario de la independencia, que contará con el apoyo de los EEUU. En 1893 el ministro liberal de Ultramar, Antonio Maura, presentó un proyecto de autonomía para solucionar el problema, pero fue rechazado en el Congreso tanto por los conservadores como por los liberales, dimitiendo por dicha razón al año siguiente.
   En 1895, con el grito de Baire se inicia otra guerra (el nombre viene del levantamiento simultaneo de 35 localidades cubanas, entre ellas Baire). Liderada por José Martí, Máximo Gómez y José Maceo. España envió a Martínez Campos y después a Valeriano Weyler que con la fuerte represión y táctica que aplica (divide la isla en trochas) consigue ir imponiéndose, pero en 1898 Sagasta (entra por la muerte de Cánovas) lo cesa e intenta negociar con los independentistas. Pero en ese momento se produce la intervención de los EE.UU.
            En febrero de 1898, se produce el hundimiento del acorazado Maine que los EE.UU. habían enviado a La Habana para proteger a los americanos residentes en la Isla. El 20 de abril, el presidente McKinley aprobó una propuesta del Congreso en la que se exigía la inmediata retirada española de Cuba, y ofreció la posibilidad de compra de la isla. El ultimátum no fue aceptado por el gobierno español, y el 25 de abril Estados Unidos declaraba la guerra.
 Los EE-UU entraron en la guerra tanto en Cuba como en Filipinas. Las derrotas de Cavite (Filipinas) y Santiago (Cuba) llevaron a la firma de la Paz de París en diciembre de 1898, que significó el abandono de Filipinas, Cuba y Puerto Rico y la isla de Guam (entregadas a EE.UU por 20 millones de dólares). En 1899 las posesiones que quedaban en el Pacífico, las islas Carolina y Marianas, fueron vendidas a Alemania. Desaparecía así el imperio español en América y en el Pacífico.
            En 1899 aún resistieron en Baler (pequeña localidad situada en la isla de Luzón, Filipinas) un puñado de soldados españoles, desconocedores de la firma del tratado, que acabaron por rendirse el 2 de junio de 1899; para Filipinas había comenzado una etapa de ocupación estadounidense que se extendió hasta 1946, año en el que obtuvo la completa independencia, con Manuel Roxas Acuña como su primer presidente.
Nota: El término mambises (mambí, en singular) se utiliza para referirse a los guerrilleros independentistas dominicanos, cubanos y filipinos, que en el siglo XIX participaron en las guerras restauradora de República Dominicana y por la independencia de Cuba y las Filipinas. La palabra mambí viene asociada a Juan Ethnnius Mamby "Eutimio Mambí", oficial negro que desertó del bando español, un líder que luego peleó contra los españoles en Santo Domingo.
 HEB7.4.2. Señala los principales hechos del desastre colonial de 1898 y las consecuencias territoriales del Tratado de París.
                        Se completa con lo anterior.
 HEB7.4.3. Especifica las consecuencias para España de la crisis del 98 en los ámbitos económico, político e ideológico.

REPERCUSIONES DE LA CRISIS DE 1898

Desde la perspectiva española, la pérdida de las últimas colonias vino a denominarse el “Desastre del 98”, y tuvo una importante influencia en la conciencia nacional. La irresponsabilidad de los gobiernos de la Restauración había llevado a una situación que costó la vida de decenas de miles de españoles, primero en la guerra contra los insurrectos cubanos, y después en una guerra contra Estados Unidos que no se podía afrontar.
Como consecuencia surge el REGENERACIONISMO. Una reformulación general llevada a cabo por algunos políticos e intelectuales que buscaban la dignificación de la política, la modernización social y la superación del atraso cultural.

Aunque desde una perspectiva económica, no se puede hablar de desastre:

     El fin de la guerra permitió al ministro Fernández Villaverde abordar algunas reformas necesarias en el sistema de impuestos y en la emisión de deuda, lo que supuso un saneamiento de la situación de la Hacienda. Por primera vez en mucho tiempo el pueblo español tuvo superávit a principios del siglo XX.

     La pérdida de las colonias supuso una importante repatriación de capitales que fueron invertidos en la economía peninsular.

     España no perdió la escasa presencia que ya tenía en los mercados latinoamericanos.

Pero también hay que señalar la pérdida de más de 50.000 combatientes (no solo en el combate, sino en la mala atención: mala alimentación, falta de equipamiento, enfermedades…).

A nivel político, en el 1898, el desastre de Cuba supuso la caída del gobierno de Sagasta. El nuevo gobierno de Francisco Silvela, conservador, mostró un intento de renovación al dar entrada en el gobierno a figuras políticas que estaban apoyadas por la burguesía catalana, como Manuel Durán i Bas o al general Camilo García de Polavieja. La idea era atraer a la burguesía descontenta y controlar a los militares. Este gobierno está en el poder de 1899 a 1901 e intentó llevar a cabo una política reformista que se basó en:

-       Una reforma del sistema tributario que hacía recaer parte de la subida de impuestos sobre los comerciantes e industriales, y que provocó la oposición de la burguesía catalana. No se lleva a la práctica.
-       Un intento de descentralización política que contó con la oposición del partido conservador. No se lleva a la práctica.
-       Reformas militares. No se realizan.

Las reformas no se llevan a cabo y las dificultades presupuestarias hacen que Polavieja dimita en 1899. Silvela es cesado en octubre de 1890 (le sucede Azcárraga).
En 1901, no contando el gobierno de los conservadores con apoyo suficiente, la regente, María Cristina, encargó formar gobierno a Sagasta, y la “regeneración” quedó sin incidencia. 


Otro movimiento regeneracionista al margen del sistema parte de uno de los intelectuales s significativos,  Joaquín Costa[9], que intentó poner en práctica sus ideas regeneracionistas desde la Unión Nacional (1900), un partido que quería convertirse en el tercer partido dinástico pero que fracasó, en parte por la falta de cohesión interna y la de una estrategia política clara, y se disolvió en 1903. Su movimiento partía de la Liga Nacional de Productores a la que se le sumaron las Cámaras de comercio, que en aquellos años suscitaban mucho interés. Pero el movimiento era muy intelectual y participaban pocos obreros y campesinos. En las elecciones obtuvieron unos pobres resultados y sus diputados acabaron integrándose en el sistema de la Restauración. Después el movimiento se concentró en el análisis intelectual. En el informe titulado “Oligarquía y Caciquismo”, Joaquín Costa hacía una dura crítica del gobierno y la necesidad de cambiarlo. Su programa se resume en el lema: escuela y despensa. También afirmaba la necesidad de contar temporalmente en España con un  “cirujano de hierro”[10] para solucionar los problemas del país.

A nivel cultural e ideológico el desastre del 98 provocó una intensa conmoción en la sociedad española.
            Esta conmoción nacional provocó una profunda crisis de la conciencia nacional que marcó la obra crítica de los diversos autores que componen la generación del 98 (Unamuno, Baroja, Maeztu, …). Para ellos España estaba en un estado de postración. Intentaron proponer soluciones que denominaron de “regeneración nacional”. Una parte de la intelectualidad mirará hacia Europa y hablará de europeizar España y, otra parte, mirará hacia los valores tradicionales españoles (los casticistas) y defenderá su potenciación.

            Propuestas de reforma y modernización política como el Regeneracionismo, con una doble vertiente de reforma política y de reforma educativa. Está la obra de Joaquim Costa.

Finalmente, también debemos destacar:

              Mayor empuje y presencia de los nacionalismos periféricos, ante una evidente crisis de la “idea de España”.

            Y el cambio en la mentalidad de los militares. Los militares fueron duramente criticados y adoptaron una postura de defensa corporativa de sus intereses y de desprecio de la sociedad civil y del sistema liberal. Los militares se defendían diciendo que fueron enviados a una guerra sin los medios suficientes para poder ganarla. La derrota provocará un cambio de mentalidad en los militares que adoptarán actitudes más autoritarias e intransigentes ante las críticas que reciben y ante el auge del antimilitarismo.







[1]                     En la monarquía democrática el rey reina pero no gobierna, en el sistema de la Restauración la Corona comparte el poder legislativo con las cortes así como la soberanía de la nación.
[2]                     Primer matrimonio con María de las Mercedes de Orleáns del 23 de enero de 1878 a junio de 1878. Segundo matrimonio con María Cristina de Habsburgo el 29 de noviembre de 1879.
[3]                     Político e historiador. Autor de obras como: Historia de la decadencia de España desde Felipe III hasta la muerte de Carlos II. Fue asesinado por el anarquista italiano Angiolillo en el balneario de Santa Águeda, en Guipúzcoa,en agosto de 1897.
[4]                     Conservador: 1875-1881: Período de formación, atrae a los líderes de otros grupos. 1885-1902: Plenitud con dos problemas: 1892, se separa Francisco Silvela y en 1897, muere Cánovas problema de la sucesión que se resuelve volviendo Silvela y formando la Unión Conservadora.

[5]                     Liberal: 1875-1885: Período de formación, atrae a los líderes: 1880 Partido Liberal Fusionista. 1885-1903 Plenitud después de salvar la crisis (fraccionamiento del partido) de 1885 al recoger el gobierno que le cede Cánovas y poner a los disidentes en los ministerios.
[6]                     Distritos enfeudados a las familias de Montero Ríos, Bugallal, Gasset, etc.
[7]                     Si en un distrito había muchas irregularidades se repetían las elecciones.
[8]                     Herederos del rey, altos mandos del ejército y de la administración, grandes de España.
[9]                     Abogado, economista y político nacido en Huesca.  Fundó la Asamblea Nacional de Productores que junto a las Cámaras de Comercio que lideraba Basilio Paraíso y la Liga Agraria dirigidas por Santiago Alba para formar la Unión Nacional, nuevo partido político popular y muy crítico con el sistema de la Restauración canovista
[10]                   Los dictadores del futuro (Primo de Rivera y Franco) se apropiarán de las palabras de Costa para presentarse como herederos del espíritu do regeneracionismo. 

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