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miércoles, 27 de septiembre de 2017

PROPUESTA DE SOLUCIÓN ECONOMÍA FRANQUISMO

SOLUCIÓN EXAMEN   ECONOMÍA FRANQUISMO

Con el final de la Guerra Civil, el bando sublevado va a imponer su modelo político e ideológico, que se puede caracterizar como una dictadura militar que se basa en el nacionalismo español y que tiene ideas de los falangistas, del conservadurismo antiparlamentario, del catolicismo tradicional, de la idea de negar el reformismo republicano y de impedir el liberalismo, el comunismo, el antiseparatismo y el anticatolicismo.
Franco, a nivel político, tiene que imponer su modelo, por eso la primera etapa (1939-45), denominada totalitaria, es de fuerte represión y se apoya en el ejército y en la Falange; continua después, de 1945 a 1959, dando un pequeño cambio, intenta dar la imagen de no ser tan fascista y pone énfasis en el catolicismo, para controlar todo el poder y adaptarse al bloqueo internacional, al que fue sometido por las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial. La última etapa es la llamada tecnocrática; va de 1959 a 1975. En esta etapa se pone atención al desarrollo económico para sustentar el régimen, completar su institucionalización y pensar en el mantenimiento de la dictadura una vez muerto Franco. Para esta tarea el dictador se apoya fundamentalmente en la familia do Opus Dei y en los tecnócratas. 

Durante el franquismo la economía pasará por dos etapas: la primera, de 1939 a 1959, de autarquía; y la segunda de 1959 a 75, denominada tecnocrática, desarrollista o de la planificación indicativa.
 La etapa de la autarquía, es llamada así porque lo que se persigue es el autoabastecimiento. El establecimiento de esta política autárquica parte de la combinación de los siguientes elementos: situación de destrucción después de la Guerra Civil y falta de capital para invertir y comprar, inicio de la Segunda Guerra Mundial que dificulta las compras, posterior aislamiento del régimen a partir de 1945 por los vencedores de la Segunda Guerra M., culminación de las tendencias proteccionistas, defensa de lo español e interés político en practicar esa política que ayuda a establecer la dictadura.

En esas circunstancias la política económica autárquica era la que mejor se adaptaba. En el doc.1, un texto del propio Franco sobre los fundamentos y directrices del plan de saneamiento de la economía, hace mención a los problemas que se tienen, que en el texto se sintetizan en la desfavorable balanza de pagos (doc. 1 lín.1), es decir que se compra mucho fuera de España y, como no se compensa con ventas en el exterior, sale o capital de España, produciéndose una balanza deficitaria que no se puede mantener. En ese contexto es necesario reducir las compras, pero tiene que seguir funcionando la economía, y para eso era necesario:
-          férreo control do comercio exterior para reducir las importaciones, como señala en el texto en los puntos 1 y 2, suprimir las importaciones no indispensables y reducir las que se puedan. Para eso, el comercio exterior quedó controlado a través de las licencias de importación, y el comercio se redujo a las importaciones de cereales, maquinaria, petróleo y materias primas indispensables. La exportación quedaba reducida a los cítricos y el wolframio (para Alemania), muy insuficientes para compensar la balanza de pagos. Se acompañaba ese control con el Instituto Español de Moneda Extranjera (creado en 1939), para los pagos internacionales y el establecimiento del cambio de la peseta por encima del precio de mercado, de esa manera era muy difícil comerciar con el exterior.

-          el desarrollo de la industria de forma rápida para garantizar la autosuficiencia. Hay que intentar producir en España para evitar las importaciones. En ese sentido se promulgan leyes –Ley de Protección y Fomento de la Industria Nacional, Ley de Ordenación y Defensa de la Industria Nacional- para facilitar la construcción de industrias de bienes de equipo, al tiempo que impone restricciones a las inversiones extranjeras. Y como no hay capital privado y no se montan industrias, en la década de los 40, el Estado se convierte en un gran empresario: se nacionaliza RENFE y la Compañía Telefónica, y en septiembre de 1941 se crea el INI (Instituto Nacional de Industria): un conglomerado de empresas públicas para industrializar rápidamente ante la falta de iniciativa privada. Las inversiones se dirigen, sobre todo, a la producción de energía (ENDESA), material de transporte (SEAT, CASA), siderurgia, construcción naval (ASTANO) (industrias de carácter estratégico para el conjunto de la economía del país.

-          En cuanto a la agricultura: se intenta impulsarla (Instituto Nacional de Colonización) (interés de la Falange, etc.) pero la falta de abonos, maquinaria, poca productividad, incluso la sequía (“la pertinaz sequía” de la que hablaba el régimen) provocan resultados negativos: no se recuperan las producciones de antes de la guerra y se impone el racionamiento (hambre, estraperlo y mercado negro de todo tipo de productos).

Los resultados de esta política autárquica fueron negativos: las restricciones, reglamentos e intervencionismo llevaron a una situación de atraso y estancamiento, con una economía poco competitiva donde la escasez, tráfico de influencias y corrupción eran frecuentes. Los niveles de producción son muy bajos. La falta de abastecimientos impuso el racionamiento (Cartillas de racionamiento –también para los productos industriales-) viéndose la población obligada a acudir al mercado negro y a los estraperlistas. Como señala JL García Delgado en el Doc. 2, la autarquía supuso el remate del proceso de crecimiento desde el último tercio del XIX (doc. 2 lín. 2-3), y un fracaso económico que corrió paralelo a la regresión política y social (lins, 8-9).

Esa situación era insostenible, por lo que el régimen, que veía también los inicios de alguna protesta, busca una solución. Esta va a llegar gracias a la ayuda internacional y al final do bloqueo, junto a unas buenas cosechas en la agricultura que permiten acabar con el racionamiento.
 La política anticomunista de Franco era favorable a los intereses americanos en el contexto de la “guerra fría”, por lo que inician ayudas económicas al tiempo que favorecen el desbloqueo (presión a Francia para la apertura de fronteras). Las ayudas se reciben a partir de 1950 (España no entra en el Plan Marshal, y solo recibe unas mínimas ayudas) y se concretan en el acuerdo Hispano-americano de 1953 para el uso de las bases militares. EE.UU podía usar las bases Rota, Morón, Zaragoza y Torrejón a cambio de cientos de millones de dólares, maquinaria y alimentos, que sirvieron al régimen de Franco para solucionar en parte los problemas. Al tiempo, se inicia un despegue económico, pero la economía española, quedaba claro, necesitaba la necesitaba ayuda extranjera y la integración en el mercado internacional para desarrollar el capitalismo.
 
Por esas razones, a partir de 1957, se empieza a producir un cambio en el régimen. Franco en 1957 formó un nuevo gobierno que se decantó por la liberalización económica. Entran los tecnócratas vinculados al Opus Dei encabezados por Laureano López Rodó, Navarro Rubio y López Bravo. Estos ministros empiezan con unas medidas preestabilizadoras en la economía que culminan, en 1959, con la promulgación del llamado Plan de Estabilización (doc. 3). De ese modo entramos en la segunda etapa de la economía del franquismo, la etapa tecnocrática (de la planificación indicativa) o desarrollista.
Como se señala en el doc. 3, una vez superados los problemas de la reconstrucción de la economía, luego de la guerra de Liberación (doc. 3 lin. 1-2) es necesario dar más libertad, pero manteniendo el estado el control (lin. 6-9).
Este Plan, decreto-ley de Nueva Ordenación Económica (21 de julio de 1959), conocido como Plan de Estabilización, contó con la aprobación de los organismos internacionales FMI (Fondo Monetario Internacional) y OCDE (Organización Europea para a Cooperación y el Desarrollo) en los que entró España en 1959 y que concedieron importantes créditos para desarrollar esa planificación.

Los objetivos del Plan eran los siguientes:

-          Cortar la inflación y sanear las cuentas exteriores: limitar el gasto del sector público, elevar los tipos de interés (para frenar el crédito) frenar importaciones especulativas, liberalizar el comercio exterior, frenar la demanda, estabilizar precios, nuevo cambio de la peseta (60 pesetas por dólar), liberalizar las importaciones de capitales, etc.
-          Deshacer el capitalismo corporativo y establecer un modelo de economía de mercado semejante a los de Europa occidental.

El Plan de Estabilización sentó las bases para el crecimiento. Sus efectos fueron positivos:

-          reducción de la demanda y de la inflación, saneamiento del comercio exterior..., pero a costa de la congelación salarial y un aumento del paro que tendrá la válvula de escape en la emigración a Europa (vive una fase de prosperidad económica).

Para alcanzar los objetivos planteados en el plan de Estabilización el Estado va a desarrollar la PLANIFICACIÓN INDICATIVA.

En 1962 se creó la Comisaría del Plan de Desarrollo (dirigida por López Rodo) que intentó copiar el modelo francés de planificación indicativa. Se van a elaborar tres planes: I Plan de Desarrollo (1964-67), II Plan (1968-71) y III Plan (1972-75). Los planes pretendían programar el crecimiento de la economía, sobre todo de la industria, y de determinadas zonas que estaban atrasadas pero que tenían posibilidades de crecimiento. Se pusieron en marcha los Polos de Desarrollo y los Polígonos industriales, para extender la industria y corregir los desequilibrios regionales (Burgos, Vigo, A Coruña, Valladolid, Zaragoza…). Constaban de dos partes: una, de carácter indicativo (eran las proyecciones de crecimiento), y otra, de carácter vinculante para la administración (indicativa para los particulares) concretada en el programa de inversiones públicas, créditos, ventajas fiscales, etc.

La planificación tuvo un éxito importante, unas tasas de crecimiento medio próximo al 7% anual (superior al resto de Europa). Crecen todos los sectores económicos: la agricultura se moderniza y aumentan las producciones, la construcción (por el crecimiento urbano) industria, sobre todo la química, automóviles, hierro y acero, maquinaria y construcción naval; el sector servicios (por el impulso del turismo).
Este gran crecimiento de la economía fue presentado por el régimen como “el milagro español” y ayudó a justificar el régimen político. Un ejemplo del crecimiento, de ese “milagro” fue el crecimiento del sector automovilístico, con el desarrollo de industrias como a SEAT, que fabricaban el mítico seat 600 (doc, 4), que fue presentado por el régimen como el coche que podía alcanzar cualquier español, o el desarrollo de las industrias de uso y consumo (para el hogar), alimentación, etc. que proporcionaban los nuevos productos para la clase media que aumentaba progresivamente en España.
 Pero este crecimiento no evitó los desequilibrios regionales, ni sociales, ni la dependencia exterior (de capital y tecnología) y permitió la entrada de capital extranjero en las grandes empresas españolas. Por estas razones se habla de un “desarrollismo”, es decir, un crecimiento desordenado. La planificación tuvo grandes problemas como: no ser verdaderamente indicativos (proyecciones mal hechas y no revisadas), no fueron verdaderamente vinculantes (inversiones que no se cumplieron), no fueron equilibradores (agudización de desequilibrios interprovinciales y sociales), eran demasiado técnicos e manejaban estadísticas poco fiables.

El éxito del desarrollismo, de la planificación, va a venir dado por el aporte de dinero que proporcionaron la emigración, el turismo y la inversión extranjera, sin el cual la planificación no habría tenido tan buenos resultados:

-          La EMIGRACIÓN: En el doc. 5 tenemos una tabla que nos muestra la emigración entre 1951 a 1980. En la tabla vemos como se produce un fuerte aumento (un millón en el periodo 1961 a 1970) y el cambio de destino de América para Europa debido a que se recupera de la 2ª Guerra Mundial. En el periodo 71-80 la emigración desciende al mejorar las condiciones en España y por la crisis del 73. La emigración actuó como la válvula de escape al paro y a la tensión sobre los salarios. Tanto interior, de las zonas rurales hacia las industrializadas (bajos salarios, sin tierra... se acompaña de la agudización del problema de la vivienda en las ciudades y del despoblamiento de las provincias del interior de España), como exterior, sobre todo a Europa Occidental (joven, masculina, poco cualificada y temporal). Los efectos son: descenso del paro en España, entrada de divisas (compensa la Balanza de Pagos), aumento del consumo en España (por el envío del dinero de los emigrantes).

-          El TURISMO:  Doc. 6. Pieza clave del “milagro español”. Pasó de un millón de turistas en 1952 a 34,5 millones en 1973, como vemos en la tabla. Estos turistas supusieron la entrada de divisas que ayudaron a compensar la deficitaria Balanza de Pagos y de esa forma poder comprar lo necesario para nuestra industria (sobre todo el petróleo).


-          El CAPITAL EXTRANJERO: es el tercer pilar del desarrollismo. España necesita inversiones extranjeras debido a la falta de capital interno; así, en 1959, se liberalizaron las inversiones al capital extranjero que vieron en España un buen lugar para invertir por: estabilidad política, ilegalidad de las huelgas y mano de obra barata. La inversión será sobre todo americana y dirigida a: construcción de materiales de transporte, química, alimentación y eléctrica. Fue muy beneficiosa, pero provocó: desnacionalización de sectores básicos, entrada de multinacionales y más dependencia tecnológica y comercial.


El remate de esta etapa desarrollista se produce en 1975 motivada por lo desarrollo de la crisis mundial, empezada en 1973, y por la muerte de Franco.  En esas circunstancias, el conjunto de la economía entra en una profunda crisis de estancamiento e inflación, por lo que era necesario un cambio en la planificación, así se cortó el Tercer Plan de desarrollo y se empezaron a realizar transformaciones que ayudaran en el cambio del sistema dictatorial a la democracia.

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