ya

viernes, 15 de septiembre de 2017

BLOQUE 6 La conflictiva construcción del Estado liberal (1833-1874)


Bloque 6. La conflictiva construcción del Estado liberal (1833-1874)

LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL Y SUS DIFICULTADES

  Las revoluciones liberales del siglo XIX dieron paso a la construcción de un modelo político que llegó hasta nuestros días: EL ESTADO-NACIÓN LIBERAL.
  Políticamente se basó en el principio de soberanía nacional, en la separación de poderes y en el respeto de los derechos individuales. Se eliminaron los viejos privilegios estamentales y se estableció el principio de igualdad jurídica.
  En la construcción del estado liberal en España se produjeron mayores dificultades que en otros países de Europa Occidental con mayor grado de desarrollo. Hasta el reinado de Isabel II (1833-1868) no fueron definitivamente derrotados los partidarios del A.R. y desmanteladas sus instituciones.
  Durante el reinado de Isabel II se instala definitivamente el liberalismo, pero moderado. Conocido con el nombre de “liberalismo doctrinario” fue hegemónico durante la mayor parte del siglo XIX.
  El reinado de Isabel II será muy inestable por la falta de entendimiento entre los liberales moderados y progresistas, y serán frecuentes los pronunciamientos y la intervención del ejército para poder cambiar el gobierno.

Bloque 6. La conflictiva construcción del Estado liberal (1833-1874)

 B6.1. El carlismo como último bastión absolutista: ideario y apoyos sociales; las dos primeras guerras carlistas.


 HEB6.1.1. Identifica el ámbito geográfico del carlismo y explica su ideario y sus apoyos sociales.

 HEB6.1.2. Especifica las causas y consecuencias de las dos primeras guerras carlistas.

 HEB6.1.3. Representa una línea del tiempo desde 1833 hasta 1874 y sitúa en ella los principales
acontecimientos históricos.    Por hacer….

 B6.2. Triunfo y consolidación del liberalismo en el reinado de Isabel II: primeros partidos políticos; protagonismo político de los militares; legislación económica de signo liberal; nueva sociedad de clases.

 HEB6.2.1. Describe las características de los partidos políticos que surgieron durante el reinado de Isabel II.

 HEB6.2.2. Resume las etapas de la evolución política del reinado de Isabel II desde su minoría de edad, y explica el papel de los militares.

 HEB6.2.3. Explica las medidas de liberalización del mercado de la tierra llevadas a cabo durante el reinado de Isabel II.-----aclaración… hay que completar con el tema de economía.

 HEB6.2.4. Compara las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz, y especifica los objetivos de una y otra.---- este estándar está aquí y se verá en el tema de economía…

 HEB6.2.5. Especifica las características de la nueva sociedad de clases y compárala con la sociedad estamental del Antiguo Régimen. ----este estándar está aquí y en el tema de sociedad y población.

 B6.4. Sexenio Democrático: revolución de 1868 y caída de la monarquía isabelina; búsqueda de alternativas políticas y monarquía de Amadeo I; primera República; guerra de Cuba, tercera guerra carlista e insurrección cantonal.

 HEB6.4.1. Explica las etapas políticas del Sexenio Democrático.

 HEB6.4.2. Describe las características esenciales de la Constitución democrática de 1869.

 HEB6.4.3. Identifica los grandes conflictos del sexenio y explica as sus consecuencias políticas.
--------------------------------------------------

Esta parte se verá en el tema de población y movimiento obrero
 B6.5. Inicios del movimiento obrero español: condiciones de vida de la población obrera y campesina; la Asociación Internacional de Trabajadores y la aparición de las corrientes anarquista e socialista.

 HEB6.5.1. Relaciona la evolución del movimiento obrero español durante el Sexenio Democrático con la del movimiento obrero internacional.









I. LA ESPAÑA ISABELINA (1833-1868)

1. LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL ---RESUMIR

El liberalismo es una nueva ideología que defiende un nuevo concepto de poder y de la sociedad basado en la libertad, igualdad jurídica, limitación de la autoridad y participación política de los ciudadanos, frente al absolutismo y a los privilegios del A. R.
  La época isabelina e un periodo de inestabilidad política y constitucional con frecuentes cambios.
El régimen político dominante fue la monarquía constitucional doctrinaria, favorable a las clases burguesas y aristocráticas.
  Los rasgos más característicos son:
Una monarquía constitucional doctrinaria: rey con poder.
Un estado unitario y centralizado (por el principio de igualdad): diferencia en los alcaldes: control central o elección popular.
Un estado controlado por las clases propietarias. Hicieron del estado un instrumento para defender intereses propios.
Clases propietarias que se organizan en partidos políticos (explicar hojas aparte): dos fundamentales: moderados y progresistas.
Una peculiar alternancia en el gobierno: el gobierno no es fruto de un proceso electoral libre, en la mayoría de los casos, sino que:
 Es el rey el que nombra el gobierno (ante crisis, etc.) y este “controla” el proceso electoral, gana las elecciones y consigue, también, el respaldo de las Cortes. Sistema de turno o canovista.
Como el rey nombra siempre a gobiernos moderados, los progresistas para alcanzar el poder tienen que recurrir al PRONUNCIAMENTO y formación de Juntas.
Una constante intervención del ejército, debido a la debilidad de los partidos y burguesía.
Una alternancia de constituciones: moderada, progresista, conservadora.
Papel de la prensa: Papel importante como difusor de las ideas del liberalismo. Prensa que se decanta por una opción y ataca a la otra. Trata pocas noticias, pero en profundidad. Cuando la noticia aparece en la prensa adquiere gran importancia. Destaca mucho la sátira, el dibujo y la caricatura. Población analfabeta, pero le leen las noticias y ve el dibujo. El Universal, El censor, La abeja, El eco de la clase obrera.

RASGOS PRINCIPALES
1.1.                MONARQUÍA CONSTITUCIONAL DOCTRINARIA
 
  El modelo de monarquía adoptado será el de constitucional doctrinaria. En este modelo la reina compartía la soberanía y el poder legislativo con las Cortes. Encabezaba el poder ejecutivo y nombraba los principales cargos públicos (alcaldes y una parte de los senadores). Solo una parte del liberalismo radical fue partidario de la instauración de una monarquía constitucional democrática (en el periodo 68-73) o de una república federal (1873-74).

1.2.                CENTRALISMO

  Los liberales pretenden llevar a cabo la centralización y la unificación de la administración del Estado. La ideología liberal rechazaba cualquier particularismo o diferencia dentro de los territorios de la monarquía española por considerarlos incompatibles con el principio de igualdad de todas las personas ante la ley. En este contexto, se estableció una nueva división provincial realizada por Javier de Burgos, aún hoy vigente.
  Dentro de los liberales, los moderados eran partidarios de una centralización más fuerte (control del nombramiento de los alcaldes), los progresistas eran partidarios de una mayor descentralización.
  A partir de 1830 aparecen, frente a este centralismo, otras doctrinas que defendían el reconocimiento de particularidades. Por un lado, estaría el provincialismo, de carácter progresista, que conectará con el regionalismo y nacionalismo; por otro lado, estará el tradicionalismo que reivindica los privilegios forales vascos. 


 HEB6.2.1. Describe las características de los partidos políticos que surgieron durante el reinado de Isabel II.

1.3.                 PARTIDOS POLÍTICOS

              No se trata de partidos políticos como los actuales. Son agrupaciones de personalidades alrededor de algún notable civil o militar. Son corrientes de opinión.

     Los dos grandes partidos son: los Moderados y los Progresistas. En los progresistas se producirá una escisión en 1849, el Partido Demócrata que tendrá una gran influencia en los decenios siguientes, y que significó el nacimiento de la primera expresión política del pensamiento democrático en España: sufragio universal, ampliación de las libertades públicas, asistencia social, etc. En los moderados se producirá otra escisión en 1854, la Unión Liberal que logrará atraer a los más conservadores del progresismo

                          
DIFERENCIAS ENTRE LIBERALES MODERADOS Y LIBERALES PROGRESISTAS

Si bien todos los liberales van a coincidir en defender ciertas ideas comunes:
-       El modelo de Estado centralista liberal-parlamentario.
-       La existencia de una ley máxima o texto constitucional que recoja: los derechos y deberes de los ciudadanos, la división de los tres poderes y las características del jefe de Estado, gobierno y administraciones.
-       El sometimiento de todos los ciudadanos a los mismos códigos de leyes y a la misma jurisdicción de justicia.
-       El concepto de propiedad privada individual.
-       El sufragio o derecho a elegir y ser elegido, siempre solo para los propietarios.

También es cierto que entre los liberales van a existir grandes diferencias ideológicas, lo que nos obliga a diferenciar entre liberales moderados y progresistas en relación con ciertos principios:


LIBERALES MODERADOS
LIBERALES PROGRESISTAS
CONCEPTO DE SOBERANÍA
La soberanía la comparten el Rey y las Cortes. Un rey con mucho poder.
La soberanía la tiene la Nación
DERECHOS Y DEBERES
La Constitución solo debe recoger ciertos derechos individuales.
La Constitución tiene que recoger y proteger derechos individuales o de la persona, pero también derechos y libertades políticas.
SUFRAGIO RESTRINGIDO
Los moderados consideran que solo tienen derecho al sufragio los grandes propietarios, según un censo de impuestos (sufragio muy restringido).
Los progresistas consideran que deben tener derecho al sufragio el máximo de propietarios, por lo tanto que el censo debe ser amplio (sufragio restringido, pero ampliado a no propietarios).
CENTRALISMO
Para los moderados el gobierno central debe tener un estricto control sobre las elecciones de alcaldes y gobernadores (alcaldes nombrados por el gobierno).
Las autoridades de la administración local (alcaldes) y de la administración provincial (gobernador civil, Diputación) deben tener autonomía frente al Gobierno central. Los alcaldes deben ser elegidos por el pueblo.
ORDEN PÚBLICO
Defienden que el orden público debe ser encargado a un cuerpo especial militar (crean la Guardia Civil).
Del orden público deben encargarse los propios ciudadanos de cada ayuntamiento, organizando patrullas compuestas por civiles.
MODELO DE ECONOMIA
Como liberales apuestan por la libertad para producir, comerciar... pero quieren aranceles contra los productos del exterior (proteccionismo).
Apuestan por una libertad sin límites en las actividades económicas... por lo tanto rechazan la imposición de aranceles sobre las importaciones (librecambismo).
MODELO DE SISTEMA IMPOSITIVO
Prefieren los impuestos indirectos sobre la compraventa o consumos
Rechazan los impuestos indirectos sobre los consumos básicos y defienden un sistema de impuestos directos sobre la riqueza.
MODELO DE EJÉRCITO
Quieren un ejército compuesto por militares profesionales, complementado con el sistema de “quintas”.
Rechazan el modelo de ejército profesional y las “quintas”. Prefieren un ejército compuesto por ciudadanos voluntarios, la Milicia Nacional.
RELACIÓN DE LA IGLESIA CON EL ESTADO
El Estado debe ser confesional católico y conceder privilegios a la Iglesia Católica para que tenga el control sobre la educación.
El Estado no puede tener confesión religiosa de ningún tipo (debe ser laico). Rechazan la influencia del clero regular y secular: son anticlericales.

La razón de tantas discrepancias está en que las dos tendencias políticas representan los intereses de dos bases sociales distintas:

La base social de los liberales moderados está integrada por una parte de los terratenientes, de los grandes burgueses (industriales, comerciantes, banqueros), de los altos mandos del ejército, de los compradores de las tierras desamortizadas...
La base social de los liberales progresistas está integrada por los pequeños comerciantes, los empleados, los mandos inferiores del ejército, intelectuales y profesionales liberales.

Mientras los liberales moderados son más conservadores y solo pretenden imponer un Estado liberal con las mínimas reformas posibles, los liberales progresistas consideran que la clave es el texto constitucional, por lo tanto, cada vez que alcancen el poder reformarán la Constitución de los anteriores o harán una nueva.

La Unión Liberal es un grupo que aparece en 1854 liderado por Leopoldo O´Donnell formado por moderados reformistas y por progresistas moderados. Tiene una base social bastante heterogénea. Defienden posiciones semejantes a moderados y progresistas intentando alejar a la monarquía de posiciones absolutistas, pero manteniendo la idea de soberanía compartida entre rey y cortes.

Fuerzas políticas que quedan fuera del sistema:

-            Los carlistas, que defienden posiciones absolutistas y legitimistas que cuestionan el reinado de Isabel II. Defiende los privilegios estamentales y forales, la vuelta de la Inquisición, etc. Cuentan con el apoyo de la nobleza y clero reaccionario y de los campesinos temerosos del liberalismo.
-            Los demócratas. Aparecen en 1849 como una escisión del partido progresista. Son más radicales y preocupados de las cuestiones sociales. Defienden la soberanía nacional, el sufragio universal masculino, las libertades de conciencia, asociación y expresión que debían garantizarse por la tolerancia religiosa, el juicio por jurados y la libertad de imprenta. Eran partidarios de restaurar la Milicia Nacional, la abolición de los fueros y el establecimiento de un sistema fiscal proporcional a la riqueza que anulase los impuestos indirectos, en particular los consumos que afectaban a las clases populares.
-            Los republicanos. Arrancan en la década de los treinta. En 1840 ya hay núcleos organizados en Madrid y Barcelona. En sus comienzos el republicanismo fue federal, consideraban que España, en el pasado, nunca había constituido una unidad política compacta, sino que estaba compuesta por unidades menores con lenguas, costumbres e intereses distintos.


1.4.        UN ESTADO CONTROLADO POR LAS CLASES PROPIETARIAS
 
              Los grupos dominantes, para mantener el control político, solo dieron la participación a las clases propietarias. De ese modo, el modelo de sufragio impuesto fue el censitario, muy censitario por los moderados y algo más amplio para los progresistas. Además, creaban las leyes que favorecían sus intereses.

1.5.        UNA PECULIAR ALTERNANCIA EN EL GOBIERNO
        
       La reina era quien encabezaba el ejecutivo y quien nombraba y cesaba al jefe de gobierno, pero éste tenía que contar con la confianza de las Cortes. Como el nombramiento real era anterior a la celebración de las elecciones, el nuevo jefe de gobierno tenía que ganar las elecciones, por lo que siempre se daba el fraude para conseguir un resultado favorable.


1.6.     EL PESO DEL EJÉRCITO

              Una de las características del ejército español durante el siglo XIX fue su constante presencia en la vida política. Desde 1808 la oficialidad se nutre de los sectores populares proclives al liberalismo, así durante el reinado de Fernando VII el regreso al constitucionalismo solo era posible apelando al poder de las armas (el pronunciamiento). Durante la regencia de María Cristina, la guerra carlista hizo necesario contar con el apoyo de los militares y a su vez obtienen prestigio (como Espartero) al derrotar al carlismo y durante el reinado de Isabel II los militares son líderes de los partidos y también serán jefes de gobierno. Por su parte, la oposición para acceder al gobierno tenía que contar con el apoyo de los militares para realizar pronunciamientos y enfrentarse al gobierno. Así la intervención militar se convirtió en un fenómeno crónico que evidencia la debilidad de los grupos civiles y de la burguesía para implantar sólidamente el liberalismo. El ejército se emplea para acceder al poder, mantenerse, combatir la oposición y dominar los grupos populares que exigen reformas más profundas.
El ejército a lo largo del siglo XIX también se profesionaliza, en ese sentido se implanta el servicio militar obligatorio como consecuencia del presupuesto liberal que considera a la Nación como conjunto de ciudadanos, por lo que a todos concierne su defensa. Se establece el sistema de “quintas”[1] para la recluta, pero existiendo la posibilidad de redimir el servicio mediante el pago de una cantidad de dinero, lo que convierte a la quinta en una obligación únicamente para las clases desfavorecidas.
              Poco a poco los militares irán adoptando posiciones ideológicas más conservadoras.

1.7.          JUNTAS Y MILICIA

              La inmensa mayoría de la población quedaba fuera del sistema por el tipo de sufragio, el papel del ejército y las atribuciones de la Corona. Así, la burguesía urbana y liberal y amplios sectores populares tuvieron que recurrir a otros mecanismos para poder incidir en la vida política. Estos mecanismos son las Juntas y la Milicia, que aparecen con la Guerra de Independencia y significan la asunción de la soberanía popular y la defensa armada.
     En el proceso de implantación del liberalismo aparecen las Juntas en momentos de crisis, cuando el poder constituido, Corona-gobierno, no responde a las expectativas y a los deseos del movimiento burgués y popular. Se eligen de modo espontáneo mediante procesos electorales variados y tienen especial incidencia en 1835, 36, 40, 42-43, 54 y 68-69.
     La Milicia surge también en 1808 y las Cortes de Cádiz la transformaron en una fuerza nacional, alternativa al ejército regular. Estaba formada por la burguesía y todos sus miembros eran iguales, con cargos electivos, recayendo la autoridad máxima en el alcalde del ayuntamiento. Será la fuerza que empleará el liberalismo para forzar a la Corona a llamarlos al poder.
     Ambas eran difícilmente controlables y poco homogéneas ideológicamente. Sus demandas varían a lo largo del tempo, en ocasiones solo apoyan las demandas liberales, en otros casos extienden las peticiones a cuestiones sociales y económicas (precios, consumos, quintas).

1.8         ALTERNANCIA DE CONSTITUCIONES

  Debido a la falta de entendimiento entre la clase política se va a producir la promulgación de una constitución cuando un grupo político alcance el poder.


CARACTERÍSTICAS DE LAS CONSTITUCIONES ESPAÑOLAS


MODERADAS O CONSERVADORAS
1845-1876
PROGRESISTAS
1837-1856
DEMOCRÁTICAS 1869
SOBERANÍA
COMPARTIDA REY CORTES
SOBERANÍA NACIONAL EN LAS CORTES
SOBERANÍA POPULAR
PODER EJECUTIVO
EN LA CORONA
EN LA CORONA
EN LA CORONA
PODER LEGISLATIVO
EN LAS CORTES CON EL REY
EN LAS CORTES CON EL REY
EN LAS CORTES
PODERES DEL REY
AMPLIOS, PREEMINENTE SOBRE LAS CORTES
LIMITACIÓN DE LAS FACULTADES DEL REY
LIMITADOS
CORTES
BICAMERALES, SENADO DE DESIGNACION REAL
BICAMERALES, SENADO CON INTERVENCIÓN REAL
BICAMERAIS ELEGIDAS LIBREMENTE
PODER JUDICIAL
EN LOS TRIBUNALES
EN LOS TRIBUNALES Y JURADO POPULAR
EN LOS TRIBUNALES Y JURADO POPULAR
RELIGIÓN
CATOLICISMO OFICIAL
TOLERANCIA DE CULTOS
LIBERTAD RELIGIOSA
LIBERTADES
RESTRINGIDAS
ALGO MÁS AMPLIAS
AMPLIO CATÁLOGO DE LIBERTADES
SUFRAGIO
CENSITARIO RESTRINGIDO
CENSITARIO AMPLIO
UNIVERSAL MASCULINO

1.9.     EL PAPEL DE LA PRENSA

  La prensa jugó un papel muy importante como difusor de las ideas del liberalismo. Al mismo tiempo servía como elemento de confrontación entre los distintos grupos políticos, con diversas visiones sobre la construcción del Estado.
Aunque la mayor parte de la población era analfabeta (80%), y que la prensa se dirigía hacia la burguesía, tenía una gran influencia sobre toda la población (no hay otro medio de comunicación).
La tirada era pequeña y su vida, en muchas ocasiones, corta (por la represión del gobierno, censura o acabar el problema que la hizo aparecer). Algunas duran mucho tiempo manteniendo una corriente de opinión fija: “El Universal” y “El Censor” de ideas moderadas; “El Espectador”, monárquico y clerical; “El eco del comercio” o “la Abeja”, de ideas progresistas; y “El Eco de la clase obrera” de talante socialista.
En la prensa se trataban pocos acontecimientos, pero en profundidad. Se analizaban discursos y programas políticos. Tenía mucha importancia el dibujo cómico-satírico.
También hay que destacar la aparición de una prensa con un alto contenido satírico y humorístico. En esta destacaba mucho el dibujo (caricatura que destaca rasgos criticables) y la historieta, que explicaba los acontecimientos de un modo sencillo y fácil de entender para un público poco instruido.


2. EVOLUCIÓN CONSTITUCIONAL Y POLÍTICA (1833-1868)
 
  Reinado en el que se instala definitivamente el liberalismo. Liberalismo de tipo moderado.
  Reinado de gran inestabilidad por la falta de entendimiento entre las distintas ramas     liberales. Fruto de tanta inestabilidad es la redacción de 4 constituciones.
  Recurso frecuente al pronunciamiento para cambiar el gobierno, y frecuente intervención del   ejército en la vida política.
 

2.2.     REGENCIA DE MARÍA CRISTINA (1833-40)

 HEB6.2.2. Resume las etapas de la evolución política del reinado de Isabel II desde su minoría de edad, y explica el papel dos militares. (apartados 2.2 y el 2.3)

Hay que realizar el resumen, y destacar el peso que adquieren los militares y por qué. Teoría a partir de aquí, usar el apartado 1.6 y las soluciones de los modelos de examen.

           María Cristina comienza a gobernar introduciendo pocas reformas liberales (Cea Bermúdez), por lo que no tiene el apoyo suficiente. El inicio de la guerra carlista la lleva a hacer el primer cambio llamando a Francisco Martínez de la Rosa, que desarrolla unas pequeñas reformas a través del llamado régimen del Estatuto Real. Estas reformas tampoco satisfacen a los liberales por lo que, ante el avance del carlismo, tiene que llamar a los liberales más progresistas en 1835. Entran los progresistas con Mendizábal al frente. Aplican reformas liberales (desamortización, reforma ejército), pero los más moderados se asustan, por lo que es cesado. Vuelven los moderados, pero la revuelta de los sargentos en el palacio de la Granja, en el verano de 1836, obliga a llamar de nuevo a los progresistas. El liberalismo triunfa definitivamente y los liberales progresistas imponen su modelo a través de la constitución de 1837. Aprobada la constitución, el poder vuelve a los moderados y María Cristina pretende suavizar las reformas. Estas acciones hacen que María C. quede sin apoyos. Su intento de imponer la Ley de ayuntamientos de 1840 provocará la oposición de los sectores progresistas y forzará a María Cristina a renunciar a la Regencia y a salir de España. La marcha de María Cristina provocará el nombramiento de un nuevo regente. Escogerán al general Baldomero Espartero. Significa el peso de los militares que se ……. Completar……..todas las etapas…..
           Poner cronología ….. y destacar el papel de los militares……..



2.1.1.   EL CARLISMO Y LAS OPCIONES LIBERALES


 B6.1. El carlismo como último bastión absolutista: ideario y apoyos sociales; las dos primeras guerras carlistas.


 HEB6.1.1. Identifica el ámbito geográfico del carlismo y explica su ideario y sus apoyos sociales.
 HEB6.1.2. Especifica las causas y consecuencias de las dos primeras guerras carlistas.


El 1 de octubre de 1833, dos días después de la muerte de Fernando VII, D. Carlos reivindicó desde Portugal sus derechos dinásticos (Manifiesto de Abrantes). Fue proclamado rey en diversas ciudades de España mientras aparecían partidas carlistas por todo el país.
La guerra a la que dio lugar no fue una simple guerra dinástica (legitimidad de Isabel y de las mujeres para reinar) sino un conflicto civil de fuerte contenido ideológico y de clase.   
En el bando del  carlismo[2] se encuentra  una parte de la nobleza rural, del clero, del artesanado y del campesinado del País Vasco, Navarra, parte de Cataluña, Aragón y Valencia. Agrupaba a los defensores de la monarquía absoluta, de la Iglesia Católica y de la conservación del sistema foral (Dios, Patria y Foros), son tradicionalistas, antiliberales (rechazan reformas impositivas y cambios liberales) e idealizan el medio rural y rechazo de la sociedad urbana e industrial.
En el bando cristino en torno a la Regente, María Cristina y su hija Isabel, se situaron los absolutistas leales a Fernando VII. La necesidad de contar con más apoyo la llevó a pactar con los liberales moderados, e incluso con los progresistas.
El enfrentamiento entre ellos provocó el inicio de la primera guerra carlista[3] (1833-39) que contó con tres periodos: el primero, es favorable a los carlistas mandados por Cabrera y Zumalacárregui; a la muerte de este, en el asedio de Bilbao en 1835, cambió el signo de la contienda. En el segundo periodo, los carlistas intentan llegar a Madrid (expedición del general Gómez en 1836 y Expedición Real en 1837), pero el general Espartero los hace fracasar. En el tercero, los carlistas se dividen entre “moderados” y “extremistas”; así los moderados firman el Acuerdo de Vergara de 1839 (Rafael Maroto), se aceptaba el mantenimiento de los fueros en las provincias vascas y Navarra, así como la integración de los oficiales carlistas en el ejército. Los disconformes en Cataluña al mando de Cabrera fueron derrotados en 1840.
 
En Galicia el carlismo tuvo una presencia secundaria; al no contar con el apoyo popular del campesinado se formaron diversas partidas de guerrilleros encabezadas por el clero o la hidalguía.

La segunda guerra carlista, entre 1847 y 1849, tuvo como principal escenario el campo catalán (los matiners o madrugadores), aunque hubo algunos episodios en otras zonas. El pretendiente era Carlos VI, hijo de Carlos María Isidro, en quien este había abdicado para propiciar su posible matrimonio con Isabel II. Finalmente, este enlace no se lleva a cabo por lo que se cierra la posibilidad de que Carlos se convierta en rey de España por la vía pacífica. La falta de recursos y la incapacidad de extender la guerra llevó el intento al fracaso, pero durante tres años las partidas permanecieron en el Principado, en parte gracias al apoyo que recibían de la población campesina.

Consecuencias de las guerras carlistas:  

- Inclinación de la monarquía hacia el liberalismo: a pesar de sus convicciones, la regente y después la reina hubieron de buscar el apoyo de los liberales ya que los absolutistas apoyaban al pretendiente carlista.
- Se acentúa el protagonismo político de los militares, que comenzó en época de Fernando VII. Ante la amenaza carlista, los militares fueron la pieza clave para la defensa del régimen liberal. Los generales (llamados “espadones”), conscientes de su protagonismo, se pusieron al frente de los partidos y se erigieron en árbitros de la vida política. El recurso abusivo a la práctica del pronunciamiento se convirtió en la fórmula habitual de instaurar cambios de gobierno o de reorientar la política durante todo el reinado.
- Los enormes gastos de la guerra provocaron serios apuros fiscales que influyeron, junto con toda una serie de circunstancias, en la puesta en práctica de ciertas reformas como la desamortización de Mendizábal y otras reformas de carácter liberal.


2.1.2.     EL ESTATUTO REAL DE 1834

  Debido a la minoría de edad de Isabel II, su madre María Cristina asume el poder en calidad de Regente. El primer gobierno le fue confiado a Cea Bermúdez, que pretendía un despotismo ilustrado, hacer unas reformas desde arriba sin acabar con la monarquía absoluta. Entre esas reformas está la nueva división provincial realizada por Javier de Burgos[4]. La necesidad de contar con los progresistas para tener más apoyo, le lleva a dar el gobierno a Francisco Martínez de la Rosa, que promulga un Estatuto Real en 1834.

El Estatuto Real (no es una constitución es una Carta Otorgada, ya que es la Corona la que concede la convocatoria y funcionamiento de unas cortes) tiene como objetivo fundamental la convocatoria y funcionamiento de unas Cortes, pero se olvida del principio de soberanía nacional (se entiende que la soberanía es real), los derechos y libertades son mínimas y no hay división de poderes. Establece unas Cortes bicamerales:
-              El Estamento de Próceres: para el clero y la alta nobleza.
-              El Estamento de Procuradores: en el que entra la burguesía, elegidos por sufragio muy censitario.
Entre las funciones de las Cortes estaba la aprobación de los impuestos y contestar a las consultas del rey, pero no tenía iniciativa legislativa[5], solo tenían el derecho de petición[6]. Se trataba de un liberalismo muy censitario, un compromiso entre los sectores más reformistas del absolutismo y los más moderados del liberalismo. El objetivo era conseguir el apoyo de gran parte de la nobleza, comerciantes, industriales, cargos de la administración y ejército para defender a Isabel II.

Además de la promulgación del Estatuto, Martínez de la Rosa intentó llevar a cabo una serie de reformas que pretendían la reorganización de la Milicia Nacional, de los ayuntamientos y diputaciones, la supresión de ciertos impuestos de tipo señorial, la revalidación de los empleos y ventas nacionales procedentes del Trienio y la concesión de una carta de derechos políticos. El debate de estas reformas dividirá, de manera informal, a los liberales en moderados y avanzados (progresistas).

El proceso de reforma moderada no tuvo éxito por:
-              la guerra carlista,
-     la debilidad e intransigencia política de la Corona,
-     la frustración de las esperanzas liberales de alcanzar cambios significativos.


2.1.3.          LA LLEGADA AL PODER DEL PROGRESISMO

  Durante 1835 se producen numerosas revueltas urbanas (alza de precios, quema de conventos, epidemias, incendios de fábricas como las de la fábrica Bonaplata en Barcelona etc.) y se formaron juntas locales y provinciales que se negaron a obedecer al gobierno hasta que no tomase un rumbo más liberal: reunión de Cortes, nueva ley electoral, libertad de prensa, extinción del clero regular, etc.
Ante el temor a una mayor radicalización del movimiento y como la guerra no marcha bien, la Regente, María Cristina, mandó formar gobierno a Juan Álvarez de Mendizábal (1790-1853), hombre de negocios y destacado liberal. Comienzan las reformas sobre todo las referentes a la reforma del Estatuto y a la recuperación de las leyes desamortizadoras del clero regular (recursos para ganar la guerra) y reforma del servicio militar que pasa a ser obligatorio, ante el avance del carlismo, pero con la posibilidad de redimirse del servicio mediante el pago de una cantidad, lo que beneficiaba a la burguesía. Pero la mala marcha de la guerra y las protestas de la alta nobleza y clero hacen que no progresen las reformas e incluso Mendizábal es sustituido por el moderado Francisco Javier Istúriz.
 
De nuevo se suceden revueltas, hay rumores de un pacto con los carlistas; así el 13 de agosto[7] de 1836 un grupo de sargentos obligó a la Regente, en la residencia de la Granja, a firmar la Constitución de 1812, una nueva intervención militar lograba cambiar el gobierno. Una intervención militar obliga a imponer el liberalismo. De nuevo entran en el gobierno los progresistas con el nombramiento de Calatrava, que consolida las reformas liberales: libertad de prensa, legislación municipal de 1823, supresión del diezmo y reúne unas Cortes para hacer una nueva Constitución.


2.1.4.     LAS REFORMAS PROGRESISTAS (1835-37): DESAMORTIZACIÓN DE MENDIZÁBAL

 HEB6.2.3. Explica las medidas de liberalización del mercado de la tierra llevadas a cabo durante el reinado de Isabel II. (este estándar se completa con el tema de economía, apartado de la desamortización…)
 
  Las primeras medidas se producen en dos etapas: 1º. De septiembre de 1835 a mayo de 1836. 2ª de agosto de 1836 a junio de 1837.
La acción fundamental fue en el derecho de propiedad, sobre todo de la agraria, e incluía tres aspectos esenciales:

-              Disolución del régimen señorial, ley de 26 de agosto 1837. Los señores perdían las atribuciones jurisdiccionales, pero conservaban la propiedad de la tierra que el campesino no diese acreditado. El campesino pasa a ser arrendatario o jornalero.

-              Desvinculación de 1837: afecta, sobre todo, a los mayorazgos y supone la liberalización definitiva de las tierras ya que sus propietarios pueden venderlas sin obstáculos.

-              Desamortización: La desamortización consiste en la nacionalización por parte del Estado liberal de las propiedades rústicas y urbanas en poder de la Iglesia y de los ayuntamientos para ser vendidos en subasta. Afecta sobre todo a las propiedades que estaban en “manos muertas”[8]  

Comienzan las desamortizaciones durante el reinado de Carlos III, siendo afectadas, en parte, las tierras municipales. Con Godoy[9], en tiempos de Carlos IV, se atacaron mínimamente los bienes eclesiásticos, para paliar el déficit de la Hacienda, entre 1798 y 1808 se pusieron a la venta las tierras pertenecientes a Hospitales, Hospicios, Casas de Misericordia, de Reclusión y de Expósitos, Cofradías, Memorias, Obras pías  y Patronatos de Legos, así como el resto de propiedades de la Compañía de Jesús, expulsada en 1767. Se continua el proceso desamortizador con las leyes de 1813 (Cortes de Cádiz), 1820 (Trienio), 1836 (desamortización eclesiástica de Mendizábal), 41,42 (Espartero) y 1855 (desamortización general de Madoz).

El procedimiento de venta era el de subasta. Las propiedades eran organizadas en lotes y tasadas, y después se hacía la subasta, siendo adjudicadas al mejor ofertante. El pago se podía hacer de dos modos: en efectivo, un primer pago por valor de una quinta parte y el resto en quince años, o bien un pago con títulos de deuda y el resto en plazos durante ocho años. Estos mecanismos de pago favorecían a la burguesía y nobleza, ya que los lotes ofertados eran grandes (precios altos que no podían pagar los campesinos) y los mecanismos de pago les favorecían (son los que tienen dinero en efectivo y títulos de deuda).

              También fueron eliminados los privilegios de la Mesta y fue suprimido el diezmo(1837).

La liberalización de la economía se completa con otras medidas sobre la explotación de la propiedad agraria, libre comercio, industria, eliminación de aduanas interiores... un conjunto de medidas que implantan el liberalismo económico en España.
 También reformó el servicio militar permitiendo el pago de una cantidad para librarse de la prestación, de ese modo consigue el dinero para pagar el ejército contra los carlistas (medida que beneficia a la burguesía).



 HEB6.2.4. Compara las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz, y especifica los objetivos de cada una.---- este estándar se verá en el tema de economía…

LA DESAMORTITZACIÓN DE MENDIZABAL

El proceso se realizó entre 1837 y 1849, y afectó a los bienes de las órdenes regulares menos....completar.

Objetivos: Los objetivos de la desamortización eran varios: Desde el punto de vista económico se trataba de obtener dinero para el pago de la deuda pública y mantenimiento de la guerra carlista, acabar con la gran cantidad de bienes rústicos y urbanos en poder de la Iglesia, bienes de “manos muertas”, para que entraran en el mercado libre, consolidar la propiedad privada, aumentar la producción y productividad y crear un sistema económico liberal que fuera la base para la industrialización y el crecimiento. Desde el punto de vista socio-político quería quitar la influencia de la Iglesia y su apoyo a la causa carlista, crear una numerosa clase media de propietarios agrícolas que apoyaran el nuevo sistema liberal constitucional.

Fases: Real Decreto de 1835 por el que se obligaba a la exclaustración de religiosos, supresión de conventos y monasterios, por lo que estas propiedades pasaban al Estado; Decreto de Desamortización eclesiástica del clero regular (órdenes religiosas) de 1836, por el que se nacionalizaban dichos bienes y se sacaban a pública subasta y Decreto de 1837 por el que quedaban abolidos los señoríos, desvinculación de mayorazgos y supresión de todo tipo de privilegios legales.

Posteriormente, durante la Regencia de Espartero, en 1841 se decretó la desamortización de los bienes del clero secular.

El proceso de desamortización de 1836 se hizo mediante la subasta pública de bienes con dos formas de pago: se pagaba en metálico 1/5 parte y el resto se pagaba con títulos de Deuda pública (esto suponía una pérdida del valor real de la tierra por el poco valor de los títulos de Deuda Pública); si se hacía el pago íntegro en efectivo, se pagaba 1/5 parte y el resto a lo largo de seis años. Este sistema de pago provocó la pérdida de beneficios

Problemas:
• La Iglesia amenazó con la excomunión a los vendedores y a los compradores.
• La división en lotes fue asignada a las comisiones municipales que no van controlar el proceso.
 Más interés en recaudar dinero y favorecer a la burguesía, que en repartir la tierra y reformar la agricultura.
Los lotes no eran asequibles a los pequeños propietarios y fueron comprados por la gente con dinero (burguesía-nobleza).
No se recauda tanto porque se admite el pago con títulos de deuda, que además estaban devaluados, con su valor nominal (favorecer a la burguesía).

LA DESAMORTITZACIÓN DE MADOZ
El proceso se realizó entre 1855 y 1867, y afectó a: “ toda clase de propiedades rústicas y urbanas, censos y foros pertenecientes al Estado, al clero, a las órdenes militares de Santiago, Alcántara, Calatrava, Montesa y San Juan de Jerusalén, a cofradías, obras pías y santuarios, a los bienes procedentes del secuestro de los del infante don Carlos a los propios y comunes de los pueblos, a la beneficencia, a la instrucción pública y cualesquiera otros bienes pertenecientes a manos muertas”.  Por esto fue conocida como desamortización General. La parte de tierras más importante era la de los ayuntamientos; por eso esta ley también es conocida como la desamortización municipal (las tierras afectadas en los ayuntamientos eran las llamadas “de propios” (tierra que el ayuntamiento tenía arrendada a un particular y que le permitía obtener ingresos para cubrir sus gastos de funcionamiento) y “comunes” (propiedades colectivas de los vecinos trabajadas de modo colectivo o repartidas por turno). Los “bienes comunes” de los ayuntamientos podían no ser vendidos si se consideran de interés común.

  Objetivos:
• Sanear la Hacienda pública y amortizar parte de la deuda.
• Financiar la construcción de infraestructuras, especialmente los ferrocarriles.

 HEB6.2.5. Especifica las características de la nueva sociedad de clases y compárala con la sociedad estamental del Antiguo Régimen.

La sociedad estamental del Antiguo Régimen dio paso a la sociedad de clases, en la que la posición dependía de la riqueza. Se establece la igualdad ante la ley y el reconocimiento de derechos, libertades y participación en el proceso político. En la cima estaban las clases altas, una alianza entre la vieja nobleza y la nueva burguesía enriquecida, que tenían el poder político, económico y los cargos públicos. Por debajo había unas escasas clases medias y una gran masa con poco poder económico. Las clases populares constituían el resto de la población, su denominación hacía referencia a quienes trabajaban (campesinado y clases bajas urbanas) y excluía a los marginados: mendigos o pobres de solemnidad... Con el crecimiento urbano irán creciendo las llamadas clases medias (forman parte los rentistas acomodados, los pequeños y medianos propietarios agrarios, comerciantes, artesanos, profesionales liberales, funcionariado y ejército) y, a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, irá apareciendo otro nuevo grupo social: el proletariado industrial.

Mientras que la sociedad burguesa del siglo XIX, una vez que se implanta el liberalismo, basa su posición en la riqueza económica, la del Antiguo Régimen, se dividía en tres estamentos: nobleza, clero y pueblo llano o tercer estado. Cada uno de estos estamentos estaba definido por la posesión de un régimen jurídico y económico propio, lo que implicaba una división social basada en la existencia de privilegios (nobleza y clero: privilegiados: no pagar impuestos, ocupar cargos públicos…; y estado llano o tercer estado: no privilegiado). Era por tanto una sociedad con muy escasa movilidad social.


2.1.5.     LA CONSTITUCIÓN DE 1837

  Desde el motín de los sargentos de la Granja de agosto de 1836 se había repuesto la Constitución de 1812 y los progresistas habían efectuado elecciones a Cortes, que habían ganado. El Gobierno restableció parte de la legislación de Cádiz y del Trienio y las Cortes plantearon una modificación de la Constitución de Cádiz. El 8 de junio de 1837 las Cortes aprobaron una nueva Constitución que consolida el régimen constitucional en España. A partir de ahora los partidos políticos establecerán regímenes distintos, pero dentro del marco constitucional.
El texto es un compromiso entre la Constitución del 12 y el Estatuto Real. Es una constitución que tiene elementos progresistas y moderados. Pretende ofrecer un marco que garantizase la representación de la riqueza y del saber, la seguridad individual y la propiedad frente al ataque del liberalismo radical y del carlismo. Quiere que sea aceptada por los progresistas y los moderados.
Mantiene la declaración de la soberanía nacional, pero reside en las Cortes (no popular como en la del 12, además queda reducida al preámbulo, idea de soberanía compartida con el rey, que acepta la constitución y tiene más poder). Tiene una declaración de derechos de los ciudadanos más amplia que la del 12. Y, en lo referente a la división de poderes, se refuerza el poder de la Corona[10] (Rey que reina y gobierna, dirige la política).
El poder ejecutivo está en manos del rey y ministros. El rey (monarca limitado, no tanto como en Cádiz, pero con poder) tiene iniciativa legislativa (junto con las Cortes), derecho de veto absoluto, nombra los ministros que refrendan sus órdenes, nombra senadores y convoca, suspende y disuelve el Parlamento.
El poder legislativo: El Parlamento, se divide en dos cámaras: El Congreso de los Diputados y el Senado. La principal función es la elaboración de las leyes y la aprobación del presupuesto. La mayor innovación de las Cortes residía en la introducción del Senado, con las mismas atribuciones que el Congreso, para frenar los impulsos reformadores de la cámara baja. El Congreso estaba integrado por representantes elegidos por sufragio censitario directo. Los miembros del Senado debían tener mayor edad y fortuna y eran nombrados por el rey a propuesta de una terna de los electores de cada provincia.
En cuanto al poder judicial, se dan garantías para su independencia y se establece el juicio por jurados.

En lo referente a la religión se señalaba en el art. 11 que el estado se obligaba a mantener el culto y los ministros de la religión católica que profesan los españoles. No hay obligación.
En el texto constitucional no se hace referencia al sistema electoral y se remite a una ley posterior, que establecerá un sufragio censitario directo.

La idea era crear un sistema parlamentario en el que el Rey nombrase gobierno al grupo mayoritario en las Cortes, pero en la práctica se entregó el poder a los políticos favoritos para que formasen falsas mayorías parlamentarias.


2.2.     LA CRISIS DEL PROGRESISMO: LA REGENCIA DE ESPARTERO (1841-43)

  En septiembre de 1837, después de aprobada la constitución se celebran elecciones y los moderados, mejor organizados, toman el poder y comienzan a realizar unas reformas cada vez más restrictivas para moderar el régimen: restablecimiento del diezmo, nueva ley electoral, de imprenta, y nueva ley de ayuntamientos. Esta ley era fundamental para controlar los ayuntamientos (nombramientos por parte de la Corona y reducción de competencias), frenar la abolición de señoríos y devolver las tierras a la Iglesia. Los progresistas se oponían a esa ley, y María Cristina buscó el apoyo del ejército para imponerla. En 1840 se trasladó a Barcelona para entrevistarse con el general Espartero para que este le diera su aprobación a la ley. Pero Espartero la rechazó, así que María Cristina se decidió a sancionar la ley lo que provocó la sublevación de Barcelona y de otros puntos del país. Ante la falta de apoyo tuvo que nombrar jefe de Gobierno a Espartero, para que frenara las protestas. Pero las exigencias de Espartero (nuevas Cortes, revisión de las leyes e incluso compartir la regencia) y la falta de apoyo para continuar en el poder la llevaron a presentar su renuncia a la Regencia[11] el 12 de octubre de 1840, embarcando días después para Francia.


REGENCIA DE BALDOMERO ESPARTERO

El general Baldomero Espartero asume la Regencia provisionalmente (había la propuesta para tres regentes), y en mayo de 1841 fue confirmado por las Cortes. Era considerado el líder del grupo progresista.
Espartero gobierna de un modo muy autoritario, casi despótico, que lo enfada con los liberales moderados y con los propios progresistas. No tiene el control de las Cortes. Aunque hay mayoría progresista no todos los progresistas están con Espartero y para poder gobernar  se apoyó en los progresistas, en los moderados y en los militares que le eran adictos (los ayacuchos[12]). 
Durante la regencia de Espartero se llevaron a cabo algunas medidas que intensificaron la ruptura entre los liberales, separándose más la corriente progresista de la moderada:

-              La revisión de la ley de ayuntamientos (lo aparta de los moderados)
-              la abolición del diezmo (lo aparta de los moderados)
-              la desamortización de los bienes del clero secular (Ley Espartero) (lo aparta de moderados)
-              la continuación de la desvinculación civil
-              el establecimiento del arancel proteccionista de 1841 (discusión proteccionismo-librecambismo). (lo aparta de los progresistas)
-              La ley Paccionada con Navarra, que mantenía las leyes forales e instituciones en Navarra cambio del pago de un “cupo” económico; pero no consigue eliminar las leyes forales. (lo aparta de los progresistas)

Su gestión autoritaria le va haciendo perder progresivamente apoyos. Entre los conflictos más graves políticos que aíslan a Espartero debemos destacar:
- la conspiración moderada de 1841 (Diego de León): asalto del Palacio Real para llevarse a Isabel II y volver a la regencia de María Cristina y que acabó con el fusilamiento de los cabecillas.
- la insurrección de Barcelona de noviembre de 1842: ante los rumores de la negociación de un tratado librecambista[13] con Inglaterra que afectaría negativamente a la industria textil catalana. La respuesta de Espartero fue el bombardeo de Barcelona.
- Finalmente, la sublevación de 1843, bajo los lemas: reconocimiento de Isabel II, legalidad constitucional y unión de todos los liberales. Los moderados organizan un pronunciamiento, en el que participan civiles y militares, moderados y progresistas, dirigido por el general Ramón Narváez, que logra derrotar a las tropas esparteristas en Torrejón de Ardoz (22-23 julio de 1843), lo que obliga a Espartero a exiliarse a Inglaterra.


2.3.     EL REINADO PERSONAL DE ISABEL II (1843-1868)
          
           8-11-43 ES PROCLAMADA REINA
           28-11-43 dimisión del jefe de gobierno Salustiano Olozaga
           Principios del 44 Luis González Bravo, moderado, nuevo jefe de gobierno.
           2 de mayo de 1844 Ramón Narváez, jefe de gobierno.
 
  Después de la salida de Espartero del gobierno, ante el temor a una nueva regencia (posible vuelta de María Cristina) y a la incapacidad para ponerse de acuerdo los grupos liberales, decidieron adelantar la mayoría de edad de Isabel, que juró el cargo en noviembre de 1843.
  En las últimas elecciones los progresistas tenían la mayoría, pero estaban divididos en varias facciones. Los moderados, que quieren alcanzar el gobierno, inician una política de obstruccionismo (quieren imponer el nombramiento de sus partidarios para los puestos importantes –Narváez en Guerra-) para forzar la caída de los progresistas y conseguir el nombramiento de un jefe de gobierno moderado. Este proceso culmina en el llamado “incidente Olozaga”[14]. El Jefe de gobierno Salustiano Olozaga (liberal progresista) como no tenía el control de Parlamento quiso disolverlo, en lugar de presentar la dimisión. Obtuvo de la Reina la firma del decreto de disolución de las Cortes, pero fue acusado de forzar a la Reina para obtener la firma, lo que lo obligó a dimitir. De este modo los liberales moderados consiguieron alcanzar el poder ya que Isabel II nombrará ahora como Jefe de gobierno al moderado Luis González Bravo. Desde ese momento la Corona se unirá definitivamente a los moderados.
             

2.3.1.     LA DÉCADA MODERADA (1843-54)

  Una vez consumada la ruptura con el Antiguo Régimen, el objetivo del liberalismo era frenar la revolución y consolidar un sistema políticamente autoritario y excluyente, socialmente oligárquico y administrativamente centralista.

Los liberales moderados construirán un Estado centralizado y jerarquizado, de forma piramidal. Desde el poder local, que es el ámbito primario de desarrollo de la vida económica hasta las Cortes. Su aplicación se hace con una fuerte represión[15] sobre las otras opciones políticas y las reivindicaciones sociales, con el uso sistemático del ejército y la Guardia Civil, del aparato judicial y del dominio ideológico de la iglesia[16] sobre una población mayoritariamente analfabeta. Para lograr este objetivo los moderados contaron con la Constitución y con una importante legislación sobre la que se desarrolla su sistema de poder.
 
El general Ramón Narváez, nombrado jefe de gobierno, sentó las bases del nuevo estado moderado y organizó sus principales instituciones. El régimen se asentó sobre el predominio social y económico de la burguesía terrateniente que pretendía asentar un liberalismo conservador que reformase el estado en interés de las nuevas clases dominantes y que restringiese la participación política a los propietarios o rentistas.

Los elementos básicos de esta etapa son:        

-              La CONSTITUCIÓN DE 1845: Recoge las ideas básicas del moderantismo:
      
El nuevo régimen se define como una monarquía constitucional liberal doctrinaria. El término soberanía nacional desaparece de la Constitución. El concepto de soberanía nacional fue sustituido por el de soberanía compartida entre el Rey y las Cortes (Preámbulo y art. 12).
  Se mantiene la separación de poderes, pero se refuerza el poder de la Corona. El rey amplía los poderes: encabeza el ejecutivo, tiene potestad legislativa con las Cortes (art.12), disolución de Cortes, veto y nombramiento de senadores y ministros. En la práctica nombrará jefe de gobierno al político que prefiere entregándole el decreto de disolución de Cortes, para que controle las elecciones y obtenga la mayoría en las cámaras.
  Las Cortes, se dividen en dos cámaras: Senado, de nombramiento real entre los ricos y poderosos (en número ilimitado), y Congreso, elegido por sufragio muy censitario. Se refuerza su carácter moderado.
  En lo referente al poder judicial, pierde la categoría de “poder” y será considerado como simple administración de justicia. Eliminación del juicio por jurados.
 
  Se mantiene una declaración de derechos semejante a la de 1837, pero se restringen las libertades individuales. Se recogen los derechos en la Constitución, pero quedan a expensas de su desarrollo en leyes posteriores, que los limitarán. 
  En lo referente a la religión se establece la exclusividad de la religión católica. Art. 11, “la religión de la nación española es la católica, apostólica y romana. El Estado se obliga a mantener el culto y sus ministros”.

La Constitución no recoge el sistema electoral. La ley electoral de 1846 establece un sufragio muy censitario (reduce a 100.000 los votantes) y fijan condiciones muy elevadas de fortuna para ser candidato a Cortes.
Supresión de la Milicia Nacional. En su lugar crearán la Guardia Civil.
Ayuntamientos y diputaciones quedan sometidos a la administración central. Los alcaldes y teniente de alcalde serán nombrados por el rey en los ayuntamientos de más de 2.000 habitantes, en los demás casos serán nombrados por el gobernador civil (que también lo nombra el rey).

Otras leyes fundamentales en la construcción del régimen moderado:

-              Reforma fiscal de la Hacienda, 1845. Obra de Alejandro Mon y Ramón Santillán que redujeron los múltiples impuestos a dos grandes tipos: directos e indirectos. Los directos eran: contribución sobre bienes inmuebles, cultivos y ganadería; el subsidio industrial y del comercio y el derecho de inquilinato. Los indirectos eran: el impuesto de consumo de especies determinadas, rentas de estancos y monopolios (tabaco, sal y) y el gravamen del consumo de bebidas alcohólicas, el aceite de oliva, el jabón y la carne.
La reforma era injusta desde el punto de vista social pues si bien se gravaban las fortunas de los ricos, los más perjudicados fueron las clases populares, ya que las cantidades recaudadas por impuestos directos e indirectos eran semejantes.

-              Ley de administración local y ayuntamientos de 1845. Se limitaron las competencias municipales y de las diputaciones, centralizaron y jerarquizaron la administración. Progresistas y moderados harán uso de esta ley para el control del proceso político.

-              Ley de imprenta, 1845: Obra de Pidal. Recortaba las libertades: se impone la autorización previa del jefe político de la provincia para cualquier publicación y establece multas elevadas para penalizar los delitos.
 
-              Creación de la Guardia Civil, 1844[17]. Cuerpo armado con finalidades civiles pero con estructura militar, fundada por el duque de Ahumada, que se encargaría de mantener el orden público y la vigilancia de la propiedad privada sobre todo en la zona rural.  Sustituye a la Milicia Nacional.

-              Sistema de instrucción pública de 1845, obra de Gil de Zárate. Se crearon diferentes niveles de enseñanza y se elaboraron planes de estudio, pero todo bajo el control del estado. Se continuará con la Ley Moyano de 1857 que declaraba obligatoria la enseñanza primaria y fortalecía la autoridad central sobre las universidades y centros docentes. 

-              Concordato con la Santa Sede en 1851, que establecía la suspensión de la venta de los bienes del clero, la devolución de los no vendidos y el financiamiento público de los gastos de culto e clero; a cambio se legalizaban las ventas de las tierras desamortizadas, y el reconocimiento del régimen liberal de Isabel II.

En resumen, el régimen moderado se consolida porque le concede a la oligarquía agraria y financiera las riendas del poder, permite que la burguesía acumule capital (gracias al orden, a la represión sobre el movimiento obrero y a la introducción del capitalismo), y cuenta con el apoyo de la Iglesia.

2.3.1.1. LA PRÁCTICA POLÍTICA MODERADA

  El proyecto político moderado se sostenía en el apoyo de la Corona y de la mayoría del ejército. Los moderados emplearon las prerrogativas regias en su favor, lo que imposibilitaba que la Corona actuara como árbitro imparcial, incluso entre las facciones moderadas. La intervención directa de la Corona en la política causó el desprestigio de la institución. Así en los períodos 52-54 y 63-68, los moderados se mantienen en el poder gracias a su apoyo, y tendrán que colaborar sectores moderados con los progresistas para forzar la voluntad de Isabel II y cambiar los gobiernos.
 
Por otra parte, el Ejército estaba continuamente ligado a la política, nunca como una opción militar unitaria ni un gobierno solo de militares, pero era imprescindible como fuente de poder y autoridad. Un ejemplo de todo lo dicho es la figura de Ramón Narváez. General formado en la guerra carlista opositor a Espartero. Su primera función fue consolidar el moderantismo y proteger la Corona.
  El general Ramón Narváez es Jefe de Gobierno de mayo del 44 al 46, años en los que se establece el régimen moderado.
  Durante los años 46 y 47 están en el poder los moderados puritanos y hay unos intentos de intentar integrar a los progresistas en la alternancia en el gobierno: se produce el regreso de Espartero y de Olozaga, pero el inicio de pronunciamientos progresistas desde 1846 rompe ese proceso.           Vuelve el general Narváez de 1847 al 51, en el llamado “gobierno largo del general Narváez”, durante el que aplicará las ideas moderadas con gran rigor. Las diversas facciones moderadas se unieron ante el temor a la revolución. Los fuertes poderes con los que contaba el ejecutivo hicieron que las Cortes fuesen casi irrelevantes. La vida política se desenvolvía alrededor de la Corte, con la organización de poderosos grupos de presión (camarillas) que procuraban el favor real o gubernamental.

Durante estos años se produce la 2ª Guerra carlista, la guerra de los “matiners” que es duramente reprimida. Y del 46 al 48 hay un ciclo de pronunciamientos progresistas que son duramente reprimidos por Narváez, lo que le permite controlar fácilmente el poder y hacer que los progresistas desaparezcan de la vida política. Un ejemplo fue el pronunciamiento de Migue Solís en Lugo en 1846, que logra formar en Santiago una Junta presidida por Antolín Faraldo. Después de la batalla de Cacheiras (cerca de Santiago), Solís se entrega. Será fusilado con once oficiales en Carral, se conocen como los Mártires de Carral.

En esa situación, los progresistas tuvieron una presencia meramente testimonial. Su política osciló entre el retraimiento inicial (ante la gran represión) y el intento insurreccional a partir de 1852, lo que agudizó a su división interna.


2.3.1.2. TENDENCIAS MODERADAS

  Podemos diferenciar tres grupos dentro del bloque moderado:
 
  El grupo de Narváez, que podemos considerar de centro.  
 
  LOS VILUMISTAS: Partidarios del ministro marqués de Viluma. Pretendieron integrar el carlismo mediante el matrimonio de Isabel II con el sucesor de D. Carlos, regresar a una carta otorgada y dar marcha atrás a las desamortizaciones. Enlazan con el movimiento neocatólico.

  LOS PURITANOS: Liderados por Joaquín F. Pacheco (será jefe de gobierno de marzo a agosto de 1847). Defendieron la Constitución de 1837 e integrar a los progresistas. Defendían la legalidad y tolerancia, por eso fueron llamados puritanos. Forman el grupo inspirador de la Unión Liberal.




2.3.1.3. LA CRISIS DEL MODERANTISMO

              De 1847 a 1851 gobierna Narváez, que logra controlar todos los problemas que se le presentan como los ecos de la revolución parisina de 1848 o el fin de la 2ª guerra carlista. En 1852 dimite y es sustituido por Juan Bravo Murillo. Sus ideas eran sanear la Hacienda y mejorar la administración. También firmó un Concordato con la Santa Sede en 1851, para solucionar el enfrentamiento con la Iglesia. Se establecía la religión católica como la única de la nación española, se le asignaba la inspección sobre el sistema educativo para adecuarlo a los principios de la moral católica, se le permitía adquirir bienes y se le aseguraba los gastos de culto y clero. A cambio la Iglesia aceptaba las desamortizaciones y aceptaba el régimen de Isabel II.
              Su gestión era muy moderada y el intento de revisión constitucional en un sentido muy autoritario hizo que tuviese que presentar su dimisión ante la gran oposición que generó.

     Esto agudizó la inestabilidad gubernamental del régimen, la injerencia de la Corona y el recurso a la represión, para mantenerse los moderados en el poder. Los casos de corrupción aumentan la descomposición y hará que los propios moderados recurran al pronunciamiento para intentar resolver la situación. Se abre el camino para la crisis de 1854 que cortará los gobiernos moderados.

2.4.        EL BIENIO PROGRESISTA 1854-56

  En la revolución de 1854 confluyen tres aspectos:

-                     Un pronunciamiento militar moderado.
-                     La actividad insurreccional progresista.
-                     La movilización popular.

Desde 1851 un grupo de moderados se mostraba descontento ante los excesos de corrupción y, como el acceso al poder estaba cerrado, se decantaron por la vía del pronunciamiento militar que protagoniza el general Leopoldo O´Donnell en Vicálvaro[18] el 30 de junio de 1854; pero fracasaron. Esto hizo que buscasen apoyos en los progresistas a través del Manifiesto de Manzanares, publicado el día 7 de julio, redactado por Antonio Cánovas del Castillo. En Manifiesto se garantizaba el respeto al trono, a la Constitución, la rebaja de impuestos, la reforma de la ley electoral y de imprenta, la descentralización del poder la restauración da Milicia Nacional, etc.; al final se hacía un llamamiento para formar juntas locales y provinciales. De este modo se produce una gran movilización popular en Barcelona, Zaragoza, Madrid, etc., que desbordó a los partidos y los obligó a formar una coalición, la Unión Liberal, para encauzar la revolución y la voluntad de la Corona.

Isabel II tuvo que llamar a formar gobierno a Espartero[19] y nombró a O´Donnell como ministro de la guerra. Daba comienzo el Bienio Progresista caracterizado por:

-                     Elaboración de una nueva constitución, la “non nata” de 1856, que no se llegará a promulgar (faltaba la sanción real). En ella se establecía la soberanía nacional, amplios derechos individuales, la tolerancia religiosa, se mantenía el sufragio censitario, aunque algo más amplio que en la etapa moderada. La labor más importante fue la económica, en defensa de los intereses de la burguesía urbana y clases medias.

-                     La desamortización general de Pascual Madoz, de 1855. Afecta sobre todo a los bienes de los ayuntamientos (de propios y comunes), del Estado, Iglesia, cofradías, órdenes militares e instituciones benéficas. Supuso un duro golpe para la economía de los ayuntamientos que perdieron gran parte de los medios con los que contaban para hacer frente a sus gastos de personal y beneficencia. Asimismo, los campesinos pobres y jornaleros, incapaces de comprar las parcelas que salieron a la venta, se vieron desposeídos de las tierras comunales. Las medidas de Madoz provocaron un empeoramiento de las condiciones de vida de los campesinos y un incremento de las tensiones y protestas. Se necesitaban recursos para la Hacienda y construir el ferrocarril.
-                     La ley general de Ferrocarriles, bancos, sociedades anónimas y minas de 1855. Regulaba su construcción y ofrecía amplios incentivos a las empresas que interviniesen. Supuso la entrada de capital extranjero en el mercado español.

La falta de legislación en materia laboral generó una gran conflictividad social. El hecho más destacable fue la huelga general de Barcelona de 1855, en la que los obreros pedían la reducción de la jornada laboral, la mejora de los salarios, la reducción de impuestos, etc. Que fue contestada con gran represión. En 1856, el gobierno contestó con la Ley de Trabajo, que introducía algunas mejoras[20] pero sin llegar a satisfacer del todo. En 1856, en el campo castellano y en las ciudades se vuelven a producir revueltas (de inspiración demorrepublicana) lo que provocó una crisis de gobierno, Espartero dimitió y O´Donnell es el encargado de formar gobierno con la misión de reprimir las protestas y restaurar el régimen moderado.

La crisis del Bienio progresista se motivó por diversas causas:
-                     La conflictividad social y política.
-                     La hostilidad de la Corona y de los moderados.
-                     La falta de homogeneidad del gobierno.
-                     La quiebra interna del progresismo y su incapacidad para ofrecer una alternativa al poder.

El balance del Bienio ofrece un fracaso en el plano político, pero se deben destacar dos aspectos: por un lado, la legislación económica completó la liberalización de tierras y capitales y puso los marcos para un crecimiento; por otra parte, aparecen nuevas formas de entender y hacer política y a partir de ahí se tendrá que tener en cuenta “la cuestión social”.


2.5.        EL FINAL DEL MODERANTISMO. LA UNIÓN LIBERAL (1856-68)

  Después de la dimisión de Espartero, O´Donnell, como jefe de gobierno, modera un poco el sistema: cerró las Cortes, disolvió la Milicia Nacional, etc. pero mantuvo algunas medidas progresistas. Por este motivo Isabel II lo cesa y nombra a Narváez (octubre de 1856-octubre de 1857), que vuelve a un moderantismo conservador y autoritario, restablece la Constitución de 1845 y modera toda la legislación. Hecho esto, la Reina, nombró como primer ministro al general O´Donnell, que tendrá un período de estabilidad hasta 1863. O´Donnel y la Unión Liberal eran la respuesta a la imposibilidad de dar marcha atrás si se quería mantener la estabilidad política y el crecimiento económico. La oferta política de la Unión Liberal se reducía a la vuelta a la Constitución de 1845, el respecto al Parlamento, a limitar el peso político de la Corona y a suavizar la represión. Su intención era:
-                     Aislar los sectores más reaccionarios.
-                     Ofrecer vías de participación al progresismo para evitar la vía revolucionaria.
-                     Estabilizar el régimen liberal.
Pero en la práctica su deseo era actuar coma un partido único que se mantenía en el poder por:
-                     Manipulación de los resultados electorales (Posada Herrera –El Gran Elector- como ministro de gobernación.
-                     Apoyo de la Corona.
-                     Prosperidad económica: recuperación de la ley de desamortización de Madoz, ferrocarriles, minas y crecimiento de la industria del País Vasco, Cataluña y Asturias.
-                     Impulso en el desarrollo y modernización del sistema administrativo: cuerpos de ingenieros, carrera fiscal, cuerpos docentes, notarías..
-                     Política exterior agresiva: Indochina (1858), Marruecos (1859) y México (1861).

Sin embargo, dejan de atender la “cuestión social” y no pueden frenar el crecimiento de posiciones más moderadas: los neocatólicos. A partir de 1863 el moderantismo gobernará de forma autoritaria, con la vuelta de Narváez (represión de la algarada estudiantil el 10 de abril de 1865, noche de San Daniel[21]; sublevación de los sargentos del cuartel de S. Gil[22]). El moderantismo se acentúa ante la crisis agraria y financiera de 1866.
Por otra parte, durante estos años se extienden las ideas demócratas, republicanas y las socialistas. Lo que va haciendo crecer la oposición al gobierno.
En 1866 las discrepancias entre la reina y el jefe de gobierno O´Donnell (estaba desde 1865) acabaron en una profunda crisis política. Narváez, de nuevo, asume la presidencia e intenta contener la avalancha de fuerzas contrarias a Isabel II. En ese mismo año los progresistas, dirigidos por Prim, y los demócratas acuerdan en Ostende (Bélgica) unir sus fuerzas y derrocar a Isabel II (Pacto de Ostende). Este acuerdo sería ratificado en 1867 en Bruselas (Pacto de Bruselas).
A principios de 1868 muere Narváez e Isabel II queda sin ningún gran líder que la pueda defender. Vuelve al poder González Bravo.
Por otro lado, desde 1866 se inicia una grave crisis económica: financiera, industrial y de subsistencia.
  Todos se unen contra el gobierno: progresistas, unionistas, demócratas, y militares. El general Prim y el almirante Topete inician, en Cádiz, el 18 de septiembre de 1868, un pronunciamiento, que dirige el general Serrano, al grito de “Viva España con honra!”. Del 26 al 28 de septiembre se produce la Batalla del Puente de Alcolea[23] (Córdoba) y la Reina tiene que huir a Francia. Una “gloriosa” revolución acabó con el reinado de Isabel II.


 B6.3. Proceso constitucional.

 HEB6.3.1. Compara el Estatuto Real de 1834 y las Constituciones de 1837 y 1845.

  Hay que recoger la teoría de los apartados correspondientes que ya están explicados.


II. EL SEXENIO DEMOCRÁTICO 1868-1874

El Sexenio revolucionario o democrático es un periodo tremendamente agitado en el que se produce:
- Destronamiento de Isabel II tras la revolución de septiembre de 1868.
- Promulgación de la primera constitución democrática en 1869. Establece un nuevo sistema basado en los principios del liberalismo democrático y en los intereses de las clases medias.
- Aparición de una nueva dinastía: el reinado de Amadeo de Saboya (1871-1873).
- Primera república (1873-1874).

 B6.4. Sexenio Democrático: revolución de 1868 y caída de la monarquía isabelina; búsqueda de alternativas políticas y monarquía de Amadeo I; primera República; guerra de Cuba, tercera guerra carlista e insurrección cantonal.

 HEB6.4.1. Explica las etapas políticas del Sexenio Democrático.

 HEB6.4.2. Describe las características esenciales de la Constitución democrática de 1869.

 HEB6.4.3. Identifica los grandes conflictos del sexenio y explica sus consecuencias políticas.









1.                      LA REVOLUCIÓN DE 1868. LA CAÍDA DEL MODERANTISMO

 HEB6.4.1. Explica las etapas políticas del Sexenio Democrático.
  Realizar un resumen de lo que se expone a continuación.

1.1.                ANTECEDENTES

A la Revolución de 1868 se llegó por el agotamiento del moderantismo y de la monarquía de Isabel II. En la Revolución confluyen cuatro tipos de causas:

A)         ECONÓMICAS: LA CRISIS DE 1866

  La crisis es triple: financiera, industrial y de subsistencias. El origen de la crisis financiera está en que las inversiones en el ferrocarril no daban beneficios y se produce la caída del valor de las acciones en la Bolsa. La crisis industrial viene motivada por el aumento del precio del algodón que viene de América que se encuentra en guerra, en un momento de contracción de la demanda por la crisis agraria. Finalmente, la crisis de subsistencias se produce por las malas cosechas con la consiguiente carestía del trigo y aumento del precio.

  B) POLÍTICAS

  Una gran parte de la población estaba en contra de la política moderada, que gobernaba a golpe de represión (noche de S. Daniel). Los gabinetes de O´Donnell, Narváez y González Bravo gobernaban por decreto manteniendo las Cortes cerradas. El partido progresista optó por el “retraimiento” y se decantó por la vía conspirativa para acceder al poder.
Los progresistas junto a los demócratas firman, en agosto de 1866, el Pacto de Ostende en torno a dos principios básicos:
-   rechazo a la dinastía borbónica.
-   apertura de un proceso constituyente basado en la aplicación de un sufragio universal.
  A este pacto se unirán los Unionistas en noviembre de 1867, que fue definitivo para el éxito de la revolución, ya que dio entrada a los militares que se asocian a este proyecto civil.

C)          IDEOLÓGICAS

  Difusión de ideas de democracia política, secularización religiosa y librecambismo económico.
Influencia del partido demócrata: soberanía popular, derechos del hombre, sufragio universal.

D)         SOCIALES

  Una sociedad cada vez más enfrentada. Sobre todo, por el nacimiento de un proletariado que está muy alejado de las cuestiones de gobierno.

1.2.                LA “GLORIOSA” REVOLUCIÓN

Los unionistas proporcionan la fuerza armada, los progresistas mueven las masas y los demócratas dan las ideas.

  El 18 de septiembre de 1868 la escuadra del almirante Topete se subleva en Cádiz (“España con honra”), se unen Prim y Serrano y la Revolución se extiende. Se forman Juntas Revolucionarias que se legitimaban sometiéndose a un proceso electoral y que sustituían a las autoridades del régimen. Las Juntas pedían: el sufragio universal, la abolición de los impuestos de consumos, de las quintas, elecciones a Cortes constituyentes, etc.; un conjunto de ideas progresistas y demócratas.
El gobierno y la Corona estaban aislados, la derrota de sus tropas en el Puente de Alcolea marcó la huida de Isabel II hacia Francia y la dimisión del gobierno.
  El poder quedó en manos de las Juntas Revolucionarias. De nuevo una intervención militar, un pronunciamiento, había cambiado el gobierno y, ahora, derribaba la monarquía de Isabel II.
  En los primeros días los firmantes del Pacto de Ostende –unionistas y progresistas- constituyen un Gobierno Provisional en el que entran militares como Prim, Serrano y Topete y civiles como Sagasta y Ruiz Zorrilla.


1.3.                EL GOBIERNO PROVISIONAL

El 3 de octubre la Junta Revolucionaria le entregó el poder al general Serrano que formó un gobierno provisional. El gobierno provisional, después de controlar la revolución (disolvió juntas, reorganizó la Milicia Nacional, desarmó a los Voluntarios, etc.) puso rápidamente en marcha un programa de reformas que recoge las aspiraciones de las Juntas Revolucionarias:

Ø     Se instauran las libertades básicas: asociación, expresión, enseñanza, religiosa (expulsión de los jesuitas, libertad de cultos, abolición del fuero eclesiástico).
Ø     Reanudación de la desamortización de bienes eclesiásticos.
Ø     Se adoptaron medidas económicas de inspiración librecambista: modificación del sistema arancelario –arancel de Figuerola de 1869- (apertura del mercado español al capital extranjero: se pretendía favorecer la competencia y la libre iniciativa y rentabilizar las estructuras comerciales e industriales); supresión de los impopulares consumos; imposición de la peseta como unidad monetaria.
Ø     Se implanta de nuevo la elección popular de los alcaldes.
Ø     Se optó por la monarquía como forma de gobierno.
Ø     Se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes mediante sufragio universal masculino (+ 25) y amplias circunscripciones electorales para favorecer la participación.

1.4.                LOS PARTIDOS POLÍTICOS

  La Revolución fue obra de 3 partidos: Unionista, Progresista y Demócrata.

  La mayoría política en la Cámara estaba formada por una coalición monárquico-demócrata, que estaba integrada por:

·                         Unionistas: Ríos Rosas y Serrano (69).
·                         Progresistas, como Prim, Sagasta o Ruiz Zorrilla (159).
·                         Demócratas (los címbrios) que aceptaban la monarquía, como Rivero, Martos o Moret (20).

  Contaban con el apoyo de la burguesía industrial y financiera, clases medias urbanas, ejército y profesionales liberales.
  A la izquierda estaban los Republicanos, que tenían sus apoyos en la costa mediterránea. Aunque con tendencias muy diversas la hegemónica era la federalista de Pi i Margall.

   la derecha: primero los moderados, como Cánovas del Castillo, fieles a Isabel II. Contaban con el apoyo de la burguesía agraria latifundista. Y finalmente, los carlistas que tenían su base en el País Vasco y Navarra y defendían la unidad religiosa y la monarquía tradicional.


2.                      LA CONSTITUCIÓN DE 1869 Y LA REGENCIA DE SERRANO

 HEB6.4.2. Describe las características esenciales de la Constitución democrática de 1869.

Se realizaron elecciones a Cortes Constituyentes la mayoría los progresistas y unionistas, pero con una fuerte presencia de republicanos (85, también habían tenido un éxito importante en las elecciones municipales).
El 6 de junio de 1869 se promulgó la nueva constitución. Inspirada en los principios del liberalismo democrático declara la Nación, reunida en Cortes por sufragio universal, como depositaria de la soberanía; todos los demás poderes son delegados.

  Los principales aspectos son:

è Establece que la soberanía reside en la Nación (art. 32). Define de forma precisa que el origen del poder político es la Nación. Se entiende que la soberanía es popular.
è División de los tres poderes: perfecta división, sin interferencias.
   El poder ejecutivo: ejercido por el Rey a través de sus ministros, libremente escogidos y responsables ante las Cortes. El rey tiene iniciativa legislativa, sanciona y promulga las leyes sin capacidad de vetarlas, y tiene la potestad de suspender y disolver las Cortes, pero solo una vez por legislatura. Un rey sujeto a la soberanía nacional.
  El poder legislativo: ejercido por unas Cortes bicamerales (Congreso y Senado), elegidas por sufragio universal masculino. Controlan las acciones del gobierno y aprueban los presupuestos.
  El congreso tiene un mandato de 3 años. Convocatoria y reuniones automáticas. Idea de no ser coartadas por el poder del Rey. El Senado reservado para altas personalidades (más de 40 años), se renueva ¼ cada vez que hay elecciones, se elige por un sufragio indirecto; marcado carácter conservador.
  El poder judicial: ejercido por los tribunales de justicia. Quedó asegurada la independencia judicial mediante un sistema de oposiciones a juez (se acaba así con los nombramientos gubernamentales) y juicio por jurados.
è Contiene un catálogo de derechos y de libertades del ciudadano, y que define bien el ideario democrático. Están presentes las libertades de expresión, reunión, asociación, cultos y hasta correspondencia.

è Se adoptó como forma de gobierno la monarquía democrática. La monarquía se concibe como una figura política que encabeza el poder ejecutivo pero que debe ejecutar los acuerdos de los ministros.

è Se establece la libertad religiosa, pero mantiene los gastos de culto y clero.

  En resumen, recoge las aspiraciones del liberalismo progresista y de la democracia, establece un equilibrio de poderes, la defensa de las libertades del individuo y el sufragio universal masculino. Un conjunto de medidas que parecían encaminar a la sociedad española hacia la democracia política.

Después de promulgada la Constitución, el general Serrano fue nombrado Regente Provisional y Prim Jefe de Gobierno. La situación era muy convulsa: las capas populares estaban muy descontentas por no tener respuesta a sus demandas, los republicanos se oponían a la monarquía (varios grupos firman el Pacto de Tortosa, para alcanzar una España federal), se levantan partidas carlistas, hay un fuerte bandolerismo en Andalucía, etc.
  Mientras había que buscar un nuevo rey para España que tenía que ser católico, liberal y contar con la aprobación de las potencias europeas. Los carlistas defendieron a su candidato Carlos VII; Cánovas del Castillo consiguió que Isabel II abdicase en su hijo Alfonso y defendió su candidatura; Prim se negó a cualquier posibilidad de aceptar a un Borbón (“¡Jamás, jamás, jamás!”); los portugueses presentaron a Fernando de Coburgo; y los franceses no aceptaban al duque de Montpensier ni a Leopoldo de Hohenzollern Sigmarigen (guerra franco-prusiana); el candidato elegido fue Amadeo de Saboya, hijo de rey de Italia Víctor Manuel II.


3.                      LA MONARQUÍA DE AMADEO DE SABOYA (1870-73)

  El triunfo de los monárquicos determinó la búsqueda de un rey para sustituir a los Borbones. Fue Prim el encargado de buscar el nuevo monarca, y consigue imponer la candidatura de Amadeo de Saboya. El nuevo Rey llegó el 30 de diciembre de 1870 a Cartagena, y fue proclamado como Rey el 2 de enero de 1871.
  La nueva monarquía tuvo que hacer frente a una fuerte oposición y una gran inestabilidad, además de producirse la muerte de Prim en un atentado.

LA OPOSICIÓN:
-   De los moderados: pretendían el regreso de los Borbón. Cánovas del Castillo fue aglutinando esa opción.
-   De los republicanos y sectores populares.
-   De los carlistas: la nueva monarquía le daba más argumentos.
-   De la iglesia: opuesta sobre todo desde el decreto que la obligaba a jurar la Constitución.
-   De las élites del dinero: por la legislación que atentaba contra  sus intereses.

LA INESTABILIDADE:
-   La guerra carlista que se inicia en 1872.
-   La guerra de Cuba (1868-78).
-   El movimiento obrero.
-   Las insurrecciones federalistas, a partir de 1872.
-   La crisis gubernamental: la coalición gubernamental formada por unionistas, progresistas y demócratas se mantiene poco tiempo. A partir de 1871 aparecen dos grupos, el grupo constitucionalista, dirigido por Práxedes Mateo Sagasta, y el grupo radical, dirigido por Ruiz Zorrilla. Las razones de la escisión eran de tipo personal y de tipo político (abolición de la esclavitud, separación Iglesia-Estado. Orientación económica. A partir de 1872 la inestabilidad es total: 6 gobiernos y 3 elecciones.
  Ante todas estas dificultades, y sin poder formar un gobierno para encauzar las distintas cuestiones a las que tiene que hacer frente, Amadeo de Saboya presenta  su renuncia[24] al trono el diez  de febrero de 1873.



4.                      LA PRIMERA REPÚBLICA

   República cuenta con problemas graves:

-   La guerra carlista de 1873-5.
-   La guerra de Cuba iniciada en 1868.
-   El Cantonalismo.
-   División de los republicanos entre unitarios y federales (defienden la insurrección).
-   La fuerte conflictividad social.

  El 11 de febrero de 1873 las Cortes, Congreso y Senado conjuntamente[25], votaron y proclamaron la República por 258 votos a favor y 32 en contra. A pesar de eso el apoyo era mínimo ya que los monárquicos votaron a favor en el marco de una estrategia para forzar la vuelta de los Borbón. Además, los propios republicanos estaban divididos en Unitarios y Federales. Así la República contaba con pocas posibilidades de éxito.

   la República se suceden cuatro presidentes, en realidad Jefes del poder ejecutivo: Figueras, Pi i Margall, Salmerón y Castelar; y será constante la inestabilidad política y social.

   Figueras: Desde el 11 de febrero de 1873 hasta el 9 de junio de 1873 asume la presidencia. Durante su mandato se mantiene la Constitución de 1869, se realizan las elecciones a Cortes constituyentes y se forman Juntas Revolucionarias integradas por republicanos.

  En las elecciones obtienen la victoria los republicanos federales así, del 11 de junio al 18 de julio es presidente el federalista Francisco Pi i Margall.  Intentó llevar a cabo la construcción de una República Federal. Las Cortes intentaron plasmarla en una nueva Constitución que fue redactada por Castelar. La Constitución iba precedida de un preámbulo en el que se subrayan tres exigencias básicas:

-   Conservar la libertad y la democracia conquistadas en la “Revolución de Septiembre”.
-   Establecer una nueva división territorial que asegure una estructura federal del estado.
-   Delimitar los poderes públicos para que fuese imposible una dictadura.

   las características del texto constitucional de 1873 destacamos:
-   España se organiza como una federación compuesta por 17 estados (se contaba con Cuba y Puerto Rico). Suponía la descentralización política y la plasmación del principio doctrinal del pacto federal.
-   El poder se descentralizaba y se repartía entre ayuntamiento, región y nación.
-   La soberanía reside en todos los ciudadanos.
-   La separación de poderes se entendía muy rígida, sin interferencias entre los poderes, por eso incluso aparece el “poder de relación entre poderes” que recoge la Constitución, que sería ejercido por el Presidente de la República. El Presidente de la República era elegido por sufragio universal indirecto (cada provincia elegía unos electores y esos se reunían en Madrid para la elección del Presidente y Vicepresidente).
-   El poder ejecutivo lo ejercía el Consejo de ministros, que estaba formado por un Presidente, nombrado por el Presidente de la República, y los ministros.
-   A las Cortes le correspondía en exclusiva el poder legislativo y estaban compuestas por dos cámaras: el Senado representativo de los estados federales (4 representantes por cada estado) y el Congreso elegido por sufragio universal directo por todos los españoles mayores de 21 años.
-   El poder judicial en manos de los jueces y se establece el juicio por jurados para todos los delitos.
-   La declaración de derechos reproduce casi literalmente la de la Constitución de 1869.

  Por último, señalar que en esta constitución aparecen como novedades: la sanción civil de los matrimonios, nacimientos y defunciones; abolición de los títulos nobiliarios y separación de Iglesia-Estado con la prohibición expresa de subvencionar cualquier culto –construir un estado “neutro”-.
Mientras se discutía y aprobaba en las Cortes la Constitución la agitación social y política se incrementó en toda España. En algunas zonas los obreros y campesinos, estimulados muchas veces por la federación española de la AIT, protagonizaron huelgas y protestas, ocuparon tierras y exigieron mejoras de sus condiciones sociales. Entre estas acciones destaca la revuelta social acontecida en Alcoy (8-7-73) donde las masas populares asesinaron a las autoridades e incendiaron las fábricas; la noticia causó un fuerte temor en la burguesía. Al mismo tempo los republicanos federales intransigentes comenzaron a proclamar la independencia de los cantones[26] sin esperar a que se promulgara la Constitución. En Levante y Andalucía se extendió el movimiento cantonalista, destacando la proclamación del Cantón de Cartagena (12-7-73/12-1-74).
  Estos problemas daban al régimen una imagen de desorden, tanto en el aspecto territorial como social, lo que propicia un giro cara posiciones más conservadoras. Así Pi i Margall es sustituido por Nicolás Salmerón (18 de julio al 7 de septiembre) que se encarga de reprimir el movimiento cantonal pero que dimite antes de firmar unas penas de muerte.
  El 7 de septiembre llega al poder Emilio Castelar que obtiene poderes extraordinarios para hacer frente a las guerras cantonalista, carlista y cubana: así pudo gobernar por decreto tomando medidas drásticas y represivas y apoyándose en militares conservadores hasta el 2 de enero de 1874. Ese mismo día el gobierno de Castelar es derrotado en las Cortes por los diputados de centro-izquierda, que tenían la intención de tomar de nuevo el control. La idea de la vuelta al desorden está en el ambiente. Pero el día 3 de enero el general Pavía sublevó la guarnición de Madrid y disolvió por la fuerza las Cortes, sin apenas oposición.

  Desde ese momento Serrano asume el gobierno en el que entran monárquicos y moderados. Militares y civiles como Sagasta y Ruiz Zorrilla. Formalmente se mantiene la República hasta el 29 de diciembre, cuando el general Martínez Campos se pronuncia por la restauración de la monarquía en la persona de Alfonso XII de Borbón.


 HEB6.4.3. Identifica los grandes conflictos del sexenio e explica sus consecuencias políticas.   Repasable…..
 
  Durante el Sexenio Democrático (1868 - 1874) se van a dar tres grandes conflictos, aparte de un asunto de gran complejidad diplomática y de política interior: la elección de un nuevo rey, de una dinastía distinta a la de los Borbones, en la persona de Amadeo de Saboya.

  Estos tres grandes conflictos son por orden cronológico:

  La "guerra larga de Cuba",1868 - 1878, liderada por Céspedes ("el grito de Yara"), finalizada ya en la etapa de la Restauración con la Paz de Zanjón. Detrás del conflicto estaba la abolición de la esclavitud, pero el sistema productivo cubano, según los grandes hacendados españoles, no podía prescindir de la mano de obra esclava. El conflicto no se cerró definitivamente.

  La tercera guerra carlista (1872 - 1876) aprovechará la debilidad del Sexenio para intentar crear hasta un Estado alternativo en las provincias vascas y Navarra. Sus consecuencias serán que con la llegada de la centralizadora Restauración se pondrá fin al sistema foral vasco; transformándose el fuerismo en un nacionalismo de base étnica, católica y xenófoba.

  El movimiento cantonal (1873) comenzó en Cartagena y se difundirá a otros lugares; pero será el presidente de la república Salmerón el que restablezca el orden en la mayoría de los cantones. La consecuencia será que, en adelante, se asocie lo federal, con el desorden y con el anarquismo. Uno de los elementos de la caída de la República y la vuelta a la monarquía con la Restauración.        


 B6.5. Inicios del movimiento obrero español: condiciones de vida de la población obrera y campesina; la Asociación Internacional de Trabajadores y la aparición de las corrientes anarquista e socialista.
              Se desenvuelve parejo a la industrialización, de modo que este grupo no alcanza importancia numérica significativa hasta el siglo XX. Eran trabajadores procedentes del campo y también de los talleres artesanales, arruinados por la competencia de las máquinas. Los obreros industriales tuvieron que soportar unas duras condiciones de vida (jornadas extenuantes, salarios ínfimos, trabajo infantil...) por lo que tuvieron que organizar acciones reivindicativas para ir logrando mejoras salariales y laborales.
             
              Con la instalación del liberalismo son suprimidos los gremios y los trabajadores no tenían ningún tipo de organización asociativa, a excepción de las asociaciones de ayuda mutua que solo servían para ayudarse en caso de una desgracia, pero que no tenían una función reivindicativa. Por eso los obreros comienzan a protestar y a intentar organizarse cuando se introducen las máquinas, aumentan los trabajadores asalariados y empeoran las condiciones de vida y trabajo.
Una de las formas de protesta es el Ludismo, la destrucción de máquinas y fábricas. El primer foco se produce en Alcoy (Alicante), en 1821, donde queman telares y máquinas de hilar. Después, en los años 30, las protestas se desarrollan en Cataluña, cuando se inicia la mecanización de la industria textil. Una de las protestas más importantes fue la destrucción de máquinas de la fábrica de los hermanos Bonaplata en Barcelona en 1835. Después se van produciendo por toda España a medida que se cambian los modos de producción tradicionales y se introducen las máquinas. La máquina cambiaba el modo te trabajo e imponía un ritmo y unas condiciones muy duras, al mismo tiempo eliminaba trabajos tradicionales y suponía para los trabajadores un esfuerzo adicional para acostumbrarse a las nuevas formas de produccion. Por todo ello los trabajadores contestaban con la destrucción de las máquinas. Pero pronto se dieron cuenta los trabajadores que la lucha tenía que tomar otro camino, ya que esas acciones eran duramente reprimidas por el gobierno y los patronos, no conseguían sus objetivos y quedaban sin empleos. Así en la década de los treinta aparecieron sociedades (al amparo de la orden de 28 de febrero 1839 que permite las sociedades obreras de ayuda mutua y beneficencia) que en principio son de oficio y tienen solo un carácter mutual, para ser después más reivindicativas (mejoras salariales...). De este modo, en 1840 se fundó en Barcelona el primer sindicato: la Asociación de Tejedores de Barcelona; sus objetivos eran: la disminución de la jornada laboral, el aumento del salario y el derecho a hacer asociaciones.
Estas asociaciones, en principio reconocidas, son prohibidas por el Regente, Espartero, y tienen que pasar a la clandestinidad, aunque mantienen sus peticiones, como ellos expresan en un Manifiesto: ”Tejedores y demás jornaleros asociados, no os dejéis sorprender. Nuestra Asociación no necesita de la aprobación ni de la reprobación de nadie; con los derechos que nos concede la naturaleza y la ley, tenemos bastante, y los que digan lo contrario son los perturbadores. Por consiguiente, nuestra asociación es un acto voluntario y recíproco que no está sujeto a disolución. Mucha firmeza y mucho silencio es lo que debemos guardar y vengan decretos”. Manifiesto de la Sociedad de Tejedores de Cataluña, 20 de diciembre de 1841. La ideología dominante en estas asociaciones era el republicanismo (un programa democrático en política: sufragio universal, federación de pueblos... y reformas sociales: tributar según la riqueza, distribuir la propiedad de la tierra, etc., y también los inicios de un socialismo utópico.

En la década moderada la situación de los trabajadores empeoró, ya que se vuelven a dictar órdenes de prohibición (en 1844 se ilegalizaron las sociedades obreras) y los conflictos son constantes. La represión es dura y las sociedades tienen que desenvolver su labor desde la clandestinidad.

  Durante el Bienio progresista, a partir del conflicto de las selfactinas de 1854 en Barcelona son reconocidas las Sociedades Obreras y autorizadas debido a la masiva petición de los obreros. En Madrid en 1854 se funda el primer semanario obrero en España, El Eco de la clase obrera. En 1854 apareció en Barcelona la primera Confederación de Sociedades Obreras de España. Su denominación fue «Unión de clases». Pero en 1855 se produce la primera huelga general en Barcelona, motivada por la orden que disolvía las asociaciones obreras ilegales, y ponía bajo el control militar todas las asociaciones de socorros mutuos permitidas. Esto une a los trabajadores de todas las empresas con el objetivo alcanzar la legalización de las sociedades obreras (obtener el derecho de asociación), la reducción de los consumos, la abolición de quintas, etc. (Doc. del examen). El gobierno contestó con una fuerte represión y Espartero no recibió a la Comisión de la huelga. Después en 1856 se aprobó una Ley de Trabajo que reducía la jornada laboral a los niños, permite las asociaciones obreras de menos de 500 miembros, establece, para resolver conflictos laborales, los jurados, formados exclusivamente por patronos. Esta Ley fue rechazada por demócratas y republicanos y la conflictividad siguió creciendo, en 1856 hubo violentos motines en el campo y en las ciudades, siendo reprimidos muy duramente. El gobierno perdió el apoyo de las Cortes y Espartero dimitió. La Reina encargó formar gobierno al general O’Donell.

Después del Bienio volverán a ser prohibidas. Pero el asociacionismo obrero continuó su marcha en la clandestinidad. En esta época el sindicalismo se hace más fuerte, desde las asociaciones de oficio a las uniones locales y de ésta a la federación regional de clases. En los años 1864 a 1868, hubo una cierta tolerancia gubernamental que permitió reconstruir las sociedades de resistencia obrera. Así el 31 de diciembre de 1865 se celebró el Congreso Obrero de Barcelona, al que acudieron 40 sociedades obreras catalanas y en el que además de las sociedades de resistencia, acudieron a participar asociaciones mutuas y cooperativas. El Congreso Obrero se pronunció a favor de la libertad de asociación, por el principio de cooperación y por la federación de las sociedades Obreras.


 HEB6.5.1. Relaciona la evolución del movimiento obrero español durante el Sexenio Democrático con la del movimiento obrero internacional.
  Durante el Sexenio Democrático es cuando maduran las organizaciones obreras, toman conciencia de clase y entran en contacto con las ideologías dominantes en Europa. Al igual que en al Internacional, se producirá una separación entre las ideas marxistas y anarquistas.
              En 1868 se decretó el derecho de Asociación y en octubre llegó Giuseppe Fanelli (enviado de Bakunin), y a partir de ahí se crean los primeros núcleos afiliados a la A.I.T. en Madrid y en Barcelona.  (En 1864 se había creado en Londres la Asociación Internacional de Trabajadores, donde durante un cierto tiempo convivieron los seguidores de las ideas de Carlos Marx (marxistas o socialistas) y los seguidores de Mijaíl Bakunin (anarquistas)).
               Fanelli difundió las ideas anarquistas como si fuesen de la A.I.T.:  contrarios a la participación política y a la propia existencia del Estado, sustituido por “la unión universal de las libres asociaciones”, además de una postura claramente anticlerical). la Alianza para la Democracia Socialista, corriente dentro de la AIT de Bakunin, había sido disuelta en la AIT y sus estatutos prohibidos. El equívoco inicial fue, sin embargo, el punto de partida para el triunfo definitivo del anarquismo como la gran ideología obrera española de la segunda mitad del siglo XIX, que tendrá un gran peso en Cataluña y Andalucía, mientras que el socialismo tendrá más apoyos en el centro y norte de España.

              En 1870 se celebra en Barcelona el 1º Congreso de la Federación Regional Española de la Internacional. Pronto surgieron las diferencias entre la corriente anarquista, los llamados “aliancistas” (miembros de la Alianza para la Democracia Socialista, que fue había sido disuelta en la AIT y sus estatutos prohibidos), y la socialista. En ese congreso se aprobó:
- El recurso a la huelga.
- El carácter apolítico, es decir, no colaborar con grupos que tuviesen como fin la transformación de la sociedad con medidas políticas.

              La difusión de las ideas marxistas correrá a cargo de Paul Lafargue, que llega a Madrid en 1871 y forma un grupo con José Mesa, Pablo Iglesias y Francisco Mora. Al contrario que los anarquistas, optaron por la lucha política y el moderantismo en sus reclamaciones, a la espera de que la clase obrera estuviese preparada para la revolución socialista. Partiendo de los principios marxistas (lucha por la abolición de las clases sociales, socialización de los medios de producción y dictadura del proletariado), se aferraron a un programa reformista, cuyo objetivo era lograr mejoras laborales y sociales para los trabajadores a través de la lucha política.
             
              Fundaron, en 1871, la Asociación del Arte de Imprimir. En el congreso de la Federación Regional Española de Zaragoza de 1872, controlado por los anarquistas, serán expulsados, lo que llevó a ese grupo a constituirse en la “Nueva Federación Madrileña”, presidida por Pablo Iglesias. Sería el núcleo del que nació el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en 1879.

              Durante la Primera República el internacionalismo tendrá su momento álgido con la intención de provocar el derrumbamiento del Estado. Tendrá una participación muy activa en los movimientos cantonales y en la huelga de Alcoy de 1873.  Los obreros fabriles se concentraron ante el ayuntamiento durante una huelga general que reclamaba una mejora salarial. El alcalde republicano, Agustí Albors, apodado Pelletes, ordenó abrir fuego sobre los manifestantes, que, encolerizados, asaltaron el ayuntamiento, mataron al alcalde y mutilaron su cadáver. Alcoy se declaró independiente y fue gobernada por un Comité de Salud Pública entre el 9 y el 13 de julio, hasta la llegada de las tropas federales.
              A partir de 1874, con la Restauración el movimiento fue declarado ilegal teniendo que pasar a la clandestinidad. 






[1]              Creado por Mendizábal: se llamaba a filas a un joven de cada cinco entre los 20 y 30 años. El servicio podía durar hasta 8 años pero lo normal eran 2 o 3.
[2]              Corriente política que surge en España en la última etapa del reinado de Fernando VII. Su denominación proviene del nombre del pretendiente al trono Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII, que se pone a la cabeza del movimiento armado que comienza a la muerte de Fernando VII en 1833.
[3]              La segunda guerra carlista tendrá lugar entre 1846-9 (guerra dels matiners, madrugadores) y la tercera entre 1869-76 (restauración Alfonsina).
[4]              División provincial hecha por Javier de Burgos (Decreto do 30-11-33) que dividía a España en 49 provincias (Canarias era solo una). Al mando de cada provincia un Jefe provincial, antecesor del Gobernador Civil.
[5]              Capacidad que tienen las distintas instituciones del estado de proponer leyes para su aprobación y promulgación.
[6]              Derecho que tenían las Cortes del Estatuto de elevar a la Corona demandas tendentes a solucionar problemas públicos.
[7] El 12 los Sargentos la presionan para que restablezca el liberalismo, en la madrugada el 13 firma el decreto ordenando la publicación de la Constitución del 12. El 14 nombra a José María Calatrava, liberal progresista, Jefe de gobierno.
[8]              Las propiedades de "manos muertas" eran aquellas que, en virtud de las condiciones del legado o por las reglas de institución de su dominio, no se podían vender, permutar o transferir en forma alguna. Era habitual que tampoco pudieran estar gravadas por impuestos. El origen de esas propiedades está en la cesión o legado hereditario de un benefactor ya muerto (de ahí el nombre de "manos muertas") cuya voluntad sigue prevaleciendo. Principalmente hace referencia a las propiedades de la iglesia católica, aunque también pueden incluirse en este concepto algunas propiedades de la casa real (realengos) o de la nobleza (señoríos), ayuntamientos o de hospitales, hospicios, casas de misericordia, cofradías, etc.

[9]              Carlos IV obtuvo permiso de la Santa Sede para expropiar y vender los bienes de los Jesuitas, hospicios, casas de expósitos, etc.,  que suponían  una sexta parte de los bienes eclesiásticos.
[10]            Monarquía Constitucional doctrinaria: el Rey comparte la soberanía con la Nación y el poder legislativo con las Cortes; la Constitución es voluntad del Rey con las Cortes; las Cortes subordinadas al poder del Rey que posee el poder de convocarlas y disolverlas, tiene el derecho de veto y ante un conflicto entre las Cortes y un ministro puede disolver las Cortes o cesar al ministro.
[11]            María Cristina siempre estuvo presionada por los liberales por su matrimonio secreto con Agustín Fernando Muñoz.
[12]            Grupo de militares fieles a Espartero que habían luchado en las guerras en América y carlista. Llamados así por la batalla de Ayacucho en Perú en 1824; última gran batalla en el proceso de independencia.
[13]            Pretendía liberalizar las importaciones de tejidos de algodón lo que beneficiaba a los empresarios británicos y perjudicaba a los industriales textiles catalanes.
[14]            El jefe de gobierno Olozaga (progresista) quería disolver las Cortes (los moderados impusieron a Pidal como presidente do Congreso frente a su candidato, Joaquín María López, lo que significaba una derrota) para fabricar una mayoría favorable y no tener que contar con los moderados. Obtuvo de la Reina el decreto de disolución (¿Ayudó a la Reina a firmar?) y después se hizo pública una declaración de la Reina, suscrita por González Bravo –que será el nuevo presidente- denunciando la “violencia” sufrida. Olozaga tuvo que dimitir.
[15]            En 1846 levantamiento progresista en Lugo, encabezado por Miguel Solís, se van sumando otras localidades y ponen en Santiago una Junta Superior encabezada por Antolín Faraldo. Serán fusilados en Carral (los Mártires de Carral). En este levantamiento hay peticiones progresistas y un esbozo de reivindicaciones gallegas. En Cataluña la guerra de los Matiners (fuerte represión) y también la 2ª Guerra carlista.
[16]            Le llamaban la “Corte de los milagros”; influencia de Sor Patrocinio de las Llagas.
[17]              La Constitución de 1812 había determinado la creación de un cuerpo de Milicias Nacionales para mantener el orden público. No se llegó a configurar hasta el Trienio. El absolutismo lo suspendió y después fue un elemento de enfrentamiento entre moderados y progresistas.
[18]            Los generales Dulce, Serrano y O´Donnell se enfrentan a las tropas del general Anselmo Blaser. El resultado fue incierto.
[19]            Estaba retirado y aceptó a cambio de la convocatoria de Cortes Constituyentes para el 8 de noviembre, mediante la ley electoral de 1837 y de que solo se formase el Congreso (para evitar la presión conservadora del Senado).
[20]            Media jornada para niños, máximo 10 horas para mayores. Asociaciones de no más de 500 miembros. Jurados formados por  patronos para solucionar conflicto, etc.
[21] La policía disparó contra los estudiantes que se manifestaban en apoyo del rector destituido (Emilio Castelar, por la publicación de un artículo –El trazo- en el que criticaba a Isabel II por no ceder parte de su patrimonio para pagar las deudas de Hacienda) por el gobierno, matando a nueve de ellos.
[22] Dirigida por los suboficiales y propiciada por los progresistas fue sofocada por las tropas leales al gobierno, saldándose con 60 muertos, varios cientos de heridos y 66 oficiales y suboficiales ejecutados.
[23] Se enfrentan las tropas de la reina dirigidas por Manuel Pavía y Lacy (marqués de Novaliches) contra las fuerzas revolucionarias dirigidas por el general Serrano (también participan Prim y Topete).
[24]            Frase de Castelar: “Con Fernando VII murió la monarquía tradicional; con la fuga de Isabel II, la monarquía constitucional y con la renuncia de Amadeo la monarquía democrática; nadie ha acabado con ella, murió por sí misma”.
[25] La Constitución prohibía las reuniones conjuntas de ambas cámaras.
[26]            En diversas ciudades (Cartagena, Valencia, etc.) grupos revolucionarios proclamaban la independencia y se constituían en repúblicas independientes, que después se federarían.  En ellas estuvieron implicadas dos revoluciones: una revolución autonomista liderada por la burguesía con la adhesión de las clases populares y una revolución social dirigida por jornaleros (influencia del pensamiento anarquista), etc., que exigía reformas económicas y aspiraba a transformar la sociedad. Ambas fuerzas marcharán paralelas pero no siempre unidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario