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jueves, 23 de mayo de 2019

TEORÍA COMPOSICIÓN 19. EL FRANQUISMO: CARACTERÍSTICAS E INSTITUCIONALIZACIÓN


COMPOSICIÓN 19. EL FRANQUISMO: CARACTERÍSTICAS E INSTITUCIONALIZACIÓN
Orientaciones del grupo de trabajo: Sempre tendo en conta a información subministrada polos documentos, o alumnado analizará as características esenciais do réxime franquista así como o seu proceso de institucionalización a través das denominadas Leis fundamentais, ademais de explicar o concepto de “Democracia Orgánica”, relacionando a evolución ideolóxica e institucional experimentada polo Réxime ao longo do tempo tanto co contexto político internacional como coas transformacións sufridas pola propia sociedade española.

Desde el momento en el que Franco alcanza el poder durante la Guerra civil (1-X-36 y formación del primer gobierno en enero del 38) va a llevar a cabo la creación de un nuevo Estado, un estado totalitario, que se puede definir como una dictadura militar y eclesiástica de tipo tradicional que se fundamenta en el pensamiento conservador católico español y que incorpora elementos del fascismo italiano. Un sistema totalitario que concentra todos los poderes en la figura del Jefe del Estado, el general Francisco Franco.
            La implantación de este nuevo estado es posible gracias a la victoria en la guerra y a la gran represión que ejercerá sobre toda la oposición (Ley de responsabilidades políticas, etc.) hasta su muerte el 20 de noviembre de 1975.
A NIVEL IDEOLÓGICO, el franquismo, al contrario de lo que sucede en el modelo del fascismo italiano y del nazismo alemán, no partió de un concepto preconcebido de Estado basado en una determinada ideología. Franco va a ir empleando ideas de los falangistas, del conservadurismo antiparlamentario, del catolicismo tradicional, las ideas de negar el reformismo republicano y de impedir el comunismo, el liberalismo y el separatismo. También, Franco se fue rodeando de una propaganda que lo presentaba como un hombre providencial, investido de una misión divina, que encarnaba la unidad nacional.

Los ideales de este nuevo Estado estaban ya presentes en el 18 de julio de 1936, desde el momento del “Glorioso Alzamiento Nacional”, del que hablaba el régimen, y se mantienen hasta su muerte:
Una España unida y centralizada. Nada de separatismo. España es “una unidad de destino en lo universal”. España es una entidad única, indivisible. Lema: ”Una, Grande y Libre”. Por eso también se impone un férreo centralismo: la administración local sometida a la central (nombramiento de alcaldes).
             Una España inspirada en las doctrinas de la Iglesia católica y del nacional-catolicismo falangista. La Iglesia apoyará a los sublevados, calificará la Guerra como una Cruzada, una lucha frente al ateísmo materialista bolchevique; Franco será nombrado Caudillo de España por la gracia de Dios. A cambio, la Iglesia recibe el control sobre la moral, costumbres y educación. Ayudará a imponer una moral tradicional y conservadora. Defensa de la familia.
Una España dirigida por el Caudillo, en el que se concentran todos los poderes.
Una España que recoge la “verdadera tradición española”, es decir, sin liberalismo, sin democracia, sin comunismo, sin masonería, sin judaísmo (el contubernio judeo-masónico; todas ideologías “degeneradas” y “extranjerizantes”.

 De lo anterior se desprenden los siguientes rasgos característicos del franquismo:

CONCENTRACION DE PODERES-AUTORITARISMO: Franco concentra todos los poderes. Un poder ilimitado del que solo responde “ante Dios y la historia”. Jefe de Estado y de gobierno, sanciona leyes, mando del ejército, derecho de presentación de obispos, etc. Se exaltó y mitificó el carácter providencial y cuadillista de su persona (Caudillo de España, por la gracia de Dios). Se extiende el retrato de Franco y los gritos: “Franco, Franco, Franco”.

AUSENCIA DE LIBERTADES: El franquismo es un régimen antiliberal, antiparlamentario, antirrepublicano y antidemocrático. Suprimió libertades y derechos, se empleó sistemáticamente la represión, y fueron frecuentes los estados de excepción. Ley de Responsabilidades Políticas, que convierte en delito toda relación con la República desde octubre de 1934, y la Causa General, ciclópea investigación de todos los crímenes y "crímenes" cometidos por el bando republicano. Se calculan sobre 50.000 fusilados tras el final de la guerra, además de cientos de miles exiliados y en prisión con trabajos forzados (Valle de los Caídos).

AUSENCIA DE PARTIDOS POLÍTICOS Y SINDICATOS, prohibición de partidos políticos, solo existirá el Movimiento Nacional, partido único surgido de la unión entre Falange y Carlismo, el cual ocupa todo el espacio político y es controlado y utilizado por el dictador. Solo hay un sindicato, Sindicato vertical, es el NACIONAL-SINDICALISMO, único sindicato en que están integrados todos los trabajadores y empresarios, dirigidos desde el gobierno.

ANTIDEMOCRÁTICO Y ANTILIBERAL: Un régimen que no aceptaba el sufragio universal de las democracias liberales y rechazaba tanto el parlamentarismo como la existencia de partidos políticos. En su lugar crea la Democracia orgánica: sistema establecido desde 1942 por el régimen franquista (1939-1975): un sistema en el que la representación no es ejercida a través de los partidos políticos (que están prohibidos) sino que el cauce de participación es por la pertenencia a unas unidades orgánicas “naturales” que son la familia (donde se nace), el municipio (donde se vive) y el sindicato (donde se trabaja). Las Cortes eran “el órgano superior de participación del pueblo español en las tareas del Estado” controladas por el Jefe del Estado. Forman parte los procuradores natos (ministros, alcaldes de capitales de provincia, rectores universidades, etc.) (se llaman procuradores para alejarse del liberalismo y natos, porque lo son por razón del cargo que desempeñan), los representantes de los Sindicatos Nacionales, los elegidos por colegios profesionales (abogados, médicos, etc.) y los escogidos por Franco (50 ahora y 25 a partir de 1967). En la Ley Orgánica del Estado del 67 se modifica la composición: están los natos (ministros, Consejeros nacionales Movimiento, rectores universidades, etc.) los escogidos por los colegios profesionales (30 en total)  y también los representantes de los tres tercios: el tercio sindical (150 procuradores de la Organización Sindical),  el tercio municipal (Un representante de los Municipios de cada Provincia elegido por sus Ayuntamientos entre sus miembros y otro de cada uno de los Municipios de más de trescientos mil habitantes y de los de Ceuta y Melilla, elegidos por los respectivos Ayuntamientos entre sus miembros) y el tercio familiar (dos representantes de la Familia por cada provincia, elegidos por quienes figuren en el censo electoral de cabezas de familia y por las mujeres casadas.  Su mandato era de 4 años, o cuando cesaban en el cargo por el que había sido elegidos, y los que Franco revocase (de los designados por él). 
Esto daría lugar a una concepción del Estado tradicional, centralizado y corporativo, es decir, la democracia orgánica buscaría el equilibrio entre la política, el orden y la unidad, eliminado todos los elementos que pudieran ponerla en situación de riesgo.

ANTICOMUNISMO: Persecución de los “rojos”. Se refuerza desde el inicio de la guerra fría a partir de 1945, para ser aceptados en el bloque occidental.

MILITARISMO: Fuerte presencia de los valores militares. Se puede hablar de un NACIONAL-PATRIOTISMO.  Priman los valores de: jerarquía, disciplina, austeridad, autoritarismo, virilidad y fuerte represión que dominaron las distintas etapas de la dictadura. Firmemente anticomunistas. Además, son garantes del orden institucional. Siempre habrá militares en el gobierno.

FUERTE PRESENCIA DE LA IGLESIA. NACIONAL-CATOLICISMO: La ideología de la Iglesia lo impregna todo, sobre todo entre 1945 y 1959.  La doctrina católica es obligatoria (matrimonio, no divorcio). El Estado asigna a la iglesia un presupuesto. La Iglesia está presente en las Cortes. El estado interviene en el nombramiento de Obispos. Se impuso los valores y la cultura católica: devoción, piedad, educación religiosa, matrimonio, procreación…

TRADICIONALISMO-conservadurismo: Ideas derivadas del Carlismo. Unidad de la patria. Referencias al Imperio, Yugo y flechas. Religión católica.

NACIONALISMO ESPAÑOL: Centralismo político y unidad. Prohibición autonomías y diversidades lingüísticas y culturales.

CONTROL ABSOLUTO POR PARTE DEL ESTADO Y ADOCTRINAMIENTO: el Estado regula la vida pública y privada de los ciudadanos. Cultura, educación y medios de comunicación controlados. Control del orden público (Policía armada, “grises”, Guardia Civil). Formación y adoctrinamiento: Sección Femenina, Frente de Juventudes. Discursos del propio Franco (Palacio de Oriente). Inculcar valores de raza, Imperio, Dios, de las consignas de Falange, del pasado legendario. En la escuela se canta el Cara el sol, paredes con yugo y flechas, nombres de los “caídos por Dios y por España”, retratos de Franco…

A NIVEL SOCIAL: Franco asentó su nuevo régimen fundamentalmente en: La oligarquía terrateniente y financiera que recuperó su hegemonía social y fue la gran beneficiaria de la política económica intervencionista del régimen. En las clases medias rurales del Norte y Castilla que estaban bajo una fuerte influencia de la religión católica. Y finalmente en la mayor parte de las clases medias urbanas y de las clases trabajadoras que no respaldaron a la dictadura, pero debido a la represión sistemática, a la miseria y a la desmoralización tras la derrota, se convierten en una mayoría silenciosa que no se concretó en oposición al régimen.

A nivel político, Franco se valió de diversos grupos que han sido denominados como las FAMILIAS del régimen, a las que Franco siempre tuvo divididas y enfrentadas, para controlarlas mejor.
La primera de ellas:  La Falange: “… proporcionaría el personal político…”, dotó al régimen de un programa típico fascista: dominio ideológico, encuadramiento de la sociedad (sindicatos verticales, sindicatos de estudiantes (SEU)), control de la información, concentraciones, etc. Formaba el Movimiento Nacional. Al principio una gran presencia y poder (hasta la caída de Serrano Suñer en 1942), progresivamente pasa a convertirse en un aparato burocrático, sobre todo desde que intentó controlar al propio Franco. Existe una Falange defensora de un gran protagonismo (idea de Serrano Súñer, Fernández Cuesta) y otra Falange más dócil y aduladora de Franco.
La segunda, el ejército: Punto central, empleado como elemento de disuasión ante cualquier discrepancia. Aunque no es un bloque homogéneo, podemos ver militares que prefieren la monarquía y los que quieren mantener la dictadura. Sus gobiernos siempre contarán con muchos ministros militares. Franco se rodeó de los más leales y colocó en puestos menos destacados a los que le podrían causar problemas.
La tercera, la Iglesia-los católicos: presencia muy fuerte, hasta convertir al Movimiento en un Nacional-Catolicismo. La Iglesia se convirtió en legitimadora del régimen. Calificó la Guerra Civil como una Cruzada. A cambio de su apoyo, la Iglesia pasó a tener un inmenso poder. No se mantiene siempre fiel. Muchos de los colaboradores de Franco procedían de las asociaciones religiosas, únicas permitidas al margen de la Falange. La Asociación Católica Nacional de Propagandistas al principio, y más tarde instituciones como el Opus Dei suministraron cuadros y dirigentes, en su mayoría jóvenes, y caracterizados por tener un gran nivel de formación (tecnócratas). Los enfrentamientos con el régimen no se producirán hasta finales de los 60 (influencia del Concilio Vaticano II: misa en castellano, preocupación por los desfavorecidos, exigencia de libertad, curas obreros, etc.). Después Franco tiene el apoyo del grupo del Opus Dei, técnicos que no discutirán las ideas del régimen y pondrán las bases del desarrollo económico.
A estas tres principales familias tenemos que añadir: Los monárquicos: divididos entre los carlistas, de corte tradicional, y los “donjuanistas” (partidarios de D. Juan de Borbón). También se barajó la idea de Alfonso de Borbón (hijo de D. Jaime) sobre todo tras la boda con la nieta de Franco, Carmen Martínez Bordiú.
Los franquistas. También podemos dividir esta familia entre la gente que ve “bien” las ideas de Franco por convicción y otra parte que las acepta por sumisión. Había grupos muy duros, intransigentes, y grupos más aperturistas.
Y los poderes económicos: oligarquía terrateniente e industrial. Había empresarios que preferían el franquismo porque les daba buenas condiciones para el desarrollo (orden, estabilidad, mano de obra barata, proteccionismo...) y otros porque podían enriquecerse con facilidad (arribistas, especuladores, etc.).  

La estructura del estado franquista partía de la figura de Franco, Jefe de Estado y de Gobierno Franco concentra todo el poder en sus manos. Tiene el poder ejecutivo y legislativo. Recibió el nombre de Caudillo de España y fue considerado símbolo y encarnación de la voluntad de la nación española. Al principio su poder no tuvo ninguna limitación legal; posteriormente, la Ley Orgánica del Estado de 1967 precisó sus funciones, separando las funciones de Jefe de Estado y de Jefe de Gobierno, que hasta entonces estaban unidas.
UN PARTIDO ÚNICO: FET de las JONS (la Falange), El Movimiento Nacional.
UN ÚNICO SINDICATO, EL SINDICALISMO VERTICAL: los Sindicatos Verticales, creados al amparo de la Ley de Unidad Sindical y de la Ley de Bases de la Organización Sindical de 1940.
UNAS CORTES: Tenían un carácter consultivo y deliberante, debían asesorar a Franco en la elaboración de las leyes. Fueron creadas por la Ley de Cortes de 1942. Representantes de la democracia orgánica.

A NIVEL TERRITORIAL. Las provincias estaban dirigidas por los gobernadores civiles y militares, nombrados por el gobierno. Los alcaldes de las ciudades de más de 10.000 habitantes por el gobierno, y el resto por los gobernadores civiles.
ENTRE LAS PRINCIPALES INSTITUCIONES, ADEMÁS DE LAS CORTES, ESTÁN:
El Consejo Nacional del Movimiento, una especie de cámara alta, más bien cámara política.
El Consejo del Reino, al que correspondían importantes funciones, como la de proponer una terna entre cuyos componentes el jefe del Estado habría de nombrar al jefe del Gobierno.
El Consejo de Regencia, que asumiría las tareas de la jefatura del Estado en caso de muerte, ausencia o incapacidad temporal del titular.

La institucionalización del régimen se basa en la promulgación varias leyes, las llamadas Leyes Fundamentales, promulgadas entre 1938 y 1967, que le permiten controlar e INSTITUCIONALIZAR EL RÉGIMEN. Franquismo carece de Constitución y tuvo una gran adaptación a las circunstancias de cada momento (del 36 al 45, durante la etapa totalitaria; del 45 al 59 del nacional-catolicismo; del 59 al 75, tecnocrático). El desarrollo normativo, por tanto, se fue determinando según las conveniencias y necesidades del momento político nacional e internacional, conforme a la apreciación del Jefe del Estado.
 Las 7 Leyes Fundamentales son:

FUERO DEL TRABAJO, 1938. Promulgada durante la Guerra Civil. Fue influida por la Carta di Lavoro italiana. Esta carta regula y organiza el trabajo y la vida económica. Define el Nuevo Estado como “nacional” y “sindicalista” y se presenta contraria al capitalismo liberal y al materialismo marxista. Sentaba las bases de una organización corporativa: la “organización nacional-sindicalista”. Allí se establecían la jornada de trabajo y las retribuciones mínimas, pero todas estas concesiones estuvieron sometidas al interés de la nación. Crea los sindicatos verticales (Ley de unidad sindical de 1940).  Organización de la empresa y la propiedad, sienta las bases de la Seguridad Social (seguro de enfermedad en 1942 y el de Vejez e invalidez de 1947). La huelga y el despido libre estaban prohibidos.

• LEY CONSTITUTIVA DE CORTES, 17 de julio de 1942. Fue elaborada en la perspectiva de la victoria de los aliados, para mostrar ante las potencias aliadas la idea de alejamiento del fascismo.  Y también para diluir el poder de la Falange. Se abren en 1943, ya es claro el cambio en la guerra mundial. El proyecto era de Falange. Las Cortes se crearon como instrumento de colaboración y autolimitación, para preparar y elaborar leyes. Pero la potestad de la sanción de las leyes se mantenía en manos del Jefe del Estado. Estaban pensadas, también, como caja de resonancia del régimen El objetivo no era la democratización, es un pseudoparlamento, sino la consolidación del régimen y la inclusión de todas las denominadas "familias del franquismo" ("azules" -falangistas o "nacional-sindicalistas"-, "monárquicos" de distintas tendencias -"carlistas", "juanistas"-, "católicos" -o "nacional-católicos"- y "militares" -"africanistas" o de otras tendencias-) en una doctrina única y unas directrices políticas concebidas "verticalmente" (desde la cúspide -el liderazgo indiscutible de Franco-), basadas en los "principios inmutables del Movimiento Nacional", y todo dirigido por Franco.
Forman parte los procuradores natos (ministros, alcaldes de capitales de provincia, rectores universidades, etc.) (se llaman diputados para alejarse del liberalismo y natos, porque lo son por razón del cargo que desempeñan), los representantes de los Sindicatos Nacionales, los elegidos por colegios profesionales (abogados, médicos, etc.) y los escogidos por Franco (50 ahora y 25 a partir de 1967). En la Ley Orgánica del Estado del 67 se modifica la composición están los natos (ministros, Consejeros nacionales Movimiento, rectores universidades, etc.) los escogidos por los colegios profesionales (30 en total) y los representantes de los tres tercios: el tercio sindical (150 procuradores de la Organización Sindical),  el tercio municipal (Un representante de los Municipios de cada Provincia elegido por sus Ayuntamientos entre sus miembros y otro de cada uno de los Municipios de más de trescientos mil habitantes y de los de Ceuta y Melilla, elegidos por los respectivos Ayuntamientos entre sus miembros) y el tercio familiar (dos representantes de la Familia por cada provincia, elegidos por quienes figuren en el censo electoral de cabezas de familia y por las mujeres casadas).  Su mandato era de 4 años, o cuando cesaban en el cargo por el que había sido elegidos, y los que Franco revocase (de los designados por él).

• FUERO DE LOS ESPAÑOLES, 18 de julio de 1945. En esta ley están fijados los derechos y los deberes de los españoles. Pensados para dar una imagen no tan fascista (contexto de la derrota de Alemania en 1945). Hay derechos, pero siempre que no atenten contra los principios del Movimiento y del Jefe del Estado. “El ejercicio de estos derechos no podrá atentar contra la unidad espiritual, nacional y social de España”. Artículo 12.- Todo español podrá expresar libremente sus ideas mientras no atenten a los principios fundamentales del Estado.

LEY DE REFERÉNDUM NACIONAL, 22 de octubre de 1945. Al igual que la anterior en el contexto de la derrota de Alemania y dar imagen no fascista Se establece la utilización del referéndum para los asuntos importantes. La ley de Sucesión del jefe del Estado hace obligatorio el referéndum para modificar las leyes fundamentales. Artículo 2.- El referéndum se llevará a cabo entre todos los hombres y mujeres de la Nación mayores de veintiún años.

Junto a estas leyes que se plantean para no dar una imagen fascista e intentar evitar el bloqueo de los países democráticos, Franco acometió otro cambio: prescinde de los falangistas más duros (y emplea a gente que viene de las asociaciones católicas, poniendo énfasis en el catolicismo (el Nacional catolicismo) pero que no consigue, ya que las potencias vencedoras impiden la entrada de España en la ONU y retiran a los embajadores de España. Franco logrará salir del aislamiento gracias a las políticas de los católicos y a la alianza con USA en el contexto de la “guerra fría”, política antimarxista del régimen de Franco que interesa a los EE.UU. (Acuerdos de las bases de 1953 y entrada en la ONU y organismos internacionales en 1955).

• LEY DE SUCESIÓN A LA JEFATURA DEL ESTADO, 1947. La idea de controlar a los monárquicos y conseguir su apoyo en el momento del bloqueo después del final de la guerra mundial. España se constituye en reino. Franco nombrado Jefe de Estado vitalicio. Él nombrará el sucesor: un varón, católico y que haya jurado los principios fundamentales del Movimiento. Se crea el Consejo del Reino y el Consejo de Regencia, para asistir al Jefe del Estado. La ley se sometió a referéndum en 1947 y fue aprobada con un 93 % de votos afirmativos.

LEY DE PRINCIPIOS DEL MOVIMIENTO NACIONAL de 17 de mayo de 1958. Establece los principios del Movimiento Nacional para que queden claros, permanentes e inalterados. Se promulga en el inicio de la última etapa del franquismo momento en el que la Falange pierde peso en favor de los tecnócratas del Opus, pero hay que reforzar los principios de la Falange para mantener su apoyo. Establece la unidad de España, la confesionalidad católica, el ejército como garantía de la defensa y unidad, la forma monárquica del estado, el derecho a participar en las tareas políticas a través de la familia, municipio y sindicato.

• LEY ORGÁNICA DEL ESTADO de 1967. Ante la vejez de Franco y para preparar su sucesión. El texto pertenece a un proyecto del almirante Carrero Blanco hecho en 1958. La Ley estaba pensada para asegurar el futuro del Régimen. Era como una refundición de las leyes anteriores, pero eliminando el lenguaje fascista y las contradicciones: Se enumeran los fines del Estado, se separan las funciones de Jefe de Estado y Presidente del gobierno y se declara su responsabilidad política.  Este sistema se implantó plenamente en 1973, cuando Franco designó como Presidente del Gobierno a Luis Carrero Blanco. Fuerzas armadas como garantes de la integridad y unidad territorial. También planteaba la posibilidad de crear asociaciones de acción política, permitiendo un mínimo pluralismo político dentro del régimen. Esta Ley es presentada como la “definitiva Constitución española”, pero no lo es ya que son “disposiciones” del Régimen y no fruto de la deliberación y aprobación libre del pueblo español (fue sometida a referéndum, pero no libre). Votado en referéndum el 14 del 12 del 66, aprobado con el 95% de votos. Entro en vigor en 1967.
El punto final para la institucionalización y perpetuación del Régimen era resolver el problema de la sucesión. La Ley de 1947 dejaba la posibilidad de varios candidatos, pero Franco se decantó por D. Juan Carlos de Borbón. El 22 de julio de 1969 Franco presentó la propuesta en las Cortes que fue aceptada y, el 23 de julio, D. Juan Carlos juraba fidelidad al Régimen. La intención era crear una monarquía que garantizase el funcionamiento de las instituciones franquistas después de la muerte del Dictador. En palabras de Franco: “...queda todo atado y bien atado”.

De este modo se concluía el proceso de legislación e institucionalización y todo quedaba preparado para que el régimen pudiese continuar después de la muerte del dictador, con u rey y unas instituciones (Cortes, Consejo Nacional del Movimiento y el Consejo del Reino) que mantendrían los principios construidos por Franco.

En lo referente a las transformaciones sociales: A nivel social asistimos a una lenta transformación de la sociedad española. En los años 40 y 50 la sociedad se caracterizó por ser «reprimida, regimentada, recatolizada y autárquica».
            Una sociedad reprimida porque «se propusieron erradicar todo lo que la sociedad liberal y todo lo que la sociedad democrática había visto surgir». Sobre la clase media y la clase obrera «cayó un terror sistemático, administrado por consejos de guerra hasta bien entrados los años 50». La Ley de Responsabilidades Políticas, de febrero del 39, atribuía las responsabilidades de la guerra a todo sospechoso de republicano. Esto obligó a miles de personas a cambiar de comportamientos e ideas (otros no lo hicieron a tiempo); fueron depurados y España sufrió una pérdida irreparable. El temor a la represión y la necesidad de trabajar generará una adhesión al nuevo régimen.
            Una sociedad regimentada porque todas las actividades económicas y sociales fueron sometidas a un estricto control del «partido único», Falange Española y de las JONS, y de sus organismos dependientes como la Organización Sindical Española, el Frente de Juventudes o la Sección Femenina que formaron una «penetrante red de jefaturas de todo tipo que se extendía sobre el cuerpo de la sociedad». El principio de obediencia a la autoridad.
            Una sociedad recatolizada porque la Iglesia católica recuperó la influencia social perdida a través del control total del sistema educativo y del dominio de los espacios públicos. Se impuso el modelo patriarcal, que preconizaba el completo sometimiento de la mujer al hombre. Se imponía la moral católica: matrimonio indisoluble y el fin de la procreación de hijos, padre que consigue los recursos, madre que cuida la casa y los hijos, y estos educados para perpetuar el sistema y la tradición. Mentalidad machista.
            Una sociedad autárquica, aislada del mundo exterior, y cuyo resultado fue en el terreno económico «un largo periodo de hambre y miseria que se tradujo para millones de españoles en un descenso hasta alcanzar el nivel de subsistencia».Basada en una economía agraria y una escasa industria fuertemente intervenida.

En el aspecto cultural, algunos autores hablan del "páramo cultural" de la posguerra. La política del régimen hizo que la censura afectara a todas las actividades intelectuales y a los medios de comunicación. El cine y el teatro serían víctimas de una doble censura civil y eclesiástica, siendo prohibidas obras de autores como García Lorca, Valle Inclán o Casona.  Exaltación del pasado imperial español (la época de los Reyes Católicos, el Siglo de Oro o Felipe II) del que Franco es el continuador.
La unificación lingüística en torno al castellano (“habla la lengua del Imperio”) fue uno de los principios del nuevo Estado.
A nivel literario: la censura sobre las grandes obras de escritores españoles y extranjeros llevó a la llamada literatura de kiosko: los cómics “El Coyote”, “Roberto Alcázar y Pedrín”, “El Capitán Trueno”, etc. El teatro, relegado a un segundo plano; la subliteratura (folletines o novela rosa). Se potencia una cultura de evasión para desviar la atención de los problemas del régimen.
El cine por su difusión e influencia fue objeto de especial atención y control. Todas las producciones, nacionales y extranjeras, debían superar la censura (cortes, cambios de diálogo). Las películas de los años 40 y 50 fueron de temas militares, patrióticos y folclóricos (Raza, 1940; Leona de Castilla, 1951; Alba de América, 1951) (Antonio Molina, Lola Flores). Además, antes de la proyección era obligatoria la visualización del NO-DO (hasta el 1 de enero de 1976), instrumento de propaganda del régimen.
La prensa sufrió un control riguroso (Ley de Prensa de 1938 hasta 1966). La censura incluía desde la autorización para editar hasta nombrar director del periódico por parte de la Administración. Fue la época de los programas musicales, variedades, concursos, folletines radiofónicos (Guillermo Sautier Casaseca, Matilde Conesa, Juana Ginzo), de las retransmisiones deportivas (fútbol) y los toros, convertidos durante todo el franquismo como catalizador del nacionalismo español.
A partir de los años 60, como consecuencia del “milagro económico español” asistimos a un proceso de transformación de la sociedad española. La sociedad tradicional fue dejando paso a una sociedad moderna, más urbanizada y dinámica.  El desarrollo de la urbanización y de la economía industrial y de servicios hizo que España se convirtiese en una sociedad de clases medias.
Podemos señalar los siguientes cambios: el crecimiento de la población por el aumento de la natalidad (baby boom años 60) y la disminución de la mortalidad y la mortalidad infantil.
La despoblación de la españa rural (éxodo rural y emigración exterior) y crecimiento urbano (barrios obrero y chabolismo) e industrial. En esta sociedad es de destacar el aumento en el número de asalariados, de profesionales liberales y de un gran número de obreros industriales. Se produce el desarrollo de las clases medias. De una economía agraria pasamos a una industrial (noveno país industrial). También el momento de la emigración al exterior, que proporcionará dinero para industrializar y contacto con Europa que ayuda a modernizar. Se acentuaron los desequilibrios regionales.
También destaca el paso de una mujer marginada y sometida del primer franquismo a una mujer más formada, independiente e incorporada al mundo del trabajo (2,3 millones en 1960, 3,1 en 1970) pero, siempre con salarios inferiores a los de los hombres y en condiciones muy desiguales (ley sobre derechos políticos, profesionales y de trabajo de la mujer, presentada por Pilar Primo de Rivera en 1961).

Junto a estas transformaciones se producen otras en los comportamientos sociales y en las pautas culturales. El sistema educativo experimentó profundas transformaciones. Aumentan los niveles de alfabetización, de escolarización y de estudios universiatarios. En 1964 se declaró obligatoria la instrucción hasta los 14 años. En 1970 se aprobó la Ley General de Educación (José Luís Villar Palasí) que dio un fuerte impulso a la enseñanza.
En el campo cultural, la necesidad de homologación del régimen de Franco en el exterior, favoreció la puesta en marcha de una serie de reformas por parte de Manuel Fraga:
-          liberalización editorial, en 1962, que permitió la difusión de obras antes prohibidas.
-          Suavización de la censura. Ley de Prensa de 1966 (elimina censura previa).
-          Aparición de revistas críticas: Revista de Occidente, Cuadernos para el Diálogo, Triunfo.

El aumento del nivel de vida y el proceso de urbanización (éxodo rural efectuado años 50-60) inició una tendencia alcista del consumo en la sociedad española. Tuvo lugar un incremento del presupuesto familiar y una transformación en la estructura de los gastos. Cobra especial importancia el consumo de bienes duraderos: frigorífico, lavadora, televisor, automóvil (seat 600). Estas nuevas formas de consumo comportaron modificaciones en las formas de vida urbana (en el mundo rural se produce más tarde). Llegaron las vacaciones pagadas. Llegó la televisión, la música moderna (Eurovisión), las costumbres se liberalizan, nuevas formas de vestir (minifalda, biquini), el fútbol, las vacaciones...  La cultura, cada vez más secularizada, erosionaba el modelo socio-religioso del nacionalcatolicismo. A este cambio contribuyeron: la llegada de turistas, el conocimiento del exterior por los emigrantes y los cambios en la Iglesia (fijarse más en las clases desfavorecidas y marginadas, abandono de prácticas religiosas).
Todos estos cambios ponían en crisis los valores tradicionales (familia, religiosidad, patria, obediencia, etc.) socavando los valores fundamentales del régimen franquista.












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